URUGUAY UN DESTINO INCIERTO
Jorge Otero Menéndez
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Preocupación por el Estado del Alma
En puridad es su hijo Juan III quien se preocupa del estado del alma de la nación portuguesa, por el cual tiene una especial y explícita atención, que culmina instalando la Inquisición en el reino, dirigida por su hermano Enrique.
Su gestión estuvo signada por fuertes crisis económicas, la hambruna, cataclismos naturales y graves epidemias que diezmaron a la población.
Recibió como apodo el nombre de “El Piadoso”. E insistió también en las relaciones con España, desde su “caridad” y la inquisición. Casó por ello a su hija María con Felipe II de España y castigó en diversas ocasiones al gran Camoes[i], quien se vio acusado de los mas diversos cargos. Se ve que el estado de espiritual de éste pensador no era el adecuado al parecer monárquico. Disociación que suele encontrarse entre la inteligencia y el absolutismo.
Por estos tiempos también se vieron inquietudes lusitanas con respecto a España. Las populares, sobre todo. Un hijo de Felipe II estuvo a punto de ser el principal heredero de la corona portuguesa – a ojos españoles -, circunstancia de la que se salvó el país gracias a otro nieto de Juan III que nació unos meses después de fallecido su padre, quien también se llamaba Juan. Sebastián fue su nombre. Pero era como si hubiera nacido un descendiente de los últimos integrantes de la casa de los Austria (de hecho marcó un rumbo en ese sentido: su madre era Juana, hermana de Felipe II). Ligeramente imbécil y obstinadamente torpe (se jactaba, orgulloso, de no haber aceptado nunca un consejo de nadie, en actitud que compartía, comparte, con varios “principales”, no así la extrema alegría que, en apariencia, le causaba el hecho) su ilusión era vencer a todos los musulmanes del mundo y recuperar Palestina. Personalidad ésta que parece surgida de la obra del sociólogo estadounidense Samuel P. Huntington o del escenario de la Casa Blanca. Murió en una batalla, lejos de su objetivo, dejando a su país en una crisis económica mayor que la obtenida, fatigosamente, por su abuelo, El Piadoso.
Ocupa el trono luego el tío de éste, que era cardenal e inquisidor, Enrique, encargado de cerrarle el real camino a otro sobrino suyo, por una razón contundente: si bien era hijo de su hermano Luis, su madre era una plebeya[ii]. Estatus que le resultó intolerable al rey-cardenal-inquisidor quien al morir habilitó la invasión de Felipe II de España. Éste derrota a las escasas tropas que pudo reclutar el heredero Antonio, que había sido proclamado, apresuradamente, monarca y aseguró la fuerte infelicidad del pueblo portugués durante casi sesenta años.
Cierto es que Felipe II era nieto de Manuel I e hijo de Isabel de Portugal. Como también que, cuando nació, en Castilla se festejó la posibilidad de ver unidas las coronas. Fusión que también perseguían los monarcas lusitanos, pero para ponerla bajo su mando.
Sucedía algo parecido a aquella observación atribuida al austria Carlos V respecto al valois rey francés con el cual se enfrentó en diversas ocasiones e incluso lo tuvo preso en Madrid: “Mi primo Francisco y yo estamos de acuerdo: los dos queremos Milán”.
Se debe tener presente que en Portugal heredaban el trono los hijos varones mayores. Las mujeres estaban destinadas a aliviar tensiones con otros reyes o príncipes.
Esa es la razón por la cual Enrique, menor que Isabel, asume como rey a la muerte de su hermano mayor, Juan III. Y no lo hace Felipe II. Circunstancia que el “rey burócrata” acepta, tal vez por encontrarse en uno de sus largos e intensos períodos depresivos.
Claro que la norma conoció de un excepción: la madre de João VI, María I de Bragança (1734-1816) accedió al trono. Fueron quienes vinieron a América por temor a la invasión napoleónica a Portugal. Lo importante era que, de ser casadas las herederas, sus marido no fueran importante. Era el caso del suyo: su tío Pedro.
Solamente alguien que haga de la historia su principal ignorancia puede insinuar que éste período es inaugural y señero en materia de integración, lo cual se manifestaría perfeccionado poco más de cuatro siglos después en el ¡MERCOSUR! Salvo que se quiera criticar al organismo que pretende hacer del Cono Sur una unión aduanera... Y sin embargo, así se proclamó con el fin de exaltar y explicar lo actuado.
[i] Luíz de Camoes (1524-1580) es el más importante poeta portugués. Autor de diversas obras, su poesía épica Os Lusiados (1572) le hizo adquirir inmediata fama. Es Camoes quien introduce en la literatura portuguesa el tema de la “saudade” , la añoranza. Asimismo, puede ser considerado el primer anti colonialista portugués. El pesimismo, el manejo de la nostalgia y de las vicisitudes del amor tensan su espíritu creador disparándolo en aciertos de simplicidad formal.
[ii] Cierto es que era hijo ilegítimo, lo cual le fue señalado. Pero el sobrino probó su legitimación por posterior matrimonio de sus padres. No fue suficiente por la razón que señalamos. Lo de haber nacido bastardo era absolutamente secundario. Lo importante es que su madre era una plebeya. Como ellos mismos lo habían sido antes y dejaron de ser después, usurpación mediante.