MANUAL PR�CTICO DE LA HISTORIA DEL COMERCIO
�lvaro de la Helguera y Garc�a
HISTORIA DEL COMERCIO: EDAD ANTIGUA
4. CARTAGO
Como antes hemos dicho, Cartago fue una colonia de Fenicia que Dido, reina de Tiro, huyendo del usurpador Pigmali�n, fund� en la costa septentrional del continente africano, en un lugar muy pr�ximo al que hoy ocupa la ciudad de T�nez; siendo su posici�n muy ventajosa por estar a igual distancia de los diferentes extremos del Mediterr�neo, en un litoral frecuentado por numerosos bajeles mercantes y sobre un f�rtil suelo que la prove�a de los cereales necesarios para su subsistencia.
Durante algunos siglos su historia no ofreci� nada de particular y su existencia casi pas� inadvertida, pero cuando comenz� a decaer el poder de los fenicios por la dominaci�n de los persas se inici� el engrandecimiento de los cartagineses por su aplicaci�n a la navegaci�n, y cuando desapareci� Fenicia se constituy� Cartago en estado independiente, viniendo a ser la rep�blica cartaginesa heredera del poder comercial de la confederaci�n feniciana.
Como los cartagineses descend�an de los tirios, nunca desmintieron su car�cter eminentemente fenicio, comprobado por su esp�ritu comercial, su genio emprendedor, su afici�n a la marina, su pericia en los negocios, su ingeniosa previsi�n, su amor a la riqueza, su incesante actividad y su pol�tica econ�mica; pues como ellos, realizaron largas navegaciones que ensancharon el campo de los descubrimientos geogr�ficos, fundaron colonias en Espa�a, Baleares, Malta, C�rcega, Cerde�a y Sicilia; organizaron caravanas para recorrer por tierra el Africa, la Arabia y el Egipto; y mandaron naves para traficar por mar con los metales de Espa�a, los hierros de Elba, los esta�os de Inglaterra, las pedrer�as de Grecia, los algodones de Malta, los trigos de Egipto, las mieles de C�rcega, los ganados de Baleares y los negros de Italia. Para aumentar la cuant�a de sus transacciones, crearon el cr�dito p�blico por medio de pedazos de cuero grabado a que asignaban determinado valor, fabricaron la moneda met�lica y celebraron muchos tratados de comercio; pero en el af�n de dedicarse exclusiva-mente a sus negocios, descuidaron el cultivo de las ciencias, las artes y las letras.
El comercio hizo tan poderosa a Cartago, que por espacio de muchos a�os disput� a Roma el imperio del mundo; pero al fin sucumbi� en la lucha, pues la posesi�n de la isla de Sicilia, que era considerada entonces como la llave del Mediterr�neo, origin� entre cartagineses y romanos las tres memorables guerras p�nicas, en la �ltima de las cuales y despu�s de tres a�os de sitio, fu� tomada y destruida Cartago.