ENCUENTROS ACADÉMICOS INTERNACIONALES
organizados y realizados íntegramente a través de Internet



TLC COLOMBIA-ESTADOS UNIDOS Y SU INCIDENCIA EN EL SECTOR AGRICOLA

William G. Delgado Munevar

“Aunque parezca mentira, los mismos que defendieron y aplicaron las políticas que llevaron a Colombia a una crisis sin precedentes todavía siguen al mando y, como si fuera poco, insisten en que deben profundizarse esas orientaciones, por lo que hay que suscribir –afirman el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos”
Jorge Enrique Robledo
Senador de la República de Colombia, 2004

Este texto fue presentado como ponencia al
SEGUNDO ENCUENTRO INTERNACIONAL SOBRE
Pobreza, desigualdad y convergencia
del 6 al 24 de marzo de 2006

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INTRODUCCIÓN

Existe una gran expectativa entre los grandes, medianos y pequeños productores agrícolas Colombianos debido al cambio oceánico que vendrá con la caída de las barreras comerciales que protegen el mercado. El cambio es inminente, pues bien sea por medio del ALCA o de un Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, los aranceles que hoy protegen a muchos productos colombianos, pueden reducirse a un mínimo , mejorando el intercambio comercial agrícola. Para entender la velocidad del cambio, basta recordar que en el reciente acuerdo firmado entre Estados Unidos y Chile, el 85% del universo arancelario quedó en el nivel “cero” a partir del primer año.

El gobierno nacional adelanta negociaciones del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, bajo dos referentes, en primer lugar, la naturaleza política del mismo y en segundo la evidente vulnerabilidad de nuestra agricultura frente a las importaciones de origen norteamericano.

Solo basta recordar como a comienzos de la década de 1990 el gobierno colombiano, a tono con las reformas neoliberales, impulsó la apertura comercial y la desestabilización de funciones estratégicas en la producción agrícola y la política social. La rebaja de aranceles, eje de la apertura comercial, facilitó el ingreso masivo de importaciones, el cual, junto con la revaluación resultante de la entrada de divisas del narcotráfico, entre otras fuentes, condujo a la caída sustancial de la producción nacional.

El resultado fue la desaparición de más de 700 mil hectáreas de cultivos, en particular temporales y, con ellas, de más de 300 mil empleos. Al tiempo ocurrió el afianzamiento de algunos cultivos permanentes, particularmente la palma africana, en las regiones ya mencionadas. Los cambios en la economía agrícola, representados por el descenso de los cultivos temporales y la implantación de los cultivos permanentes han ido acompañados por la praderización que hoy se extiende sobre más de 35 millones de hectáreas, de acuerdo con el estudio IGAC/Corpoica de 2003 con un hato cercano a los 24 millones de cabezas de ganado.


Como resultado de las medidas aperturistas de comienzos de los 90, el país perdió cerca de 700 mil hectáreas de producción, mal compensadas con la importación anual de cinco millones de toneladas de alimentos y materias primas.

A este respecto Berry (2005, p.25)

“En gran parte como resultado de las medidas aperturistas de comienzos de los 90, el país perdió cerca de 700 mil hectáreas de producción, mal compensadas con la importación anual de cinco millones de toneladas de alimentos y materias primas, con costos superiores a los de haberlas producido, derivados de los desembolsos causados por el internamiento de estos bienes”.

En el fondo de lo que trata el TLC es de ceder parte del mercado interno a cambio de ganar parte del externo. Y la evaluación adecuada de sus resultados para el país se tiene que desprender esencialmente como lo afirma Garay (2004, p.32-34):

“…de la creación de nuevos empleos bien remunerados y estables, y de su impacto sobre la distribución de la riqueza y el equilibrio entre las regiones y sus diversas provincias rurales, más que de las cifras globales sobre crecimiento escueto del producto nacional y las exportaciones. Luego no se trata solamente de una simple suma aritmética, ni de un mero examen de tipo econométrico, sino también, y en grado superlativo, de un asunto del más alto contenido de justicia social. El peor de los mundos sería perder el mercado interno sin obtener nada del externo, lo cual bien podría acontecer sino tenemos claro y presente el interés nacional. Al fin y al cabo, como lo señala el diccionario de la Real Academia, negociar es “cambiar mercancías para aumentar el caudal… sacar de un asunto el provecho que se pueda”. Esto no debe causar preocupación, pues de seguro los negociadores de todos los países desarrollados no sólo piensan lo mismo, sino que actúan en concordancia.”

I. CARACTERISTICAS DEL SECTOR AGRICOLA COLOMBIANO

La población rural de Colombia es de casi doce millones de habitantes, más de ¼ de la población total. Según el Ministerio de Agricultura, en 2004, siete de cada diez de estos habitantes se encontraron por debajo de la línea de pobreza, más del doble que en 1992, según lo registró entonces el Banco Mundial. Actualmente, en el campo colombiano se aprovechan 50 millones de hectáreas y se pueden diferenciar tres grandes sectores productivos: el sector que produce especialmente para el mercado interno (arroz, maíz, soya, cereales en general, papa, fríjol y otras leguminosas, algodón, panela, frutas y algo de aceite de palma), el sector dedicado con prioridad a las exportaciones (cultivos tropicales permanentes, como banano, café, plátano, azúcar, flores y algunas frutas tropicales) y el sector pecuario (principalmente de ganado de carne y leche, avicultura y porcicultura). Entre 1991 y 2001, el PIB agropecuario anual creció en promedio 1,25%. Los campesinos e indígenas participan con el 67% de la tierra cultivada en productos agrícolas.

El total de la tierra con vocación agrícola es de 14 millones de hectáreas, de las cuales se están explotando sólo algo más de 5 millones. En sentido contrario, la ganadería, que representa hoy el 43,5% de la producción agropecuaria, ocupa 40 millones de hectáreas, sobrepasando por más de 20 millones la cantidad de tierra clasificada con este uso potencial. Otros 5 millones están en bosques.

Los cultivos tropicales, incluyendo el café, son el 40% del PIB agropecuario y el resto (16,5%) lo completan los cultivos dedicados al abastecimiento del mercado nacional. Antes de 1990, previamente a la liberalización de la economía, la ganadería era tan sólo el 33% de la producción rural total, los cultivos tropicales para exportación representaban el 41, 5% y los proveedores de alimentos y productos agrícolas para el mercado colombiano eran el 24,5%. Lo perdido en cultivos semestrales, casi un millón de hectáreas, se trasladó en una buena proporción a la ganadería. Los géneros tropicales, a pesar de la caída del café en más de 300.000 hectáreas, mantuvieron su participación en el PIB debido al crecimiento en cultivos de palma africana y caña de azúcar.


1.1 Población y empleo

En el campo colombiano habitan casi 12 millones de ciudadanos (cuadro 1), correspondiente al 26.7% de la población total del país.

El Dane, afirmó que durante el 2004 se crearon 282.000 nuevos empleos directos en el sector agropecuario, es decir un incremento del 7.9%, con respecto al 2003.

CUADRO 1
EMPLEO NACIONAL Y RURAL 2004
Años Total Participación (%)
Población Total 43.793.000
Población Rural 11.678.000 26.7
Total Población Económicamente Activa 33.723.000
Total Población Económicamente Activa Rural 5.195.000 15.4
Población Ocupada Total 17.578.000
Población Ocupada Rural 4.699.000 26.7
Población Ocupada en el Sector Agropecuario 2.840.000 60.0
Fuente: Encuesta Continua de Hogares – DANE.2004.

Según la Encuesta Nacional de Hogares (septiembre de 2004), del total de la población ocupada del país 17.578.000 personas, 4.699.000 fueron aportadas por el sector agropecuario, equivalente al 26.7%. Este sector es el segundo generador de empleo después del sector de los servicios comunales, sociales y personales, que aportó el 29% del empleo, mas del doble del empleo generado en el sector industrial.

1.2 Producción

En el 2004, las actividades agropecuarias generaron el 14% del PIB nacional, el mismo porcentaje que la industria manufacturera; Este sector se constituyo como la principal actividad productiva transable en 21 de los 32 departamentos, generando más del 20% del empleo nacional y, algo más del 60% del rural. Dicha participación se encuentra entre las más altas en los países latinoamericanos.

GRAFICO 1
EVOLUCIÓN DEL PIB AGROPECUARIO 2000-2004


El PIB del sector Agropecuario, descendió en 1.4% (grafico 1) entre el año 2003 y 2004, Sin embargo silvicultura, caza y pesca creció entre enero y diciembre del año 2004, en comparación con igual período del año anterior, el 4.66%. Se destaca dentro de este guarismo el PIB de agricultura sin café, que creció el 5.79% durante el mismo lapso, y el subsector pecuario el 4.16%. En cuanto al área sembrada, en el 2004 se recuperaron 159.501 nuevas hectáreas, al pasar de 3.859.881 a 4.019.382, con un incremento superior al 4%, destacándose el crecimiento del algodón (28%),maíz amarillo tecnificado (39%), yuca industrial (40%), palma de aceite (12%) y arroz(14%), entre otros.

1.3 Comercio Exterior

Desde 1998, la estrategia de integración comercial de Colombia se ha centrado en la preparación de la negociación del Acuerdo de Libre Comercio de las Ameritas (ALCA), con el propósito de repetir la experiencia exportadora de México tras su ingreso al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), pero condicionada a la consolidación de las preferencias del ATPA y de la unión aduanera de la Comunidad Andina de Naciones (CAN). La Ley de Preferencias Comerciales Andinas, ATPA vencida en 2001 y renovada hasta el 2005 bajo la nueva Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de la Droga (ATPDEA), con extensión para textiles, confecciones, manufacturas de cuero y atún, entre otros productos.

En 2001 los países pertenecientes al hemisferio occidental (América + Caribe) exportaron US$ 1.266 billones de los cuales 61% correspondieron al comercio intra-hemisférico, los cuales tienen previsto configurar a partir de 2006 la Zona de Libre Comercio de las Américas, ALCA.

Las exportaciones de Colombia se destinan en un 53% al TLCAN y el 17% a la CAN; durante los últimos 10 años las exportaciones crecieron a una tasa anual del 8%, pero cayeron en 2001; y la mayor parte de este período la balanza comercial fue deficitaria (Gráfico 2).


GRAFICO 2
BALANZA COMERCIAL AGRICOLA 1995-2004


La producción de bienes exportables como flores, azúcar y banano, exceptuando el café, está controlada por grandes propietarios, grupos empresariales o empresas internacionales, algunas de las cuales también administran el comercio de esas exportaciones. La producción de cereales, oleaginosas y alimentos en general reposa en pequeños y medianos productores. Este arreglo productivo está asociado a una desigual distribución de la tierra en Colombia, la cual ha sido una constante en la historia del país; y, desde la apertura de la economía se volvió aún peor. Cálculos prediales recientes estiman que los dueños de más de 500 hectáreas, que son el 0,6% de los propietarios, poseen el 62,6% de la tierra.

Las importaciones agrícolas pasaron, de 1990 hasta 2004, de 700.000 toneladas a más de 10 millones, incluyendo los artículos procesados; los principales perjudicados por la sustitución de bienes nacionales por importaciones fueron los pequeños y medianos productores. Solamente entre 1990 y 1998 las compras externas de maíz, cebada, trigo y soya sumaron 17.879.000 toneladas y las de todos los géneros agrícolas, en el mismo período, más de 26 millones de toneladas. Entre 1990 y 2000, la producción colombiana de trigo por habitante se redujo en 69%, la de arroz en 13%, la de cebada en 87%, la de maíz en 13% y la de papa en 12%,

1.4 Pobreza

El sector agropecuario colombiano, ha generado indigencia, pobreza y marginación que implica, según estudio de la Contraloría General de la República Colombiana (grafico 3), una condición tan lamentable que solo en el año 2004 el 85.3% de la población rural fue catalogada como pobre debido a su nivel de ingreso, y este problema, ha generado un incremento del 16.9% desde 1991 a 2004.

GRAFICO 3
POBREZA RURAL EN COLOMBIA


Muchos de estos habitantes no han ingresado a la economía formal; es decir, esta población busca desarrollar algunas de sus capacidades y habilidades en condiciones de extrema precariedad, que le impide aprovechar sus potencialidades y obviamente garantizar unos ingresos que le permitan alcanzar mejores condiciones de vida en el futuro.

En un estudio del año 2003, basado en la exclusión del sistema político económico el economista colombiano Luís Jorge Garay, expresó:

“Colombia es una sociedad caracterizada por una profunda exclusión social. Se podría afirmar que se encuentra en un nivel equiparable a la Colombia de hace veinte años en muchos aspectos del ámbito económico y social, en tanto que en otras dimensiones como la civil y política se encuentra enfrentada a una problemática crítica. Es decir, no obstante los logros que ha habido, el ordenamiento social colombiano dista hoy seriamente de los propósitos planteados por la Constitución de 1991.
Más del 60% de la población es pobre, con más de 11 millones de colombianos bajo la línea de indigencia; es decir, esta población no dispone de un ingreso de un dólar diario para garantizar unas condiciones vitales mínimas de alimentación y nutrición. Además, el 80% de la población rural es pobre y cerca del 60% indigente” (2003, p.16-18).


1.5 Cultivos Ilícitos

En 1992, de 211.700 hectáreas sembradas en hoja de coca, en Colombia había 37.100. A pesar de los esfuerzos y recursos gastados en las políticas antidrogas de los gobiernos de Estados Unidos y Colombia, en 1999 alcanzó a 160.000 hectáreas y en 2005 subsisten 90.000. Esa política, fundada en la aspersión por vía aérea de glifosato en alta concentración sobre más de 1’000.000 hectáreas en los últimos diez años, de desmantelamiento de laboratorios procesadores y de decomisos de embarques, no ha minado el narcotráfico en este país. Las mayor parte de las siembras en 1995 estaban en la región del Guaviare, en 2000 se trasplantaron a la del Putumayo y ahora están en la de Nariño.

GRAFICO 4
PARTICIPACIÓN DEL LOS CULTIVOS ILICITOS EN EL PIB AGROPECUARIO


Los desastres de la agricultura campesina e indígena mucho tienen que ver con lo ocurrido. Las difíciles condiciones de competencia por la imposición de bajos precios internos para las cosechas, muchas veces por debajo de los costos de producción, con dumping, hacen muy difícil la subsistencia de miles de familias rurales. El 60% de esa producción está en manos de pequeños productores; En la zona suroccidental de Colombia, la que ha presentado mayores niveles de minifundio; están involucradas casi 70.000 familias. La ONU, al estudiar la agricultura de las regiones Amazonia y Orinoquia, donde se han cultivado los mayores volúmenes de hoja de coca, muestran que allí las hectáreas de cultivos semestrales o transitorios decayeron en más de 90 mil hectáreas, entre 1990 y 1996, mientras que las de cultivos de hoja de coca, para esos mismas provincias, alcanzaban en 1998 más de 70.000 hectáreas, el 85% de todo el país. Y ratificando lo anterior, en la región de Nariño, en el mismo año 1998, había escasamente 100 hectáreas de coca, pero en diciembre de 2004 ya había 14.200 hectáreas, cerca del 16% del total sembrado.


II. LA POLITICA AGRICOLA COLOMBIANA

Las políticas de apoyo al sector agrario colombiano fueron desapareciendo durante el período de aplicación de las reformas estructurales del Consenso de Washington, a comienzos de los 90. En 2001, el presupuesto del Ministerio de Agricultura fue, en términos nominales, la mitad del que estaba establecido en 1996 y en los últimos tres años ha sido inferior al 1% del presupuesto nacional. La iniciativa pública en ciencia y tecnología es el 10% de ese presupuesto, el crédito de fomento desapareció y apenas el 15% del crédito con tasas de interés comerciales se coloca en pequeños productores La principal protección para los productores campesinos y pequeños y medianos empresarios que cosechan para abastecer el mercado interno consiste en los aranceles fijados para algo más de ciento veinte posiciones, acordes con el Sistema Andino de la Franja de Precios, que suman 1.400 millones de dólares al año. En el AFTA está convenido que, al menos en cuanto a las importaciones provenientes de Estados Unidos, tales aranceles serán eliminados. Solamente quedan, principalmente orientados a apoyar las exportaciones, algunos Fondos de Estabilización de Precios. Las ayudas estatales no hacen parte de la política sectorial y se recurre a ellas exclusivamente en situaciones de suma emergencia y en no pocas ocasiones ante las manifestaciones de inconformidad de indígenas, campesinos y productores, reprimidas la mayor parte de las veces con exceso de violencia oficial, con agresiones e incluso muertes.

III. POLÍTICAS DE ESTADOS UNIDOS QUE IMPLICAN TRANSFERENCIAS A LA AGRICULTURA

Las políticas que se traducen en una transferencia a la agricultura son las siguientes:

1. Apoyo al precio de mercado o apoyo en frontera, que a su vez incluye las restricciones a la importación, los subsidios a la exportación y al consumo y los precios administrados.

2. Ayudas internas específicas por producto vinculadas (basadas en comportamiento de precios, producción, área sembrada, uso de insumos),o desvinculadas (pagos fijos, derechos históricos, conservación, ingreso mínimo).

3. Ayudas en servicios generales (ESSG), tales como investigación, desarrollo, sanidad, información, cooperativas, escuelas agrícolas, infraestructura, comercialización y promoción, existencias públicas, vivienda rural, administración de asistencia alimentaría.

IV. ASPECTOS GENERALES DEL TLC

Las negociaciones del Tratado del Libre comercio TLC entre Colombia y Estados Unidos abarcan principalmente los siguientes aspectos o capítulos: Bienes industriales, Bienes agropecuarios, Propiedad intelectual, Servicios, Inversión, Compras del sector público, Solución de controversias, Política de competencia, Asuntos laborales y Medio ambiente

Parte de las razones por las que los opositores al Tratado de Libre Comercio esgrimen para tratar de impedir este proceso, son las grandes diferencias en cuanto al tamaño, la estructura económica, la infraestructura física, la abismal diferencia en términos del uso y propiedad de los avances tecnológicos (cuadro 2).

CUADRO 2
COMPARATIVO ECONOMICO ENTRE ESTADOS UNIDOS Y COLOMBIA AÑO 2004
INDICADOR ESTADOS UNIDOS COLOMBIA
PIB total (millones de dólares) U$10.965.000 U$85.000
POBLACIÓN (millones de habitantes) 290 44
PIB AGRÍCOLA / PIBTOTAL 3.02% 15%
INGRESO PER CÁPITA (dólares al año) 35.000 1.740
POBLACIÓN ECONÓMICAMENTE ACTIVA (millones) 137.6 9.5
TASA DE DESEMPLEO 5.7% 17.5%
ESCOLARIDAD (años) 16.0 7.03
ANALFABETISMO 4.5% 8.2%
ESPERANZA DE VIDA AL NACER (años) 74 68
TASA DE INTERES NOMINAL 9.2% 19.5%
TASA DE INFLACIÓN 2.3% 6.8%
EXPORTACIONES / PIB 18% 15.2
RESERVAS INTERNACIONALES (millones de dólares) U$175.000 U$10.800
CARRETERAS (miles de kms) 6.286 162.5
VIAS FERREAS (miles de kms) 222 1.9
AEROPUERTOS 834 40
INTERNET (miles de personas) 142.823 3.230
CELULARES (por cada mil personas) 443 43
Fuente: Banco de la República; World Bank; Departamento Nacional de Planeación; Ministerio de Transporte. 2004


Sin embargo el país debe enfrentar no solamente a los productores Norteamericanos, si no que bajo el mercado abierto y bajos aranceles, implicará competir con países como Chile, México, y otros de Centro América los cuales ya han firmado acuerdos de libre comercio con Estados Unidos.


V. IMPACTO EN EL SECTOR AGRICOLA

Uno de los aspectos más cruciales de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio, es el sector agropecuario. Esto por las consabidas desventajas que tiene este sector, frente a su similar de los Estados Unidos, en estudio de el Internacional Food Policy Research Institute (IFPRI, 2004) se ha estimado que en el caso de Colombia su balanza comercial agropecuaria neta, esto es exportaciones menos importaciones, aumentaría si firma el TLC en US $743 millones, de los cuales la mitad provendría de la liberalización total del agro en Estados Unidos y el Canadá.

Sin embargo, pensar en un TLC “libre” es apenas una buena guía del deber ser en materia de comercio. Por tanto, su funcionamiento en la práctica resulta en un ejercicio sin pausa de administración de mercados o, en otras palabras, de negociaciones.

En efecto, a pesar de que los aranceles de los países ricos han disminuido, las barreras no arancelarias se han incrementado, en tanto que se mantienen y aún crecen las subvenciones internas y los subsidios a las exportaciones. Entre los casos recientes el más célebre lo constituye la Ley Agrícola de Estados Unidos de 2002, que estableció subsidios de US $180.000 millones entre 2003 y 2009, superiores en alto grado a los vigentes entre 1996y 2002.

El impacto del TLC en el sector agrícola colombiano, no solo pasa por la ayuda del gobierno norteamericano a sus productores del sector primario, sino a las trabas administrativas para la exportación de nuestros productos. Entre estos obstáculos están las medidas y controles fitosanitarios, que hacen que gran parte de la producción exportable agrícola de nuestro país no traspase las fronteras.

En este aspecto uno de los temas de mayor trascendencia es la denominada producción transgénica, dado el desarrollo que se tiene en los Estados Unidos sobre la manipulación genética de los productos agrícolas y sus altos niveles de productividad.

En el caso colombiano la producción del sector agrícola es del orden del 15% medida sobre el Producto Interno Bruto -PIB, mientras que en los Estados Unidos representa cerca del 4%. En cierta forma es un indicador de los niveles de productividad del sector en cada país.

Colombia vislumbra problemas en sectores como el algodón; el arroz; cereales; maíz, la fibra de algodón, la soya, la caña y la remolacha de azúcar, la leche fresca, la carne de pollo, la carne de cerdo y la carne de res entre otras, debido a los bajos niveles de productividad en estos sectores y las altas ayudas del gobierno de los cuales los Estados Unidos (cuadro 3)

CUADRO 3
PROTECCIÓN EFECTIVA RELATIVA COLOMBIA-ESTADOS UNIDOS BAJO EL TLC
PRODUCTO PAIS Ayudas
Internas
US$/T Protección
Relativa
COL/EE.UU
Con TLC Monto de
Inequidad
Comercial
US$/T
Maíz amarillo COLOMBIA 0.13 0.5% -28
EE.UU 28
Arroz paddy COLOMBIA 0.09 0.1% -99
EE.UU 99
Soya COLOMBIA 0.04 0.1% -50
EE.UU 50
Fibra de algodón (1) COLOMBIA 141 25.6% -411
EE.UU 552
Trigo COLOMBIA 0.00 0.0% -74
EE.UU 74
Cebada COLOMBIA 0.00 0.0% -60
EE.UU 60
Caña y remolacha de azúcar (2) COLOMBIA 0.02 0.1% -28
EE.UU 28
Leche fresca COLOMBIA 0.66 3.5% -18
EE.UU 19
Carne de pollo COLOMBIA 0.04 0.1% -49
EE.UU 49
Carne de cerdo COLOMBIA 0.42 0.8% -54
EE.UU 54
Fuente: Ministerio de Agricultura, El Agro colombiano frente al TLC con los estados unidos . (1) Perdida = Costo menos precio internacional. (2) En equivalente de azúcar blanco (factor de conversión: 6.25 toneladas de remolacha para producir una tonelada de azúcar blanco). El ESP es para caña y remolacha en equivalente azúcar blanco. (3) El ESP del algodón es una estimación con base en información del Internacional Cotton Advisory Comité (ICAC). Production and Trade Polices Affecting the Cotton Industry.

Así mismo en el sector pecuario se debe tener en cuenta la situación del sector avícola, porcicola y pesquero, que poseen relativas debilidades frente a los productores norteamericanos.

En este contexto aparecen algunos sectores con ciertas fortalezas que deben mantenerse o mejorarse; Tal es el caso de las flores, el café, el azúcar, el banano y la carne.


5.1 Principales Problemas Del Sector Agrícola Colombiano


En general los principales problemas del sector agropecuario colombiano, son:

1. Los bajos niveles de productividad, como consecuencia de la baja aplicación en tecnología; tamaño de las unidades productivas no apropiado, predominio de los minifundios que no hacen viable la agricultura a gran escala.
2. La violencia, que desde hace aproximadamente 50 años, se ha radicado en el campo, lo que ha generado más de 1.5 millones de desplazados.
3. Los altos niveles de pobreza, cerca del 84% de la población rural está por debajo de la línea de pobreza. Esto acompañado de los bajos niveles de escolaridad, en promedio de 4.5 años por habitante.
4. La concentración de la propiedad, se calcula que en Colombia menos de 5% de la población posee el 65% de la tierra disponible.
5. La endeble seguridad alimentaría del país, al carecer de suficiente producción para atender la demanda domestica de alimentos.
6. La falta de infraestructura en materia de carreteras, ríos navegables, puertos y aeropuertos que se conviertan en los canales para el flujo de comercio que se avecina tanto de entrada como de salida.


5.2 Productos Sensibles Ante El TLC


Si bien es innegable la afectación del TLC a toda la agricultura colombiana, y así lo comprueban estudios del mismo gobierno, existen casos más severos en los cuales las negociaciones han consolidado ya posiciones demasiado desventajosas.

Según, Suárez (2005): el Ministerio de Agricultura, la producción de trigo, cebada y avena está concentrada en los departamentos (regiones) de Boyacá, Nariño y Cundinamarca, este último principal departamento exportador agrícola colombiano (grafico 5). Allí un conglomerado humano de 25.000 familias, ubicadas en zonas secas, frías y elevadas, vive directamente de la producción de estos cereales y son el 100% de lo que de ellos todavía se produce en Colombia. Según el mismo Ministerio, en Boyacá el 72,53% está por debajo de la línea de pobreza y 4 de cada 10 personas es indigente, en Nariño la situación es más o menos igual. En la negociación del AFTA ya se acordó que el trigo, la cebada, la avena y todos sus subproductos industriales ingresarán a Colombia desde la iniciación del Tratado con arancel del 0%. Es evidente que dichas familias no tendrán cómo competir con productos que llegarán a precios por debajo del costo de producción.

GRAFICO 5
ORIGEN DE LAS EXPORTACIONES AGROPECUARIAS 2004


En el caso del maíz y del algodón sucede algo similar. En la región de Córdoba se origina la mitad del algodón de Colombia y una tercera parte del maíz. Allí la población por debajo de la línea de pobreza es del 72% y más de tres de cada diez personas es indigente. En las negociaciones ya se acordó que el algodón ingresará también sin arancel desde el inicio del TLC y Estados Unidos aspira a un contingente de más de un millón y medio de toneladas de maíz con arancel cero desde el primer año.

En cuanto al arroz, la producción en riego se hace en más de la mitad del total nacional en la región del Tolima, la que en 2005 presenta, por los fracasos de otros productos como el café, el mayor índice de desempleo de Colombia, 21%. Estudios oficiales insisten en la alta dependencia de esta región de la suerte del arroz. En 40 localidades del Tolima el cultivo del arroz es fuente vital para la economía local.

Las ayudad internas a los productores de Estados Unidos juegan un papel clave en la definición de la competencia en todos estos bienes ya que, en costos por tonelada, con excepción del maíz y la soya, son menores los colombianos que los estadounidenses.


CONCLUSIONES

Puede concluirse que los impactos del TLC sobre la agricultura colombiana serán una ampliación de los ocurridos en la primera etapa de liberalización del comercio. El TLC lleva ese proceso a límites extremos. Por consiguiente, lo esperado es el incremento de la pobreza, el desempleo, la concentración mayor en la tenencia de la tierra, la disminución o desaparición de los cultivos de cereales y oleaginosas y de los que hoy abastecen el mercado interno, en muchos de los cuales la ruina no se da por altos costos sino por la competencia desleal que se pactó en la mesa de agricultura. El sector agropecuario queda casi completamente desamparado.

Finalmente, existe evidencia para suponer un incremento o, al menos, la persistencia en cultivos de hoja de coca y amapola con las secuelas de violencia y desplazamiento que ello trae consigo. La estrategia del gobierno de Colombia de “entregar porciones del mercado interno para alcanzar nuevas porciones en el externo” no es consecuente con la realidad ni con la experiencia vivida en frutos como el café. La relación costo-beneficio del TLC para el sector agropecuario colombiano es negativa y ello tendrá repercusiones en el resto de la sociedad colombiana en términos de estabilidad social y bienestar general, incluyendo los efectos en materia de dependencia alimentaría al abandonar el cultivo de los productos que componen la dieta básica de la población y especializarse en productos tropicales.


BIBLIOGRAFIA

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Suarez, Aurelio (2005). Impactos del TLC andino (AFTA) en el sector agropecuario, caso Colombia. Ponencia en el FORO realizado en el edifico Rayborn del Congreso de los Estados Unidos, auspiciado por la representante demócrata de Illinois – Jan Schakovsky.
 


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