MANUAL PRÁCTICO DE LA PRODUCCIÓN DE LA RIQUEZA
Álvaro de la Helguera y García
SEGUNDA PARTE: FACTORES DE LA PRODUCCIÓN
Capítulo I: La Tierra
De todos los agentes naturales, la tierra es el que ocupa el lugar preeminente, pues es el fondo de donde el hombre saca por medio del trabajo la mayor parte de los objetos materiales que necesita para su subsistencia, su comodidad y su goce.
El capital se incorpora con la tierra bajo la forma de nivelaciones, plantíos, etc. y con el trabajo, bajo el esfuerzo muscular, intelectual, etc. En su estado natural, ofrece la tierra tan imperfectos y cortos recursos, que sólo bastarían para mantener una población escasa y miserable; pero con el con-curso del capital y del trabajo se desenvuelve su fecundidad y se sacan de ella productos inagotables.
Capítulo II: Caracteres económicos de la tierra y de la producción agrícola.
Se entiende por caracteres económicos de la tierra y de la (producción agrícola, las circunstancias distintivas o condiciones especiales que en el orden económico diferencian estos agentes de los demás elementos que concurren a la producción de la riqueza.
Caracteres de la tierra.-Los caracteres económicos de la tierra son:
1.° Ser de extensión limitada.
2.° Ser desigual en sus fuerzas.
Respecto a su extensión limitada, hemos de re-conocer que la tierra tiene sus límites naturales, que el hombre no puede trasponer, porque no puede crear tierra, ni extender por lo tanto los confines del globo en que habita.
El volumen de la tierra, representado por la cifra de 1.082.181 millones de kilómetros cúbicos, no puede ser aumentado ni disminuido por el hombre, pues es impotente para ello, y en su virtud no le es asequible ensanchar las facultades productivas de la naturaleza, por mucho capital y trabajo que para conseguirlo emplee; podrá sí sacar de ellas todo el partido posible, podrá también descubrir todas las que permanezcan secretas; pero no podrá crear las que no existan.
Si supusiéramos toda la tierra completamente explotada con cuantos medios fueran dables, y de modo tal que fuera ya absolutamente imposible mejorar ni aumentar su producción, el hombre tendría que conformarse con su producto, aunque fuese insuficiente para atender a la subsistencia de la totalidad de su población y que una parte de ella tuviera que perecer por excesiva, pues todo el género humano sería incapaz de crear, no ya vastos terrenos sino un solo átomo de materia.
En cuanto a su desigualdad de fuerza, observamos que no todas las tierras tienen exactamente la misma potencia productiva, sino que por el contrario varía mucho la de unas comparada con la de otras, pues dos, diez o mil campos de igual extensión, presentan fuerzas y valores diferentes, bien sea por causa de su feracidad, bien por la de su exposición, bien por la de su distancia, o bien por cualquier otro motivo favorable o adverso.
La inmovilidad del suelo y la invariabilidad de su distancia, se consideran también caracteres distintivos de la tierra; fundándose el primero en que el hombre no puede acumular el agente tierra en el mismo sitio, ni hacer que en un espacio dado haya cien veces más superficie, y basándose el segundo en que la humanidad no puede aproximar ni alargar las distancias de la tierra, puesto que no tiene medios de transportar ni trasladar los diversos terrenos de unos lugares a otros.
Caracteres de la producción agrícola. Los caracteres económicos de la producción agrícola son:
1.° La naturaleza influye poderosamente en la producción agrícola.
2.° El producto de la tierra no sigue la gradación del cultivo.
Respecto al primer carácter, es incuestionable que no hay industria en el mundo que esté tan sujeta al influjo de la naturaleza como la producción agrícola, pues la debe la tierra cultivable, las semillas primitivas, el agua, el aire, la luz, el calor, la electricidad, las fuerzas químicas, mecánicas, vitales, y, en fin, todas las demás materias y potencias que determinan su fecundidad admirable, incesante y provechosa.
Según sea la condición natural de los terrenos, así su aptitud especial para los cultivos; y según sea su elevación, exposición, inclinación, composición, constitución y condición, resultarán alteradas sus facultades productivas.
Y en cuanto al segundo carácter, es incontrovertible también que la, producción agrícola tiene un límite infranqueable, pues si un terreno inculto produce uno, removiéndole dará dos, arándole dará diez, abonándole dará veinte, regándole dará treinta, es-cardándole dará cuarenta, y cultivándole con todos los recursos, cuidados y adelantos conocidos dará cincuenta, ciento o mil, pero una vez llegado al límite máximo de su producción, no se conseguirá acrecentarla por más que se aumente el capital y el trabajo empleados en su cultivo.
Después de alcanzado ese límite máximo, llama-do ley de productividad, es inútil tratar de trasponerle empleando en la tierra más trabajo y más capital, pues en vez de aumentar la producción sólo se conseguirá disminuirla, porque se establecerá el des-equilibrio entre las fuerzas productivas de los instrumentos generales tierra, trabajo y capital.