¿Buscas otro libro?
Buscalo aquí:
Amazon Logo





 

 

Pulse aquí para acceder al índice general del libro.

Esta página muestra parte del texto, pero carece de formato, notas, fórmulas, esquemas, tablas o gráficos.

Pulse aquí para bajarse el libro completo en formato DOC (136 páginas, 660 Kb)

La Inversión Extranjera Directa (IED)
y la crisis económica cubana



Leandro Venacio

CAPÍTULO I

Antecedentes Históricos

1.3 - Vinculación estrecha con la URSS

“El giro cubano, de su relación con Estados Unidos hacia la URSS, en cuanto a relaciones comerciales y ayuda económica, se aceleró con dos acontecimientos: la crisis de los misiles, que produjo la interrupción de todos los vuelos norteamericanos a Cuba, y la decisión de la Organización de Estados Americanos (OEA) de expulsar a Cuba, la cuál es oficialmente proclamada el 3 de febrero de 1962, manteniéndose ininterrumpidamente hasta la actualidad, iniciándose con ello su gradual aislamiento hemisférico occidental.”

“La plena independencia económica respecto de Estados Unidos se logró al precio de ampliar la dependencia con la URSS.”

“A partir de allí, los objetivos económicos estratégicos, buscaron crear condiciones para aprovechar la estructura económica heredada del modelo capitalista periférico y utilizarla como pivote del desarrollo económico, propiciando la creación de la infraestructura indispensable y proporcionando los medios de acumulación necesarios para la ulterior industrialización del país. El sector agropecuario, en especial la producción azucarera, sería el pivote del desarrollo económico del país.”

“Asimismo, en el análisis de la reorientación de la estrategia, es fundamental tener presente que se había ido produciendo un cambio favorable en las relaciones económicas externas del país mediante su participación en el creciente mercado socialista. En Enero de 1964 se firmó con la URSS un convenio comercial que garantizaba la compra de 24,1 millones de toneladas de azúcar a Cuba entre 1965 y 1970, a un precio asegurado de 6,11 centavos de libra, que garantizaba ingresos suficientes para financiar la estrategia de desarrollo. Con otros países socialistas también se firmaron convenios que aseguraban mercados estables al azúcar cubano (ya en 1963 el comercio con el campo socialista era el 75,8 % del total, mientras que con la URSS era del 40 % de ese total).”

“Además, la URSS otorgó ayuda técnica a Cuba por valor de 138 millones de dólares para expandir y modernizar la industria azucarera y, posteriormente, otros 46 millones de dólares para el mismo fin, así como para prospecciones geológicas. Por último, la URSS y otros países del COMECOM prometieron suministrar a Cuba la mayor parte de las importaciones necesarias para aplicar esta nueva política.”

“La estrategia de desarrollo se sustentaba en la idea de que el fuerte empujón al resto de la economía vendría dado por la inyección de recursos que recibiría la agricultura y la industria azucarera, lo cual permitiría el volumen de ingresos necesarios, vía exportaciones de azúcar, y conduciría a la expansión de otros sectores, que a la vez de servir de apoyo a ese desarrollo azucarero, ampliarían la base industrial del país. Sin embargo, en términos generales puede decirse que los objetivos económicos fundamentales de la estrategia de desarrollo entre 1965 y 1970, sólo lograron cumplirse parcialmente.”

Si bien la estrategia posibilitó un período de auge económico hasta 1968, a partir de esa fecha se producen desequilibrios importantes y un descenso de la eficiencia. Esto motivó un análisis crítico de la actividad económica del país, con lo cual se crearon las condiciones para rectificar los errores cometidos.

De esta manera, si bien no se abandonó la concepción estratégica de considerar la industria azucarera como sector capaz de garantizar el necesario financiamiento externo, se puso énfasis en la eliminación de las desproporciones creadas en 1965-70, a través, de obtener una mayor elevación de la eficiencia económica mediante el desarrollo de las ramas industriales necesarias que permitieran la industrialización posterior del país.

“En estos años, se realizaron proyecciones a mediano plazo y se firmaron nuevos e importantes acuerdos económicos con la URSS y con otros países socialistas, que permitieron una base sólida para la culminación de la estrategia planteada. Dentro de esto, cabe destacar el ingreso al Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME) en 1972, del cual Cuba, era observador desde 1964, recibiendo categoría de miembro especial -en tanto que país en vías de desarrollo- lo cual incluía tratamiento comercial preferente por parte de los miembros más desarrollados.”

El elemento fundamental en el logro de la estrategia planteada, era el continuado ascenso de los lazos económicos con los países del CAME, que a partir de 1972, adquirieron un carácter superior, pues trascendían los vínculos comerciales o de cooperación y se convertían en vínculos integracionistas.

El significado económico de esas relaciones puede resumirse en los siguientes aspectos.

- Mercados amplios y estables para los principales rubros de exportación cubana y para nuevas producciones.

- Volúmenes crecientes de suministros importados, con considerable estabilidad en los abastecimientos de combustibles, materias primas, maquinarias, equipos y bienes de consumo, asegurados por períodos de cinco o más años.

- Una relación de precios de intercambio superior a la del mercado mundial, en virtud de los precios acordados para las principales exportaciones cubanas. Se calcula que en la década del 80 ello significó ingresos superiores en algo más del 50% de los que se hubieran obtenido con los precios del mercado mundial.

- Financiamientos para el desarrollo y para equilibrar la balanza de pagos, otorgados en condiciones muy favorables, pagaderos a largo plazo y con bajos tipos de interés.

- Desarrollo de ramas de la economía inexistentes al triunfo de la Revolución y creación de las bases para desarrollos futuros más complejos. Esto se logró mediante el aporte de financiamiento, suministros corrientes, asistencia técnica y calificación de especialistas y técnicos cubanos.

“El intercambio comercial con estos países llegó a representar entre el 80-85 % del total realizado por el país. Todo esto permitía contrarrestar los efectos del bloqueo norteamericanos para el desarrollo económico cubano.”

“La economía cubana se hizo más dependiente de un producto primario de exportación, no sólo por lo que el ingreso por exportaciones de dicho producto significó en el total de los ingresos por exportaciones, sino también por la consolidación de esta rama de producción como locomotora del resto de la economía. En este sentido, la especialización productiva, si bien permitió en lo inmediato que el país disfrutara de ventajas comerciales derivadas de la inserción en el CAME y de los precios ventajosos que la URSS pagaba, visto en una perspectiva de más largo plazo, ataba a la economía doblemente. Primero, porque consolidaba la dependencia de la dinámica de la economía del azúcar, y segundo, porque esa dinámica se basaba en una relación de precios fuertemente divorciada de los costos internos de la producción azucarera y a la vez en una comparación internacional, que si bien hacía ver que la especialización cubana era conveniente, no se apartaba en lo absoluto del principio ricardiano de las ventajas comparativas, con un doble efecto negativo en el largo plazo, primero, por lo que el principio mismo significa desde el punto de vista de la especialización productiva, y segundo, porque los precios de referencia del producto que se tomaban en cuenta (del de los países socialistas) estaban bastante alejados del de los productores más eficientes, de donde las ventajas comparativas obtenidas no resultaban una buena señal para la especialización productiva.”

Durante los tres quinquenios comprendidos en esta etapa, la política de industrialización fue el centro de la estrategia, aunque ya desde inicios del período 1981-1985 se enfatizó en el desarrollo de las exportaciones y en la sustitución de importaciones, básicamente del área capitalista, a partir de factores externos de carácter desfavorable, como la situación financiera con países capitalistas, que desembocó en 1982 en el proceso de renegociación de la deuda con dicha área.

“A comienzos de la década del ochenta las relaciones económicas soviético-cubana alcanzaron su cenit con la firma de numerosos acuerdos entre los que se destacan un plan para el desarrollo económico y científico-tecnológico de Cuba centrado en el azúcar, el níquel, los cítricos, la energía nuclear y termoeléctrica y las prospecciones geológicas. Se obtienen nuevos créditos por un total de 1800 millones de dólares y nuevos acuerdos de cooperación a largo plazo( cuya finalidad era fortalecer la integración de Cuba con el COMECOM y su independencia de las economías de mercado), la creación de empresas mixtas soviético-cubanas y exportaciones conjuntas a terceros países, incremento de la eficiencia de la utilización cubana de la ayuda socialistas, así como el ahorro en combustible e insumos y el logro de la autosuficiencia de la isla en alimentación.”

“Durante toda esta etapa los precios soviéticos del azúcar fueron considerablemente más altos que los precios del mercado mundial, y lo mismo puede decirse de los precios del níquel (en 1985 los soviéticos lo pagaban a más del doble de su precio mundial). Por otra parte, la URSS vendió petróleo crudo a Cuba a precios considerablemente menores que el precio mundial. La URSS hizo otra importante concesión: pagar a Cuba en divisas por todo el petróleo que ésta lograba ahorrar respecto al abastecimiento acordado; la URSS exportaba dicho petróleo a otros países y pasaba los beneficios a Cuba, que, a su vez los registraba como reexportaciones de petróleo. La combinación de todos estos subsidios resultó en un considerable beneficio neto para Cuba durante toda esta etapa.”

“El desarrollo alcanzado por la economía cubana hasta mediados de la década de los 80, con un crecimiento promedio anual en el período 1975-1985 superior al 7% estaba basado fundamentalmente en un modelo de tipo extensivo que se apoyaba en esas relaciones con los países del campo socialista y con su organismo de integración, que proporcionaba créditos, y mercado para sus productos.”

“A mediados de la década de los ochenta comienzan a manifestarse serios problemas: la planificación deficiente (metodología y procedimientos obsoletos, desatención a las categorías financieras, falta de integridad y consistencia), la generalización de los estímulos positivos, la proliferación del burocratismo, los precios ajenos a la oferta y demanda, deficiencias de la normación de la producción y sobre toda la incapacidad de generar exportaciones, así como un cierto endurecimiento de las condiciones favorables que hasta entonces habían prevalecido en las relaciones del CAME.”

“El modelo económico tuvo en la implantación del Sistema de Dirección de la Economía (SDPE) su principal componente, este creó determinadas expectativas que no poseían una base real producto de que los niveles alcanzados por el comportamiento de la actividad económica no estuvieron vinculados solamente al sistema. Además, los resultados obtenidos no significaron una reversión de ciertas tendencias que apuntaban a convertirse en duraderas en los próximos años, como fueron: la reducción de los niveles de crecimiento de la productividad del trabajo, el incremento sostenido del desbalance comercial externo, el aumento del nivel de dependencia externa en el aspecto alimentario, la presencia de crecientes desequilibrios en las finanzas externas y el pobre aprovechamiento de los recursos laborales.”

Las incompatibilidades entre la implantación del SDPE y el diseño general de la política económica limitaron la posibilidad de hacer más coherente los aspectos principales de la estrategia de desarrollo. La implantación del sistema contribuyó también a la acentuación del crecimiento no equilibrado de la economía y a la consolidación de importantes desproporciones en el proceso de desarrollo.

“Así, a mediados de 1983, comienzan a manifestarse los primeros síntomas de crisis aunque hacia fines de 1984 quedó evidenciado claramente que había comenzado el agotamiento del modelo, lo cual estuvo determinado fundamentalmente, por la imposibilidad de mantener el crecimiento de la economía sobre una base extensiva y a la presencia de dificultades en el funcionamiento del Sistema de Dirección de la Economía.”

“A partir de esta fecha se introdujeron cambios en la política económica, dando inicio a la puesta en práctica de un conjunto de medidas para rectificar estas tendencias, denominado proceso de rectificación de errores y tendencias negativas y así comienza a encauzarse la estrategia del desarrollo en una dirección encaminada a apoyarse más en los recursos propios y a crear nuevas fuentes generadoras de ingresos externos, aprovechando recursos naturales y el potencial científico-técnico formado, lo cual ofrecía la posibilidad de lograr elevadas ventajas en el intercambio externo. De tal forma, sé prioriza un conjunto de programas estratégicos como el alimentario, el turismo y el biotecnológico, orientados a la consecución de estos fines.”

Se comienza el impulso a la inversión extranjera (en 1982 se aprobó el Decreto Ley nro. 50 regulando la inversión extranjera) con las primeras negociaciones en la esfera del turismo, y asociado a ello se da inicio a nuevas formas organizativas empresariales (conocidas como “corporaciones”) y algunos esquemas restringidos de financiamiento en divisas con el objetivo de flexibilizar la gestión externa.

En esencia los cambios se dirigieron a modificar el sistema de dirección, buscando mecanismos para una gestión económica y social más eficiente.


Google
 
Web eumed.net