LA SEGURIDAD SOCIAL EN LA FUERZA ARMADA NACIONAL
Ana Mercedes Salcedo González
Prólogo
La seguridad social es un tema de frecuente discusión en los ámbitos públicos y privados, pero de muy poca efectividad en lo que se refiere a la protección del trabajador y sus familiares. Lejos está el Ejecutivo Nacional de aplicar los principios de universalidad, integralidad y eficiencia implícitos en la legislación vigente, tal como lo establece el artículo 8 de la Ley Orgánica del Sistema de Seguridad Social (LOSSS) y menos aún de darle contenido a la palabra «dignidad», que recorre de manera implícita el texto constitucional vigente y cuya omisión deja sin aliento la fuerza expresiva de la primera frase del artículo 80 de la Constitución de la República, que promueve el derecho a la seguridad social como servicio público de todas las personas.
Si de normativa se trata, es insólito saber que en Venezuela hasta 1977 la legislación era incompleta y fraccionada. Regida por disposiciones parciales con bajo nivel de cumplimiento y por instituciones que con el tiempo desvirtuaron su verdadero sentido. Por ello, no es de extrañarse del desorden y la ineficiencia en la prestación de este servicio, que a finales del siglo XX no estaba debidamente regulado y sólo contaba como factor de gobernabilidad con el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, cuya imagen generalizada no estaba exenta de anacronismo y corrupción administrativa.
Como consecuencia de esta realidad, y en vista de la necesidad observada en algunos sectores de la población laboral, se generan dos situaciones que demandan atención y estudio. Una, concurrente con el propósito de la Seguridad Social garantizado por el Estado. Es el caso de regímenes separados, establecidos en instituciones cuyos ejemplos categóricos y de tradición son las Universidades Públicas y la Fuerza Armada Nacional.
La otra situación es discordante y tiene repercusión directa en el país por los desajustes que ocasiona en el sistema socio-económico. La ineficiencia en la prestación de estos servicios y la legislación tardía trae como consecuencia el crecimiento del sector privado de salud y el fortalecimiento de los sistemas financieros de ahorros personales. A esta legislación tardía hay que agregar ahora la inobservancia de la ley vigente (LOSSS), que dispuso en su artículo 117 la formulación del plan de implantación a partir del mes de julio 2003, y hoy a finales de 2004 no se conoce ni el plan, ni la razón por la cual el gobierno nacional no lo ha desarrollado.
Precisamente, de estos problemas, con su atención focalizada en el sector militar, se ocupa este libro de Ana Mercedes Salcedo González, escrito con base en la investigación realizada en la Fuerza Armada Nacional y su experiencia. Ella es una destacada profesora de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de nuestra Universidad Central de Venezuela. Adscrita actualmente al Programa Integrado de Postgrado en Seguridad Social de la Comisión de Estudios de Postgrado de dicha Facultad. Además, es coronela (asimilada), en situación de retiro, de la Fuerza Aérea Venezolana y ha desarrollado actividades en el Ministerio de la Defensa en la Dirección General de Bienestar y Seguridad Social de la FAN, como jefe de Asesoría Técnica y Directora de Seguridad Social, lo que acredita para el manejo apropiado de un tema con las características del que nos presenta en esta oportunidad.
La seguridad social es vital para la existencia de las instituciones. El desarrollo organizacional se fundamenta en el factor humano, y aunque la remuneración sigue siendo un eje motivador, la calidad de la protección integral es determinante para la gestión eficiente y la satisfacción personal y familiar del trabajador. Esta afirmación que es válida para todas las organizaciones, en la vida militar adquiere rango prioritario. Tanto por las características de riesgo personal, asumido concientemente por cada individuo, como por las condiciones del servicio y la relativa separación del militar de su núcleo familiar.
En este caso, el enfoque centrado en la Fuerza Armada Nacional cobra hoy mayor interés para la etapa de transición que se observa en esa Institución, y especialmente por la controversia que en los círculos de discusión siempre aparece. De un lado se critica la prerrogativa que el Estado acuerda a los miembros de la FAN por tener un régimen especial, y del otro, se justifica el que así sea, por las características del servicio militar.
El texto explica con los detalles pertinentes el origen y desarrollo de la seguridad social de la FAN, sin excluir el drama que vivieron los sobrevivientes de la Guerra de la Independencia. La carta del General en Jefe Rafael Urdaneta es un ejemplo que informa y nos hace sentir lo que ocurrió en esa época con la protección social de quienes lucharon en la gesta libertadora. En el siglo XX el Estado comprendió la importancia de la FAN y ésta se desarrolló motivando a sus miembros mediante sistemas de seguridad social confiables, especialmente en la segunda mitad del siglo, cuando logra su consolidación con la promulgación de la Ley Orgánica de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas Nacionales el 4 de julio de 1977.
Es un libro pedagógico, que de manera sencilla aborda lo que es necesario conocer en esta materia. A través del método explicativo nos conduce del concepto primario de seguridad individual al debate contemporáneo de la seguridad social y, entre uno y otro, analiza las teorías que adhieren tanto la seguridad en el ámbito civil como en el militar. Dos aspectos nos llaman la atención y le dan mayor validez a la argumentación de la autora. Uno, es la visión clasificatoria comparativa, que le permite demostrar su habilidad analítica en situaciones complejas como la que presenta la seguridad social en la FAN; y el otro, su precisión para ubicar en el contexto apropiado los fundamentos de la sociología militar.
El libro, además de lo que ya hemos dicho, está escrito con claridad expositiva, elegancia en el lenguaje y emoción. Lo que permite transmitir al lector el sentido de compromiso con el tema planteado.