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El marco institucional del
Banco Central de Venezuela

CAPITULO IV

DESEMPEÑO DEL BANCO CENTRAL DE VENEZUELA DESDE LA PERSPECTIVA DE LA TEORIA DEL ESTADO DE LA ECONOMIA NEOINSTITUCIONAL


4.2 Desempeño del Banco Central de Venezuela: Una visión neoinstitucionalista de la Teoría del Estado


4.2.3. Debilidad de la Institución Monetaria



Mediante la Teoría depredadora de North, se puede observar la debilidad de la institución monetaria como consecuencia de los derechos de propiedad ineficientes que el Estado provee, es decir, éste y las instituciones financieras tenían intereses para que el BCV diseñara políticas en beneficio de ellos, esto se sintetiza en una notable incertidumbre política para los años 1.992 y 1.998. Asimismo, fue una etapa caracterizada por la crisis financiera de 1.994, el control de cambio entre 1.994 y a principios de 1.996. Estas circunstancias limitaron la eficiencia de la política monetaria en el logro de sus objetivos; uno de los problemas que se aducen fueron causante de la crisis financiera, fue la presión ejercida por el gobierno de Carlos Andrés Pérez a través de su ministro de Hacienda que era Miguel Rodríguez a mantener tasas de interés reales positivas, con lo cual los tipos de interés en el sistema financiero llegaron a ubicarse por encima del 80%, y la tasa overnigth llegó a estar en 1000%, lo que evidencia la falta de liquidez del sistema financiero, obligando a los bancos ha hacer inversiones riesgosas para poder tener una mayor redituabilidad de las inversiones.


El BCV, utilizó en mayor medida las operaciones del mercado abierto, la cual es considerada como uno de los instrumentos más idóneos para la generación de certidumbre económica porque permite la participación voluntaria de los agentes y su flexibilidad. Sin embargo, esto puede ocasionar una fuente importante de expansión monetaria que le reste la capacidad al BCV para propiciar la estabilidad en el mercado cambiario.

La eficiencia en el uso de los instrumentos monetarios ha estado condicionada por la alta incidencia expansiva del gasto público, la presencia de regímenes cambiarios con distintos grados de predeterminación y la caída de la demanda de dinero; se puede decir que en países como el nuestro han estado estrechamente asociada a los grupos de presión y en ocasiones por elementos inesperados como la crisis financiera que originan para la sociedad costes elevados al realizar transacciones en dicho mercado. Evidencia de ello, se encuentra en la situación de política adversa entre 1.992 y 1.993 que originó un clima de incertidumbre y de inestabilidad en los mercados financieros y cambiarios. Paralelamente, el aumento insostenido del déficit fiscal hizo resurgir las expectativas de inflación y de depreciación del tipo de cambio. Como señala Mirabal en Arreaza, Ayala y Fernández (2.001; Pág.4) “mejoras fiscales asociadas a incrementos en los precios del petróleo inducen incrementos en el nivel de monetización que requieren una actuación más restrictiva del BCV”. Asimismo, la diversidad de objetivos que ha pretendido alcanzar la política monetaria en determinados períodos, junto a circunstancias como interrupción de los programas de ajustes, la crisis financiera, controles de cambio, han limitado su eficiencia en el logro de sus objetivos generales. Tenemos pues, que la política monetaria en Venezuela en la última década se ha fundamentado en una programación financiera orientada hacia el control de agregados monetarios, pero ha estado condicionada tanto por la política cambiaria como por la política fiscal.