M. Pilar Flores Asenjo: Pflores@pdi.ucam.edu
M. Concepción Parra Meroño: MCParra@pdi.ucam.edu
Universidad Católica San Antonio de Murcia.
Introducción.
El turismo sostenible puede contribuir al desarrollo económico, social y
ecológico de los lugares de destino. Sin embargo, hay que tener presente que el
turismo puede suponer graves efectos negativos sobre el medio, natural o social,
por lo que se hace necesario realizar una adecuada planificación de la
actividad.
Al intentar establecer indicadores de capacidad de carga del turismo en la
Región de Murcia, comarca en grave peligro por la sobreexplotación turística y
deterioro del medio, destacamos la necesidad de desarrollar los indicadores
sociales, como escalas de medidas de satisfacción, que permitan una mejor
gestión de los recursos.
Turismo y Desarrollo
Pulsando aquí
puede solicitar que le enviemos el Informe Completo y Actas Oficiales en CD-ROM Si usted participó en este Encuentro, le enviaremos a la vez su certificado en papel oficial. Vea aquí los resúmenes de otros Encuentros Internacionales como éste VEA AQUÍ LOS PRÓXIMOS ENCUENTROS CONVOCADOS
|
El impacto ambiental del turismo sobre el medio ambiente.
EL turismo sostenible puede ser definido como aquel que logra satisfacer las
necesidades de los actuales turistas sin comprometer las necesidades de las
generaciones futuras. Por tanto, la actividad turística debe responsabilizarse
de preservar el entorno, económico, social, ecológico y cultural. De otro modo,
Hunter y Green (1995) definen el turismo sostenible como un modelo de desarrollo
económico concebido para mejorar la calidad de vida de la comunidad receptora,
facilitar al visitante una experiencia de alta calidad del medio ambiente del
que tanto la comunidad anfitriona como los visitantes dependen. Esto supone un
desarrollo turístico con base en el beneficio de los residentes, que minimice
los impactos sociales y culturales negativos, que optimice el beneficio
económico minimizando el impacto medioambiental, a través de una adecuada
planificación y gestión de visitantes, en la que participe toda la comunidad
local (Choi y Sirakaya, 2005).
La Organización Mundial de Turismo (OMT) insta a todas las instituciones,
públicas y privadas a adoptar 18 principios y objetivos para lograr un
desarrollo turístico sostenible (Cuadro 1), y uno de ellos hace referencia a las
cargas soportadas (y su medición).
Cuadro 1. Principios de la declaración de Lanzarote
1. El desarrollo turístico ha de ser soportable ecológicamente a largo plazo,
viable económicamente y equitativo ética y socialmente para las comunidades
locales.
2. El turismo tendrá que integrarse en el entorno natural, cultural y humano,
debiendo respetar los frágiles equilibrios que caracterizan a muchos destinos
turísticos
3 La actividad turística deberá considerar los efectos sobre el patrimonio
cultural y los elementos, actividades y dinámicas tradicionales de las
comunidades locales.
4 La contribución activa del turismo al desarrollo sostenible presupone la
solidaridad, el respeto mutuo y la participación de todos los actores implicados
en el proceso.
5 La conservación, la protección y la puesta en valor del patrimonio natural y
cultural, creando y desarrollando instrumentos de planificación y de gestión
integrados.
6 Fijar como objetivos prioritarios en la formulación de las estrategias y
proyectos turísticos los criterios de calidad orientados a la preservación del
destino turístico y a la capacidad de satisfacción del turista.
7 El turismo debe asentarse sobre la diversidad de oportunidades ofrecida por la
economía local contribuyendo a su desarrollo económico.
8 El desarrollo turístico debe repercutir de forma efectiva en la mejora de la
calidad de vida de la población e incidir en el enriquecimiento sociocultural de
cada destino.
9 Las instituciones, públicas y privadas, deben acometer acciones orientadas a
la planificación integrada del turismo como contribución al desarrollo
sostenible.
10 Impulsar medidas que permitan un reparto más equitativo de los beneficios y
cargas producidos por el turismo.
11 Las zonas vulnerables desde el punto de vista ambiental y cultural, deberán
ser prioritarias en la planificación de la ayuda financiera y cooperación
técnica al desarrollo turístico sostenible.
12 La promoción de turismo alternativo coherente con el desarrollo sostenible y
la diversificación de los productos turísticos constituyen una garantía de
estabilidad a medio y largo plazo.
13 Las instituciones, públicas y privadas, deben impulsar y participar en la
creación de redes abiertas de investigación, difusión, información y
transferencia de conocimientos en materia de turismo y tecnologías turísticas
ambientalmente sostenibles.
14 La política turística sostenible debe apoyar y promocionar sistemas de
gestión turística ambientalmente compatibles, de estudios de viabilidad que
permitan la transformación del sector, así como la puesta en marcha de proyectos
de demostración y programas de cooperación internacional.
15 Todos los actores del turismo deben diseñar los marcos específicos de
acciones positivas y preventivas que garanticen un desarrollo turístico
sostenible
16 Prestar especial atención al papel del transporte y sus efectos sobre el
medio ambiente, así como a la reducción del uso de las energías y recursos no
renovables, fomentando el reciclaje y la minimización de residuos.
17 Poner en práctica códigos de conducta que favorezcan la sosteniblidad.
18 Poner en práctica todas la medidas necesarias para sensibilizar e informar a
todas las partes implicadas en la industria del turismo, sobre el contenido y
los objetivos de la Conferencia de Lanzarote.
Fuente: OMT; Carta del Turismo Sostenible (1995).
Para ello desarrolló un conjunto de indicadores de turismo sostenible aceptado
internacionalmente que ayudasen en el proceso de tomas de decisiones y
planificación. Se identificaron 11 indicadores básicos que pueden ser utilizados
para comparar la sostenibilidad entre destinos (Manning et al, 1996):
1. Sistemas de protección local o categoría de protección de acuerdo con el
índice del UICN.
2. Presión o número de turistas por año y mes de temporada alta.
3. Intensidad de uso medido por turista por hectárea.
4. Impacto social o ratio de turistas sobre población residente (en temporada
alta y de media)
5. Control del desarrollo o existencia de un proceso de revisión de impactos
ambientales
6. Gestión de residuos o porcentaje de residuos tratados
7. Proceso de planificación o existencia de un plan regional de turismo
8. Ecosistemas críticos o número de especies en peligro
9. Satisfacción del consumidor o nivel de satisfacción de los visitantes
10. Satisfacción de los residentes o nivel de satisfacción local
11. Contribución del turismo a la economía local o proporción de la actividad
económica total generada por el turismo.
A su vez, estos indicadores formarán índices compuestos de capacidad de carga,
nivel de impacto y nivel de atracción turístico (OMT, 1997) que habrán de
adaptarse a las condiciones específicas de las áreas de aplicación (NRC, 1999;
Potts y Harril, 1998; Stankey, 1999; Hunter, 1997), pues es necesario que
reflejen el contexto espacial y temporal de la localidad estudiada. Así, pueden
desarrollarse indicadores específicos para cada uno de los objetivos:
• Objetivos medioambientales: Suelo y recursos forestales (participación en
programas de conservación y número de turistas en áreas protegidas), costa y
recursos marinos (participación en programas de conservación y tipo de
actividades marítimas y número de turistas implicados), residuos y polución
(métodos adoptados para la gestión de residuos, número de hoteles con
tratamiento de residuos y reciclaje), agua (calidad y volumen de utilización).
• Objetivos económicos: Desarrollo rural (empleo y creación de actividades
complementarias a las agrarias), desarrollo económico (creación de empresas
turísticas y Producto Interior Bruto generado por el sector).
• Sociedad y cultura: Educación y formación (programas formativos específicos y
grado de especialización), participación en eventos culturales, ferias y
patrimonio cultural (tipología y número de visitas).
• Política turística: Instalaciones turísticas (nivel o calidad de las
capacidades), nivel de planificación, políticas medioambientales aplicadas,
proyectos llevados a cabo y evaluados.
El desarrollo sostenible del turismo, por tanto, va indisolublemente ligado al
concepto de capacidad de carga o capacidad turística o capacidad de acogida. Se
refiere al uso máximo que puede hacerse de un lugar sin deteriorar sus recursos,
reducir los niveles de satisfacción de los turistas o generar impactos negativos
sobre la sociedad, la economía o la cultura local (Díaz Gispert, 2005).
Existen tres tipos de capacidad de carga (OMT, 1999): Ecológica, paisajística y
perceptual. La carga ecológica se refiere a la cuantificación de la intensidad
de uso, la paisajística alude a la capacidad de absorción de presencia de
visitantes por un paisaje. Según Bosch et al (1998, p. 14): “No basta la calidad
del producto o servicio turístico en sentido estricto; hay que añadir la calidad
medioambiental para conseguir la satisfacción del cliente y su fidelización”.
Por otra parte, la carga perceptual, se conceptúa como el límite de tolerancia
psicológica a la presencia de visitantes, tanto por parte de los residentes en
el lugar como por el de los visitantes. Bosch et al (1998) hacen notar que las
encuestas confirman que la calidad del medio ambiente se encuentra entre las
primeras variables consideradas por el turista para elegir y valorar un destino
turístico. Pero, además, la receptividad de los residentes tanto a los
visitantes como al desarrollo turístico juega un importante papel en la
atracción y satisfacción de los turistas (Davis et al, 1988; Cooke, 1982); y
esta, a su vez, supone la viabilidad económica a largo plazo del turismo local (Swarbrooke,
1999).
La presión sobre los recursos naturales y el medio ambiente queda recogida en la
generalización del uso del concepto de “sostenibilidad” del turismo y la
capacidad de carga, o número máximo de personas que pueden visitar un destino
turístico al mismo tiempo sin poner en peligro el medio físico, económico o
sociocultural y causar la disminución en el nivel de satisfacción de los
visitantes (OMT, 1999).
Aunque en la actualidad no existe un método definido para establecer esta
capacidad de carga (Vera Rebollo, F. et al, 2000), sí existen indicadores o
magnitudes que aportan información sobre la presión ejercida sobre el medio
ambiente y la efectividad de las respuestas proporcionadas. Los Sistemas de
Información Geográfica pueden ser un buen instrumento para el estudio de la
capacidad de carga, pues permiten localizar los diferentes recursos y los
distintos grados de sensibilidad geográficamente (Mora et al, 2001).
A la hora de establecer la capacidad de carga actual y futura de una determinada
área turística se pueden realizar estimaciones sobre la carga de las
infraestructuras (alojamientos, recursos hídricos y saneamiento, carreteras e
infraestructuras de comunicación, etc.) y sobre la carga social percibida
(saturación o masificación percibida por el turista), a través de indicadores de
presión, estado y respuesta. Los indicadores de presión describen presiones
directas e indirectas sobre el medio ambiente. Los de estado se refieren a la
cantidad y a la calidad de los recursos en un momento dado. Finalmente, los de
respuesta aluden al grado de esfuerzo en inversiones para atenuar las presiones
y su eficiencia.
Nuestra propuesta de indicadores pone especial énfasis en las cargas de
infraestructuras, especialmente las relacionadas con temas del agua (por su gran
incidencia en la región), y la carga social percibida, pues esta última puede
resultar de gran valor a la hora de establecer relaciones entre el marketing
turístico y el turismo sostenible.
Cuadro 2. Estimación de la capacidad de carga del turismo
1) Estimación de carga de infraestructuras:
Información y métodos de medida: Indicadores:
1.1. Infraestructuras de alojamiento actual y planificado público, privado y
residentes locales. Viviendas actuales + viviendas planeadas + plazas hoteleras
+ previsiones de crecimiento = capacidad de alojamiento total (para la población
residente y turística).
Capacidad de servicio:
Nº de cafeterías y restaurantes.
Nº de plazas de aparcamiento público y privado/ licencias de circulación.
Nº de farmacias y centros de salud.
Nº de centros comerciales y oficinas bancarias.
1.2. Estructura territorial y usos del suelo. Situaciones de riesgo. Porcentaje
de suelo natural o superficie natural por visitante.
Porcentaje de suelo para usos antrópicos.
Suelo expuesto a riesgos de inundación: caudal máximo, altura máxima del agua y
frecuencia de inundaciones; ocupación de cauces y avenidas.
1.3. Recursos e infraestructuras hídricas
Régimen de precipitaciones y configuración física de las cuencas hidrográficas.
Cuantificación de los recursos disponibles y potenciales.
Utilización de los recursos: consumo de agua total y medio por habitante a
partir de los modelos de consumo de la zona.
Relación de los recursos disponibles y el consumo medio para establecer la
capacidad. Indicadores de Estado:
Balance hídrico: relación entre volúmenes disponibles y uso.
Disponibilidad de recursos de agua: cantidad de precipitación anual recibida en
relación a la ETP (evapotranspiración potencial).
Estado de los acuíferos y otras fuentes de origen.
Grado de cumplimiento de las normativas.
Indicadores de Presión:
Evolución demográfica.
Evolución del consumo total de agua (metros cúbicos/año).
Estacionalidad del consumo (relación entre el máximo y mínimo consumo).
Consumo medio en litros/habitante/día.
Procedencia del agua.
Indicadores de Respuesta:
Evolución de la capacidad de los depósitos y previsiones.
Porcentaje de aguas depuradas sobre el total.
Tasa de reducción de pérdidas en las conducciones (Relación entre el agua
suministrada y la registrada en los contadores).
Grado de introducción de las tecnologías de ahorro.
Nivel de inversión pública y privada en tecnologías de gestión.
1.4. Infraestructuras de saneamiento
Capacidad de cada una de las estaciones de tratamiento de aguas residuales.
Cuantificación del volumen de agua residual. Población con y sin tratamiento de
aguas residuales.
Grado de depuración de aguas residuales.
Aprovechamiento de las aguas depuradas.
Capacidad de tratamiento del agua reciclada actual y futura (hectómetro
cúbico/año y litro/habitante/día).
1.5. Infraestructuras de comunicaciones terrestres: carreteras. Número de
vehículos en una zona concreta a la hora.
…
…
2. Capacidad de carga social percibida.
Percepción de problemas ambientales. Respuesta ante variaciones en las tarifas e
agua y energía.
Valoración de la gestión de abastecimientos.
Fuentes renovables de energía/ fuentes no renovables.
Importancia que da la población a la conservación (encuesta).
Índice de participación en programas de conservación.
Porcentaje de gatos en educación ambiental.
Porcentaje de participación en formación ambiental.
Percepción de costes sociales y beneficios económicos. Cantidad de empleos
generados por la actividad.
Relación coste/beneficio de las principales atracciones turísticas.
Participación de la actividad turística en la recaudación impositiva.
Maximización de la participación de la comunidad local. Nº de negocios
turísticos locales/nº total de negocios turísticos.
Actividades turísticas y de conservación locales/ actividades totales.
Planes locales y regionales de desarrollo turístico.
Percepción de saturación/masificación.
* ESCALAS Encuesta sobre percepción-satisfacción.
Nº de visitantes/plazas hoteleras/bares y restaurantes.
Satisfacción calidad/precio y porcentaje de visitas repetidas.
Fuente: Elaboración propia.
Aplicación a la costa murciana.
En el estudio de las infraestructuras de alojamiento, utilizamos como variables
el grado de densidad de población de los municipios, el número de viviendas
libres y secundarias construidas y la distribución del porcentaje de plazas de
hotel. Con este análisis se pretende conocer aquellas comarcas con mayor
utilización turística, principalmente de segunda residencia (mayor consumidora
del recurso agua).
La distribución de la variable densidad se caracteriza por una gran variabilidad
(recorrido intercuartílico) y asimetría positiva (media superior a la mediana).
Las comarcas más densamente pobladas son: Huerta de Murcia, Campo de Cartagena,
Vega Media del Segura y Mar Menor. Tanto en la Huerta de Murcia como en el Mar
Menor se producen grandes diferencias de densidad entre los municipios; mientras
que en Campo de Cartagena y Vega Media del Segura la distribución de la densidad
es más simétrica.
Hay que destacar, además, el valor extremo del municipio de Alcantarilla
perteneciente a la Huerta de Murcia, causante en gran parte del alto valor de la
media de densidad de la comarca (Gráfico 1).
Gráfico 1. Distribución de la densidad de población de los municipios de la R.
de Murcia.
Existe gran cantidad de valores extremos en la distribución de la variable
“Vivienda Libre” que provoca una alta variabilidad en su distribución por
comarcas. Atendiendo al valor de la mediana, Mar Menor y Alto Guadalentín son
las que mayor número de viviendas libres aportan a la Región de Murcia; Huerta
de Murcia y Cartagena tienen una gran variabilidad (recorrido intercuartílico),
pues las viviendas se concentran sólo en los grandes municipios (Murcia y
Cartagena). En el Bajo Guadalentín, el turístico municipio del litoral,
Mazarrón, aparece como valor extremo de la comarca y de la región (Gráfico 2).
Gráfico 2. Distribución del número de viviendas libres de la R. de Murcia.
Son dos municipios de costa característicos del turismo de sol y playa los que
aparecen como valor extremo (San Javier) y outlier (Mazarrón) de la Región de
Murcia en la distribución de la variable “Vivienda Secundaria”, lo que apoya la
hipótesis de un turismo de segunda residencia. Los mayores valores (primer
cuartil y mediana) de la variable los encontramos en la turística comarca del
Mar Menor, aunque también es importante el número de viviendas de segunda
residencia en Campo de Cartagena y el Altiplano (Gráfico 3).
Gráfico 3. Distribución del número de viviendas secundarias de la R. de Murcia.
La distribución de la variable “Plazas de Hotel” (Gráfico 4) se caracteriza por
una extrema variabilidad y asimetría positiva en las comarcas de la Huerta de
Murcia y Campo de Cartagena, pues las plazas se concentran en las grandes
ciudades (Murcia y Cartagena) por su oferta cultural y de negocios. La comarca
del Mar Menor (sobre todo San Javier), que recoge gran parte del turismo de sol
y playa, es la que mayor número de plazas oferta (mayor mediana y distribución
simétrica). También son importantes el municipio de Mazarrón del Bajo
Guadalentín (turismo de playa) y Archena del Valle de Ricote (turismo de salud).
Gráfico 4. Distribución de las plazas de hotel de la R. de Murcia.
Para el estudio de la estructura territorial y usos del suelo, utilizaremos el
análisis de la distribución de superficie agraria. Comprobaremos que la comarca
del Mar Menor, que concentraba gran parte del turismo de sol y playa segunda
residencia, también es una de las que mayor uso agrario.
La Región de Murcia es principalmente leñosa y son las comarcas de la Vega Media
del Segura, Río Mula y Altiplano las que más hectáreas dedican a estos cultivos,
aunque también son importantes el municipio de Villanueva del Segura del Valle
de Ricote y Librilla del Bajo Guadalentín (Gráfico 5).
Gráfico 5. Distribución de la superficie de leñosos en la R. de Murcia.
La producción de herbáceos (Gráfico 6) se concentra en la comarca del Mar Menor
(principalmente en Torre Pacheco).
Gráfico 6. Distribución de la superficie de herbáceos en la R. de Murcia.
El área dedicada a invernadero (Gráfico 7) se concentra, también, en la comarca
del Mar Menor (dedicada al cultivo de herbáceos y con riego localizado); y los
municipios de Águilas y Mazarrón del Alto y Bajo Guadalentín, respectivamente.
Gráfico 7. Distribución de la superficie de invernaderos en la R. de Murcia.
Y, como es lógico, el suelo no agrario (Gráfico 8) destaca en las comarcas con
grandes urbes (Huerta de Murcia) y turísticas (Mar Menor):
Gráfico 8. Distribución de la superficie no agraria en la R. de Murcia.
Para corroborar la importancia agraria de la comarca del Mar Menor, que
competiría con el uso urbano-turístico, se han utilizado como variables a
analizar: la distribución de empresarios agrarios y altas en la Seguridad Social
Agraria.
La Región de Murcia sigue siendo una comunidad agrícola, y así lo demuestra el
alto número de empresarios agrarios. Destacan en este sentido la comarca del Mar
Menor y el municipio de Ricote (Gráfico 9).
Gráfico 9. Distribución del número de empresarios agrarios en la R. de Murcia.
Gráfico 10. Distribución del número de altas en la S.S. agraria en la R. de
Murcia.
El elevado número de altas en la seguridad social por trabajos agrícolas
(Gráfico 10) en el Mar Menor confirma la importancia agraria de esta comarca.
Si a esta presión ejercida por el uso agrario del agua le sumamos la ejercida
por su actividad turística, con predominio de las Viviendas de Potencial
utilización Turística y mayor consumidora del recurso (Gráfico 11), podemos
concluir que debe existir una gran competencia entre los distintos usos del
agua.
Fuente: Deloitte y Exceltur a partir de datos de IECCAA, INE y MFOM.
La comarca del Mar Menor soporta una gran presión del turismo de sol y playa
(alto índice de densidad de población, viviendas libres, segundas residencias y
plazas de hotel) que ha de competir por el agua dedicada a la agricultura de
herbáceos y agricultura intensiva. Por tanto, debe de existir un indicador de
respuesta de las estructuras hídricas que verifique la situación expuesta. El
estudio de la distribución del uso de riego localizado, como método de ahorro de
agua en el uso agrario, demuestra que la comarca del Mar Menor es la que más
hectáreas concentra como respuesta a su especial situación.
El área de riego localizado (Gráfico 12) coincide con las tierras dedicadas a
herbáceos: Torre Pacheco, San Javier y San Pedro del Pinatar, pertenecientes a
la comarca del Mar Menor; aunque hay una excepción, el municipio de Librilla del
Bajo Guadalentín dedicado principalmente al cultivo leñoso.
Gráfico 12. Distribución de la superficie de riego localizado en la R. de
Murcia.
Atendiendo a la superficie de riego localizado dedicado al cultivo de herbáceos
y leñosos (Gráfico 3.41), cabe destacar el cultivo de cítricos en Murcia, el
cultivo de herbáceos de Lorca (lechuga) y el leñoso de Cieza (melocotón,
albaricoques).
Gráfico 13. Distribución de la superficie de riego localizado según el tipo de
cultivo en la R. Murcia.
Si construimos una variable que recoja el nivel urbano (densidad+viviendas
libres+viviendas secundarias+plazas de hotel) y agrario (porcentaje de tierras
cultivadas+porcentaje de regadíos+superficie de riego localizado+ empresa
agraria) de los distintos municipios, observamos que en la comarca del Mar Menor
y la Vega Media del Segura se encuentran las mayores posibilidades de
competencia urbana y agraria del recurso agua (Gráfico 14).
Gráfico 14. Dispersión en función del nivel urbano y agrario de los municipios.
Atendiendo sólo a las variables de carácter urbano-turístico (es decir,
eliminando la variable densidad de población) se aprecian ciertas diferencias,
aunque la comarca del Mar Menor sigue como área de mayor presión sobre la
capacidad de carga en las infraestructuras hídricas (Gráfico 15).
Gráfico 15. Dispersión en función del nivel urbano-turístico y agrario de los
municipios.
Conclusiones.
El sector turístico necesita de todas las herramientas del desarrollo
sostenible: nuevas tecnologías, cambios en el comportamiento social, nuevas
leyes ambientales, herramientas corporativas de gestión ambiental, mejor
planificación y procedimientos de control de desarrollo (Machín Hernández 2006).
También es necesario el desarrollo de instrumentos de medida de capacidad de
carga del turismo para poder conseguir un desarrollo turístico sostenible.
Además, se percibe como clave, la implicación del consumidor turístico en la
protección del medio, natural y social, al igual que los distintos agentes que
intervienen en la actividad (residentes, empresas e instituciones públicas).
Desde el marketing somos responsables de informar a los turistas de su
responsabilidad con el desarrollo sostenible y de los beneficios del mismo, así
como establecer escalas de media sobre satisfacción del turista que permitan
adecuar los recursos y realizar una mejor planificación de la actividad.
Futuras líneas de investigación.
Es necesaria la construcción de escalas de medida de satisfacción del turista,
la divulgación al turista del turismo sostenible y su implicación en el mismo,
al igual que la medición de la respuesta de los residentes, empresarios e
instituciones públicas al turismo sostenible.
Bibliografía.
Blázquez, M., Murray, I. y Garau, J. (2001). Indicadores de sostenibilidad del
turismo de las Islas Baleares. En Rodríguez Gutiérrez, F. (Coord.), Actas del
XVII Congreso de Geógrafos Españoles; pp. 265-268. Oviedo: AGE, GEA, CeCodet y
Departamento de Geografía de la Universidad de Oviedo.
Bosch, R; Pujol, Ll; Serra, J. y Vallespinós, F. (1998): Turismo y medio
ambiente. Ed. Centro de Estudios Ramón Areces; Madrid.
Butler, R.W. (1999): “Sustainable tourism: a state of the art review”. Tourism
Geographies 1; pp. 7-25.
Ceron, JP y Dubois, G. (2003): “Tourism and sustainable development indicators:
the gap between theoretical demands and practical achievements”. Current Issues
in Tourism 6(1); pp. 54-75
Choi, H.C. y Sirakaya, E. (2005): “Measuring residents´attitude toward
sustainable tourism: development of sustainable tourism attitude scale”. Journal
of Travel Research 43(5); pp. 380-394.
Cooke, K. (1982): “Guidelines for socially appropriate tourism development in
British Columbia”. Journal of Travel Research 21(1); pp. 22-28.
Davis, D.; Allen, J. y Cosenza, R.M. (1988): “Segmenting local residents by
their attitudes, interest and opinions towards tourism”. Journal of Travel
Research 27(2); pp. 2-8.
Deloitte y Exceltur (2005): “Impactos sobre el entorno, la economía y el empleo
de los distintos modelos de desarrollo turístico del litoral mediterráneo
español, Baleares y Canarias. Resumen ejecutivo”.
http://www.exceltur.org/excel01/contenido/portal/encuentro/Sumario_residencial_completo.pdf
(05/06).
Díaz Gispert, L.I. (2005): “Turismo sostenible: un reto del nuevo milenio”. http://www.monografias.com/trabajos17/turismo-sostenible/turismo-sostenible.shtml
(09/06).
Font Aranda, M. (2005): Acerca del turismo de naturaleza. Disponible en http://www.monografias.com/trabajos37/turismo-naturaleza/turismo-naturaleza.html
(09/06).
Hunter, C.J. (1997): “Sustainable tourism as an adaptive paradigm” Annals of
Tourism Research 24(2); pp. 850-867.
Hunter, C.J. y Green, H. (1995): Tourism and the Environment. Routledge. Londres
y Nueva York.
Juárez Sánchez Rubio, C.J. (2004): “Sistemas de indicadores de sostenibilidad y
desarrollo turístico. Aplicación a la comarca del Bajo Segura”. Investigaciones
Geográficas, n.33; pp.17-38.
Llull Gilet, A. (2004): “Los impactos medioambientales de la actividad
turística” Revista Interdisciplinar de Gestión Ambiental (diciembre); pp. 3-12.
Machín Hernández, M.A. (2006): “Consideraciones teórico- metodológicas sobre el
turismo como factor del desarrollo económico. El turismo de naturaleza”.
Disponible en http://www.monografias.com/trabajos31/turismo/turismo.html
(09/06).
Manning, E.W.; Clifford, G.; Dougherty, D.; Ernst, M. (1996): What managers need
to know: A practical guide to the development and use of indicators of
sustainable tourism. World Tourism Organisation, Madrid.
Monfort Mir, V. (1999): Competitividad y factores críticos de éxito en los
destinos turísticos mediterráneos: Benidorm y Peñíscola. Tesis Doctoral.
Universidad de Valencia.
Mora, A.; Duch, M.J.; Córdoba, J.L. (2001): “El desarrollo del turismo en el
Parque Natural del Alto Tajo” Cuadernos de Turismo, 7; pp. 111-130.
National Research Council (NRC). Panel de Desarrollo Sostenible (1999): Our
common journey. A transition toward sustainability. National Academic Press.
Washington, D.C. http://books.nap.edu./books/0309067839/htlm/index.htlm (12/02).
OMT (1995): Carta del Turismo Sostenible. Lanzarote. OMT.
OMT (1997): Agenda 21 for the travel and tourism industry: Towadrs
environmentally sustainable development. OMT, Madrid.
OMT (1999): Desarrollo turístico sostenible. Guía para planificadores locales,
OMT: Madrid. Edición para América Latina y Caribe.
Potts, T.D. y Harril, R. (1998): “Enhancing communities for sustainability: a
travel ecology approach”. Tourism Analysis 3; pp. 133-142.
Simpson, K. (2001): “Strategic planning and community involvement as
contributors to sustainable tourism development”. Current Issues in Tourism,
4(1); pp. 3-41.
Sirakaya, E.; Jamal, T.B., Choi, H.S. (2001): Developing indicators for
destination sustainability. The encyclopaedia of Ecotourism. CAB International;
pp. 411-431.
Stankey, G.H. (1999): “The recreation opportunity spectrum and the limits of
acceptable change planning systems: A review of experiences and lessons”. En:
Ecosystem management: adaptive strategies for natural resource organizations in
the XXIst century; de Conover, B. y Field, D. (eds.). Editorial Taylor and
Francis; pp. 173-188.
Swarbrooke, J. (1999): Sustainable Tourism Management. CAB International;
Wallingford, UK.
Twining-Ward, L. Y Butler, R. (2002): “Implementing STD on a small island:
development and use of sustainable tourism development indicators in Samoa”
Journal of Sustainable Tourism, 10(5); pp. 363-387.
Vera Rebollo, F. e Ivars Baidal, J.A. (2000): Una propuesta de indicadores para
la planificación y gestión del turismo sostenible. Comunicación del Congreso
Nacional de Medio Ambiente.
Vera Rebollo, J.F. e Ivars Baidal, J.A. (2002): “Turismo, territorio y
desarrollo regional en la Comunidad Valenciana”. En Ordenación y gestión del
territorio turístico, Fundación Cañada Blanch, Ed. Tirant lo Blanch, Valencia,
pp. 152-189.
Pulsando aquí puede solicitar que
le enviemos el
Informe Completo en CD-ROM |
Los EVEntos están organizados por el grupo eumed●net de la Universidad de Málaga con el fin de fomentar la crítica de la ciencia económica y la participación creativa más abierta de académicos de España y Latinoamérica.
La organización de estos EVEntos no tiene fines de lucro. Los beneficios (si los hubiere) se destinarán al mantenimiento y desarrollo del sitio web EMVI.
Ver también Cómo colaborar con este sitio web