GLOBALIZACIÓN CULTURAL INTERACCIONES SOCIO-ECONÓMICAS Y POLÍTICAS RETOS PARA EL DESARROLLO SOCIAL
Mario González Arencibia
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Sobre el concepto de globalización cultural
De lo anterior subyace, que el contenido más profundo de la globalización cultural reside en la identidad cultural, la cual está en el centro de la dimensión cultural del desarrollo sostenible. Siendo así se podría plantear, que la globalización cultural representa esencialmente la manera en que se concretan los vínculos de la unidad y la diversidad en diferentes interconexiones espaciales y temporales. En su primera dimensión incluye territorios, naciones, regiones, continentes hasta llegar al universo y en su segundo aspecto contempla los elementos del pasado, del presente y su fusión.
Avanzando en el problema planteado, en este acápite se podría señalar: que si la identidad cultural está en la base del desarrollo sostenible. Y esta a su vez, forma parte de los aspectos que tipifican a la globalización cultural, entonces sus vínculos se podrían contemplar como: la bifurcación de identidades culturales de distinto orden en los que se concreta la unidad y la diversidad. Unidad en una perspectiva de universalidad con principios universalistas y diversidad si se tiene en cuenta el mantenimiento de ciertas formas de identidad nacional. En ello está implícita la socialización de los valores de la cultural universal, lo cual, tiene como base la intersección de lo global con lo local, el nivel de las identidades, su evolución y nuevas formas de emergencia e hibridación que son propias del desarrollo cultural en su sentido integral.
Esta concepción sugiere dos proposiciones alrededor de las identidades culturales. En primer lugar, esta se deberá cultivar desde la lógica de la cultura universal de los procesos sociales, los cuales incluyen las demandas de los fenómenos económicos, políticos, tecnológicos, ecológicos, étnicos y otros que actúan en función de lo social.
En una segunda dimensión consideramos que la construcción de las identidades culturales[32] se deberá estructurar desde la perspectiva del Estado-nación en correspondencia con sus especificidades dentro del contexto del sistema mundial.
El resultado es que las relaciones de producción, su nexo con las fuerzas productivas y la cultura que las acompaña son esenciales en la visión que se diseñe del desarrollo sostenible. Este momento de la cultura tiene expresiones autóctonas, independientes y por supuesto una existencia real desempeñando un papel catalizador.
Como bien expresa el Dr. Armando Hart Dávalos “estas cualidades son sistemáticamente, tergiversadas y denigradas por la práctica cultural de las sociedades capitalistas desarrolladas, en tanto poseen y controlan los medios y canales de realización y circulación de la creación humana, desde la formación académica hasta los más avanzados centros de investigación, desde fundaciones compradoras de talentos hasta los medios masivos de difusión más poderosos, desde los recursos materiales hasta el dominio de la imagen”. [33] Esto se hace más evidente cuando profundizamos en las transformaciones y los retos que acompañan a la cultura y a la globalización en un ámbito neoliberal.