Allan Calderón Moya, Jorge Hernández Villalobos y Abraham Sánchez Obaldía
Marco teórico
El papel que juega el dinero dentro de la economía es vital para el sano
funcionamiento de la misma, ya que facilita las transacciones entre los
agentes económicos mejorando claramente la eficiencia del sistema económico.
Son muchas las teorías que tratan de explicar porque la gente demanda
dinero, pero lo que si es cierto es que todas concuerdan que uno de los
principales motivos es para realizar transacciones, o sea, como medio de
pago.
Los primeros que buscaron dar una explicación de la demanda de dinero fueron
los clásicos con Fisher, a partir de la ecuación cuantitativa, la cual
relaciona a la cantidad de dinero con el gasto agregado de la economía,
donde la variable que hace esa conexión es la velocidad del dinero, la cual
determina en promedio la cantidad de veces que un colón se usa para ser
gastado en la compra de bienes y servicios. Esta ecuación es una identidad
en si misma por definición, la cual en realidad no dice nada. El argumento
de Fisher esta en que la demanda de dinero va a estar determinada en última
instancia por el nivel de transacciones de la economía y que la velocidad
del dinero es una constante en el corto plazo influenciada por aquellas
instituciones que pueden alterara la forma en que los agentes económicos
realizan sus transacciones. Como los economistas clásicos asumían pleno
empleo con precios y salarios flexibles, cualquier variación en la cantidad
de dinero se iba a reflejar en aumentos en el índice de precios. Por lo
tanto, la teoría cuantitativa de la demanda de dinero asume que la demanda
de dinero es una proporción del total de transacciones nominales donde la
tasa de interés no tiene ningún efecto sobre ésta.
Por su parte, los economistas de Cambridge concordaban con Fisher que la
demanda era función del ingreso, pero disentían que la velocidad era una
constante y que la tasa de interés no tenía efecto sobre la demanda de
dinero. Básicamente Fisher se basó en la función de medio de cambio que
tiene el dinero, mientras que los de Cambridge utilizaron también la función
de depósito de valor. El argumento de estos economistas va en el sentido de
que los agentes económicos un nivel de riqueza formada por diferentes
activos en donde el dinero va a ser uno de ellos. Por lo tanto la demanda de
dinero va a estar influenciada por la riqueza que estos puedan poseer, la
cual también depende del nivel de ingreso. Al final la diferencia entre
estas dos escuelas de pensamiento esta en que los de Cambridge asumen que la
demanda de dinero es proporcional al nivel de ingreso de la economía, pero
esa proporción puede fluctuar en el corto plazo debido a que las decisiones
de mantener dinero como deposito de valor va a depender del retorno esperado
de otros activos alternativos. Por lo tanto la diferencia va a estar en que
los economistas de Cambridge consideran que la velocidad del dinero no es
constante y que la tasa de interés sí tiene efecto sobre la demanda de
dinero.
Otro economista de la escuela de Cambridge, John Mainard Keynes, fue más
allá en los motivos del porque los agentes económicos demandan dinero, en
donde en su teoría llamada preferencia por liquidez, él postula que existen
tres motivos para demandar dinero:
Motivo Transacciones: Al igual que Fisher y sus colegas de Cambridge, Keynes
postula que los agentes económicos demandan dinero para realizar sus
transacciones diarias, por lo que esta va a ser proporcional al nivel de
ingreso.
Motivo Precaución: Keynes suponía que además de realizar sus transacciones
diarias los agentes económicos iban a demandar una proporción adicional de
su ingreso para atender situaciones inesperadas que pudieran suceder, tal
como una enfermedad, un gasto imprevisto, etc. Esta demanda por
transacciones estará determinada por el nivel de ingreso, al igual que la
demanda por transacciones.
Motivo Especulación: Keynes suponía que los individuos podrían mantener su
riqueza en dos tipos de activos: dinero y bonos. Keynes argumentaba que los
individuos manejaban una tasa de interés que ellos consideraban que era
normal. Para Keynes existía una taza de interés la cual hacía que el
rendimiento fuera igual a cero. Si la tasa de interés actual estaba por
debajo de la tasa crítica, los individuos mantendrían su riqueza en forma de
dinero. Por otro lado, si la tasa de interés se encontraba en un nivel mayor
que la tasa crítica los individuos mantendrían su riqueza en forma de bonos,
ya que ellos esperaban que la tasa de interés bajara a un nivel que ellos
consideraban como normal, y asi obtendrían ganancias de capital.
Incorporando todos estos motivos en una sola función de demanda de dinero
Keynes postuló que al final esta demanda iba a depender del nivel de ingreso
y de la tasa de interés. Para Keynes la demanda de dinero no era estable ya
que la velocidad no se podía considerar como una constante por lo que la
estimación de la demanda de dinero se hacía difícil.
Posteriormente otros economistas como Baumol y Tobin trabajaron en la
construcción de modelos de demanda de dinero para buscar nuevas
explicaciones en los motivos para demandar dinero. Por un lado Tobin
construye un modelo en donde critica algunos supuestos que incluyó Keynes en
su teoría de la preferencia por la liquidez. Tobin cuestionó el hecho de que
se consideraran las expectativas como estáticas y más bien el suponía que
las expectativas de ganancias o perdidas de capital respondían a una función
de probabilidades que se distribuía normalmente. Tobin también ataca el
supuesto de que las decisiones de mantener activos en forma de riqueza no
era de todo o nada, sino mas bien los individuos podría diversificar
dependiendo de su función de utilidad que tengan los agentes económicos.
Otro de las situaciones que Tobin cuestionó fue el hecho de que se
considerara un modelo estático.
Luego otro modelo construido por Baumol y Tobin llegan a la conclusión de
que la demanda de dinero por motivo transacciones podía depender de la tasa
de interés. Ambos economistas suponían que los individuos mantendrían saldos
monetarios promedios para realizar sus transacciones diarias. En su modelo
consideraban la tasa de interés como un costo de oportunidad de mantener
riqueza en forma de dinero, debido a la perdida de rendimiento que esta
dejando de ganar si lo mantuviera en forma de otro activo. También
consideran los costos de corretaje, como el costo en que incurrirían si
tienen que convertir activos menos líquidos en forma de dinero.
Uno de los últimos aportes que se hacen a las teoría de demanda de dinero la
hace el economista de la Universidad de Chicago Milton Friedman, que hace
una revisión a la teoría cuantitativa de dinero y establece una serie de
variables que el cree que son preponderantes incluir en una demanda de
dinero. Entre las variables que Friedman considera claves están: el ingreso
permanente, el rendimiento de otros activos y la inflación. Entre las
diferencias que hay entre la propuesta de Friedman y las anteriores
realizadas por los economistas de Cambridge (Keynes, Marshall y Piggou) es
que el economista de Chicago argumentaba que la velocidad no es constante
pero puede considerarse como estable ya que en lugar de considerar al
ingreso corriente como principal determinante de la demanda de dinero,
Friedam ve mas allá y utiliza al ingreso permanente como principal variable
explicativa. Por esta razón Friedman propone que la demanda puede ser
considerada como estable y su estimación puede ser hecha por medio de la
función de demanda de dinero.
Los siguientes aportes a la explicación de la demanda de dinero van a ser
más que todo trabajos empíricos. Alrededor de los años setentas una serie de
cambios estructurales hace la necesidad de nuevas estimaciones de demanda,
ya que estos cambios hace que anteriores modelos se consideren inadecuados.
Entre estos cambios estructurales están: El rompimiento del acuerdo de
Brettón Woods, las crisis petroleras de los años 1974 y 1979 que provocaron
una crisis económica en muchos países del orbe, entre otros.
Sin embargo los nuevos modelos propuestos siguen sobre la misma línea que
los anteriores, en el sentido que se incluyen la mayoría de variables que ya
habían sido propuestas por las anteriores teorías, tales como el ingreso y
la tasa de interés.
Es necesario que se cuenten con estimaciones sobre demandas de dinero, ya
que esto le da un guía al Banco Central para manejar su política monetaria
de acuerdo a los objetivos que este se imponga. Sin embargo el hecho de que
las variables que explican en teoría la demanda de dinero presenten
fluctuaciones aleatorias, le imprime cierta dificultad a su cálculo, por lo
que ha nivel empírico no es tan fácil poder predecir o estimar una demanda
de dinero.
En general, la estimación de la demanda monetaria a adoptado muy diferentes
enfoques, consideraciones y posiciones, según diferentes autores, épocas y
contextos económicos y sociales.
Cabe recalcar y recordar, ante todo, los principios básicos que dieron
origen a la aparición del dinero, como medio de cambio y unidad de cuenta
(motivo transacción) y como almacén de valor (demanda portafolio). Sobre
estos conceptos han girado las diferentes teorías sobre la demanda por
saldos monetarios, sobre estos mismos se debate y calculan hoy en día
estimaciones empíricas de las estas demandas.
Sin embargo, tal y como se menciona en el artículo El caso del dinero
desaparecido: Chile 1984-1986 (Larraín y Larraín; 1988:249), son pocos los
trabajos empíricos que definen explícitamente si las especificaciones por
estimar responden a un enfoque de transacción o mas bien a un enfoque de
portafolio, presentándose con frecuencia formulaciones híbridas, a las
cuales arguyen una cierta dosis de ambigüedad.
Por ello, es importante comenzar esta sección con una descripción detallada
de los alcances empíricos y teóricos de los enfoques utilizados y posibles
resultados. Las diferentes corrientes y enfoques de los empíricos
econométricos de nuestras disciplinas permiten acercar los problemas y
realizar arreglos de datos que con frecuencia conducen a conclusiones
forzadas, las cuales impiden al mismo tiempo determinar las posibilidades
reales y alcances de los modelos teóricos y de los mismos modelos de
estimación.