GLOBALIZACIÓN CULTURAL INTERACCIONES SOCIO-ECONÓMICAS Y POLÍTICAS RETOS PARA EL DESARROLLO SOCIAL
Mario González Arencibia
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El concepto como concreción
Un vez situado los elementos que permiten contextualizar la realidad internacional avanzaremos ahora en presentar una de las ideas que sirve de base para el desarrollo de este trabajo, nos referimos al concepto como concreción conceptual: Ello es útil porque permite operacionalizar los conceptos que se sitúan en este trabajo, sobre todo para la construcción del concepto globalización cultural que se desarrolla en el mismo.
En este acápite se parte del criterio de asumir el concepto como concreción conceptual, considerando como idea central lo siguiente: Del mismo modo que no se construye un edificio cuando se ponen sus cimientos, el concepto del todo no es el todo mismo.[5]
Es decir los conceptos no surgen de una vez, en todo lo que tienen de concreto. Su evolución se efectúa, según van expresando de manera más concreta su esencia, a medida que van descubriendo nuevas facetas. Si lo concreto, es la unidad de múltiples determinaciones, es natural que al irse conociendo la multiplicidad de las propiedades de las cosas de los propios conceptos, estos vayan haciéndose más concretos.
Relacionado con lo anterior, Hegel en su obra Enciclopedia de las Ciencias Filosóficas señaló, de manera sintética, algo que resume el contenido del concepto como concreción en toda ciencia, cuando expresa- "El concepto como concreto y toda determinación en general, es esencialmente en sí misma una unidad de determinaciones distintas. Si pues la verdad no fuese otra cosa que la ausencia de contradicción, sería preciso examinar ante todo si cada concepto no contiene en sí mismo una tal contradicción interna".[6]
En este sentido, aunque de manera idealista (desde el ángulo del idealismo objetivo),[7] Hegel llamaba a tener en consideración la veracidad de los conceptos en su movimiento, para comprender su tendencia y de ahí deducir las bases que rigen el mismo.
Entendemos por concreción conceptual, el cambio de los conceptos, no porque aparezcan otros nuevos, o de que se puntualicen los viejos, sino en el sentido de que se desarrollan los aspectos por ellos englobados mediante múltiples determinaciones, haciéndose más preciso su contenido, ampliándose los límites de su condicionada aplicación, a diversos fenómenos en distintas condiciones y en distintos nexos.
Los conceptos son concretos también, en el sentido de que pueden poseer diferente contenido, en dependencia del cambio de las conexiones y relaciones del fenómeno dado, respecto a otros fenómenos. Por ello, el concepto aplicado a cada unidad dada, cuyas propiedades generales y esenciales refleja, descubre toda la riqueza de su contenido concreto.[8]
Este principio es particularmente importante para la explicación del fenómeno de la globalización cultural, debido a que el pensamiento también es la capacidad de construir y reconstruir activamente esquemas de acción exterior conforme a cualquier nueva coincidencia de circunstancias.
Lo planteado es de particular importancia para el estudio de las diversas vertientes que acompañan los retos culturales de la globalización en el marco neoliberal. Asunto en el que la diversidad de enfoques dejan ver la conformación de un sistema conceptual complejo, multifacético y contradictorio y cuyas aristas enriquecen el fenómeno planteado.