TEORÍAS DE LA REGIÓN
Jorge Isauro Rionda Ramírez
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DEL ORDENAMIENTO TERRITORIAL
El desarrollo regional debe entenderse como una instancia de Estado, cuya
dimensión es político público en materia de planificación, sin olvidar su
carácter técnico y fin administrativo.
El objetivo perseguido es la organización del territorio de una manera armoniosa
en el uso del espacio de tal manera que sean elementos coadyuvantes al
desarrollo social, económico, político, democrático y humano, en razón
sustentable al uso racional y ordenado en cuanto que sea justo, equitativo e
igualitario (Massiris).
Se trata de la acción de gobierno en el territorio cuya intervención vea por el
desarrollo de forma íntegra, esto es, el crecimiento de las actividades humanas
de manera ordenada, donde los escenarios sean los ideales al respecto de lo
armonioso y justo.
El ordenamiento inducido tiene dos caracteres que son de tipo incluyente, el
activo y el pasivo (Massiris), donde el ordenamiento activo es derivado de la
acción de conducción del desarrollo ordenado por parte del Gobierno, donde se
busca superar las asimetrías y desigualdades existentes, las contradicciones en
el seno del crecimiento.
El ordenamiento pasivo tiene que ver con el uso y la ocupación del territorio
inherente e inercial a la lógica del propio esquema de desarrollo. No es de tipo
inducido sino autónomo. En este sentido tiene interés en el manejo de la
zonificación de las regiones como criterios para establecer nuevos escenarios.
El ordenamiento territorial tiene por cualidades ser un proceso planificado,
donde se habla de una inducción por parte de un organismo central quien conoce
la realidad del lugar y busca implementar los escenarios locales ideales a las
aspiraciones del propio esquema en cuanto desarrollo.
Asimismo el ordenamiento territorial es de tipo interdisciplinario pues en la
dimensión de los intereses del desenvolvimiento humano ingresan aspectos tales
como económicos, políticos, sociales, ecológicos, empresariales como de otros
tipos, por lo que exige una visión del territorio desde el punto de vista de
varias disciplinas que aporten los elementos técnicos necesarios para la
coacción del desarrollo armonioso y justo.
Por otro lado es de tipo prospectivo y coordinado pues implica la acción de
varios agentes del desarrollo en lo privado, social y público, como parte de una
acción llevada por un organismo central, para el caso el Gobierno, que procure
conjugar de manera conjunta esfuerzos diversos, de cada agente del desarrollo,
de manera estratégica y coordinada para que de manera eficiente y en la búsqueda
de conciliar las iniciativas en un bien común, activen el cambio desarrollista.
Por último, el ordenamiento territorio debe tener carácter democrático, donde la
participación no excluya ningún elemento de interés y que se vea involucrado de
alguna forma en el accionar del crecimiento ordenado en el buen uso del
territorio y su ocupación.
Por tanto, el ordenamiento territorial es clave en el desarrollo del Hombre en
todas sus dimensiones pues es el espacio donde se da y mueve toda iniciativa que
procure la realización efectiva, deseable e ideal de sus anhelos. Es en si donde
se gesta el desarrollo como efecto de crecimiento ordenado y deseable al devenir
idealizado de los Hombres, como del propio quehacer humano.