Alberto Prieto Rodríguez
Resumen:
El texto analiza la actual situación a la que se enfrenta la industria
turística gallega ante la implantación de modelos típicos de áreas de sol y
playa y sobre todo, ante la masificación constructiva que está sufriendo el
litoral. Como alternativa se presenta la posibilidad de construir una pequeña
industria turística basada en el surf, de tal manera que junto con otros
factores (cultura, gastronomía, naturaleza) se desarrolle un modelo sostenible a
largo plazo, medioambientalmente viable y, desde luego, económicamente rentable,
tal y como ya sucede en otras zonas de características similares como el Pais
Vasco o Las Landas francesas.
Turismo y Desarrollo
Pulsando aquí
puede solicitar que le enviemos el Informe Completo y Actas Oficiales en CD-ROM Si usted participó en este Encuentro, le enviaremos a la vez su certificado en papel oficial. Vea aquí los resúmenes de otros Encuentros Internacionales como éste VEA AQUÍ LOS PRÓXIMOS ENCUENTROS CONVOCADOS
|
En el lugar en el que yo vivo, en el que trabajo y desde donde escribo, mucha
gente, cada vez más, depende económicamente del turismo. Hoy, esos miles de
personas miran al cielo preocupadas porque apenas quedan unos días para el
comienzo del verano “oficial” y no deja de llover. Llueve con fuerza desde hace
un par de semanas, sopla el viento del sur, y el mar está revuelto y oscuro, y
ninguna de esas tres cosas es buena para que el día 1 de Julio lleguen a
Galicia, cientos de miles de personas en busca de unas semanas de descanso y
playa.
Cuando yo era niño, los veranos eran cortos y templados. Casi siempre, alcanzada
la mitad del mes de agosto, las nieblas llegaban del océano y los pocos
veraneantes y turistas que había, emprendían la marcha de vuelta a sus hogares.
Al menos así lo recuerdo. Sin embargo, en las ultimas dos décadas, un lugar tan
improbable para convertirse en un destino turístico de sol y playa como Galicia,
una de las zonas más lluviosas de Europa, sometida a temporales y borrascas
atlánticas casi continuas durante nueve de los doce meses, ha comenzado a
transformar su geografía turística en algo muy parecido al aspecto de otros
lugares como la costa mediterránea y andaluza, lugares en los que el sol se
mantiene en lo alto buena parte del año, el mar supera los 20º C y la
temperatura ambiente se encuentra normalmente por encima de los 30ºC en el
verano. Ninguna de estas tres circunstancias es habitual en la costa gallega, el
área de la Comunidad Autónoma en la que se asienta la mayor parte de la
población, y en el aspecto que nos ocupa, el área en la que se asienta el grueso
de la industria turística.
Si uno pregunta en la calle, a sus vecinos o amigos, es muy probable que reciba
como respuesta una frase del estilo: “el tiempo de ahora ya no es como el de
antes”, “llueve mucho menos que hace años”, etc, y querámoslo o no, en el
trasfondo de todas estas opiniones, el cambio climático aparecerá como clave
explicativa de todo. El clima ha cambiado, ¿Seguro que lo ha hecho?, y si es
así, ¿Cómo es posible que ahora mismo, en el final del mes de Junio, el mes
estadísticamente más caluroso en el noroeste de la península ibérica, esté
lloviendo y que el fantasma de la cancelación de reservas deambule ya a estas
alturas por las recepción de cientos de hoteles?
Tal vez, como parece más probable, el clima no haya cambiado tanto como nosotros
creemos. Tal vez Galicia siga siendo un lugar mas parecido, en términos
climáticos y turísticos, a Escocia que a Cancún o a Gandía, y tal vez, la causa
de que ahora miles de personas miren al cielo y de reojo a su cuenta corriente
sea que hemos elegido mal el modelo turístico que deseamos para nuestra tierra,
y ahora, la realidad climática tenga el mal gusto de arruinarnos el plan.
España es una de las primeras potencias turística del mundo. Nuestro pais es el
segundo destino turístico del planeta, solo superado por Francia. Según el
Instituto Nacional de Estadística , España recibió en el año 2006 alrededor de
60 millones de turistas procedentes de todas partes del mundo. Si a ellos les
sumamos los turistas nacionales, nos encontramos con que 90 millones de personas
recorrieron el pais en busca de descanso, ocio, diversión, aventura,
gastronomía, o cultura. Las previsiones a medio plazo son buenas, y a pesar de
la aparición de nuevos competidores turísticos, como los países de los Balcanes
y por supuesto la inevitable China, España seguirá ocupando puestos de honor en
las listas de líderes turísticos del mundo en los próximos años. Todos estos
datos convierten al sector turístico en esencial para el PIB español. Alrededor
de dos millones y medio de personas empleadas en esta actividad, y 48.227
millones de euros gastados por turistas extranjeros en el años 2006 son solo
algunos datos que dan una visión aproximada de las dimensiones de la industria
turística española, dimensiones que son de todo el mundo conocidas.
Hace apenas 10 años, Galicia solo recibía un pequeño porcentaje de los turistas
que visitaban España. Se trataba de un destino secundario, con unas cifras
situadas muy lejos de los datos de las zonas del este y el sur de España, y
aunque hoy, Cataluña, Andalucía, Valencia o Mallorca continúan mandando el
mercado turístico español, Galicia ha conseguido, en esta última década, mejorar
sus números. Por ejemplo, en el año 2006, la Comunidad Autónoma recibió
1.300.000 visitantes internacionales; visitantes que realizaron un gasto en
torno a los 851 millones de euros. Para ocuparse de todos estos visitantes, en
torno a 70.000 personas desarrollan su trabajo en el ámbito de la hostelería y
el turismo.
Sin embargo, y a pesar de la innegable tendencia al alza de los datos
macroeconomicos del sector turístico de Galicia, todo apunta a que por ahora,
“el turismo gallego, a pesar de los esfuerzos realizados, no ha generado un
despegue ni en el número de visitantes ni en el de pernoctaciones. Por otra
parte, se constata una excesiva concentración en un destino específico, como es
el caso de las Rías Baixas. No obstante, de no mediar el desarrollo de una
estrategia competitiva para este destino, se corre el riesgo de su masificación,
con la consiguiente pérdida de credibilidad asociada que ello conlleva. Por ello
resulta necesario la adecuada definición de una estrategia colectiva del destino
Galicia, de tal forma que englobe a las posibles zonas que hemos identificado y
que sirva tanto para controlar el crecimiento del destino más consolidado −Rías
Baixas− como para favorecer el desarrollo del resto de zonas”
En resumen, tal como expresan perfectamente en estas palabras María del Mar
Rodríguez y Manuel Guisado, la industria turística gallega se enfrenta a dos
cuestiones básicas. Por un lado, la falta de un despegue definitivo de esa
industria, la no consolidacion de unas cifras que dejen claro la existencia de
un “sector turístico gallego” y su viabilidad futura. Por otro lado, el peligro
de una masificacion que agote los recursos disponibles en un breve plazo de
tiempo y aboque a la industria turística gallega a un callejón sin salida de
consecuencias desatrosas para toda la estructura económica de la Comunidad.
Con un nivel de industrialización no demasiado elevado y un todavia amplio
porcentaje de la población dedicado al sector primario, tanto la agricultura
como la pesca, una buena parte de la renta percibida por los gallegos procede de
subsidios y pensiones sociales, más del 25% de esa renta, en realidad. No se
trata por lo tanto, ante una estructura economica realtivamente debilitada y
dependiente, solamente de poner en pie una fragil industria del turismo
cimentada en la repeticion de modelos (mediterraneo, sol y playa) hoy en dia ya
cuestionados y que en Galicia han cobrado inesperadamente fuerza en los últimos
años a partir del incremento del número de turistas llegados hasta la Comunidad,
especialmente gracias a los Años Xacobeo y su consideración como un posible
destino competidor de zonas de sol como el este o el sur pennsular. Se trata de
que la industria turística gallega colabore en el fortalecimiento de la
estructura eocnomomica de la Comunidad Auónoma, y lo haga con vistas al largo
plazo, y no en implantar un modelo que sume inestabilidad aun a pesar de la
obtencion de beneficios inmediatos
Para resumir la coyuntura a la que hoy se enfrenta la economia y la sociedad
gallega valgan algunos fragmentos del informe Destrucción a toda cosa 2006,
realizado por la organizacion Greenpeace:
“Del análisis de las principales variables analizadas cabe señalar a la
Comunidad Valenciana y a Andalucía como aquéllas que menos cuidan su litoral,
especialmente en lo referido a la construcción de nuevas viviendas, campos de
golf y puertos deportivos. A continuación se sitúa la Región de Murcia que, a
pesar de presentar menos proyectos, añade una característica muy preocupante: la
agresión a los espacios naturales protegidos. Después se situaría Galicia, con
un enorme número de proyectos surgidos este año que amenazan con desfigurar
completamente su costa ”. El mismo informe señala que el año 2006 se
construyeron en la costa de Galicia 300000 nuevas viviendas, varios miles de
ellas ilegales. Los datos en este sentido son innumerables. En la actualidad, la
utilizacion de los aeriopuertos gallegos por lineas aereas low cost, como
Ryanair o Air Berlín, ha acercado a nuevos visitantes europeos en muchos casos
atraidos por los comparativamente bajos precios de las viviendas de la costa
gallega.
Podriamos dedicar páginas y páginas a analizar el fenómeno de la costruccion más
o menos desaforada en la costa gallega, todo ello rodedado de conflictos
políticos, luchas de poder, acusacione sy sospechas de corrucpion urbanistica y
procesos judiciales. En el fondo, tras este aparente desastre, no se oculta otra
cosas que la oportunidad de obtener suculuentas plusvalias economicas mediante
la construcción masiva de segundas viviendas vacacionales en una zona, Galicia,
cuya potencia economica no se encuentra entre las primeras de España, y al
hacerlo, se empuja a la industria turística de la Comunidad Autónoma hacia un
modelo que le resulta extraño y poco asumible por no responder a las
cararctreristcas climatologicas precisas para ello.
Por el contrario, si queremos buscar una alternativa distinta, construir una
infraestructura racional, coherente y autónoma, no necesitada de continuos
subsidios externos que garantizen su subsistencia, basada en la explotacion
equilibrada de los recursos de los que la Comunidad dispone y que sea viable a
largo plazo, ncesitamos modelos que garantizen el desarrollo sostenible de la
economia gallega.
Si nos acogemos a la definción contenida en el Informe Brutnland , por
desarrollo sostenible debemos entender “ el que satisface las necesidades del
presente sin poner en peligro la capacidad de las generaciones futuras para
satisfacer sus propias necesidades”. En resumen, un desarrollo que asegure el
desarrollo social, el económico, y el uso racional de los recursos.
El modelo de Galicia puede no ser Benidorm, puede ser la región francesa de Las
Landas, o la británica de Cornualles. El surf, nacido en la Polinesia hace
cientos de años, asociado a la imagen de playas de arenas blancas y aguas
calientes, palmeras y cocoteros, a las costas de Hawai o de California, el surf,
puede ayudarnos en la tarea de construir una industria turística en Galicia
claramente orientada al desarrollo equilibrado y viable a largo plazo.
“There are over 10 million surfers worldwide and a third of these are cash-rich,
time-poor and hence potential tour clients. Most travelling surfers visit
mainland destinations and are not distinguished from other tourists”. Esta
excelente descripción de las características y las dimensiones del segmento
turístico que suponen lo surfistas aparece en un artículo publicado en Journal
of Sustainable Tourism . Estamos hablando por lo tanto de un sector de alrededor
de 10 millones de personas en todo el mundo, con un poder adquisitivo medio en
su mayoría y con tiempo para viajar y hacer turismo, para desplazarse a lugares
del mundo buscando a menudo zonas no saturadas y ecológicamente bien
conservadas. Y es que se trata de un sector compuesto por personas especialmente
preocupadas por la calidad del medioambiente y por lo tanto, personas que
mantienen una actitud respetuosa con los entornos a los que se desplazan, no
solo con su hábitat ecológico, sino también con las tradiciones y cultura
locales.
Nos encontramos además ante un sector en crecimiento. Medio millón de nuevos
surfistas cada año , medio millón de nuevos potenciales clientes. El marketing
de grandes compañías de ropa y complementos, las tendencias cinematográficas y
de publicidad, han convertido al surf, una actividad hasta hace no mucho
minoritaria y casi marginal, en un deporte de moda y en un producto de mercado
con múltiples ramificaciones, tanto en el campo de la moda, del diseño e incluso
de la cultura. Y por supuesto, en el mundo del turismo.
En los últimos años, en el sector turístico ha hecho su aparición el turismo de
aventura como una opción cada vez más demandada por un mayor número de viajeros
y turistas de todo el mundo, interesados en alejar su tiempo de ocio de entornos
masificados y pasivos. “En el turismo de aventura, se ha unido el interés
creciente de los viajeros por experimentar vacaciones "activas" con el rápido
crecimiento en la fabricación de equipos y la extendida capacidad de los
operadores comerciales, incluyendo a los comerciantes de indumentaria y equipos
y a los minoristas para brindar productos de viajes "de actividad" más variados”
. Todos los factores existentes hoy en el mercado permiten el ensanchamiento de
las actividades turísticas y favorecen que cada territorio pueda articular
ofertas basadas en sus recursos naturales sin tener que forzar el desarrollo de
infraestructuras que le puedan resultar ajenas.
El turismo ha cambiado. Como acabamos de ver, el tiempo de ocio de millones de
personas se han vuelto activo, y para ocuparlo, contemplan nuevas opciones hasta
ahora alejadas del sector turístico general más orientado, casi en exclusiva, al
sol y playa explotado masivamente a lo largo y ancho de todo el planeta. El
turismo activo ha permitido que zonas no “existentes” en la geografía turística
hasta ahora cobren valor. Sus montañas, playas, caminos, barrancos o simplemente
sus senderos y paisajes forman ya escenarios turísticos reconocidos, y lo que es
más importante, demandados.
Galicia no es el mejor sitio del mundo para hacer surf. Los temporales
procedentes del Atlántico que durante todo el invierno barren su costa con
fuertes vientos y lluvias perpetuas hacen del mar un sitio confuso y peligroso;
un mar de agua fría que solo en verano modera su temperatura; un verano que
apenas dura dos meses y que pronto deja paso a nuevas borrascas. Las playas son
en su inmensa mayoría de fondo arenoso y por lo tanto cambiante, las olas, las
corrientes pueden variar la morfología de un arenal y dejarlo irreconocible cada
invierno; las rías e incluso las islas, convierten muchas veces en inútiles para
el surf cientos de kilómetros de costa.
Sin embargo, y a pesar de todo estas circunstancias en ocasiones adversas,
durante los últimos veinte años los gallegos se ha indo acostumbrando poco a
poco a ver cada día imágenes, que hoy, son ya habituales. Tablas de surf sobre
las bacas de coches que recorren las carreteras del litoral, jóvenes y no tan
jóvenes, esperando en las playas a que la marea suba, o baje, a que el viento;
diminutos puntos negros que como insectos en una colonia se mueven sobre la
superficie del mar todos a un tiempo y en la misma dirección.
A lo largo de los aproximadamente mil quinientos kilómetros de costa de los que
dispone Galicia encontraremos más de un centenar de puntos en los que se
practica el surf y alrededor de 20 que, hoy ya, están incluidas en guías para
surfistas, guías publicadas en el mundo entero, algunas tan prestigiosas como
“The World Stormrider Guide “. Galicia está ya por lo tanto en la geografia del
surf mundial, es una opción de viaje para miles de surfistas y amantes de este
deporte, una opción cada día más seleccionada. Una buena muestra de la realidad,
y sobre todo del potencial que la costa gallega tiene como destino turístico
para muchos surfistas lo encontramos en la Playa de Pantín, en donde desde hace
veinte años se celebra el Ferrolterra Pantin Classic , una prueba del World
Qualifying Series de Surf, una prueba del campeonato del mundo al que acuden
surfistas de todo el planeta.
Situada en la costa norte de Galicia, en una zona especialmente castigada por
las reconversiones económicas a las que España tuvo que hacer frente en el
momento de su integración en la UE, y una zona además con una climatología
especialmente “complicada” durante una semana al año, los hoteles, restaurantes,
camping y todo tipo de alojamientos de varios ayuntamientos de los alrededores
de la playa de Pantín, cuelgan el cartel de no hay habitaciones, y reciben a
miles de personas que eligen estas playas como destino para unos días de
vacaciones.
La escala del impacto económico directo de este campeonato es, por supuesto,
reducida; estamos hablando de una semana al año. Pero la realidad es que el
efecto no se termina ahí. Por un lado, el hecho de que miles de personas de
decenas de países de todo el mundo hayan pasado por esta playa ha contribuido a
atraer a miles más. El efecto “viral” ha funcionado y gracias a ello durante
todo el verano cientos de surfistas de esos mismos países eligen, atraídos por
las referencias recibidas, Pantin como destino turístico, y por extensión el
resto de Galicia, alentados por la posibilidad de encontrar buenos sitios para
el surf en un territorio con miles de playa, muchas de ellas realmente hermosas,
muy bien conservadas, y hasta ahora, poco frecuentadas.
Hoy ya existe en Galicia una pequeña industria desarrolalda en torno al surf.
“Surf shops” en todas las ciudades costeras, unos cuantos “shapers”
(constructores de tablas) y varias escuelas de surf que han creado puestos de
trabajo que se mantienen durante todo el año y que poco a poco, crecen en
número, además de unos cuantos clubes y una Federación Oficial. ¿Es posible
ampliar el modelo, extenderlo a todo el litoral gallego? ¿Existen ejemplos que
podamos utilizar como guía? ¿Es posible aplicar un modelo de turismo activo
basado en el surf (no de forma única, por supuesto)?
En definitiva se trata de buscar “puntos” sobre los que apoyarnos para poner en
pie una industria turística sostenible a largo plazo y por lo tanto armonizada
con el entorno y capaz de aportar valor económico a una zona, que como Galicia,
se mantiene aun en áreas “brumosas” de desarrollo si la comparamos con buena
parte del entorno europeo, ya que, no en vano, continuará durante al menos siete
años con la condición de región objetivo prioritario de la UE, ya que aun hoy,
la renta per capita de los gallegos se sitúa 800 euros por debajo de la media
española y 5.700 euros bajo la comunitaria . El surf puede ser uno de estos
puntos de apoyo que buscamos.
Dicho de otra, se trata de construir mediante diferentes actuaciones un modelo
que garantice el desarrollo sostenible en el sector de servicios turísticos de
nuestra Comunidad, de no dejarnos llevar por el ansiedad del crecimiento
económico rápido a corto plazo impulsado por la construcción masiva en el
litoral y por la explotación turística de nuestras playas como si estuviéramos
en el algún punto de la costa mediterránea. Se trata, en definitiva, de
sostenibilidad, algo que en el mercado del turismo podemos definir como ese
“concepto multivariante de especial relevancia en el ámbito local y sobre todo
en los destinos inmaduros, siempre los mas vulnerables, al riesgo de deterioro
de sus recursos, bien por conseguir beneficios a corto plazo o bien por
inexperiencia o por necesidad” .
Antes nos preguntábamos si existen ejemplos en los que mirarnos, y la respuesta
es, desde luego, si. No tenemos que ir demasiado lejos para encontrarlos. El
Pais Vasco es el primero de ellos.
Con una meteorología no demasiado diferente de la gallega y una oferta de costa
sensiblemente mas pequeña en extensión, Euskadi se ha convertido en una
referencia mundial para miles de surfers que cada año se acercan Mundaka, a
Zarautz, o a Meñakoz en busca de olas, pero también de descanso, gastronomía y
cultura. En esta Comunidad, Mundaka es sin duda la parada imprescindible, el
símbolo de todo el surf vasco, un pequeño pueblo pesquero de apenas 2000
habitantes de la costa vizcaína que gracias a su “eterna” ola de izquierda se ha
convertido en un lugar famoso en todo el globo y sede de una de las pruebas mas
importantes del campeonato del mundo WCT que lleva a más de diez mil personas al
pueblo durante un par de semanas, y a miles durante el resto del año para
entrenar, practicar o simplemente disfrutar del mar
Durante el año 2003, y debido a unas obras de dragado realizadas en el fondo de
la ría, la ola de Mundaka desapareció, se esfumó. Las consecuencias económicas
fueron enormes, y aunque la naturaleza obró el milagro y la “barra de Mundaka”
volvió a romper como solía, durante varios meses, uno de los principales
recursos turísticos de Euskadi estuvo fuera de combate. Fue excluida del
circuito mundial. Los surfistas buscaron otros lugares mientras los vecinos de
Mundaka, asociaciones, grupos ecologistas, etc, trataban de buscar soluciones,
exigían responsabilidades y se esforzaban en concienciar al resto de las
sociedad española del daño causado, un daño que trascendía mucho más allá del
propio surf y que extendía sus efectos a la economía de muchas familias de forma
directa, y de miles de personas indirectamente al perder el efecto imán que
Mundaka ejercía sobre miles de viajeros, y del que se beneficiaba todo Euskadi.
Y es que en torno a Mundaka y a unas cuantas legendarias olas más, el Pais Vasco
ha construido un modelo de turismo activo que es a la vez respetuoso con el
medio ambiente y garantía de una sostenibilidad que asegura la continuación a
largo plazo de esta fuente de ingresos para la Comunidad. Por supuesto, resulta
evidente que el surf no es el único elemento vertebrador del turismo en Euskadi,
ni en Euskadi ni en ninguna otra parte,
Un poco más la norte, ya en la costa francesa, se encuentra la meca del surf
europeo, las Landas. Desde Biarritz hasta Lacanau se extienden 200 kilómetros de
playas en los que es posible encontrar las mejores olas del continente. Miles de
surfistas de todo el mundo viajan año tras año hasta la costa oeste francesa, y
allí encuentran surf y un entorno natural extremadamente cuidado. Por supuesto,
en esta costa francesa como en otras áreas eminentemente turísticas, existen
zonas en las que se produce una mayor concentración de edificaciones y una más
acusada saturación de visitantes, especialmente durante el verano, como es el
caso de Biarritz. Sin embargo, la explotación urbanística de la costa atlántica
francesa dista mucho de la que podemos encontrar en gran parte del litoral
español, y concretamente, hoy ya, de algunas zonas de la costa gallega.
La región de Las Landas ha crecido económicamente mucho en la última década. Ha
mejorado sus infraestructuras, sus vías de acceso y al mismo tiempo ha sabido
mantener, conservar y promocionar un inigualable entorno medioambiental y
paisajístico. En apenas 6 años, desde el 2000 hasta ahora, sus sector turístico
ha crecido en torno al 30%, doblando así la media de crecimiento de Francia, que
no debemos olvidar es el pais numero uno del mundo en cuanto a turismo receptor.
De todo ese volumen de visitantes, Las Landas reciben en torno a 2 millones de
personas al año. El ocio termal, las actividades deportivas como el surf, el
golf, la vela o la excursión participan igualmente en el atractivo natural de
Las Landas y hacen de la costa landesa el prometedor destino turístico que es
hoy en día. Con un modelo basado en una hostelería de calidad, una fuerte
promoción de la gastronomía local y sobre todo un escrupuloso control sobre el
cuidado del medioambiente, el area de Las Landas es un destino perfecto para
descansar, pero sobre todo es un destino perfecto para recibir inversiones de
empresas que apuestan por un crecimiento sostenido y respetuoso con el entorno,
y con el futuro. Veamos un ejemplo representativo. “La instalación en Hossegor
de la sede europea d Billabong de la cual la casa madre se encuentra situada en
la costa este de Australia estuvo motivada por razones económicas a la vez que
geográficas. Las Landas están cercanas a los Pireneos y poseen algunas de las
mejores olas del mundo. En Aquitania, la industria del deslizamiento es famosa y
seguida y esta región multi cultural beneficia de un marco de vida excepcional.
Por último el desarrollo de las infraestructuras de carreteras, ferroviarias o
de alto rendimiento ha sido importante en la toma de decisión” . La frase es de
Franco Fogliato, e, Director General GSM Billabong Europe, una de las
multinacionales más grandes e importantes de todo el mundo en el sector del surf.
El surF desempeña en al turismo de las Landas un papel realmente importante.
Como decíamos, miles de personas pasan sus vacaciones en las playas del oeste
francés cada año atraídas por la posibilidad de disfrutar de sus olas, así que
gracias a ello han nacido innumerables escuelas de surf, tiendas especializadas,
residencias, camping y hoteles especialmente acondicionados para este segmento
de viajeros. Además, también hemos comentado ya un ejemplo, las principales
compañías de la industria del surf (ropa, tablas, complementos, etc) han abierto
sucursales y talleres en la zona, con lo cual, existe un sector consolidado y
estable que se ve respaldado por la celebración de eventos deportivos de talla
mundial en las playas de las Landas y con una fuerte implicación del surf en la
población local que entiende que es un recurso realmente productivo, limpio y
explotable a largo plazo. Es la sinergia entre fuerzas (medioambiente, calidad,
cultura, surf) que reman en la misma dirección y de manera coordinada con los
recursos de la zona la clave del éxito y la salud futura de la industria
turística
¿Por qué razón no puede implantarse en Galicia un modelo similar? ¿Qué es lo que
ha llevado a los gallegos a enfrentarse a la disyuntiva de elegir entre este
modelo y un modelo por ejemplo similar al de las Islas Canarias? La Comunidad
Gallega es, antes que un destino paradisíaco de sol y playa pensado para el
desarrollo urbanístico masivo de su litoral, un terreno perfecto para la
extensión del turismo de aventura, para un turismo exigente, concienciado
medioambientalmente y de calidad. Sin duda, nuestro mayor patrimonio, el más
valioso, es nuestro hábitat medioambiental, y dentro del, indiscutiblemente, el
mar.
Durante generaciones, situados en esta esquina de Europa, los gallegos han
vivido y muerto en el mar Atlántico. L a sociedad gallega, sus costumbres, sus
ritos, su economía no son entendibles sin el Océano. Tanto es así que alrededor
de esta relación se ha construido toda una serie de arquetipos sobre el carácter
de los gallegos. Como sucede en todos lo casos, la mayoría d estos arquetipos
son falsos, generalizaciones simples que en nada explican la personalidad de la
gente que habita un territorio. Ahora bien, lo que resulta indiscutible es la
perpetua relación existente entre los gallegos y el mar.
Ahora, en el momento en que nuestra economía tradicional debe dejar paso a
nuevas formas de construir el futuro, nos encontramos en el dilema del que
hablamos; seguir los pasos por otras regiones e implantar un modelo de
explotación extensiva que aporte rendimientos a corto plazo mediante la
sobreexplotación de recursos, pero que , sin ninguna duda, no tendrá viabilidad
futura, o bien, recurrir a nuestros propios recursos para sacara adelante una
infraestructura turística viable y no generadora de distorsiones
medioambientales y sociales.
Galicia tiene las condiciones para convertirse en un destino del turismo surf
similar al Pais Vasco o Las Landas Francesas. En primer lugar, dispones de
playas, cientos de ellas, buenas y malas para la práctica del surf, pero sin
duda suficientes para resultar interesante recorrerlas. Para ello disponemos de
una estructura de vías de comunicación eficiente, muy mejorada en los últimos
años. Tres aeropuertos permiten a la Comunidad estar conectada con todo el
mundo. Se trata de un entorno seguro y tranquilo, en muchas partes no
masificado, con una importante oferta gastronómica y que goza de los atractivos
culturales y de ocio suficientes para configurar entre todos ellos, una oferta
fácilmente vendible a personas realmente interesadas en un turismo de calidad en
entornos naturales sostenibles.
Pulsando aquí puede solicitar que
le enviemos el
Informe Completo en CD-ROM |
Los EVEntos están organizados por el grupo eumed●net de la Universidad de Málaga con el fin de fomentar la crítica de la ciencia económica y la participación creativa más abierta de académicos de España y Latinoamérica.
La organización de estos EVEntos no tiene fines de lucro. Los beneficios (si los hubiere) se destinarán al mantenimiento y desarrollo del sitio web EMVI.
Ver también Cómo colaborar con este sitio web