LO QUE LOS POBRES QUIEREN SABER
José Manuel Fernández Núñez
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Capitalismo y Moral Pública
Hay negocios donde se puede aplicar la moral y el sentido común. Hay otros negocios donde la moral no es tan fácil o hasta imposible de aplicar pero por lo menos podemos aplicar el sentido común unido a una dinámica o estrategia superacional.
Todo ciudadano en una sociedad de Cuarta Vía entiende la actividad comercial como la base principal de toda clase de relación, a la vez se amplía el concepto de lo que es ganar.
Se entiende que los valores son de múltiples naturalezas pero que todos los valores sin importar su naturaleza pueden aplicarse en un régimen contable o de conteo basado en el servicio monetario nacional.
Toda actividad humana puede ser vista desde un punto de vista comercial y en tal sentido debe ser contabilizada monetariamente. Todas nuestras acciones tienen consecuencias económicas.
El ejercicio de la moral genera o elimina mercados; son los consumidores quienes mantienen los mercados.
No desaparece la prostitución si no dejan de solicitar dichos servicios los consumidores de prostitutas y prostitutos.
Aun puede no haber proveedores de este servicio en un lugar y si hay consumidores vendrán de otro lugar a proveerlos, o irán los consumidores a otro lugar a proveerse. Esto significa que las decisiones morales movilizan los mercados iguales que las inmorales o amorales.
El consumidor es el rey de la sociedad de Cuarta Vía. El Estado o gobierno de Cuarta Vía se toma la libertad de formar al consumidor y educarlo, porque estamos conscientes de que según las tendencias o vectores de los consumidores así se contamina o limpia un mercado y se evitan toda clase de actividades destructivas.