Francisco Sacristán Romero
Universidad Complutense de Madrid
fsacrist@ccinf.ucm.es
SEGUNDO ENCUENTRO INTERNACIONAL SOBRE
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Resumen
El objetivo de este trabajo es analizar el empleo de Tecnologías de la
Información en las cooperativas agrarias. Con esta finalidad se ha realizado un
estudio longitudinal con toma de datos a cooperativas hortofrutícolas de la
Región de Murcia en 1996 y en 2003 abordando, entre otros, los siguientes
aspectos: equipamiento en tecnologías de la información, tipos de análisis de
información realizados, así como su frecuencia, y responsabilidad de la gestión
de los aspectos informáticos. A partir del diagnóstico de la situación y
atendiendo a la literatura sobre Tecnologías y Sistemas de Información, el
trabajo finaliza con una serie de reflexiones encaminadas a ofrecer
recomendaciones concretas para el equipamiento y la gestión de las Tecnologías
de la Información en las cooperativas agroalimentarias.
Palabras clave: Cooperativas agroalimentarias, Tecnologías de la información,
Gestión Informática, Sistemas de Información, Internet
1.- INTRODUCCIÓN
La comunicación, entendida como el flujo de información entre dos o más miembros
de una organización (García y Ruiz, 2001) o entre organizaciones (Bowersox y
Morash, 1989), ha sido descrita por Mohr y Nevin (1990) como el proceso por el
que se fomenta la toma de decisiones participativa, se coordinan las acciones y
se potencia la confianza, el compromiso y la lealtad entre las partes. De aquí,
que sea considerada como un factor clave para la gestión de las empresas (Meroño,
2000) y de las relaciones interorganizacionales (Rodríguez y Diz, 1999), tanto
en el canal de distribución (Weitz y Jap, 1995), como en las alianzas
estratégicas (Bowersox, 1990) y redes (Spekman y Sawhney, 1990).
La transmisión de información se produce en cualquier tipo de relación de
intercambio. Sin embargo, la cantidad y, sobre todo, la calidad de dicha
información será mayor conforme nos alejamos de los intercambios transaccionales
y nos acercamos a los relacionales, caracterizados por una orientación en el
largo plazo, la cooperación, la confianza y el compromiso de las partes (Arcas
et al., 2000). De aquí, que el intercambio de información sea una de las normas
relacionales establecidas por Macneil (1980) e incluida por Noordewier et al.
(1990) en lo que denominan “síndrome relacional”, y uno de los componentes del
proceso de interacción descrito por Håkansson (1982) que lleva a una relación
duradera.
Ejemplos de intercambios relacionales son los mantenidos por las organizaciones
implicadas en alianzas o redes de empresas. En ellos, las Tecnologías de la
Información cobran especial relevancia en la medida en que permiten reducir los
costes de coordinar las diferentes relaciones que se establecen entre las
múltiples partes implicadas (Rodríguez y Diz, 1999; Medina, 2002). Un claro
exponente de este tipo de relaciones en el sector agroalimentario son las que se
establecen en el ámbito del cooperativismo (Arcas y Hernández, 2003). La Ley
27/1999, de 16 de julio de Cooperativas, establece como objetivo de éstas la
satisfacción de las necesidades de sus socios. Para ello, las cooperativas
desarrollan una serie de actividades y establecen relaciones con diferentes
agentes (socios, proveedores, clientes, otras cooperativas, etc.), siendo una de
sus características distintivas la participación de sus socios en la gestión de
la cooperativa (planificación, control y gobierno) y el derecho a recibir la
información necesaria para el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus
obligaciones (artículo 16).
En este sentido, Caballer e Ilse (2004) manifiestan que el intercambio de
información es una herramienta fundamental en la gestión de las cooperativas, ya
que éstas han de abordar, además de los aspectos propios de cualquier empresa,
los internos vinculados a las relaciones con los socios. En general, las
Tecnologías de la Información ayudan a coordinar los recursos, actividades y
personas que interactúan en las relaciones que la cooperativa mantiene con
distintas partes, tanto intraorganizacionales (socios y trabajadores) como
interorganizacionales (clientes, proveedores, colaboradores, organizaciones
representativas, Administración, competidores, otros grupos de interés y
sociedad, en general).
Meroño (2000) y García y Ruiz (2001) ponen de manifiesto la importancia de que
los socios cuenten con la información adecuada para participar en la gestión de
la cooperativa. Sólo así podrán adoptar las decisiones coherentes con los
objetivos a conseguir, llevarlas a la práctica y ejercer el control que les
garantice que se desarrollan correctamente y les permiten alcanzar los objetivos
planteados. Para ello, es necesario que en la cooperativa existan unos canales
de comunicación que permitan una flujo continuo y rápido de la información desde
el exterior hacia la empresa, y viceversa, así como su diseminación entre todos
sus miembros.
Por otro lado, Buendía (2000) sostiene que, en muchos casos, la dispersión
geográfica y el elevado número de socios inhiben su participación. Por ello,
resulta indispensable la generación de instrumentos (folletos informativos,
realización de frecuentes reuniones, encuentros informales y creación de grupos
de trabajo) que faciliten el contacto entre los socios y entre éstos y los
componentes de la estructura administrativa. No hay que olvidar que muchas
empresas que buscan la “excelencia empresarial” intentan provocar entre sus
propios trabajadores, incluso entre sus proveedores y sus clientes, la
participación en la toma de decisiones, por considerar que puede ser origen de
una ventaja competitiva (Mozas, 2000).
En este contexto, el objetivo de este trabajo es analizar el uso -y evolución-
de las Tecnologías de la Información en las cooperativas agrarias como medio
para mejorar la gestión de la información. Una información más profunda y
accesible conseguirá mejoras en el funcionamiento organizativo, en la toma de
decisiones y en las relaciones que mantenga la cooperativa. Con esta finalidad
se revisa, por un lado, las contribuciones de Internet a la gestión de las
cooperativas y, por otro lado, los principales elementos relacionados con la
gestión de la información, concretados en las aplicaciones informáticas de
gestión. Posteriormente, se realiza un estudio longitudinal con datos
procedentes de cooperativas hortofrutícolas de la Región de Murcia, tomados en
1996 y en 2003. Se abordan, entre otros, los siguientes aspectos: equipamiento
en tecnologías de la información (hardware, Internet y programas informáticos de
gestión), tipos de análisis de información realizados, así como su frecuencia, y
responsabilidad de la gestión de los aspectos informáticos. A partir del
diagnóstico de la situación y atendiendo a la literatura sobre Tecnologías y
Sistemas de Información, el trabajo finaliza con una serie de reflexiones
encaminadas a ofrecer recomendaciones concretas para el equipamiento y la
gestión de las Tecnologías de la Información en las cooperativas
agroalimentarias.
2.- INTERNET EN LAS COOPERATIVAS AGROALIMENTARIAS
Puesto que las Tecnologías de la Información, en general, e Internet, en
particular, facilitan el intercambio de información entre las partes que
interactúan en una relación, resulta fácilmente comprensible el consenso
generalizado acerca de la importancia de su utilización para una adecuada
gestión de las relaciones en el ámbito cooperativo. Entre las principales
ventajas de la aplicación de Internet por las organizaciones figuran (Mozas y
Bernal, 2001): a) mejora la velocidad y precisión en el procesamiento y la
transmisión de la información, b) aumenta la capacidad de almacenamiento de la
información, c) incrementa las posibilidades de difusión de la información, d)
permite una mayor flexibilidad de la producción, el diseño, el marketing y la
administración de la organización, e) reduce los costes de almacenamiento,
procesamiento y transmisión de la información, y d) posibilita el desarrollo de
redes dentro de las empresas, entre empresas e individuos directamente y entre
las empresas y otras organizaciones.
En la práctica, la consecución de los beneficios derivados de Internet se
concreta en dos niveles de presencia: virtual y activa. Por “presencia virtual”
entendemos la conexión a Internet y la disponibilidad de correo electrónico.
Esta modalidad apenas supone un coste económico y, sin embargo, si se usa
adecuadamente proporciona apreciables ventajas como la obtención de información,
el acceso a noticias, legislación, etc. En definitiva, permite alimentar la
inteligencia de negocio, es decir, la información que permite a la empresa
conocer su entorno y competencia. Esta recogida de información puede realizarse
de diferentes maneras que van desde el uso de buscadores, la suscripción a
boletines electrónicos, hasta la participación en foros y listas de
distribución. El acceso a contenidos formativos es otra de las posibilidades
incluida en esta categoría. La presencia virtual también permite el intercambio
de correos electrónicos con clientes, proveedores, etc. con las consiguientes
mejoras en comunicación. Por último, posibilita la realización de compras,
directamente o participando en mercados electrónicos, y la realización de
transacciones con instituciones públicas (Seguridad Social, Agencia Tributaria,
Ayuntamientos, etc.).
La “presencia activa” consiste en disponer de un sitio web y, por supuesto,
incluye todo lo anterior. Aunque se identifica contar con sitio web con realizar
comercio electrónico, esto es, vender por Internet, sin embargo, no es más que
una de las posibilidades. Para entender los beneficios derivados de una
presencia activa es adecuado distinguir, por un lado, tres posibles
orientaciones del sitio web: la informativa, la relacional y la transaccional y,
de otro lado, dos ámbitos, el externo que coincidiría con el sitio web accesible
desde el exterior, ya sea públicamente o bien acotado a ciertos agentes (extranet)
y el ámbito interno, en cuyo caso se trataría de una intranet donde sólo
accederían empleados y socios. Las empresas cuyos sitios web profundizan más en
las orientaciones informativa, relacional y transaccional tienen una incidencia
significativa en el desempeño de la empresa, produciéndose además interacciones
positivas entre las orientaciones (Meroño y Soto, 2005).
De esta manera, desde una orientación informativa habría que decidir los
contenidos que se quieren publicar en cada ámbito. En el ámbito externo se debe
tratar de ir más allá del ofrecimiento de información básica de la empresa. El
trabajo de Juliá et al. (2004) analiza la información suministrada por las
cooperativas. El mantenimiento y actualización de contenidos son tareas
esenciales para combatir la imagen de sitios web que no se renuevan, percepción
que se extrapola a la propia empresa. La publicación de contenidos se puede
hacer directamente o bien a través de aplicaciones de gestión de contenidos.
También resulta de gran ayuda contar con herramientas de búsqueda que ayuden a
localizar contenidos. La presencia de un mapa del sitio web es una buena opción,
más facilidades para encontrar lo que se precisa se consigue a través de motores
de búsqueda internos. La mayoría de iniciativas web tienen como finalidad la
exposición de contenidos con una orientación informativa. Sin embargo, son
muchos los niveles de complejidad y desarrollo.
Desde una orientación relacional, el sitio web se convertiría en el canal donde
recibir y atender informaciones, sugerencias, dudas, etc. La herramienta más
sencilla sería facilitar el correo electrónico de la empresa para intercambiar
mensajes, información básica en cualquier sitio web. El uso de formularios con
campos estructurados supone un paso más. La herramienta relacional más
interactiva son los foros de discusión donde los participantes intercambian
públicamente mensajes. No obstante, la gran innovación en las cooperativas sería
desarrollar la orientación relacional para el ámbito interno, de forma que los
empleados y socios tengan mayores facilidades para participar en la gestión
cooperativa. El empleo de la intranet con esta orientación encaja con la
filosofía emergen de de la gestión del conocimiento. Trabajos como el de
García-Gutiérrez et al. (2004) promueven la participación virtual de los socios
a partir del empleo de las tecnologías colaborativas.
Finalmente, restaría por comentar las posibilidades de la orientación
transaccional. Desde un ámbito externo, consistiría en recibir pedidos. Sin
embargo, es desde un ámbito interno donde aparecen las mayores ventajas
derivadas de trámites que los socios podrían hacer directamente con la
cooperativa. Las posibilidades tecnológicas oscilan desde alternativas más
estáticas como los formularios, hasta desarrollos integrados con el sistema de
información de la empresa. Nos estamos refiriendo a los sistemas workflow o
automatización de los flujos de trabajo, que en el caso de ventas se
materializarían en carritos de compra.
En la siguiente Tabla se detalla el mapa de usos del sitio web con arreglo a sus
contenidos según las orientaciones que se quieran cubrir y los ámbitos a
abarcar. En la última columna se ha detallado la tecnología disponible para cada
una de las dimensiones.
El conocimiento del uso real de las tecnologías de la información por parte de
las empresas agrarias, incluidas las cooperativas, no resulta sencillo. Apenas
existen estadísticas oficiales puesto que el sector agrario no se contempla en
la “Encuesta de uso de TIC y Comercio Electrónico en las empresas” que
anualmente lleva a cabo el INE. La única fuente que hemos encontrado es el
estudio “La microempresa española en la Sociedad de la Información 2004”
realizado por Red.es. Por micropyme se entienden empresas con un número de
empleados entre 1 y 9. Como se justificará en un apartado posterior, en alguna
medida las cooperativas agrarias pueden ser consideradas como pymes.
Tabla 1. Mapa estratégico de contenidos del sitio web según orientaciones y
ámbitos
Orientaciones Ámbito Tecnología
Externo (público y/o extranet) Interno (intranet)
Informativo Selección de contenidos
Actualización de contenidos
Búsqueda de contenidos Selección de contenidos
Actualización de contenidos
Búsqueda de contenidos Aplicaciones edición HTML
Aplicaciones de gestión contenidos
Mapas
Motores de búsqueda
Relacional Recepción y atención de dudas, sugerencias, etc.
Intercambio de información Recepción y atención de dudas, sugerencias, etc.
Intercambio de información E-mail
Formularios
Foros
Chats
Transaccional Recepción de pedidos
Consulta de pedidos Recepción de solicitudes
Consulta de solicitudes Formularios
Carritos de compra
Sistemas workflow
En comparación con la media de empresas (Gráfico 1), el nivel de equipamiento es
superior en las empresa agrarias y ganaderas, en concreto, es mayor la presencia
de PCs, de móviles y especialmente la conexión a Internet. Sin embargo, la
conexión por banda ancha solo alcanza el 42,8% de las empresas agrarias,
llegando hasta el 58% en el global de empresas. Algo parecido ocurre con la
disponibilidad de páginas web. En cuanto a los usos de Internet (Gráfico 2), los
únicos casos donde las micropymes agrarias superan al global de las empresas son
en la búsqueda de información y en la formación. En el resto de los usos,
especialmente la compra y venta a través de Internet, los datos para las
micropymes son bastante inferiores.
Gráfico 1. Equipamiento tecnológico de las micropymes españolas: general y
agricultura
Gráfico 2. Usos de Internet en las micropymes españolas: general y agricultura
3.- APLICACIONES INFORMÁTICAS DE GESTIÓN EN LAS COOPERATIVAS AGROALIMENTARIAS
El análisis de los programas informáticos de gestión que disponga una empresa
resulta fundamental para conocer el papel conferido a la informática. Hoy día
todas las empresas con una mínima complejidad cuentan con programas informáticos
de gestión, el interés reside en conocer los aspectos que cubre. Los más básicos
se refieren al procesamiento de transacciones como la contabilidad, facturación
o nóminas. La evolución natural conduce a abarcar los aspectos relacionados con
la planificación y la producción, los sistemas integrados de empresa o ERPs
serían la solución más completa y avanzada. Con otra perspectiva las empresas
comienzan a implantar programas para facilitar la gestión del personal.
En principio cabría esperar que la presencia de programas de gestión no sólo
conduzca a una gestión más eficiente por la reducción de costes, sino también a
una mejora en la toma de decisiones por un conocimiento más profundo de la
organización. La disponibilidad de información debe permitir la realización más
frecuente de distintos tipos de análisis de la información de gestión. Ejemplos
de posibles análisis a partir de los datos de las aplicaciones informáticas son:
segmentación de ventas, necesidades de los clientes, situación financiera, clima
social, etc.
Aunque no se incluyan las empresas agrarias, en el estudio “Las Tecnologías de
la Sociedad de la Información en la Empresa Española 2003” (AETIC y DMR, 2004)
se detalla el nivel de informatización de las áreas empresariales que poseen
ordenador por tamaño (Gráfico 3). La informatización de algunas áreas está en
función directa del tamaño, especialmente recursos humanos, producción y
compras-suministros; debido a razones de complejidad organizacional y de
recursos disponibles. Comparando estos datos con los relativos a las micropymes
donde sí se contempla el sector agrario (Gráfico 4) se deduce que las micropymes
agrarias presentan una situación similar al global de las micropymes, y también
a la situación descrita por el informe de AETIC y DMR.
Gráfico 3. Informatización de las distintas áreas de las empresas que poseen
ordenadores por tamaño (DMR y Aetic)
Gráfico 4. Usos del PC en las micropymes españolas: general y agricultura
En resumen, la comparación del uso de tecnologías de la información revela un
uso similar de las empresas agrarias en las aplicaciones de gestión y un uso
algo inferior de internet. Así, quizá se debería actualizar la imagen de un
mayor retraso tecnológico de las empresas agrarias basada en la existencia de
unos factores inhibidores como el carácter tradicional, la influencia de la
localización rural, la escasa formación del empresario, la pequeña dimensión de
las explotaciones agrarias y su elevada dispersión, etc. (Mozas y Bernal, 2001;
Briz y Laso, 2001). Así, posiblemente la perspectiva más apropiada para enfocar
el análisis del empleo de las tecnologías de la información en las empresas
agrarias sea el del tamaño, aunque también deban ser considerados ciertos rasgos
sectoriales.
Las cooperativas agrarias aun cuando sus niveles de facturación sean elevados, a
efectos de empleo de tecnologías de la información, pueden ser consideradas como
pymes. La relación entre tamaño y tecnologías de la información presenta sus
particularidades. En Thong (1999) se puede encontrar un análisis de la adopción
de sistemas de información en pequeñas empresas. Una de sus contribuciones más
significativas es su análisis sobre las barreras a la adopción de las
tecnologías de la información en las pequeñas empresa. Por un lado, la
dependencia en las características del gerente puesto que son organizaciones
bastante centralizadas y, por otro lado, las dificultades para contar con
especialistas en tecnologías de la información provocan que las pymes tengan un
bajo nivel de conciencia sobre los beneficios de los sistemas de información y
una falta de conocimiento y habilidades tecnológicas. Otro de sus rasgos
definitorios es los elevados riesgos asociados a sus proyectos de inversión en
sistemas de información. Su escasez de recursos financieros y dependencia del
corto plazo les hace especialmente sensibles al éxito de sus proyectos de
inversión, fundamentalmente porque no disponen de recursos suficientes para
absorber fracasos. De esta manera, tienen tendencia a adoptar sistemas de
información de bajo coste.
Vargas (2004) realiza una serie de recomendaciones en el empleo de las
tecnologías de la información en la empresa agraria: a) falta de integración
entre los sistemas de información, b) falta de preparación de los empleados, c)
resistencia de los empleados al pensar que estas tecnologías eliminarán sus
puestos de trabajo y porque son reticentes a los cambios en la forma de hacer su
trabajo, d) falta de un responsable de la puesta en práctica del proyecto y de
los resultados del mismo, e) no estar al día de las nuevas tecnologías debido a
su evolución tan rápida, f) falta de cooperación entre los diferentes
departamentos. Estas recomendaciones encajarían en la línea de enfocar el empleo
de las tecnologías de la información en la empresa agraria dentro del análisis
de la innovación en las pymes.
En el estudio de las innovaciones tecnológicas en las pymes resulta esencial
considerar cómo se plantea su gestión. La primera decisión al respecto es
conocer quién se encarga de los aspectos informáticos en la empresa. Dos son las
grandes posibilidades, la primera consiste en la externalización del servicio,
es decir, una empresa especializada se encargaría tanto de las decisiones
estratégicas como operativas relacionadas con el empleo de la informática. La
segunda posibilidad es la gestión interna de los aspectos informáticos, en este
ámbito existen diferentes alternativas como puede ser contar con un departamento
propio, o bien que las tareas informáticas estén adscritas a cualquiera de los
departamentos existentes. Esta opción permitiría una situación mixta consistente
en acudir al exterior para el asesoramiento o la realización de los aspectos que
se consideren necesarios. Por esta razón, con el fin de valorar los
planteamientos informáticos de gestión resulta interesante conocer el origen del
desarrollo del programa informático de gestión. Las alternativas en este caso
son: desarrollo a medida interno, sin duda, la más compleja y costosa por los
conocimientos necesarios pero la que mayor control permite; en el plano externo,
se podría optar por un desarrollo a medida o por adquirir algún programa
estándar de mercado. Esta última permitiría reducir enormemente el desembolso a
realizar, además, en muchos casos son productos que merecen gran confianza
puesto que cuentan con varias versiones y una amplia base de clientes.
En grandes líneas, la externalización supone, en principio, la posibilidad de
contar con verdaderos especialistas cuya actualización de conocimientos no corre
a cargo de la empresa, sin embargo, esta completa dependencia externa no está
exenta de peligros. En la medida que las empresas dispongan de personal con
conocimientos informáticos será mayor el control para dirigir el empleo de las
tecnologías de la información a sus propósitos empresariales, siendo mayor la
satisfacción en su gestión informática.
En un estudio entre pymes (20 a 200 empleados), Cragg (2002) identifica una
serie de prácticas relacionadas con las TI como propias de los líderes en el
empleo de estas tecnologías. En la línea de los argumentos expuestos destacamos
la personalización de las aplicaciones y contar con especialistas en tecnologías
de la información. Las pymes líderes en el empleo de las TI cuentan en mayor
medida con programas personalizados o a medida, y también con unos mayores
conocimientos informáticos entre su personal.
4.- METODOLOGÍA
Con la finalidad de conocer la evolución en el empleo de las Tecnología de la
Información por las cooperativas agroalimentarias se utilizan los datos
obtenidos mediante dos encuestas, una realizada en 1996 y otra en 2003 . En
ambos casos, la población está formada por las Organizaciones de Productores de
Frutas y Hortalizas de la Región de Murcia con figura jurídica de Sociedad
Agraria de Transformación o Cooperativa y sin una estructura familiar, es decir,
que funcionan como verdaderas cooperativas en cuanto a su estructura
organizativa, funcionamiento empresarial y relaciones con los socios.
De las 52 OPs existentes en 1995, que cumplían la condición anterior, se recogió
información sobre 43 de ellas, es decir, de un 82,7% para el estudio de 1996; y
de las 58 de 2003 se ha obtenido información de 41, lo que equivale al 70,7% de
la población.
Las muestras utilizadas en ambos periodos son bastante representativas del
conjunto de la población, ofreciendo una visión bastante completa de la realidad
regional. Por otro lado, también cabe destacar la importancia de estas entidades
sobre la comercialización hortofrutícola regional, alcanzo el 28% del total en
2004, siete puntos porcentuales por encima del correspondiente a 1996.
El método utilizado para obtener la información ha sido el cuestionario
estructurado. Antes de confeccionarlo se realizaron entrevistas en profundidad a
informadores clave (presidentes y gerentes de las cooperativas, funcionarios de
la Administración Regional y Directivos de la Federación de Cooperativas de la
Región de Murcia) para tener una primera aproximación al problema.
Posteriormente, una vez realizado el cuestionario y con el objeto de identificar
posibles ambigüedades u otros problemas potenciales, fue sometido a una prueba
preliminar, administrándolo a una pequeña muestra de personas objeto de la
investigación. Tras efectuar el pretest se realizó el cuestionario definitivo y
se cumplimentó mediante entrevistas personales con los gerentes o, en su
defecto, presidentes de las cooperativas.
A continuación presentamos las variables del cuestionario que han sido
utilizadas para conseguir los objetivos planteados en este trabajo, así como las
escalas de medidas utilizadas.
Tabla 2. Variables utilizadas
Variable Medición
Hardware Variables binarias según presencia en la empresa (1= Sí; 0= No)
Internet Variables binarias según presencia en la empresa (1= Sí; 0= No)
Programa informático de gestión Variables binarias según presencia en la empresa
(1= Sí; 0= No)
Aspectos cubiertos por el programa informático de gestión Variables binarias
según presencia en la empresa (1= Sí; 0= No)
Origen del programa informático de gestión 1= interno a medida
2= estándar de mercado
3= externo a medida
Responsabilidad de la gestión informática 1= externo
2= departamento administración
3= otros (abierta)
Satisfacción con la gestión informática
Escala Likert. 1= muy baja; 7= muy alta
Análisis de la información de gestión Variables categóricas según frecuencia de
realización
1= no se hace
2= cuando se tiene un problema
3= regularmente
Además, se han considerado aquellas variables que nos permiten caracterizar la
muestra. Como se observa en la Tabla 3, en el año 2003, las cooperativas de la
muestra presentan una edad media de 13 años, sus socios cultivan una superficie
media de 1.334 Has. y el volumen medio de ventas alcanza los 9,1 millones de
euros. Tienen una media de 16 trabajadores permanentes y 238 socios, ofreciendo
una media de 7 servicios y contando el 85,4% con un gerente cualificado. Estos
datos son el resultado de importantes incrementos experimentados desde 1996, en
todos los aspectos a excepción del número de socios que sólo creció el 3% y el
de servicios prestados que permanece constante. El mayor crecimiento lo ha
experimentado el número de trabajadores permanentes (128,6%), seguido del
volumen medio de ventas (62,5%) y de la superficie media de cultivo (38,5%).
Tabla 3. Caracterización de la muestra
Variable 1996 2003 % Variación 03/96
Antigüedad (años) 10 13 30,0
Superficie media de cultivo (Has.) 963 1.334 38,5
Volumen medio de ventas (millones de euros) 5,6 9,1 62,5
Número medio de trabajadores permanentes 7 16 128,6
Número medio de socios 231 238 3,0
Número medio de servicios ofrecidos 7 7 0,0
% de cooperativas con gerencia cualificada 79 85,4 8,1
Con los datos obtenidos se realiza un estudio descriptivo de tipo longitudinal
con el objeto de conocer la evolución experimentada por las cooperativas de la
Región de Murcia en cuanto a la utilización de las Tecnologías de la
Información, en aspectos relacionados con: a) el equipamiento en tecnologías de
la información, b) los tipos de análisis de información realizados así como su
frecuencia, y c) la responsabilidad de los aspectos informáticos.
5.- RESULTADOS
5.1.- Equipamiento en tecnologías de la información
Hardware
En cuanto al equipamiento en tecnologías de la información (Gráfico 5), la
evolución es de tal calibre que en sólo 7 años hemos tenido que cambiar los
términos empleados en el cuestionario. En 1996, casi la mitad de las
cooperativas no disponían de teléfono móvil, mientras que en la actualidad casi
todas lo tienen, siendo 10 el número medio. En 1996 se preguntaba por la
posesión de fotocopiadoras y fax, algo que no hemos hecho ahora. Centrándonos en
los elementos informáticos, como en 1996 casi todas disponían de ordenadores,
quizá la diferencia más apreciable es que un 41,5% disponen de portátiles, y un
17,1% cuentan con agendas personales, elementos que en 1996 ni siquiera fueron
formulados. También merece la pena ser destacado que presentan un equipamiento
superior, en PCs y móviles a las micropymes agrarias y más aún a las globales.
Gráfico 5. Equipamiento en hardware
Internet
Las diferencias más apreciables tienen que ver con el uso de Internet (Gráfico
6). En 1996 sólo una cooperativa disponía de correo electrónico, mientras que en
la actualidad todas lo tienen. Por tanto, todas las cooperativas tienen acceso a
Internet, y un 40% declaran contar con sitio web. Un dato especialmente
importante es que un 5% declaran disponer de alguna utilidad de comercio
electrónico (posibilidad de recoger pedidos), porcentaje que se eleva hasta el
12,5% de las que disponen de sitio web. En cuanto a la conexión, algo más del
80% cuenta con banda ancha. En comparación con los datos de las micropymes
también resultan superiores, excepto para la venta a través de internet del
global de las micropymes.
Los resultados obtenidos son parecidos a los encontrados por Mozas y Bernal
(2004) para las cooperativas de segundo grado: el 95,1% de las cooperativas de
segundo grado españolas tenían acceso a Internet en 2004, el 44,3% tenían su
propia página Web, el 70% que no la tienen muestran disposición a tenerla en el
futuro, sólo el 7% realizan venta online y el 9% ha comprado a proveedores vía
Internet. En cambio, el 27% utilizan Intranet, en torno al 75% intercambian
información con clientes y proveedores a través del correo electrónico y
utilizan su Web con fines publicitarios.
Gráfico 6. Equipamiento y usos de Internet
Atendiendo a los niveles de empleo de internet que se expuso en un apartado
posterior, todas las cooperativas agrarias de la Región de Murcia estarían en
disposición de disfrutar de las ventajas asociadas a la presencia virtual puesto
que cuentan con conexión a Internet y de correo electrónico.
Atendiendo a lo expuesto en el segundo apartado del trabajo, la “presencia
activa” consiste en disponer de un sitio web e incluía la presencia virtual. Los
datos confirman que el propósito de contar con sitio web no se relaciona con el
comercio electrónico. De hecho, un 40% de las cooperativas agrarias cuentan con
sitio web y sólo un 5% declara recibir pedidos. Como en cualquier sitio web, la
dimensión informativa está presente, aunque sólo un 10,8% de las cooperativas
dispone de utilidades de búsquedas en su sitio web. Dato que da una idea sobre
la aparente sencillez de contenidos y diseño del sitio web. En lo referente a la
dimensión relacional, un 15,8% de las cooperativas declara contar con alguna
utilidad para recibir las sugerencias y para atender a sus clientes. Sólo un
2,7% de las cooperativas cuentan con la herramienta relacional más interactiva
como son los foros de discusión donde los participantes intercambian
públicamente sus mensajes en el sitio web. En cuanto a la dimensión
transaccional, como ya se ha señalado sus sitios web no se dirigen a vender.
Un aspecto importante que debe tenerse en cuenta cuando se habla que la empresa
cuenta con sitio web es lo relativo a su alojamiento. La opción que permite un
mayor control y personalización es disponer de un dominio propio. Con
frecuencia, asociaciones empresariales facilitan información de sus asociados en
una especie de directorio. En este caso, es posible encontrar sitios con
contenidos actuales y bien organizados; pero también ocurre lo contrario.
Los resultados de buscar directamente en internet las páginas web de las
cooperativas de la muestra se recogen en la Tabla 4. Sólo un 12,5% cuentan con
un sitio propio. Un 10% dispone de contenidos en un servidor ajeno y se
encuentran actualizados. El 32,5% de las cooperativas cuenta con información en
internet en sitios ajenos pero se encuentra desfasada. En el resto de los casos,
o no funciona (10%) o no disponen de páginas web (35%).
Tabla 4. Resultados de la búsqueda del url de las cooperativas de la muestra
Modalidad Frecuencia
Sitio propio 12,5%
Sitio ajeno actualizado 10,0%
Sitio ajeno desfasado 32,5%
Sitio ajeno o propio no funciona 10,0%
Nada 35,0%
Programas Informáticos de Gestión
Todas las empresas con equipos informáticos cuentan con programas de gestión.
Entre las distintas posibilidades para su desarrollo e implantación destaca la
alternativa de acudir a un proveedor especializado que lo desarrolle
específicamente para la empresa (65,7%). La siguiente posibilidad más utilizada
es la adquisición de un producto estándar de mercado (28,6%) que tiene la
ventaja de un menor precio, la rapidez y la consistencia, pero que puede
acarrear el inconveniente de no adaptarse a las particularidades de la empresa.
Finalmente, un pequeño número de cooperativas han optado por desarrollar
internamente el programa de gestión (5,7%), alternativa que conlleva contar con
personal con conocimientos de informática y que tiene la gran ventaja de la
flexibilidad e independencia frente a proveedores externos. En el Gráfico 7 se
muestra esta información junto con la de 1996. Se puede apreciar que el
desarrollo externo disminuye su importancia, ganando protagonismo la adquisición
de productos estándar de mercado.
Gráfico 7. Origen en el desarrollo del programa informático de gestión
Conforme aumenta el nivel de facturación, se aprecia (Tabla 5) un incremento
significativo del desarrollo interno a medida frente a la adquisición de un
producto estándar de mercado. Apenas se producen cambios en la alternativa de un
desarrollo a medida externo que sigue siendo mayoritario.
Tabla 5. Origen del programa informático de gestión según niveles de facturación
(Millones de €) Desarrollado externamente Producto estándar de mercado Dentro de
la empresa
Hasta 3 69,6% 30,4% 0,0%
Entre 3 y 9 72,4% 24,1% 3,4%
Más de 9 69,6% 17,4% 13,0%
Como en 1996, los programas informáticos presentes mayoritariamente son los
básicos de gestión: contabilidad, almacenes y facturación (Gráfico 8). Se
aprecia un incremento en aplicaciones relacionadas con laboral y fiscal, lo que
puede indicar cierta disminución en la subcontratación de estos servicios. A
diferencia de 1996, se ha preguntado por otras aplicaciones más novedosas entre
las que sobresale planificación/producción, presente en casi dos tercios;
trazabilidad, casi en la mitad y, por último, sistemas integrados (ERP) donde un
15,4% de las cooperativas declaran contar con ellos.
Gráfico 8. Aplicaciones presentes en los programas informáticos de gestión
Profundizando en las posibles consecuencias del origen del desarrollo del
software de gestión no se ha encontrado relación con los aspectos que cubre, es
decir, no influye que se haga a medida en las áreas que abarque el programa. Sin
embargo, sí existe relación con el nivel de satisfacción de los equipos y
programas. Sin considerar el caso minoritario de las empresas que han
desarrollado internamente su programa, cabe decir que las empresas con un
software de gestión desarrollado externamente a medida creen que sus equipos y
programas informáticos son más adecuados que aquellas empresas con software
estándar de mercado. El mismo razonamiento cabe aplicar respecto a los sistemas
de información. En las empresas con software desarrollado externamente a medida
existe una mayor satisfacción respecto a la circulación interna de información,
sin embargo, aunque también es mayor no resultan significativas las diferencias
respecto a la posibilidad de detectar problemas con tiempo para reaccionar.
Estos cuatro aspectos fueron medidos a través de una escala Likert de 5 puntos.
En la Tabla 6 se muestran los resultados acompañados de un análisis de la
varianza para confirmar que fueran cambios significativos.
Tabla 6. Satisfacción con el equipamiento informático y sistema de información
según el origen del programa informático de gestión
Variable Desarrollado externamente Estándar de mercado Media F
El equipamiento informático es adecuado para las actuales necesidades de la
empresa 4,13 2,80 3,73 17,220***
Los programas informáticos que se manejan son suficientes para la gestión de la
empresa 4,00 2,90 3,67 9,046***
El sistema de comunicación hace circular la información adecuadamente dentro de
la cooperativa 4,09 3,30 3,85 5,161***
El control interno que se lleva permite descubrir problemas antes de que sea
demasiado tarde 3,91 3,40 3,76 2,347***
***p≤0,01; **p≤0,05; *p≤0,1
5.2.- Análisis de la información de gestión
Un aspecto de indudable importancia en el examen de la gestión de la información
es su finalidad, esto es, la realización de análisis de información para apoyar
la toma de decisiones. La manera de medir estos análisis ha sido considerando la
regularidad con la que se realizan. Las posibilidades son: no se realizan, se
realizan cuando se tiene un problema y, la última, se realiza regularmente. Los
resultados los mostramos en el Gráfico 9.
Cabe destacar el hecho que más del 56% de las cooperativas no realizan estudios
sobre la competencia, mientras que cuando se llevan a cabo se hacen de manera
regular. Posiblemente, cuando no se hacen este tipo de estudios, se trata de
cooperativas que trabajan en un entorno de cierta estabilidad (mercados,
competencia, producto, etc.), cuando no es así, entonces los análisis se hacen
regularmente. Algo parecido ocurre con el análisis sobre las necesidades de los
clientes y el análisis de las desviaciones de los planes, donde hay un
porcentaje mayor de empresas que no lo realizan que aquellas que lo hacen cuando
ocurre un problema. Los estudios sobre el clima social (satisfacción de los
socios) sólo se realizan con periodicidad en un tercio de las cooperativas.
Finalmente, los análisis de información que se hacen alrededor de un 90% de
forma regular son: análisis del balance, análisis de las ventas y análisis de
costes.
Gráfico 9. Frecuencias en la realización de análisis de la información de
gestión
Examinando la realización entre el análisis de la información de gestión y los
aspectos relativos al programa informático utilizado, la principal conclusión es
que apenas existe relación entre ambos. En otras palabras, la realización de
análisis de información de gestión no aprovecha las teóricas capacidades que les
brinda el programa informático de gestión.
En la Tabla 7 se presentan los resultados de examinar la presunta vinculación
entre la valoración del sistema de control interno (en la detección de
problemas) y la realización de los diferentes análisis de información de
gestión. En general, las opiniones sobre la utilidad del sistema de control
interno son mejores conforme aumenta la frecuencia con la que se realizan los
análisis de información de gestión. En concreto, resultan significativas las
diferencias en los análisis de las necesidades de los clientes, del clima social
(satisfacción de socios) y la desviación de los planes. Es decir, en la medida
que se realizan análisis de información de gestión con más frecuencia se
consiguen mejoras en el control interno, permitiendo descubrir problemas antes
que sea demasiado tarde. Por tanto, el empleo de aplicaciones informáticas de
gestión que trasciendan los aspectos transaccionales permitirá mejorar los
análisis de información de gestión y, en definitiva, el sistema de información
de la organización.
Tabla 7. Valoración de la utilidad del control interno en la detección de
problemas según frecuencias en la realización de análisis de información de
gestión
Variable No se hace Cuando se tiene un problema Regular-mente Total F
Análisis de la cifra de ventas 3,5 3,9 3,9 0,384
Estudios sobre la competencia 3,7 4,2 4,1 3,9 1,270
Estudios sobre las necesidades de los clientes 3,5 3,4 4,1 3,9 2,805*
Análisis del balance y cuenta de resultados 3,5 4,0 3,9 3,9 0,195
Estudios sobre el clima socia 3,5 3,7 4,5 3,9 6,140***
Análisis de la desviación de los planes 3,4 4,0 4,1 3,9 2,945*
***p≤0,01; **p≤0,05; *p≤0,1
5.3.- Responsabilidad de los aspectos informáticos
En un porcentaje nada despreciable (9,4%) de cooperativas agrarias no se ocupa
nadie formalmente de los aspectos informáticos. La opción mayoritaria consiste
en subcontratar o confiar en empresas externas las actividades informáticas
(62,5%) y en el caso de realizarse internamente, en todos los casos (28,1%) es
responsable el departamento de Administración.
Para valorar la idoneidad de las alternativas de gestión se ha pedido que
valoren el nivel de satisfacción en la gestión de los aspectos informáticos. En
el análisis no se ha considerado la alternativa donde nadie se ocupa puesto que
no tiene sentido. En la Tabla 8 se puede observar claramente que la existencia
de personas o unidades organizativas encargadas de la gestión informática mejora
significativamente, frente a una completa dependencia externa, la satisfacción
con la gestión de la informática. Resultado éste coherente con el expuesto por
Cragg (2002).
Tabla 8. Satisfacción en la gestión de aspectos informáticos según
responsabilidad de la misma
Satisfacción con la gestión informática Administración Externo Media F
4,11 3,55 3,72 2,958*
***p≤0,01; **p≤0,05; *p≤0,1
6.- CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Asumiendo la contribución de la gestión de la información en la competitividad y
en la mejora de las relaciones de las cooperativas agrarias, en este trabajo se
ha examinado el papel de las tecnologías de la información en la gestión de la
información. Atendiendo a las estadísticas existentes, la primera conclusión que
cabe extraer es la caducidad de la imagen del retraso tecnológico de las
empresas agrarias. Desde el punto de vista del equipamiento tecnológico sus
cifras son incluso mejores que las del resto de empresas en la presencia de PCs,
móviles y conexión a Internet. En cuanto a las aplicaciones informáticas de
gestión, aparentemente tampoco existen diferencias. Sólo en el caso del
aprovechamiento de Internet presentan una situación inferior, existen
diferencias en el modo de conectarse a Internet, la banda ancha es menos
frecuente que en el resto de las empresas; también resulta inferior la presencia
activa en Internet con una página web, así como la realización de trámites
electrónicos.
El equiparamiento tecnológico de las cooperativas agrarias respecto al resto de
las empresas descartaría la existencia de circunstancias específicas que,
tradicionalmente, se han argumentado para explicar su retraso tecnológico. La
problemática y, por tanto, el tratamiento, de las cuestiones relacionadas con el
empleo de tecnologías de la información responderían más bien a cuestiones
relacionadas con el tamaño que con el sector. En este sentido, el estudio de las
innovaciones tecnológicas en pymes es un campo del que se podría aprovechar el
mundo de las cooperativas agrarias. Desde esta perspectiva, el retraso
tecnológico en muchas ocasiones es más bien un problema más relacionado con la
actitud de la dirección que de coste. Otra posible enseñanza aplicable es que
una cosa es el equipamiento o el acceso a determinada tecnología y otra su uso o
aprovechamiento. La situación respecto a Internet confirmaría estas ideas. Las
cooperativas cuentan todas con Internet, sin embargo, su conexión es peor, su
uso es inferior, como también lo es su presencia activa a través de un sitio web.
Resultado, por un lado, de la revisión teórica y de las ideas propuestas y, por
otro lado, de los datos obtenidos procedentes de un estudio longitudinal se
formulan una serie de conclusiones y recomendaciones conducentes a mejorar el
empleo de las tecnologías de la información en las cooperativas agrarias.
Uso de Internet
Existe una relación directa entre la conexión a Internet a través de banda ancha
y su aprovechamiento. La conexión permanente y a gran velocidad permite superar
la fase de experimentación y que las organizaciones identifiquen como Internet
puede satisfacer sus necesidades (bancos, trámites, AA.PP., formación, compras,
acceso a noticias, etc.). Las cooperativas agrarias deberían mejorar su conexión
a internet a través de la banda ancha. Las mejores conexiones deberían ir
acompañadas de esfuerzos sistemáticos para conseguir un mayor aprovechamiento de
lo que hemos denominado la presencia virtual en Internet.
La presencia activa no es muy elevada, el porcentaje de cooperativas agrarias
con sitio web es algo inferior al de las empresas en general. Sin embargo, la
mayor deficiencia reside en su escaso desarrollado. Disponer de un sitio web con
dominio propio es minoritario, la mayor parte de las cooperativas con presencia
en Internet muestran sus contenidos en sitios ajenos (normalmente de
asociaciones) con frecuencia obsoletos. En esta situación difícilmente se puede
orientar el sitio web a canalizar relaciones o transacciones, tanto internas
como externas. Las cooperativas deberían contar con un sitio web gestionadas por
ellas mismas, bien directamente o bien a través de la empresa que lo desarrolle.
Gestión informática y aplicaciones informáticas de gestión
En general, las aplicaciones informáticas de gestión tienen una orientación de
procesamiento de transacciones. No se ha detectado una relación entre la
realización de análisis de información de gestión y el uso del programa
informático de gestión. Esto quiere decir que no se aprovechan los datos y la
capacidad de procesamiento de los programas informáticos para analizar la
información, y de esta manera contar con un verdadero sistema de información que
permita tomar mejores decisiones.
En lo referente a la gestión informática de las cooperativas, en primer lugar se
hará referencia al origen del programa informático de gestión. El desarrollo a
medida externo, frente a programas estándar de mercado, se presenta como la
opción más adecuada para el desarrollo del programa de gestión puesto que lleva
asociada una satisfacción mayor en cuanto al aprovechamiento de equipos y
programas, así como la circulación interna de la información. Aun así, se
observa un creciente, aunque todavía minoritario, recurso a los programas
estándar de mercado. Otro indicador de la gestión informática hace referencia a
quién se encarga de la gestión de la informática. De forma preocupante, en un
10% de las cooperativas nadie se ocupa de estas cuestiones. La existencia de
personas o unidades organizativas -dentro de la cooperativa- encargadas de la
gestión informática mejora significativamente, frente a una completa dependencia
externa, la satisfacción con la gestión de la informática.
Por tanto, disponer de alguna persona con ciertos conocimientos informáticos
resulta especialmente provechoso. Esta persona serviría de nexo con la empresa
proveedora de servicios informáticos para plantear las necesidades de la
cooperativa. Además, se podría encargar del mantenimiento del sitio web así como
una labor activa en la exploración y determinación de los usos de Internet más
provechosos.
En definitiva, el empleo de tecnologías de la información en las cooperativas
agrarias ha experimentado un importante avance en los últimos años que les ha
permitido equipararse al resto de las empresas. Una vez conseguido el acceso a
equipos y programas informáticos, el próximo paso consiste en conseguir el
máximo aprovechamiento. La presencia activa en Internet a través de una página
web propia serviría de canal para fomentar las relaciones que mantiene la
cooperativa. En lo referente a las aplicaciones informáticas de gestión, una vez
cubiertos los aspectos puramente transaccionales, el objetivo debe ser
contribuir al establecimiento de un verdadero sistema de información que permita
detectar los problemas y que apoye las decisiones a través del análisis de la
información.
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