MANUAL PRÁCTICO DE LA PRODUCCIÓN DE LA RIQUEZA
Álvaro de la Helguera y García
Capítulo XI: Diferentes sistemas de arrendamientos
Arrendamiento es la porción de riqueza que se paga al propietario de una tierra por el derecho de explotarla durante cierto plazo. El arrendamiento consiste, por lo tanto, en el alquiler periódico del suelo con el fin de explotar sus facultades productivas. Tiene lugar cuando el dueño de las tierras, no queriendo o no pudiendo cultivarlas por su cuenta, las cede temporalmente a otra persona para que las usufructúe mediante el pago de cierta cantidad; y se efectúa en virtud de un contrato libre, celebrado de común acuerdo entre las partes interesadas, en el cual se estipulan la duración, el precio, la forma y demás condiciones a que debe ajustarse el alquiler del terreno.
Este contrato descansa ordinariamente sobre dos bases, que son: la calidad del terreno y su rendimiento anual. El cálculo se establece tomando como el término medio de sus productos en los cinco últimos años.
La retribución que se paga por el uso de la tierra, puede consistir en un servicio o trabajo hecho en favor del propietario, pero generalmente consiste en una suma fija de dinero o en una parte del producto agrícola obtenido.
El arrendamiento no debe confundirse con la renta, pues son dos variedades de créditos, que aún cuando parecen iguales se diferenciar. entre sí, toda vez que en el concepto económico, al propietario sólo le corresponde la renta, que en este caso es el precio del alquiler; mientras que al arrendatario le corresponde un beneficio de empresa, o sea el producto neto resultante de la diferencia entre lo gasta-do y lo producido.
Los principales sistemas de arrendamiento, son los siguientes: el patriarcal o romano; el de los es-clavos; el de los siervos del terruño; el de los vasallos corbeables; el de los solariegos censatarios; el de enfiteusis; el de aparcería; el de colonato o arriendo: el solidario; el de arrendamiento y cultivo y el de colonización.
En los tiempos modernos el sistema más beneficioso es el solidario, que consiste en dar anualmente a los trabajadores fijos (mayorales, ayudadores, pastores y gañanes) la alimentación, algunas fanegas de granos para siembra, una pequeña suma en metálico y cierta participación en los beneficios. Este sistema constituye un contrato bilateral de duración anual, que establece la mancomunidad de intereses entre amos y criados, obligándoles a mirar con cariño el trabajo para obtener mejor resultado, que les hace vivir como si fueran miembros de una misma familia y les permite alcanzar el bello ideal perseguido por otras clases sociales.
Siguen en bondad a este sistema el enfitéutico, luego el colonato, después el aparcero; a continuación el de arrendamiento y cultivo, y por último el de colonización.
Puesto que entre todos los sistemas de cultivo, el que corre a cargo del dueño, es preferible a los demás, porque nadie como él pone tanta diligencia en beneficiar la tierra, así en el presente como para el porvenir, dicho está que entre las diversas formas de arrendamiento, es mejor la que aproxima más la condición del cultivador a la del propietario.
