MSc. Teresa Machado Hernández
teresa@uclv.edu.cu
MSc. Ariel Lemes Batista
lemes@uclv.edu.cu
Universidad Central de las Villas.
Cuba
2006
Palabras claves: emigración, canarios, economía, globalización, turismo, tabaco,
Asociación Canaria de Cuba.
La emigración canaria en Cuba. Consecuencias económicas y socioculturales.
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Introducción
El tema de la emigración es uno de los más recurrentes en la literatura
contemporánea. El proceso de globalización de la economía mundial ha contribuido
sensiblemente al rompimiento relativo de las barreras nacionales, favoreciendo
el “libre” movimiento de personas desde lugares muy distantes. Todo esto
facilitado por un desarrollo sin precedentes del transporte, las
telecomunicaciones, los servicios financieros y el turismo, entre otros.
La migración temporal o total o en transición de la una a la otra obedece a
motivos tan variados como las personas que protagonizan el movimiento
migratorio. No obstante los motivos económicos y familiares resultan ser los de
más peso. En el factor económico, que es esencial se insiste en que la
desigualdad económica de las naciones, es una causa esencial de los movimientos
migratorios: esta se manifiesta como diferencias internacionales de salarios y
de ingresos, y por tanto de niveles de vida motivo esencial; aunque no deben
olvidarse otras causas importantes como son los desastres naturales, las
guerras, las epidemias, entre otras.
La emigración es un tema muy actual y, al mismo tiempo, es un tema muy antiguo.
El mundo actual tal y como o vemos hoy, es el resultado del movimiento
migratorio desde las primeras civilizaciones y asentamientos humanos hasta
conformar el mapa político global en la actualidad buscando siempre mejores
condiciones de vida. El continente americano no esta exento de esta tendencia.
En si mismo es resultado de un movimiento migratorio primero de aborígenes,
después de españoles y mas tarde portugués, ingles, francés, etc. No es
desacertado decir que la cultura americana han tenido una influencia decisiva
las migraciones, que al asentarse y unirse con la nativa dieron origen a lo que
hoy es el ser latinoamericano.
Cuba a diferencia de la América Latina, se caracteriza por una débil influencia
indígena y una mayor influencia negra española y china en su conformación
cultural y más débilmente influencia caribeña francesa e inglesa. A raíz del
aniversario en los 90s del encuentro entre las cultural se volvió en toda la
América Latina el debate sobre el choque, encuentro o desencuentro de culturas.
Más allá de la polémica en la cual no nos vamos adentrar porque nos parece
suficientemente aclarada, lo que si fue importante es el replanteamiento del
aporte mutuo de las mismas a la identidad y el desarrollo nacional. En esa
dirección en América Latina y en Cuba en particular se reactivaron las
publicaciones y estudios sobre la influencia de las emigraciones en la cultura
cubana, fundamentalmente las menos estudiadas, las influencias china y canaria.
El objetivo de esta ponencia es valorar la influencia de la emigración canaria
desde los puntos de vista económico y sociocultural en Cuba, tomando como
referencia su presencia en la zona central. Para lograr el mismo se han revisado
numerosos materiales antiguos y recientes; publicados e inéditos sobre el tema
los cuales han arrojado luz sobre un tema insuficientemente estudiado. El
presente se inscribe en un conjunto de esfuerzos que han sido promovidos por la
Asociación Canaria de Cuba (ACC) en su sede Central; que estimula las
actividades de extensión desde la Universidad y otros centros incentivando la
investigación, el conocimiento y entendimiento mutuos, y el intercambio cultural
y las acciones solidarias. Un segundo objetivo, y no menos importante es
determinar temas para nuevos trabajos y estimular los estudios sobre el tema
general de la emigración y su impacto cultural.
La emigración canaria. Historia.
Existen evidencias de que en el segundo viaje de Colon a América con él viajaron
canarios , que seguramente aprovecharon la escala que hizo su expedición en el
archipiélago. Se sabe con seguridad de 35 pasajeros que viajaron de las Islas
Canarias a La Habana en 1686 , a bordo del velero Nuestra Señora de Guadalupe y
San Juan (del 3 Mar 1686 al 12 Jun. 1683). En la segunda mitad del siglo XVI se
habla de 65 personas que emigran legalmente. Las investigaciones de Miriam
Rivera dan fe de este primer viaje y de una lista de veleros que hacían la ruta
entre las Islas Canarias, Puerto Rico y Cuba en los años 1756-1773. Estas
investigaciones de archivo arrojan luz sobre la antigüedad de la presencia de
canarios en el nuevo mundo y en Cuba.
Los canarios participarían en la conquista como expertos guías. Entre 1492 y
1506 al menos 12 de las mayores expediciones hacen escala en La Gomera o
Tenerife. Entre ellas las de los mayores nombres de la conquista como Colón,
Ojeda, Vespuccio, Pedrarias, La Cosa, Yáñez u Ovando. Las Canarias tienen el
privilegio de comerciar con Indias desde los comienzos de la colonización del
Nuevo Mundo. Una Real Orden de 1511 simplemente especifica que los canarios
parten solamente con la autorización del capitán del navío
Numerosos factores favorecieron la estabilidad y el crecimiento de la corriente
migratoria en primer lugar, la crisis económica en Canarias; la política de la
corona española de promover la migración voluntaria e involuntaria. La
emigración forzada (involuntaria) se realizo mediante el mandato del Tributo de
Sangre (Real Cédula del 25 de mayo de 1678), en virtud de la cual por cada 100 T
de M que se exportaran al nuevo continente, debían enviarse 5 familias. La
voluntaria se estimulo mediante La Real Célula del 11 de abril 1688, que
responsabilizaba a Cuba y Puerto Rico a facilitarles tierras a las familias que
emigraban. No puede desdeñarse los rumores y la certeza sobre la existencia de
oro, y la aspiración de mejoría económica en un continente poco poblado, aun sin
explotar que, supuestamente, ofrecía posibilidades para todos.
La emigración se extendió en oleadas sucesivas ascendentes hasta la mitad del
siglo XIX. En el censo de 1846 se contabilizaron 45.814 canarios en Cuba. A
partir de mediados de siglo se verifica una disminución en la corriente
migratoria canaria a la isla, que se reactivo a finales de la década del 60,
periodo en el cual las autoridades españolas contabilizaban unos 60 000 isleños
aquí. La emigración ascendente que fue paralizada por la guerra de independencia
y se mantuvo deprimida hasta la segunda década del siglo XX, en esta etapa
(1868- 1913 aproximadamente) la tendencia fue a la inversa (retorno). Es posible
que la nueva oleada haya tenido que ver con la amenaza inminente de la Primera
Guerra Mundial.
La emigración española y canaria tienen sus diferencias muy específicas: los
españoles vinieron como colonos y les fueron entregadas tierras en encomienda.
En ese momento histórico las Islas Canarias eran colonia española, esto decidió
su destino: los naturales de las Islas Canarias o isleños, se destinaron como
mano de obra para las plantaciones de caña de azúcar y de tabaco y tuvieron
suerte al no ser considerados oficialmente esclavos. Aun así fueron
superexplotados en las plantaciones de caña, tabaco, obras en condiciones de la
más onerosa servidumbre.
Las provincias centrales de Cuba fueron objeto de la inmigración canaria en el
siglo XVII. Los canarios o isleños se asentaron en el centro y están vinculados
con la fundación de sus principales poblados como Sagua la Grande, fundada en el
1812 por el colono de origen canario Don Juan Caballero, Santa Clara, Camajuaní,
San Juan de los Remedios, Vueltas, Santo Domingo, El Hoyo en Manicaragua , entre
otras. Los canarios venían preferentemente de Gran Canaria, Tenerife y La Palma.
La fundación de Placetas data del 24 de marzo del 1847 en la Iglesia del Copey,
y fue promovida por habitantes de Remedios y sus alrededores que trataban de
moverse más al interior del territorio buscando mejores tierras para el tabaco y
más seguridad de los ataques de corsarios y piratas. En el asentamiento el 63,9
% de los pobladores provenían de Canarias, de Tenerife el 39,8%; La Palma 27,0
%; La Gomera 19,8%; Gran Canaria 12,8%. Las actividades económicas a las que se
dedicaron fueron: labores agrícolas: 44,2%; Amas de Casa 26,6%; Comercio 11,5%;
y soldados el 8,8%, entre otras . Esta composición confirma el criterio
prevaleciente entre los estudiosos del tema acerca de la procedencia humilde y
rural, y el carácter familiar de la emigración canaria. Es interesante el
detalle de que los canarios se asentaban preferentemente en las zonas rurales y
no en las cabeceras de provincias donde predominaba la emigración peninsular, de
aquí se desprende que las influencias económicas y socioculturales canarias se
vean mas marcadamente en las zonas rurales y en la cultura campesina en Cuba.
Sagua fue fundada el 8 de diciembre de 1812. A finales del siglo XVIII, Sagua la
Grande era solo un caserío incipiente conocido como Embarcadero, ubicado a
orillas del río. Don Juan Caballero, colono de origen canario fundó la ciudad en
1812 con la celebración de una misa en una ermita rústica, construida para ese
propósito.
Cabaiguán en el periodo que va entre 1830 y 1850 se incrementa la llegada de
isleños a Cuba, la construcción del ferrocarril demandó mano de obra adicional
para estas labores. Casi un millar de canarios participaron en la construcción
del primer tramo Habana-Bejucal. La historia de la fundación de Cabaiguán(1894),
conocido como la capital canaria de Cuba esta relacionada con las inmigraciones
de las siete Islas, ocurridas desde el pasado siglo, y que se fortalecen a
partir de 1902 paralelamente con la construcción del ferrocarril central.
Cabaiguán que nació de un minúsculo caserío del fenecido partido de Neiva, que
en 1861 contaba sólo con 25 habitantes y ya en 1919, tenía una población de
4,361 personas.
La historia de la ciudad cabecera Santa Clara, desde su fundación el 16 de julio
de 1689, esta vinculada con la emigración canaria y sus primeros descendientes.
Es el resultado de la migración hacia el sur de canarios que ya antes se habían
asentado en Remedios y Camajuaní y buscaban mayor protección con respecto a los
ataques de corsarios y piratas y otros pillajes relacionados con el comercio de
contrabando. En Santa Clara se asentó un grupo considerable de canarios nativos
de Aguimes (Gran Canaria), de estos quedan aún descendientes.
Los isleños al asentarse, se dedicaron a la agricultura y la manufactura
tabacalera y de norte a sur, tras mejores condiciones naturales para el tabaco,
se fueron moviendo y asentándose hasta llegar las montañas de Macizo del
Escambray, donde hicieron un importante asentamiento en El Hoyo, en el actual
municipio de Manicaragua. En la misma medida en que se extendía la demanda de
tabaco, se estimulaba la oferta esta situación mejoró sensiblemente la situación
económica de los canarios, incluso se formaron elites mercantiles isleñas que se
integraron dentro de los estratos altos de la sociedad cubana.
Viendo en el tabaco una vía de enriquecimiento, España monopolizó el comercio
del tabaco, para lo cual estableció en 1634 el estanco de este producto para
Castilla y León, régimen que en 1707 se amplió a todos los territorios de la
corona. Esta medida unilateral afecto los intereses de los trabajadores canarios
que se sublevaron junto a los tabacaleros sucesivamente en el 1717, 1720 y 1723.
Los isleños se incorporaron a la Guerra del 68 unas veces se alistaron en el
Ejercito Español y otras del lado de las fuerzas mambisas.
Factores importantes fueron la rebelión de esclavos en Haití; la liberalización
de la trata de esclavos en 1789; y la profunda crisis económica en Canarias;
estos crearon condiciones favorables para su introducción masiva de la mano de
obra africana. En el período que va de entre 1783 y 1791 se incrementaron vegas
y vegueros, no obstante para finales de la década los que cultivaban las tierras
a censo y por arrendamiento se vieron obligadas a abandonarlas y desplazarse
hacia zonas más alejadas y de menos interés para el gobierno español. Se
extendía triunfante la producción azucarera sobre la base de la explotación
extensiva e intensiva de la mano de obra esclava que precisaba extensas
plantaciones.
El inicio del siglo XIX fue beneficioso para los inmigrantes, dado el conflicto
bélico en Venezuela (1814) la corriente migratoria se dirigió hacia Cuba y
Puerto Rico. Los canarios y sus descendientes siguen extendiéndose hacia el
Occidente.
Entre 1835 y 1850 Macías Hernández considera que al menos 50.000 isleños
emigraron, de los que casi un tercio se dirigen a Cuba. Si el censo de 1846
recogía la presencia de 19.759 canarios en la Isla, el de 1862 los eleva a
45.814
Un incentivo adicional, pero no menos importante fue la crisis de las relaciones
esclavistas y la extensión paulatina en Cuba de las relaciones capitalistas de
producción. Esto generaba una demanda adicional de mano de obra asalariada:
La extinción definitiva de la esclavitud fue en 1886. Se calcula entre 50 y
60.000 el total de los emigrantes isleños en la segunda mitad del XIX. La zafra
de 1887 fue la primera que se hizo totalmente con asalariados.
Guerras participación
El inicio de la Guerra de Independencia determinó el descenso en la corriente
emigratoria canaria a partir de mediados de siglo. Los flujos se reavivaron a
finales de los setenta. En el 1872 se funda la Asociación Canaria de Protección
y Beneficencia Agrícola como un primer y loable intento de organización y
asistencia mutua. En la región central se fundo en el 1881 la Sociedad de
Inmigración Española, por José Martínez Fortín y Erlés y otras personalidades
del Partido de Remedios. El propósito de la SIE fue estimular la inmigración
canaria directamente hacia la zona central por el puerto de Caibarién para ser
utilizados como mano de obra para las labores agrícolas, en sustitución de la
mano de obra negra sobre todo para el tabaco, aunque también trabajaron en
ingenios y sitios agrícolas. Solo en el 1883 desembarcaron por Caibarién 6
expediciones con 1500 inmigrantes .
Los canarios se incorporaron a las Guerras de Independencia unos del lado del
ejercito español donde se destacaron el general Ignacio Pérez Galdós,
grancanario y el Cabo de Infantería Higinio Lugo Torres, tacorontero y el
Batallón de Guerrilleros de Canarias. Del lado de los mambises combatieron por
la libertad de Cuba numerosos isleños, llegaron a generales cuatro canarios:
Julián Santana, Manuel Suárez Delgado, Jacinto Hernández Vargas y Matías Vega
Alemán. El héroe nacional de Cuba y descendiente de canaria; José Martí cayó el
19 de mayo de 1995 en plena gesta libertadora.
Frustrada la independencia con la ocupación militar norteamericana (1898) se
vivieron en Canarias momentos de incertidumbre y decepción. Se declara en ese
año el Estado de Guerra, ante la amenaza del presidente norteamericano de
ocuparla conjuntamente con Baleares. Los isleños recibían sus militares
repatriados de Cuba que habían luchado con el Ejército Español. Se sintió con
mucha fuerza la repercusión de la guerra hispano cubano- norteamericana, se
temía un desembarco yanqui en el archipiélago y por la suerte de las familias
canarias asentadas en Cuba. La repercusión que la guerra
hispano-cubano-norteamericana tuvo en Canarias puede constatase en la prensa de
la época que a pesar de el enfoque triunfalista que caracterizó el tratamiento
del tema del conflicto bélico en cuestión; nos permite ver su importancia para
la opinión publica en las Islas.
Siglo XX
Una vez establecida la Republica en Cuba, se restableció el flujo migratorio,
que recibió un impulso en la segunda década. La eliminación de todas las trabas
que supuso la dominación española; la reconstrucción y reanimación económicas
que supone la salida de toda guerra; la inversión de capital norteamericano
provocaron una reactivación de la economía cubana y una demanda creciente de
fuerza de trabajo:
En el bienio 1913-1914 Cuba acogía entre el 84,9 por 100 y el 87,3 por 100 de
los emigrantes salidos por el puerto de Las Palmas, entre el 87 y el 87,2 por
100 de los que parten de Tenerife y entre el 99,2 y el 99,9 de los que embarcan
en Santa Cruz de La Palma. De los 4.677 pasajeros considerados como emigrantes
que parten en 1914 de Canarias, un 40,5 por 100 lo hacen del puerto de Tenerife,
un 31,6 por 100 de Las Palmas y un 27,9 de La Palma. Para 1915 la cifra se
elevaba a 6.713 pasajeros, pero los porcentajes habían variado: un 38,4 por 100
tienen como punto de embarque Tenerife, un 44 por 100 Las Palmas y un 17,6 por
100 La Palma.
Otros factores a considerar fueron en el plano internacional, la amenaza y
posterior realidad de la Primera Guerra Mundial (1914-1918); los altos precios
del azúcar en el mercado mundial; la elevada cotización del peso cubano que se
equiparaba en esa etapa al dólar norteamericano, patrón internacional; las
diferencias salariales entre trabajadores en Canarias y en Cuba; el incentivo a
la producción agrícola azucarera por los precios altos en el mercado mundial; y
no azucarera por el fomento en Cuba de nuevos cultivos de exportación (plátanos,
tomates y papas). Estos propiciaron una emigración de trabajadores temporales,
preferentemente varones que intentaron hacer un pequeño capital en Cuba, para
más tarde invertirlo en Canarias.
La coyuntura alcista de los precios del azúcar, que produjo una demanda de mano
de obra adicional, y estimuló la emigración española y canaria, se interrumpió
bruscamente en el año 1921 los precios del azúcar en el mercado norteamericano
se derrumbaron de 22 centavos la libra a 3,75 centavos. Españoles e isleños se
vieron obligados a regresar a casa, produciéndose algunos disturbios y protestas
por el trato despiadado por parte de las autoridades de inmigración.
Es muy probable, por tanto, que fuese Canarias una de las regiones españolas más
afectadas por la repatriación de la "quiebra cubano" del año 1921, estimándose
según cifras oficiales como retornados en dicho año la de 3.416 y que continuará
en 1922 con 2.411 repatriados más.
A mediados de la década del 20 se vivió en Cuba una cierta recuperación. No
obstante en el 29 se sintieron en la economía cubana fuertemente los efectos del
crac del 1929. En Cuba comenzaba una crisis estructural y permanente que
evidenciaba los límites de crecimiento para un país dependiente y
subdesarrollado. Si bien el "quiebra cubano" fue coyuntural, las consecuencias
de la crisis del 29 fueron tan graves que determinaron la retirada de los
trabajadores temporales y que un 70 % de los inmigrantes decidiera su retorno,
quedándose en Cuba solo un 30% de la población canaria que en ese momento
radicaba en Cuba. Este 30% (que a partir de ahora seria el 100%) en su inmensa
mayoría, ya asentados con descendientes cubanos y con cierta estabilidad
económica: eran pequeños propietarios vegueros, tabaqueros o colonos cañeros; en
menor medida comerciantes y de otros oficios.
Los inmigrantes canarios tendieron a la unidad y la colaboración mutuas. El 11
de noviembre de 1906 se funda la Asociación Canaria con objetivos de asistencia
sanitaria, instrucción, recreo. El asociacionismo canario resulto un pilar
importante para la ayuda y la estabilidad de la ya comunidad canaria en Cuba. La
asociación promovió la construcción de centros sanitarios y estimulo un
importante movimiento periodístico. Una parte minoritaria de éstos dio lugar en
los 20 a la creación del Partido Nacionalista Canario y su órgano de expresión
“El Guanche”. Los descendientes de canarios como parte ya del pueblo cubano
asumieron su identidad sin perder lo más esencial de las tradiciones canarias
que se transmitían de generación en generación.
Debido a esta asunción se hacen muy difíciles la investigación sobre la historia
de los inmigrantes canarios y sus familias en la etapa que va de la década del
30 hasta nuestros días. Ya que, una vez controlados los flujos y estabilizarse
la comunidad canaria, “aplatanarse”y mezclarse, su historia se funde con la del
pueblo cubano. Lucha de clases; Revolución; emigración de algunos perjudicados
por las medidas de la Revolución en los años 60; relaciones y vínculos
familiares normales; derrumbe del campo socialista y periodo especial en Cuba;
estímulo al turismo en Cuba que coincide con un desarrollo ya importante en las
Islas Canarias ; reactivación por esta vía los lazos que anteriormente solo eran
diplomáticos y familiares. Los noventa en Cuba crea un ambiente propicio para el
estrechamiento de estos vínculos y, como parte de esto la reactivación de los
viajes y del flujo migratorio esta vez primando de Cuba hacia las Islas
Canarias, por encontrase estas en la actualidad en una situación económica mejor
y mas estable. Las nuevas tecnologías de la computación y las telecomunicaciones
han facilitado la reactivación de los vínculos.
En la actualidad se estima que existen más tres mil naturales del archipiélago;
muchos de los cuales son varones, mayores y conservan la nacionalidad española,
por razones sentimentales y patrióticas, pues emigrar no significa una renuncia
al sentimiento nacional, por tanto las intenciones de regresar no se abandonan
y, porque los gobiernos español de Cuba y cubano posteriormente no les exigieron
la naturalización como condición para el trabajo y la tenencia de propiedad. Los
naturales cuentan con un aproximado de 600000 descendientes.
La asociación Nacional Canaria de Cuba "Leonor Pérez " se fundó en el año 1993
por el descendiente de canarios Carmelo González Acosta y cuenta con más de
45000 asociados. La Asociación Nacional Canaria de Cuba "Leonor Pérez " de Villa
Clara cuenta con 2182 asociados entre naturales y descendientes (hijos, nietos y
bisnietos), de los cuales 32 son naturales, la mayoría aún en plenitud de sus
facultades. Esta dirigida por Jorge Luis Abreu Sáez.
Efectos económicos y socioculturales de la inmigración canaria en Cuba
En siglos de inmigración canaria y sus descendientes han sido diversos los
efectos socioeconómicos, los cuales pueden resumirse en los siguientes puntos:
Desarrollo de la agricultura de la caña y el tabaco:
Los inmigrantes canarios se establecieron preferentemente como agricultores y
mínimamente en la minería y el comercio. Paulatinamente los isleños se fueron
moviendo de las labores de la caña hacia el cultivo y las atenciones al tabaco,
esta costumbre la aprendieron de los nativos tainos. Desde prácticamente el
descubrimiento de las Américas los propios españoles dan cuenta de la costumbre
indígena de fumar tabacos
‘Hallaron los dos cristianos por el camino mucha gente que atravesaba a sus
pueblos, mugeres y hombres, con un tizón en la mano, (y) yervas para tomar sus
sahumerios que acostumbravan.”
El tabaco es originario del continente americano. Los indígenas del Caribe
fumaban el tabaco valiéndose de una caña en forma de pipa llamada tobago, de
donde deriva el nombre actual. Los canarios aprendieron rápidamente a cultivar
las "hojas secas que desprendían una peculiar fragancia" y torcer los tabacos.
Hay referencia de una carta escrita por el canario Demetrio Pela (1541), quien
decía haber aprendido el cultivo de la maravillosa solanácea del aborigen Erio
Xil Panduca en los inicios de la colonia . Primero para el consumo propio, de
residentes, marineros y; al ver la demanda creciente al extenderse el consumo a
España se estimularon al aumento de las Vegas, extendiendo su cultivo por todo
el país hasta encontrar la excelencia natural en la zona de Vuelta Abajo. Pinar
de Río.
En el mapa de las zonas tabacaleras en Cuba puede observarse la relación
existente entre las zonas tabacaleras y las zonas de asentamiento preferente de
canarios. Por ejemplo en la zona central, la producción tabacalera fue tan
grande que España estableció dos Factorías allí una vez ordenado el Estanco del
tabaco: una en Remedios y otra en Trinidad. Los canarios influyeron
decisivamente en el surgimiento y extensión de la producción tabacalera en Cuba,
cuyo producto es famoso a nivel mundial y, además incursionaron con éxito en la
economía de subsistencia, el comercio, la artesanía y los negocios de imprenta y
litografía.
Se estima que el trabajo de inmigrantes canarios y sus descendientes
(campesinos) levantaba el 70% de la cosecha azucarera y el 90 % de la tabacalera
y que, como productores agrícolas perfeccionaron esta actividad con múltiples
innovaciones tecnológicas. Lograron, por ejemplo la aclimatación de cultivos
mediterráneos al trópico. Se conoce que el canario Francisco Alonso Jiménez fue
divulgador y defensor de las experiencias del sabio cubano Álvaro Reinoso sobre
el cultivo de la cana y llevarlos a la práctica, haciéndoles aportes que hoy
están vigentes, en 1953 publicó “El cultivo de la cana de azúcar en Cuba”.
Asimismo el canario Francisco Frías Jacott (1809-1877) Conde de Pozos Dulces,
figura relevante en la agricultura cubana recomendó en sus investigaciones la de
separar de la industria azucarera la parte agrícola: aporte todavía vigente y
con resultados satisfactorios. Se reconoce también el aporte de los isleños a
las técnicas de cultivo del plátano y tomate.
Los historiadores reconocen el aporte canario a la industria alfarera, al
comercio en todos los sentidos desde el de exportación e importación hasta el
detallista. La historia de la construcción del ferrocarril y los viales en
general no puede dejar de incluir a los picapedreros (rajoneros) hombres fuertes
y laboriosos de origen canario.
Desarrollo del turismo: en el contexto de la Reforma Económica de los años 90 en
Cuba, uno de los programas aprobados fue el de desarrollo del turismo. Esto
atrajo la atención de empresarios canarios, la primera empresa mixta entre Cuba
y Canarias fue inaugurada en 1988 por iniciativa del empresario canario Enrique
Martinón. Hasta el 2000 los Melia eran cuatro, todos construidos sobre la base
de inversiones en cartera con participación de capital canario. En el 2000 Román
Rodríguez, presidente de la Comunidad Autónoma de Islas Canarias, España; visito
Cuba y se promovieron la cooperación mutua, centrada en el sector del turismo.
Actualmente la cooperación canario cubana muestra como logros en este renglón la
producción cooperada de "Punch cigarritos" pertenece a la Compañía de Tabacos
Isleños (COTAIS), una asociación económica entre la Compañía Tabacos Isleños
S.A. (CITA) y la Unión de Empresas del Tabaco de Cuba que se constituyó
oficialmente el 24 de febrero de 1999 y está ubicada en Tenerife. La socia
cubana situada en el municipio habanero de El Cerro, requirió una inversión de
300.000 dólares para su reconversión tecnológica. COTAIS cuenta con un capital
inicial de tres millones de dólares aportados por ambas partes.
La cooperación económica canario-cubana con una tendencia ascendente abarca
preferentemente las áreas del turismo, la producción de tabaco y la agricultura.
Remesas mutuas. La actividad preferentemente agrícola y comercial de los
inmigrantes canarios le permitió enviar, con cierta regularidad remesas a sus
familiares permanentemente, pagar sus deudas y promover viajes en ambas
direcciones. Esta tendencia se mantuvo hasta la primera mitad del Siglo XX.
A partir de la década del 90 el desarrollo alcanzado por España en general y el
Archipiélago Canario en particular ha propiciado que, ante la crisis económica
en Cuba provocada por la caída del campo socialista entre otros factores; se
produzca un aumento del envío de remesas de las Islas Canarias a Cuba. El
desarrollo del turismo, la importantisima actividad de la Asociación Canaria de
Cuba y de otras instituciones cubanas y canarias a favor de la identificación
reunificación familiar, provocó el reencuentro por esta razón, la promoción de
viajes y la reactivación del envío de remesas familiares de Canarias a Cuba.
Los aportes socioculturales son sin duda los más extensos, generalizados y
significativos. Se encuentra en primer lugar, su contribución a la fundación de
la mayoría de las Villas y asentamientos a lo largo de toda la Isla, sobre todo
a la fundación de un número considerable de asentamientos rurales. En segundo,
desde el punto de vista de la estructura socio clasista de la sociedad hay que
tener en cuenta que la clase campesina cubana es preferentemente de origen
canario. En tercer lugar, los canarios han dejado una impronta muy importante en
la oralidad, y las tradiciones del pueblo cubano.
El especialista en el tema Luis Alfaro lo resume:
Por solo citar algunos ejemplos que ilustran lo anterior recordemos que el padre
de nuestros estudiosos del folklore, Samuel Feijóo, en su Mitología cubana
(1985) cita un total de 9 mitos que hacen referencia a las Islas. Por su parte,
Lydia Cabrera en su libro magistral El monte (1954) narra acontecimientos acerca
de un matrimonio de una mujer africana con un isleño, que demuestra la
interinfluencia étnica entre canarios y africanos. Y Germán de Granda, hace más
de 20 años, consideró la brujería isleña como un componente etnocultural de los
sectores más humildes de la sociedad cubana. En tanto que María del Carmen
Victori ha planteado que el cuento de exageraciones es una vertiente narrativa
que puede considerarse como un aporte isleño a la cultura oral popular.
Alfaro considera que los soportes fundamentales que han favorecido estas
coincidencias son la presencia y vitalidad de los rasgos propios de la identidad
cultural canaria en las regiones investigadas; la continuada inmigración y los
contactos interrumpidos entre Canarias y Cuba y conservación de la memoria
histórica de los hablantes.
Los inmigrantes al llegar a Cuba y asentarse trajeron consigo y conservaron sus
devociones tradicionales, por ejemplo el culto a la Virgen de la Candelaria,
surgido en Tenerife en el siglo XIV, inspiró la construcción de una ermita en
Guanabacoa. Los propios canarios fueron quienes, en el siglo XVIII, la
convirtieron en la hermosa iglesia de Santo Domingo. Aun en Cuba se recuerda el
Día de la Candelaria y persiste la costumbre popular de cortarse las puntas del
pelo para favorecer su crecimiento.
La influencia canaria en la cultura cubana actual es muy notable. A ella se debe
la pronunciación peculiar del castellano en Cuba, y la preferencia por formas
poéticas como la décima campesina. La improvisación, el punto guijarro o "repentismo",
que son la raíz del punto cubano y el son y de toda la música popular cubana en
la actualidad. Otro elemento importante es la permanencia de las fiestas
campesinas o guateques y las famosas parrandas o Charangas. En la zona central
se conserva esta tradición con mucha fuerza, son conocidas internacionalmente
las parrandas de Remedios, Vueltas y Camajuaní.
Puede resumirse que la emigración canaria en Cuba ha tenido consecuencias
considerables de signo positivo desde los puntos de vista económico y
sociocultural. El impacto sociocultural es el más importante por los sensibles
aportes de la emigración canaria a la conformación de la identidad nacional del
pueblo cubano. La mayoría de los canarios que emigraron eran de extracción
humilde, campesina lo que les impidió hacer aportes económicos de volumen más
significativo. Es importante la contribución canaria al desarrollo actual del
turismo en Cuba que va mas allá del dinero, es un aporte cultural ya que abarca
las técnicas, el conocimiento y las nuevas formas de organización del trabajo y,
lo que es mas importante la solidaridad con Cuba en tiempos de bloqueo y la
demostración de que es posible negociar y comerciar con los cubanos en
condiciones mutuamente ventajosas.
Sobre la influencia canaria en Cuba Fidel Castro, descendiente de canarios por
la línea materna, señala:
Desde esas volcánicas ínsulas, en momentos tan pretéritos como cuando ocurre el
primer viaje del Gran Almirante Cristóbal Colón, llegaron hasta aquí oleadas
sucesivas de sus hijos para aportar esfuerzos y cultura al surgimiento de la
nacionalidad criolla.
El canario fue por excelencia el más humilde de los inmigrantes. El no marchó a
Cuba en plan de opresor o explotador, vino a trabajar y a luchar a nuestro lado,
ayudó a forjar el país con su laboriosidad proverbial, sufrió con nosotros,
combatió, creó una familia, y se dignificó también, al fin, junto a todo el
pueblo en la Patria libre y revolucionaria de hoy.
De los canarios heredó nuestro campesinado, principalmente, su seriedad, su
honradez, su sentido del honor y también su rebeldía. Todavía hoy, en nuestras
tareas actuales, esos valores nos ayudan a librar y a ganar batallas de
importancia”
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