MANUAL PRÁCTICO DE LA CIRCULACIÓN DE LA
RIQUEZA
Álvaro de la Helguera y García
CAPÍTULO V: IDEA, DIVISIÓN Y TEORÍA DEL COMERCIO
Idea del comercio.—Comercio o industria mercantil es la universalidad del
cambio de los productos del trabajo.
El comercio existe por el cambio, pero no es el cambio mismo, así es que
puede haber cambio sin comercio, pero no comercio sin cambio ; sin embargo,
son tan raros los cambios que pueden hacerse sin comercio, que ambas
palabras casi deben considerarse sinónimas.
La industria comercial no transforma las cosas,como la fabril, pero aumenta
su utilidad por la conservación y el transporte.
Con la multiplicación de los cambios
nacieron las profesiones comerciales, a las cuales se dedican varias
personas, que especializando en ellas sus aptitudes, investigan las
necesidades del público para satisfacer sus deseos, trayendo los géneros de
los lugares donde abundan, conservándolos en sus almacenes para abastecer el
mercado y librándolos al consumo en las porciones requeridas.
Resulta, pues, que el comercio hace accesibles al consumo universal los
productos de todas las industrias, facilitando los cambios en el tiempo,
lugar, calidad y cantidad convenientes.
La importancia del comercio es tan grande y su necesidad tan absoluta, que
si desapareciera de un modo súbito, el consumo de cada persona quedaría
reducido a los estrechos límites de lo que pudiera producir por sí misma, la
existencia de los pueblos se haría imposible y por inanición se despoblarían
las naciones.
El alma del comercio es la libertad,
su patria el universo, su incentivo la concurrencia, su requisito el precio,
y su operación la compra-venta.
El comercio nació en época muy remota, y a través de muchas vicisitudes ha
ido progresando gradualmente, hasta adquirir la inmensa importancia que
tiene en la actualidad.
División del comercio.—El comercio puede ser de diversas clases, así es que
se ha dividido de diferentes maneras.
Por razón de las operaciones se ha
dividido el comercio en : de cambio, de transporte y de especulación ; y por
razón de los objetos en : de dinero, de crédito y de mercancías.
El comercio de mercancías se divide en tres gran-des grupos : comercio
interior, comercio exterior y comercio colonial.
El primero abraza las contrataciones que se verifican entre los habitantes
de una misma nación. El
segundo se practica entre los de distintos Estados. El tercero tiene lugar
entre los de la metrópoli y sus colonias.
El- comercio interior se subdivide en comercio al por mayor y al por menor,
según que los contratos de compra-venta sean al grueso o al menudeo ; y se
subdivide también en grande y pequeño cabotage, según que se efectúe por vía
marítima entre los puertos nacionales situados en distinto o en el mismo
mar.
El comercio exterior se subdivide en
importación y exportación, según que consista en la entrada de mercancías
del extranjero o en la salida de géneros para el extranjero.
El comercio exterior o internacional, es marítimo cuando se hace por mar, y
terrestre cuando se hace por tierra ; es directo cuando se efectúa en
derechura de la nación expedidora a la receptora, e indirecto cuando se hace
por otra tercera potencia ; es activo cuando una nación lleva a vender sus
géneros a otra, y allí compra los productos de ésta para venderlos en la
suya o en lugar diferente, y pasivo cuando espera que vengan a importar los
artículos extranjeros y exportar los nacionales; es general cuando comprende
toda clase de mercan-cías sin distinción de destinos, como entrada o salida
de géneros para el depósito, eI tránsito, la transformación o el consumo, y
especial cuando sólo comprende la entrada definitiva de productos
extranjeros para el consumo nacional o la salida terminante de mercancías
nacionales para el con-sumo extranjero.
El comercio colonial se subdivide en comercio de entrada y de salida, según
que se trate de mercaderías que la metrópoli reciba o expida a sus colonias,
posesiones y dominios ultramarinos.
Teorías del comercio.--Dos son las
teorías del comercio, la antigua y la moderna. Dichas teorías estriban en la
manera de vender, y ambas son diametralmente opuestas.
La teoría comercial antigua se basaba en la idea de «ganar mucho vendiendo
poco», y aI efecto, los antiguos comerciantes procuraban obtener un gran
beneficio sobre una cifra de negocios limitada, pues entendían que era
preferible ganar una peseta haciendo una sola operación que hacer veinte
operaciones ganando diez céntimos en cada una de ellas, lo que en definitiva
les habría dejado un beneficio total doble.
El ejemplo más notable de esta añeja teoría, es el que en el siglo XVII
dieron los holandeses en las islas Molucas, donde limitaron el cultivo del
clavo de especia y de la nuez moscada, con el fin de poder vender a altos
precios estos artículos, a causa de la restricción artificial de su cultivo.
La teoría comercial moderna, se funda en la idee. de «ganar poco para vender
mucho», y en su virtud, los negociantes del día se esfuerzan en reducir su
beneficio sobre cada caso al límite menor posible, con el fin de vender un
gran número de cosas y que la suma de estos pequeños beneficios alcance una
cifra más considerable.
Esta teoría nació en el siglo XIX, por
consecuencia de la modificación que en las ideas mercantiles se operó
durante el mismo, y su fórmula la encontró Inglaterra en este dicho
comercial referente a los consumidores: «Vale más trabajar para el millón
que para los millonarios».
La experiencia, por su parte, se ha pronunciado de una manera decisiva en
favor de esta teoría, o sea de la pequeña ganancia, que profesa el principio
de vender muchos pocos para ganar pocos muchos, sintetizada en la idea de
vende en grande
y barato para ganar fuerte y pronto, porque además
de ofrecer mejores resultados al comerciante, es más beneficiosa para la
producción y más provechosa al consumo.