LO QUE LOS POBRES QUIEREN SABER
José Manuel Fernández Núñez
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Libertad de Buena Expresión
Toda persona podrá, sin sujeción a censura previa, emitir libremente su pensamiento mediante palabras escritas o por cualquier otro medio de expresión, gráfico u oral; siempre que el pensamiento expresado NO sea atentatorio contra la dignidad y a la moral de las personas, el orden público o las buenas costumbres de la sociedad.
Se impondrán las sanciones dictadas por las leyes, y estos fondos se usarán para desmonetizar.
Se prohíbe el uso, en medios públicos de comunicación, de palabras indecentes, descorteses y poco elegantes.
Los comunicadores, oradores, entrevistados, cantantes, artistas en general, etc., deberán procurar el uso elegante de la palabra aun para realizar críticas y desacuerdos.
Se prohíbe toda propaganda subversiva, ya sea por anónimos o por cualquier otro medio de expresión que tenga por objeto provocar desobediencia a las leyes, sin que esto último pueda coartar el derecho a análisis o a crítica de los preceptos legales.
Se respeta la libertad de asociación y de reunión sin armas, con fines políticos, económicos, sociales, culturales o de cualquier otra índole, siempre que por su naturaleza no sean contrarias ni atentatorias al orden público, la seguridad nacional y las buenas costumbres.
Se respeta la inviolabilidad del correo o correspondencia y demás documentos privados, los cuales no podrán ser ocupados ni registrados sino mediante procedimientos legales en la substanciación de asuntos que se ventilen en la justicia.
Es igualmente inviolable el secreto de la comunicación telegráfica, telefónica, cablegráfica y de Internet o cualquier medio moderno.
No obstante, con autorización judicial y para los fines de la lucha contra el terrorismo este derecho quedará temporalmente restringido según el caso lo requiera, por efecto de decreto del Poder Ejecutivo.
Todos los medios de información tienen libre acceso a las fuentes noticiosas oficiales, públicas y privadas, siempre que no vayan en contra del orden público o pongan en peligro la seguridad nacional.
Invitamos a los comunicadores y entrevistados a reflexionar sobre las consecuencias sociales y económicas de sus expresiones, y buscar en el curso diario de la nación una ración de buenas noticias y de noticias que signifiquen oportunidades de desarrollo para el lector.