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Estrategias alternativas frente a la globalización y al mercado: la experiencia socialista
Mario González Arencibia
 

PARTE II: ALTERNATIVA SOCIALISTA EN EL ENTORNO GLOBALIZACIÓN-MERCADO

Nociones prácticas de desarrollo socialista con mercado: el legado teórico de Vladimir Ilich Lenin[1]

 

En la práctica la historia de la transformación socialista conoce tres nociones que han sido básicas en el desarrollo socialista bajo una visión marxista de las que se pueden tomar múltiples lecciones para emprender una nueva transformación: 1) Socialismo Centralmente Planificado[2] por el Estado (Incluye a todos los países del antiguo campo socialista), 2) Socialismo de Mercado (China 1978 y Viet Nam 1986)[3], y 3) Socialismo Planificado con Apertura Parcial al Mercado Interno (Cuba 1989).  El denominador común de estas transformaciones ha sido su identificación con la lógica socialista, pero con cambios sustanciales de un tipo a otro. Es necesario aclarar que el propósito de este análisis, no consiste en estudiar estos aspectos hacia adentro en su totalidad,[4] sino sintetizar aquellos cambios que lo relacionan con la globalización.

Las prácticas de socialismo mencionadas dejan ver la posibilidad de cuanto ha cambiado, que se ha abandonado de esta concepción, y que idea podría conducir a una transformación socialista de manera inédita y sostenible. Una experiencia es la noción de un socialismo desconectado, basado en la hipótesis de confiar en sí mismo o lo que también se podría llamar “socialismo hacia adentro”, y bajo el concepto del desarrollo de la transición socialista con altos niveles de planificación centralizada por el Estado, así como la subestimación del papel de las relaciones monetario-mercantiles para conducir los procesos económicos.

A esta forma específica de socialismo también se le denominó “socialismo real”, término que entró en el vocabulario político y en la terminología científica aproximadamente a mediados de los años 70 del siglo XX. En el plano teórico bajo “socialismo real” se comprende el orden social instaurado como resultado de la revolución socialista y de la materialización de las ideas del socialismo científico en la práctica de la construcción de un nuevo modo de vida. En el plano histórico concreto, se trata de la sociedad creada o en proceso de creación en los países del sistema socialista mundial, incluido el aspecto del desarrollo internacional, es decir,  las relaciones recíprocas de estos países en toda su variedad y complejidad. [5]

La otra noción es más “reciente” en su sentido práctico, y esta relacionada fundamentalmente con las experiencias de socialismo de mercado desarrolladas por China y Viet Nam. Esta se despliega tomando como supuesto el de “dejar hacer al mercado”, con la idea de que las fuerzas del mercado conducidas pueden crear las bases materiales para la transformación socialista. Bajo la concepción de socialismo de mercado, se considera la economía socialista como una modalidad de economía mercantil, que se desempeña sobre la base de las leyes de la competencia del mercado.[6]

El contenido teórico-ideológico del socialismo de mercado se remonta a las utopías pequeño-burguesas del segundo cuarto del siglo XIX; su idea central fue la de lograr el socialismo sin cambiar la sociedad de los pequeños productores privados de mercancías. Otra de sus fuentes se remonta a los modelos abstractos de economía socialista de los años 30 del siglo XX, basados en reducir el socialismo al esquema de la libre competencia con elementos de economía planificada.[7]

La premisa teórica más importante de la teoría del socialismo de mercado, es la identificación de las proporciones racionales de la producción y distribución con las que se establecen en condiciones de la libre competencia, a partir de las oscilaciones de la oferta y la demanda. En este ámbito el criterio del mercado es central, mientras la gestión económica del Estado y del papel de la planificación, tienden a plantearse como fuerzas ajenas al socialismo, y como tal -según este criterio- deben limitarse mediante marcos rígidos.

Los teóricos del socialismo de mercado operan con el concepto de propiedad de las empresas, sin embargo, el carácter de la misma difiere según la tendencia de pensamiento que la explica. En la modalidad anarco-sindicalista, las funciones básicas de la administración de la empresa se transfieren al propio colectivo, el cual figura de hecho como propietario conjunto de los medios de producción. En la variante tecnócrata el rol fundamental en la dirección de la empresa, así como de una parte considerable de las funciones de propietario real, se le asignan al gerente (manager). 

Aunque la idea de aplicación del socialismo de mercado es más “reciente”, es posible observar la misma en los escritos de Vladimir Ilich Lenin con particular singularidad, al avizorar algunas de las condiciones que deberían tomarse en cuenta en la introducción del mercado en una economía socialista. Lenin plantea que “un Estado proletario, sin variar su esencia puede admitir la libertad de comercio y el "desarrollo de relaciones capitalistas de producción, sólo hasta ciertos límites, y únicamente a condición de una regulación por parte del Estado (vigilancia, control, determinación de formas, orden)". [8]

La concepción de Lenin reside en que en el periodo de transición hacia el socialismo, "se trata no de terminar con la vieja estructura económica y social, el comercio, la pequeña empresa, el capitalismo, sino de reanimar el comercio, la pequeña empresa, el capitalismo; dominándolos con precaución y en forma gradual someterlos a la regulación estatal". [9] Lenin señala además, que "el éxito de la regulación depende no sólo del poder estatal, sino más aún, del grado de madurez del proletariado y de las masas trabajadoras en general, de su nivel cultural" -deja también claro que -"aún cuando se efectúe con todo éxito tal regulación, subsiste indiscutiblemente el antagonismo de los intereses de clase entre el trabajo y el capital".[10]  

Las ideas de Lenin sugieren la posibilidad de que en la transición socialista se puedan emplear las herramientas del mercado, reguladas por el Estado, de manera que este determine el orden y las formas de acción a través de vigilancia y control. En ello da particular prioridad no solo al Estado, sino a la preparación política ideológica y cultural de las masas trabajadoras que enfrentarán el proceso.

Lenin deja claro además la irresoluble contradicción entre el trabajo y el capital. Ello ayuda a reflexionar en torno a los procesos del desarrollo socialismo conectado y desconectado al mercado y a la lógica de la globalización. Lo que equivale a preguntar ¿Dónde están y estuvieron los avances y retrocesos de una transformación socialista desconectada y conectada al mercado y a la lógica de la globalización?. Muy sintéticamente y a los efectos de este trabajo, se pueden expresar los aspectos que siguen a continuación.


 

[1] La etapa leninista del desarrollo de la teoría marxista del socialismo se ubica en tres grandes periodos: primero desde finales del siglo XIX hasta el triunfo de la Gran Revolución Socialista de Octubre; segundo, desde el triunfo de la revolución de Octubre hasta la formación del Sistema Socialista Mundial; tercero, a partir de la transformación del socialismo en Sistema Socialista Mundial. Ver: Alexandr Krujmaliov y Yuri Volkov. El socialismo primera fases de la formación comunista. Editorial Ciencias Sociales, La Habana 1979 pp. 2-3.

[2] A esta versión de socialismo también se le denominó socialismo de Estado el cual tenía entre sus supuestos la supresión del mercado por el plan. Dabat Alejandro. El futuro del socialismo marxista. Paradigmas y Utopías. La reformulación del proyecto socialista. Revista de reflexión teórica y política del partido del trabajo. No. 6 México, Diciembre del 2002-febrero 2003. p. 282.

[3] En la literatura lo común para estos países es que se clasifican como socialismo de mercado, sin embargo el partido Comunista de China le asigna el nombre de economía socialista de mercado. Los vietnamitas asignan el calificativo de mecanismos de mercado.

[4] Un análisis comparativo del socialismo en Cuba, China y Viet Nam en su integralidad se puede encontrar en Gerardo Gómez Moreno y Ramón Hernández Godoy. Cambios y reformas: principales momentos comparativos entre China, Viet Nam y Cuba. En compilación de textos: Economía: análisis, propuestas, Alternativas. Pensar en Cuba (Colectivo de autores). Editorial Ciencias Sociales, la habana 1998 pp. 45-96.

[5] Ver: Yu. Novopashin. La vida resuelve la discusión. El socialismo real y sus críticos burgueses. Editorial Progreso, Moscú 1983 p. 3.

[6] Una discusión sobre el tema puede verse en: Campbel, Al. Socialism Without Markets: Democratic Planned Socialism. En: http://www.nodo50.org/cubasigloXXI/congreso/campbel_15abr03.pdf.

[7] Economía Política. Diccionario, Editorial Progreso, Moscú 1985 pp. 384-385.

[8] Para un análisis de las formas de capitalismo de Estado que propone Lenin, introducir en economías en transición al socialismo, consúltese: de Vladimir Ilich Lenin, "Sobre el impuesto en especie" Obras escogidas en tres tomos, tomo 3, Editorial del Estado de Literatura Política 1961, Moscú, p.p. 601-634. "Acerca del infantilismo de "izquierda" y del espiritu pequeño burgués", ibidem tomo 2, p. 716-741.

[9] Ver: Lenin Vladimir Ilich. La importancia del oro ahora y después de la victoria total del socialismo. Obras Completas Tomo 33, Moscú 1970 p. 95.

[10] Vladimir Ilich Lenin, "Acerca del papel y las tareas de los sindicatos en las condiciones de la nueva política económica", Obras escogidas en tres tomos, tomo 3, Editorial del Estado de Literatura Política 1961, Moscú, p. 671.  


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