GLOBALIZACIÓN CULTURAL INTERACCIONES SOCIO-ECONÓMICAS Y POLÍTICAS RETOS PARA EL DESARROLLO SOCIAL
Mario González Arencibia
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Factores que determinan la dicotomía entre la producción y el consumo
Esta dicotomía entre la distribución, el consumo y la pobre producción propia de los países subdesarrollados en general es el resultado de varios factores.
En primer lugar, el carácter subordinado de los gobiernos identificados con concepciones de las fuerzas hegemónicas que se enraízan en la globalización neoliberal,[41] que subestiman la importancia de las políticas culturales en el plano nacional.
Segundo, las tendencias hacia la focalización de los objetivos de la “alta cultura occidental” en detrimento de la cultura de masas. Tercero, la privatización de las radios, canales de televisión y otros circuitos de difusión masiva, que perecieron frente al empuje privatizador, con el resultado de que ello tiende a implicar un rediseño de sus programaciones, en no pocos casos con una fuerza importadora acentuada. El resultado es el desempeño de mecanismos que responden a las estructuras expoliadoras de recursos en todos sus niveles.
Cuarto, las grandes empresas privadas transnacionales (de Estados Unidos fundamentalmente, pero también TELEVISA y REDE GLOBO), se dedican desde hace décadas a los medios de comunicación más rentables y de mayor influencia.
Estos han logrado así una intensa penetración en la vida familiar y se convierten en los principales organizadores del entretenimiento y la información masiva. Por otra parte, las acciones culturales de los organismos internacionales y las impulsadas por foros de cooperación gubernamentales, reproducen a escala latinoamericana la concepción de los Estados, que priorizan la “alta cultura occidental”, el patrimonio monumental y folclórico. El resultado es que tiende a proliferar una falsa cultura universal contraria a la memoria histórica acumulada por la región.
Quinto, los esfuerzos desplegados por Organizaciones No Gubernamentales, artistas y comunicadores independientes, que movilizan recursos culturales y desarrollan festivales, exposiciones y talleres, redes de programas audiovisuales alternativos, revistas y libros en los que se documenta y fomenta el desarrollo cultural; no pueden actuar como sustitutos de lo que los Estados no hacen. Estos grupos independientes casi nunca llegan a los escenarios "massmediáticos" para influir sobre los hábitos culturales y el pensamiento de las mayorías.
Sexto, la situación es aún más dramática en el campo de las tecnologías avanzadas y las "autopistas de la comunicación y la información": satélites, computadoras, fax, Internet, etc.
La subordinación de los países latinoamericanos se agudiza en la misma medida que se reducen los mecanismos e instrumentos de protección a la producción doméstica de bienes y servicios frente a la competencia extranjera, así como también por la eliminación de los reducidos subsidios que existen para apoyar el desarrollo tecnológico local.
El reto cultural de la globalización es que una mayor dependencia cultural y científica en las tecnologías comunicacionales de punta, hace más vulnerable a las naciones latinoamericanas y caribeñas frente a los capitales transnacionales y las orientaciones culturales generadas fuera de la región.