Mauricio López Mireles
Estudiante de la Licenciatura en Desarrollo Regional de la Universidad de
Guanajuato.
Al hablar de la incompetitividad me refiero a la gran, gran diferencia de costos
entre los productos nacionales y aquellos que son de origen extranjero,
ciertamente todo esta ligado y puede traer beneficios, pero son mas los daños
que acarrea a la población, por poner un ejemplo si un consumidor solo dispone
de $150 pesos y el costo promedio de un par de zapatos nacionales es de $180 a
$250, mientras que un par de origen asiático tiene un costo de $100 a $150
aproximadamente, tomando en cuenta la buena mercadotecnia que se utiliza para la
elaboración del producto como: variedad, combinación de colores, diseños
exóticos y vanguardistas, y además de la gran calidad en la mano de obra. ¡Sí!
la mayoría de este calzado que se vende en los mercados populares solo tiene
eso: lo bonito, y la casi perfecta mano de obra en la hechura, lo cual es
suficiente para atraer la atención del consumidor, porque en lo que se refiere a
materiales, son de pésima calidad, casi desechables.
SEGUNDO ENCUENTRO INTERNACIONAL SOBRE
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El consumidor casi siempre ignorando todo esto, se siente atraído por com-prar
un par de este tipo dejándose llevar tan solo por la estilística del producto, y
no de la durabilidad, además de pensar en ahorrarse unos pesos, tan necesarios
para completar la semana, haciendo a un lado así los buenos productos nacionales
por otros, mas baratos y mas bonitos, dejando bien clara la incompetitividad
nuestra ante estos productos.
Cabe mencionar también la indirecta participación del gobierno en estos asuntos.
¿ y como? muchos se preguntaran, la respuesta es sencilla, mientras nuestras
leyes(no actualizadas, obsoletas entre otras) se encargan de restringir al
industrial o productor nacional, con altos impuestos, cuotas elevadas en el
consumo de energía eléctrica entre otras, y además la inversión de capital
extranjero que muchas de las veces son contrabandistas disfrazados de empresas
que gozan de excesivos privilegios como la exención de impuestos por muchos
años, otorgamiento de terrenos y otros, con el supuesto fin de generar empleos
para los mexicanos, mientras que estas empresas con todo descaro se traen su
personal para que labore en sus mismas empresas sin tomar en cuenta los
ejecutivos que casi siempre son necesarios y peor aún otras tantas se traen la
materia prima para la elaboración del calzado ya fabricada directamente en Asia
para solo venderla aquí en México, clara esta la gran fuga de capital, y los
empleos fantasmas destinados para los mexicanos.
Ahora ya que esta claro que el productor esta restringido, esto acarrea o deriva
otros problemas, la falta de herramienta y maquinaria más sofisticada impide la
producción en grandes cantidades para abaratar costos, a la que los grandes
industriales solo tienen acceso, y así poder competir en el mercado. Sin olvidar
también que algunas empresas mexicanas envían a maquilar corte al extranjero por
lo general a países de Asia para solo terminarlo aquí
Otro punto importante, es el método rudimentario de la organización para la
producción, debido a la falta de congresos para actualizar los procesos de esta
en las fábricas y crear nuevas técnicas, e implementar una nueva ideología de
hacer lo mejor posible nuestro trabajo.
Lo mas grave, la corrupción, es sin duda quien causa mas daños, pues si esto no
es controlado por los jefes de aduanas, el mercado asiático terminara por
absorber mas rápidamente a los pequeños productores, que juntos son quienes dan
sustento a cientos de familias, pues con ellos laboran y dependen económicamente
el mayor porcentaje de los obreros en la localidad, quedando únicamente, las
grandes empresas.
Es claro ver el problema que comienza desde los altos funcionarios y
gobernantes, que traen inversiones al país para el supuesto progreso de México,
que ciertamente se necesitan mas empleos y dinero para elevar la calidad de vida
de los mexicanos y así construir un verdadero desarrollo, pero que al final de
cuentas quien termina pagando los platos rotos es la población, ahora es cierto
que se adoptan nuevas estrategias, tecnologías, técnicas de producción y otras
que traen dichas empresas.
El punto se agrava cuando estas no encuentran mano de obra mas barata y se
declaran en supuesta quiebra bajo otro nombre distinto al original que tenía la
empresa, mientras reporta al gobierno vender sus inversiones a otra persona
generalmente mexicana y la colocan como representante general, es aquí cuando
comienzan a importar de contrabando sus mercancías directamente asiáticas con
cualquier buena excusa diciendo que lo que viene en los contenedores son
refacciones o maquinaria que aquí no la hay, y es aquí cuando el gobierno o
encargados de aduanas se duermen o se venden por unos miles de pesos sin pensar
en el grave daño económico que le causan a la población.
El vendedor independiente, al ver que obtiene la mercancía más barata, con mejor
acabado, estilística, variedad y ganancias es obvio que también optara por
vender esta mercancía. Ahora, el consumidor también es muy fácil de ser
arrastrado por esta corriente al conocer muchas de las veces las modas atrasadas
que se siguen produciendo en el país y además de los altos precios con que se
venden en el mercado los zapatos nacionales, también cuando el consumidor al
probarse unos zapatos observa que tienen defectos de fábrica como costuras
chuecas, raspones, grietas, tonos distintos en cada pie etc. Y muchas otras
causas, unas ya mencionadas, se inclinan por el calzado asiático.
Un esquema más simplificado sería, El gobierno restringe al industrial para
invertir en su empresa y recorta personal, las empresas mexicanas abaratan los
sueldos, utilidades, aguinaldos para poder competir, el gobierno trae
inversiones extranjeras para los desempleados, estas empresas gozan de
privilegios exagerados, se traen su propio personal y materia prima para solo
vender o acabar en México, muchas empresas son fantasmas o contrabandistas,
aquellas que si ocupan personal mexicano los salarios son de negreros, la
desigualdad en precios de calzado es mucha, el mexicano opta por lo mas barato
pues vive al día.
El daño es muy grave pero no imposible de solucionar, necesitamos una cul-tura
con mas y verdaderos valores, que el gobierno no tome decisiones a la ligera sin
importar el daño a segundos, ir desplazando a los funcionarios corruptos y no
convierta al país en una gran maquiladora, sino apoyar al empresario mexicano,
convencer al pueblo de México de comprar los productos nacionales, pues lo
barato sale caro, imponer cuotas compensatorias a aquellos que importen
productos extranjeros que dañen la economía de las familias y empresas
mexicanas.
NOTA: La información mencionada fue tomada en parte por La Cámara de la
Industria del Calzado del Estado de Guanajuato (CICEG), por información expedida
por la Unidad de Acceso a la Información y deducciones en base a la misma, por
las pocas respuestas del INEGI y del Instituto Nacional de Migración,
testimonios de productores y además por experiencia propia en el sector.
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