Luis J. B. Clara
Palabras clave: Pobreza histórica. Bienestar histórico. Pobreza actual.
Globalización de antaño y la actual. Diferencias entre ambas. ¿Crear riqueza o
lograr ganancia?
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Para entender bien la problemática actual, es menester recordar de qué manera
sucedieron las cosas desde de la segunda mitad del siglo XIX.
Hasta ese momento, se podría decir que la pobreza era la forma de vida de casi
todos los hombres de la Tierra.
Es a partir del desarrollo de las máquinas que reemplazaron el trabajo humano (y
animal), que se desarrollaron grandes industrias. En esos momentos la sociedad
estaba compuesta por personas con fortuna, profesionales, artesanos manuales (v.gr.
zapateros), y los campesinos, que hacían las tareas manuales en el campo. Al
crecer la industria fue menester obtener mano de obra para que funcionara. Es
entonces que los campesinos (virtuales vasallos) se trasladan a los poblados con
industrias, y comienzan a tener cobro de haberes, construyen precarias viviendas
y van mejorando su situación de vida gracias al cobro de la quincena o el mes de
sueldo. Esta es una nueva categoría social, a la que se ha llamado proletaria
debido a que generalmente tenían familia muy numerosa.
Es la llegada del Sistema Capitalista, que impulsa esa gran revolución llamada
Era Industrial. El objetivo del Sistema Capitalista fue crear riqueza en la
conjunción de Capital y Trabajo. Comanda esta revolución productiva el Reino
Unido, en donde estaba además el centro internacional de los capitales: Londres.
La Sociedad toda recibe entonces los beneficios de las grandes obras que
solamente son posibles gracias al conjunto de dinero que administraba la Banca
de Londres.
Líneas férreas, puertos, canales, caminos, puentes, etc., van modificando todo
el panorama para llegar a una mayor creación de la riqueza. Se instaura la idea
de la División Internacional del Trabajo, cuyo espíritu es nada menos que cada
país debía dedicarse a aquello para lo cual era más apto.
¿Cómo se consigue que la riqueza creada fuera compartida lo más equitativamente
posible entre el Capital y el Trabajo?
Aquí aparecen los sindicatos. La necesidad de obtener mejores condiciones de
vida se plasma en el agrupamiento de los proletarios, que así, en conjunto,
luchan por obtener esos beneficios. Poco a poco, se fueron consiguiendo mejores
condiciones de trabajo, control de la cantidad de días trabajados a la semana, y
de horas trabajadas por día.
No voy a detenerme en este proceso, pero desde ya que la participación del
trabajo en el total de la renta fue cada vez mayor. Los dueños mismos del
Capital se dieron cuenta que repartir equitativamente movilizaba el comercio,
hacía crecer a la industria y en general, era muy positivo. Si bien hacia 1930
Londres dejó de ser el Centro Mundial de Capitales, una buena parte de él se
trasladó a Nueva York y el resto quedó en Londres, París, Berlín, Ámsterdam,
Zurich, etc.
Un reparto que se consideraba óptimo era 55% y 45%, y así fue por muchos años.
Nunca los seres humanos tuvimos mayor bienestar.
Nuevamente aparece la Pobreza
Sobreviene hacia 1968 una acción sindical exagerada. Había paros por nimiedades
y en realidad ya no era posible repartir mejor. El Capital siente que debe
defenderse.
A tal efecto, busca una teoría que lo beneficie. Esa teoría, pergeñada por
Milton Friedman (Nóbel de Economía), que se basaba en las teorías liberales de
la escuela Austríaca de Von Mises y Von Hayek, teoría a mi entender sana pero
utópica, y le llamó neo liberalismo. Según esta teoría económica, debía quedar
para el Capital una mayor parte en el reparto. El presidente Reagan y la Primer
Ministro Tatcher llevaron a cabo acciones para instaurar las normas neo
liberales, y para conseguirlo debieron producir artificialmente una cierta
desocupación (para disminuir el poder sindical).
Dado que el Poder Económico tiene enorme influencia en las grandes universidades
de EEUU, consiguieron que las ideas neo liberales fueran estudiadas en detalle y
que grandes talentos las defendieran cual si fuera un dogma.
Comenzó, pues, una gran transferencia de dinero de la renta de la empresa a la
empresa en detrimento de lo que recibía el trabajo. Se decía que si las empresas
se hacían fuertes, el beneficio llegaría por efecto ³derrame², algo que nunca
sucedió.
Como leí alguna vez, el efecto quizás no deseado por Friedman fue que las
grandes ganancias se convirtieron en la concentración de capitales, y ello llevó
a que unas se fusionen con otras (para evitar que las hicieran desaparecer),
pero sin crear nuevas riquezasŠ
La clave de todo este problema estriba en la diferencia entre aquella
globalización, que buscaba CREAR RIQUEZA y esta globalización que busca LA
GANANCIA aunque fuera destruyendo industriasŠ
Notamos entonces que el neo liberalismo ya no es del Sistema Capitalista, porque
no persigue mejoras para los miembros de la sociedad. En realidad, es contrario
al Sistema.
Llevado al extremo, ha conseguido nuevamente crear pobreza para una gran
cantidad de personas, que si bien no eran ricas, no eran pobres, y pertenecían a
la llamada Clase Media.
La Humanidad ha retrocedido casi a como estaba a fines del siglo XIX. Han
desaparecido derechos laborales, y a partir de una Clase Media debilitada,
estamos en peligro de perder también algunos Derechos Humanos que se habían
conseguido tras una lucha tenaz y larga.
En una palabra, la contraofensiva del Capital se ha pasado de raya, y eso,
aunque cueste creerlo, lo perjudica.
Circulo virtuoso y círculo vicioso
Durante la Globalización de la Era Industrial, la gente vivió cada vez mejor,
como ya dije, porque al sobrevenir, apareció el Sistema Capitalista, que deseaba
crear riqueza. Luego la riqueza creada fue mejor distribuida gracias a que los
asalariados formaron sindicatos que defendían sus derechos y conseguían,
paulatinamente, mejores condiciones de trabajo, como el descanso semanal, la
semana de 48 horas (ocho horas diarias, lunes a viernes), etc.
Se llegó a un reparto de 45% para la parte laboral y 55% para el Capital.
Entonces se produce un fenómeno singular: el mayor bienestar de cada trabajador
se traduce en un mayor consumo. Hacen falta industrias para satisfacer aquellas
necesidades que tienen los trabajadores, se crean por lo tanto nuevas fuentes de
trabajo, y a la vez esos trabajadores también consumen. Es lo que se podría
llamar el Círculo Virtuoso: Más personas ganan más, más personas trabajan, mayor
comercio funciona, y se retroalimenta permanentemente. Hasta llegar a la
Sociedad de Consumo, en la cual, para que hubiera consumo y no pararan las
industrias, se renovaban los aparatos que antes tenían una larga duración cada
vez más rápidamenteŠ
Esto se mantuvo hasta aproximadamente 1980.
Una vez entronizado el modelo neo liberal, comienza a deteriorarse este círculo
virtuoso porque el modelo expulsa trabajadores, y provoca cierre de PYMES por
falta de quienes consuman aquello que producen. Nuevamente hay expulsión de
trabajadores por estos cierres, y esto se retroalimenta también, creando un
círculo vicioso, el resultado final es la creación de mayor pobreza, y a la vez,
mayor indigencia entre los más pobres.
Esto que estoy manifestando, nace de la observación de los hechos, y no forma
parte de ninguna ideología.
Desde hace unos años vengo observando los fenómenos económicos y sociales, en la
búsqueda de las razones que los provocan. Gracias a la generosidad de Eumed.net
he tenido la oportunidad de leer a numerosos y prestigiosos economistas, y luego
de analizar muy seriamente el problema de la pobreza, y sobre todo el
crecimiento sin prisa pero sin pausa de la misma en todas partes del globo,
aunque especialmente en los países pobres, he llegado a estas conclusiones.
A mi edad ya no me impresionan las palabras, por bien dichas que sean, ni las
teorías, por convincentes que fueran. Solamente me convencen los HECHOS.
Marcando las diferencias
Entre la Globalización de la Era Industrial y la presente Globalización neo
liberal hay marcadas diferencias, a saber:
--Aquella produjo una verdadera revolución en las costumbres y en el bienestar
de toda la gente, creando riquezas, acercando a una gran mayoría mejores
condiciones de vida, mejor instrucción, mejor salud, etc.
La de hoy, cuyo único fin es obtener grandes ganancias, destruye industrias,
expulsa trabajadores, crea pobreza, aleja a la gente de la instrucción, de la
salud y del bienestar.
En una palabra, destruye lo que aquella construyóŠ
--Aquella tenía como país líder al Reino Unido y ésta a EE.UU.
La gran diferencia entre ambos es su sistema para elegir gobierno. Mientras en
el Reino Unido para llegar a ser gobierno es menester primero ser electo
representante, y luego que se lo seleccione como Primer Ministro, con el visto
bueno del rey, puesto que está permanentemente vigilado y se puede perder en
caso de errores de decisión, en los EE.UU.. La elección se decide en un solo
comicio. Es mucho más vulnerable, ya que alguien que poseyera poder suficiente
sobre los medios de comunicación, podría conseguir ser electo, inclusive con
mayoría en las dos cámaras del parlamento, algo que en el Reino Unido no podría
ser posible, porque una de las dos cámaras no está compuesta por personas
electas, sino que sus bancas son hereditarias, con lo cual tiene una singular
permanencia, ajena a las propagandas políticas.
En el Reino Unido, ningún gobierno puede tomar medidas equivocadas, si así lo
quisiera hacer, tiene controles y trabas que no se lo permitirían.
Es así que hemos registrado la dudosa elección de G. W. Bush (la primera) en
donde hubo un estado (Miami) con dudosos resultados que no fueron
convenientemente revisadosŠ
Y luego observamos que motorizó varias guerras, convenientes para sus ³socios²
que son quienes fabrican artículos de guerraŠ
Otras visiones de la actualidad
Cuando hemos descrito el resultado sorprendente de mejoramiento de la vida
gracias a la Globalización de la Era Industrial, y su visible desmejoramiento
con la globalización del modelo neoliberal, nos referíamos, sin dudas, al mundo
occidental.
Los dogmáticos defensores del neoliberalismo insisten (y no sin razón,
aparentemente) en que hubo mejoras en aquellas economías totalmente desafectadas
de la economía occidental, principalmente China y la India.
¿Quién podría ignorar o no reconocer el brutal crecimiento de la economía China?
Empero, ese mejoramiento lo ha sido mientras la economía occidental estuvo con
capacidad de compra, algo que poco a poco va perdiendo de acuerdo a lo ya
descrito.
Copio a continuación un artículo de La Nación de Buenos Aires:
Opinión
Martes 28 de Febrero de 2006
Rumbo a la aldea global
La liebre china y la tortuga hindú
Por Kenneth Rogoff
Para LA NACION
CAMBRIDGE, Massachusetts
Este año, el tema del Foro Económico Mundial fue "India está en todas partes".
Occidente centra a tal punto su atención en China que, a menudo, los logros de
la India apenas si le merecen un reconocimiento tardío. Por su parte, los
hindúes empapelaron los buses suizos con la leyenda "India: la democracia de
crecimiento más rápido", como si quisieran subrayar el triunfo indefectible de
la estabilidad política.
Su blitz mediático tuvo enorme éxito. En Davos, un orador tras otro pregonó la
idea de que aunque hoy China vaya a la cabeza en la carrera entre los dos
gigantes asiáticos, nadie puede predecir quién triunfará a la larga. Al menos
por unos días se consideró un hecho consumado la aparición de la India como una
superpotencia a la par de China. Pero ¿cuál es la realidad, en esta puja
económica entre dos países con más de mil millones de habitantes cada uno?
Aparentemente, China aventaja bastante a la India. Hace veinticinco años, cuando
empezó la ola globalizadora, las dos corrían más o menos parejo en cuanto al
producto nacional. Hoy, sea cual fuere el patrón de medida, China duplica con
creces la riqueza de la India.
Pero la verdadera diferencia no radica tanto en que a los chinos exitosos les
vaya mejor que a los hindúes exitosos. Después de todo, la elite india es
campeona mundial, como lo ha demostrado la audaz oferta por 22.000 millones de
dólares que presentó Lakshmi Mittal por la acería francesa Arcelor. Nos guste o
no admitirlo, la verdadera diferencia es que el gobierno comunista chino ha
logrado globalizar a una parte mucho mayor de su pueblo que el gobierno
democrático indio.
Esto no significa que el régimen chino sea precisamente igualitario. Sólo en la
franja costera, donde vive alrededor de un tercio de la población, puede decirse
que la mayoría de la gente ha ingresado de veras en el siglo XXI. Gran parte de
la China rural sigue siendo paupérrima, con 150 millones de desocupados
efectivos y, muchas veces, unos niveles de salud y educación propios de otros
siglos.
Sin embargo, en la India, constreñida por el sistema de castas, la exclusión es
peor. Quizá tan sólo una de cada cinco personas haya ingresado en la economía
global. Por cada empleado en un centro de atención al cliente, hay muchas más
personas viviendo a duras penas de la agricultura. China tiene probablemente
unos 450 millones de habitantes incorporados a su economía globalizada. La
India, unos 200-250 millones, cuando mucho. Esta es la diferencia fundamental
entre las dos economías.
¿Qué puede hacer la India para cerrar esta brecha? Su mayor deficiencia está en
la infraestructura: faltan caminos, puentes, puertos, etcétera. El contraste con
China es asombroso. Ningún país podrá conquistar la economía global mientras sus
productos no tengan acceso a ella.
En el último lustro, China ha quintuplicado su red caminera. Sus nuevas
carreteras (50.000 kilómetros) soportan hasta grandes aviones. No podríamos
decir otro tanto de algunas pistas de los caóticos aeropuertos hindúes. Y no es
una simple cuestión de dinero: el banco central de la India lo tiene de sobra,
pero ha invertido la mayor parte de él en letras de tesorería extranjeras de
bajo rendimiento.
El verdadero problema es otro. Cuando el régimen autoritario chino decide
arrasar una villa miseria para construir un aeropuerto, enfrenta una oposición
limitada. En cambio, el gobierno hindú no puede ni quiere pisotear a los pobres
para que los ricos lo sean aún más.
Por desgracia, sin una infraestructura, los hindúes que todavía no han "llegado"
-y son más de 800 millones- están desahuciados. La India nunca podrá crear
suficientes puestos de trabajo únicamente en servicios. Debe ser capaz de
competir también en manufacturas baratas. Si no mejora su infraestructura, la
mayoría de su pueblo quedará anquilosada, excluida de la globalización.
Pero entonces, suponer que la economía hindú podría sobrepasar a la china ¿es
pecar de un romanticismo sin esperanzas? No necesariamente, aunque sólo sea
porque las áreas en que sobresale la India, en especial los servicios, tienen
márgenes potenciales muy superiores a los de las manufacturas. A los chinos,
trabados por un sistema legal muy inferior al hindú, no les será fácil competir
en este terreno.
Las compañías occidentales tienden a confiar mucho más en las firmas hindúes,
poseedoras de patentes o de una sagaz información financiera, que en las chinas.
Las empresas extranjeras saben que tercerizar en China cualquier proceso de alta
tecnología equivale a publicarlo en Internet.
Además, el sistema financiero hindú está mucho mejor desarrollado que el chino.
Esta ventaja tendrá una importancia cada vez mayor, a medida que ambos países se
desarrollen. El "crédito dirigido", como lo llaman los economistas, funciona
bien cuando se destina a construir puentes, pero es mucho menos eficaz cuando
determina qué empresas merecen sobrevivir.
El verdadero reto para la India -y para otros mercados emergentes como Brasil,
Rusia y México- es hallar el modo de expandir los sectores exitosos de su
economía sin asfixiarlos. Si pretende alcanzar algún día a China, debe
globalizar más sectores de su población mejorando la educación, el sistema de
salud y la infraestructura. Sólo entonces empezaremos realmente a ver que "la
India está en todas partes".
© Project Syndicate y LA NACION
Kenneth Rogoff fue economista principal del FMI; actualmente, es profesor de
economía en la Universidad de Harvard.
(Traducción de Zoraida Valcárcel)
http://www.lanacion.com.ar/opinion/nota.asp?nota_id=784505
LA NACION | 28.02.2006 | Página 15 | Opinión
Copyright 2006 SA LA NACION | Todos los derechos reservados
Podemos apreciar que quien así opina ha sido economista del FMI y actualmente
trabaja en HarvardŠ lo cual desde ya lo encuadra en aquellos economistas que han
sido preparados para defender el modeloŠ
Leer este artículo, hoy, me dejado lleno de dudas respecto a algo que tenía
totalmente definido: Lo perverso que ha sido la Globalización neoliberal.
¿Lo ha sido? ¿Para quienes? Claro, para nosotros, aquellos que tuvimos la suerte
de mejorar nuestro bienestar gracias a aquella Globalización de la Era
Industrial, y que ahora vivimos las consecuencias de la actual Globalización.
Pero mis dudas se van diluyendo cuando pienso que esta Globalización, solamente
persigue LA GANANCIA y no crear riqueza como aquella.
Este es un tema muy controversial, y dejo a los compañeros de Foro opinar sobre
el mismo. Seguramente esclareceré mis ideas cuando lea aquello que seguramente
opinarán muchos.
¿Qué deberemos hacer para disminuir la creciente pobreza?
Desde ya que lo primero será definir el límite bajo el cual una persona entra
dentro de la Pobreza.
El modelo de ³mercado² no solamente está difundido, sino que es global.
Ninguna sociedad, ningún país, puede apartarse del modelo sin quedar totalmente
aislado.
Entonces, como no podremos cambiarlo, debemos tratar de morigerarlo.
Puntos básicos para conseguirlo:
1 ¬ Los trabajadores deberán volver la vista hacia los sindicatos, si son
corruptos, limpiarlos, y luego exigir a las empresas que poco a poco vuelvan a
repartir sus ganancias en forma más equitativa.
2 ¬ Exigir cada sociedad a sus gobiernos, que dicten leyes en ese sentido. Que
una ley defina que las empresas deberán distribuir entre sus trabajadores un 45%
de su ganancia. Aquí es importante destacar que aunque las empresas quisieran
mejorar el reparto, no podría hacerlo, porque aquellas que no lo hicieran
tendrían suficiente ventaja como para absorber a las que lo hubiesen hecho.
3 ¬ En defensa de los bienes importados con precios insólitamente bajos
(provenientes de países como China, con salarios risibles o directamente mano de
obra de presos) habrá que poner trabas tributarias que suban esos precios hasta
que los propios sean competitivos.
4 ¬ Lo más importante es que aquellos que todavía están en la franja del
bienestar tomen nota de la situación de los que están pasando necesidades, y en
la medida en que puedan, apoyar todas las medidas que tomen los gobiernos para
morigerar esa pobreza. No debemos olvidar algo que ya está sucediendo: Aquellos
que tienen ingresos buenos, están prácticamente tras las rejas para no sufrir el
ataque de los que ya nada les quedaŠ No hay ningún sistema policial que pueda
parar la avalancha de ataques a la propiedad provenientes de los muy
necesitados.
Finalmente deseo agregar que este trabajo ha sido fruto de mis personales
observaciones de la realidad, y que seguramente para muchos, le faltará calidad
académica. Es así, pero lo expresado tiene sin embargo su valor.
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