Jorge Isauro Rionda Ram�rez
Guanajuato, Gto; a 10 de mayo de 2006.
SUMARIO:
El fen�meno migratorio, fen�meno com�nmente visto desde el punto de vista de lo
social, debe por otro lado ser visto como efecto de un problema econ�mico de
M�xico. El excesivo endeudamiento externo de la naci�n y el bajo nivel de
ingreso se combinan para crear de manera consistente, por d�cadas ya, una pobre
generaci�n de empleo, tan insuficiente que es el principal causal de que ahora
vivan m�s de 15 millones de mexicanos en la Uni�n Americana, 1 por cada 7
mexicanos se encuentran fuera del pa�s.
Este trabajo trata el aspecto del problema migratorio de trabajadores
indocumentados en la Uni�n Americana y la b�squeda del reconocimiento de sus
derechos humanos, como la regularizaci�n de su estado migratorio en el
territorio estadounidense. No se olvide que los mexicanos ahora encabezan un
movimiento social como primera minor�a que tambi�n comparten el resto de
latinoamericanos y otras personas de nacionalidades distintas que ahora viven en
norte Am�rica en calidad indocumentada.
PALABRAS CLAVE:
Migraci�n
Indocumentados
Remesas Familiares
Deuda Externa
Insuficiencia de Ahorro
Reservas Internacionales
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PLANTEAMIENTO
Si hablamos del principal problema a la que se enfrenta la econom�a mexicana
inevitable es entonces hablar del endeudamiento externo. La deuda externa para
el cierre del 2005 lleg� a 165.4 mil millones de d�lares (MMD) y en el lapso del
2006 a alrededor de 167.
El M�xico social conlleva un gran n�mero de problemas a resolver. Una naci�n con
abierto ascenso urbano, donde 2 terceras partes de su poblaci�n viven en medios
urbanos y el resto en el medio rural, la migraci�n observa paulatinamente que
pasa de ser una migraci�n rural � urbano a urbano � urbano (cuadro 1).
Su crecimiento demogr�fico, a�n atenuado recientemente seg�n el conteo de
poblaci�n del 2005, a�n no logra el objetivo del crecimiento 0, el cual se
espera alcanzarlo en el 2020.
Cuadro 1
La tasa de crecimiento demogr�fico por a�o al 2005 es menor al 1%, mientras que
la tasa de desocupaci�n nacional al mismo a�o es muy superior, de 3.6%, en
especial la urbana de 4.7%. Esto explica en parte el nuevo patr�n que observa el
migraci�n en M�xico al pasar de ser una migraci�n del campo a las ciudades a una
interurbana, y verse acrecentados los �ltimos a�os la migraci�n de trabajadores
nacionales a la Uni�n Am�ricana, 19 de cada 20 en calidad indocumentada.
La esperanza de vida al nacimiento del pa�s presenta similitud a la de las
naciones desarrolladas al ser en promedio (de la poblaci�n indiferente al
g�nero), de 75.4 a�os. La tasa de fecundidad de 2.1 indica que se est� pr�ximo
al ideal de 2.0164 con un ligero centesimal relativo a la mortalidad infantil de
aproximadamente 164 defunciones por cada mil ni�os nacidos vivos.
Ante este espectro social, las promesas de los gobiernos neoliberales
tradicionalmente han sido rotas por imponer intereses financieros
internacionales a los de la econom�a real. Iniciemos por hablar del sexenio de
Carlos Salinas de Gortari (1988 � 1994):
El Plan Nacional de Desarrollo 1989 � 1994 se formul� con base a los compromisos
adquiridos con la renegociaci�n del monto de la deuda externa debida a los
Estados Unidos de Norteam�rica. Atendiendo a dichos compromisos el objetivo de
pol�tica econ�mica era el logro de una econom�a sana, pr�spera, capaz de
garantizar las bases materiales para el desarrollo del enorme potencial de los
mexicanos. No obstante, la instrumentaci�n de la pol�tica econ�mica atendieron
otros intereses ajenos tales como la apertura econ�mica, la celebraci�n del
TLCAN, la estabilizaci�n de precios mediante una pol�tica cambiaria
sobrevaluatoria, el abandono del Estado Mexicano en la rector�a econ�mica y su
fomento al desarrollo, un redimensionamiento del Estado a una expresi�n af�n al
laissez faire, laissez passer, la venta de paraestatales de forma masiva para
contrarrestar el d�ficit financiero del sector p�blico, y consecuentemente, la
gradual p�rdida del patrimonio nacional. Las reformas financieras para abrir los
mercados burs�tiles nacionales a la inversi�n extranjera neutra y la creciente
dependencia del ahorro externo de la econom�a nacional. Todo ello traho el
rompimiento de las cadenas productivas, desarticulaci�n del aparato productivo
nacional y la crisis financiera de 1994 (Calva, 2001).
La siguiente administraci�n de Ernesto Zedillo Ponce de Le�n (1994 � 2000) fund�
su promesa de gobierno en las finanzas familiares. Nada que ver, a los 20 d�as
de tomar el poder, pol�ticas imprudentes en materia de cambio de precios en los
productos de la canasta b�sica, fuera de pacto, desat� expectativas de temor y
la fuga abrupta de capitales causa un hundimiento de la econom�a real. A solo 20
d�as de la toma de poder se hab�a perdido el sexenio y fueron precisamente las
finanzas familiares las que m�s resintieron la crisis. El gobierno tuvo que
contraer tanto la pol�tica fiscal como la pol�tica monetaria y la merma del
salario real fue el fundamento de estabilizaci�n de precios, el desempleo se
dispar�.
El tr�nsito de la socialdemocracia de derecha moderada a la democracia cristiana
ultraderechista del sexenio de Vicente Foz Quezada (2000 � 2006), trajo la
suplencia de las pol�ticas de estabilizaci�n a mediano plazo a cambio de las de
crecimiento y generaci�n de empleo. Las promesas volvieron a romperse.
En el cuadro 2 se presenta de 1995 a 2005 el PIB en pesos corrientes, el tipo de
cambio y su expresi�n del PIB ante en d�lares corrientes. Aunque no est�
descantada la inflaci�n inercial adyacente para ambas econom�as, no obstante es
interesante ver la evoluci�n del PIB nacional.
La deflactaci�n que se puede hacer de la devaluaci�n del peso ante el d�lar y la
reexpresi�n contable del PIB en d�lares, expresa a�n incrementos sustanciales,
lo que indica que el tipo cambiario se ha sobrevaluado de forma permanente y
significativa. En materia de exportaciones no es un r�gimen cambiario adecuado
no obstante, para la IED y las empresas maquiladoras, as� como para el aparato
productivo nacional implica un r�gimen propicio para importaciones de bienes de
capital e intermedio baratas. Otro incentivo m�s de las administraciones
neoliberales para captar mayores montos de IED, que explica que no obstante se
tenga un d�ficit consistente de la cuenta corriente, las reservas
internacionales vienen en aumento. As� como la tasa salarial entre ambas
naciones se amplie.
Cuadro 2
La tasa salarial diferencial entre ambas naciones era la siguiente:
En 1964 es de 4 contra 1. Esto es, un estadounidense por la misma jornada de
trabajo gana 4 veces m�s que un mexicano.
En 1994 es de 8 contra 1.
En 2004 es de 10 contra 1.
En 2006 es de 11 contra 1, y sigue ampli�ndose. Lo que explica que cada vez es
m�s redituable y se capitaliza m�s el m�vil de la migraci�n de trabajadores
mexicanos a la Uni�n Americana. El r�gimen sobrevaluatorio acent�a esto.
Regresando a los programas de desarrollo de las �ltimas 3 administraciones, cita
Calva a Antonio Ortiz Mena al relatar el programa econ�mico del periodo 1959 �
1964: "El mayor problema de la pol�tica econ�mica � no consist�a en establecer
los objetivos sino en encontrar la manera de alcanzarlos".
Por ello el programa de gobierno alternativo al neoliberal debe sentar sus bases
en al forma en que pueda lograr sus promesas: qu� hacer, para quienes, c�mo y
con qu�. Procurando desde luego la sustentabilidad social, ecol�gica, social y
cultural para los mexicanos.
Ante el modelo neoliberal se observa como existe un congelamiento del gasto del
sector p�blico de 1991 a 2005 (V�ase gr�fica 1 y el cuadro 3). En esta gr�fica
observe el gasto de capital y la evoluci�n de las finanzas p�blicas respecto al
PIB:
Gr�fica 1
Cuadro 3
�NDICE DE MASCULINIDAD
Se afirma que una poblaci�n mantiene una relaci�n natural de 97 varones por cada
100 mujeres. Este es el �ndice de masculinidad natural de una poblaci�n, no
obstante por razones sociales se tiene que este �ndice puede ser superior o
inferior por regiones mundiales o nacionales.
En el caso de M�xico, seg�n datos preliminares del conteo de poblaci�n realizado
en 17 de octubre de 2005, este indicador a nivel nacional es de 94.6. La
principal raz�n, entre otras, que explica la discrepancia entre el �ndice
natural y el social es la migraci�n, especialmente de los valores.
Actualmente la relaci�n de migraci�n por g�nero en el pa�s es de 1 mujer por
cada 6 hombres. Esto es por cada 6 hombres que emigran, 1 mujer tambi�n lo
hacen, en su gran mayor�a en edades entre los 16 y lo 36 a�os.
El crecimiento demogr�fico muestra un indicador muy bajo puesto que su valor es
de 1% como crecimiento anual. Una ca�da sustantiva respectiva a la del 2000 de
aproximadamente 1.6%.
Lo primero que hay de anotar al respecto de lo supuesto es que el �ndice de
masculinidad social en M�xico es bastante bajo a efecto de la migraci�n
mayoritariamente de varones (de cada 7 emigrantes 6 son varones y 1 es mujer),
lo cual es efecto de pol�ticas macroecon�micas de congelamiento del gasto
p�blico como de la restricci�n al cr�dito que mermaron significativamente la
creaci�n de empleo que hoy se sit�a para el 2006 en alrededor de 700 mil empleos
por a�o de aproximadamente 1 mill�n 200 mil que se deben crear para tan solo
crear los trabajos que se requieren respecto a la poblaci�n de 12 a�os que se
adiciona como poblaci�n econ�micamente activa.
El �ndice nacional de 94.6 varones por cada 100 mujeres no es pareja en toda la
geograf�a nacional, hay zonas de atracci�n poblacional como de expulsi�n, como
se puede observar en el mapa siguiente:
Mapa 1
Las entidades del norte son atrayentes de poblaci�n pues sus �ndices respectivos
se encuentran por encima tanto del �ndice nacional pero principalmente por
encima del �ndice nacional. Estas entidades son: Baja California Sur, Quintana
Roo, Baja California, Sonora, Nuevo Le�n y Chihuahua (no est�n de mayor a menor)
Las entidades cercanas al �ndice de masculinidad natural pero a�n por encima de
este, lo que las hace en menor grado receptivas de poblaci�n son Coahuila,
Campeche, Nayarit, Tamaulipas (no est�n de mayor a menor).
Mapa 2
Yucat�n (97) presenta un indicador similar al �ndice natural de masculinidad, en
un caso muy similar est� Colima (97.1).
Las entidades que presenta ligera expulsi�n de poblaci�n son aquellas que est�n
por debajo del �ndice natural de masculinidad como Chiapas, Tabasco, Durango,
Jalisco, Aguascalientes, San Luis Potos�, Quer�taro, Tlaxcala y Zacatecas.
En el caso de entidades de mayor expulsi�n poblacional est�n el Distrito
Federal, guerrero, Hidalgo, Michoac�n, Morelos, Oaxaca, Puebla y Veracruz.
En el caso extremo esta la entidad de Guanajuato cuyo �ndice es de 90.7 el m�s
bajo de toda la Rep�blica Mexicana. Precisamente en la cuna del sinarquismo y el
Estado m�s conservador en materia de planificaci�n familiar. Guanajuato es hoy
d�a la entidad de mayor expulsi�n de poblaci�n. Efecto de la baja inversi�n
p�blica pues el estado est� bajo un gobierno que se distingue por ser el m�s
ultraderechista y neoliberal de la Rep�blica. Las cuentas p�blicas enriquecen
las cuentas bancarias pues la entidad gasta lo menos posible sobre todo en gasto
social.
Mientras los banqueros locales se enriquecen los humildes no encuentran empleo.
Un caso similar es Quer�taro de Arteaga. Ambas entidades cuyos gobernadores
pertenecen a la organizaci�n nacional Yunque, donde el tema m�s delicado no es
el desempleo que ha sido la principal labor de sus gobernadores, no por
mitigarlo sino por aumentarlo, sino los derechos humanos y la desatenci�n del
sector p�blico al gasto social.
El resto de las entidades que expulsan poblaci�n se debe a su leve nexo con el
desarrollo nacional como es Guerrero y Oaxaca. Las entidades cuyo desarrollo
queda aislado de los mercados nacionales e internacionales generan pocas fuentes
de empleo a efecto del bajo dinamismo de sus econom�as locales.
Migraci�n Internacional
El inter�s sobre los t�picos sobre la movilidad de la poblaci�n a nivel mundial
tiene como antecedente m�s importante el simposium que organiza la UNESCO en
1985 en Par�s, que en materia de migraci�n centra su inter�s en analizar las
contribuciones que los inmigrantes hacen en lo social y econ�mico en las
naciones los pa�ses receptores (Timur, 2000; 1 - 16).
Las l�neas de investigaci�n normalmente tienen cabida en el marco de las
conferencias internacionales y simposio organizada por la UNESCO desde mediados
de los a�os 50. As� por tanto citamos la conferencia de la Habana de la misma
UNESCO en 1956 repunta los temas de la integraci�n cultural de los pueblos
migrantes. Estas son dos directrices que abren el en mundo de la post guerra las
l�neas de investigaci�n en materia de migraci�n.
A partir del sustancial aumento a nivel internacional de las migraciones bajo
contrato, como migraciones de re emplazo, la investigaci�n se orienta a temas de
educaci�n y capacitaci�n, para lo cual la UNESCO centra sus estudios en tal
inter�s durante la d�cada de los 70. Durante esta d�cada se vino a abandonar
lentamente la idea del retorno de los migrantes a su lugar de origen, por la
posibilidad de la integraci�n armoniosa de los inmigrantes con base a la
educaci�n, la capacitaci�n y la profesionalizaci�n de la mano de obra, que
posibilite su sana inclusi�n.
Mapa 3
As� tambi�n, en esta d�cada se reconoce la importancia social, demogr�fica,
pol�tica y econ�mica del fen�meno migratorio, y se quita el sesgo de verla como
un problema.
Es en la d�cada de los 80 la UNESCO vira sus esfuerzos en raz�n de comprender el
balance de los movimientos migratorios prestando especial atenci�n a los flujos
entre e intra regiones. Estas nuevas tendencias son presentadas en dos vol�menes
Internacional Migration Today publicada en 1988 por dicho organismo. Destaca la
atenci�n en los flujos de migraci�n temporal como parte del la implementaci�n de
los pa�ses industriales del esquema de producci�n flexible, con el manejo de
tecnolog�as polivalentes que implican la flexibilidad en el uso de los factores
productivos, especialmente del trabajo, lo que da pie a que los programas de
instrucci�n, capacitaci�n de la mano de obra haga de esta una mano de obra
polivalente, con un contrato laboral temporal, y con incrustaciones dentro del
proceso productivo que implican su �gil y libre movilidad, as� como
versatilidad. Las remesas familiares de este tipo de trabajadores son de
especial atenci�n en los estudios por el monto que alcanzan y lo que significan
para el caso de las naciones perif�ricas al capitalismo central, proveedoras de
mano de obra de las naciones industrializadas.
En el siguiente v�nculo se puede ver la evoluci�n mundial de la migraci�n, donde
se ve c�mo este fen�meno d�a a d�a se vuelve m�s representativo:
http://www.conapo.gob.mx/mig_int/series/g01.ppt
Relativo a los migrantes internacionales se presenta este otro v�nculo:
http://www.conapo.gob.mx/mig_int/series/g02.ppt
De estas dos relaciones vemos como Asia, Europa y Am�rica del Norte presentan
con mayor intensidad el fen�meno migratorio, mientras que las regiones con menor
grado de desarrollo, entre ellas Am�rica Latina, son las que menor intensidad
presentan. Europa y Am�rica del Norte son las que en la d�cada de 1990 a 2000
observan un aumento del fen�meno, especialmente esta �ltima.
En el mapa 4 se puede ver el origen de los nuevos estadounidenses. Obs�rvese el
monto de migraci�n de mexicanos. Debe hacerse notar que se trata de 131 mil 575
personas que ingresan en calidad migratoria regular. Existe un monto de
aproximadamente 20 veces superior de mexicanos que ingresan en calidad
indocumentada.
Mapa 4
Estos migraciones de re emplazo de alg�n modo generan mercados alternativos
receptoras de la misma pero son una mayor temporalidad, lo que origina que
paulatinamente, la migraci�n temporal transite a definitiva. Con tiempo esta
�ltima adquiere relevancia. La restricci�n de tipo institucional en materia de
calidad documentada y de residencia, ante esta oportunidad laboral causa de
alguna forma que se presente la fuerza de trabajo inmigrante de tipo
clandestino.
Las pol�ticas restrictivas de car�cter unilateral para restringir el ingreso de
mano de obra a largo plazo de alguna forma causan que vaya siendo cada d�a m�s
relevante la inmigraci�n con car�cter indocumentada. Los acuerdos entre las
naciones de migraciones de re emplazo en muchos casos son suspendidos y
sustituidos por programas binacionales de tipo de industrializaci�n, se cita el
caso de M�xico donde el "programa bracero" (1942 � 1964) se cancela a cambio de
la implementaci�n del programa binacional de industrial maquiladora de
exportaci�n (PIME), en la franja fronteriza entre M�xico y los Estados Unidos,
por medio de una zona franca.
"El decenio de 1990 ha sido testigo de una nueva ola de migraci�n mucho m�s
variada con nuevos tipos de migrantes, que van de los inmigrantes altamente
cualificados a los solicitantes de asilo, pasando por migrantes irregulares,
temporales y en tr�nsito. Tambi�n se ha argumentado que muchas de estas
categor�as comienzan a confundirse entre si, por lo que cada vez es m�s dif�cil
hacer distinciones entre los distintos tipos de migrantes." (�imar, op. cit.;7)
Al parecer estas nuevas formas de migraci�n est�n relacionadas a los cambios
estructurales que son parte de la flexibilidad de los procesos productivos en
las naciones industrializadas. El proceso de globalizaci�n iniciado en los 90
vincula cada d�a m�s a econom�as nacionales donde los traspasos de poblaci�n son
m�s significativos. Por lo que el car�cter de asilo, refugio y la recepci�n de
poblaci�n migrante, sobre todo la clandestina es un fen�meno creciente.
Colateral a ello surgen actitudes sociales e incluso institucionales de
xenofobia y exclusi�n de los inmigrantes, muchos de estos con base a prejuicios
o a la condici�n de indocumentados. La discriminaci�n se traduce en abuso y
explotaci�n de los migrantes, donde el t�pico de inter�s esta en los derechos
humanos de este tipo de poblaci�n. El fundamentalismo cultural t�pico de la
centuria del XIX en el que en especial destaca el eurocentrismo y el
etnocentrismo chauvinista, es vitalizados de la intolerancia y surgimiento de
movimientos de exclusi�n activa de inmigrantes tales como es el resurgimiento de
del neonazismo.
Por otra parte, se observa que la composici�n de g�nero de la migraci�n tambi�n
se modifica, las mujeres aumentan su participaci�n en este fen�meno.
De aqu� se puede desprender que al menos la agenda de investigaci�n actual de la
UNESCO sigue el enfoque de enmarcar el fen�meno migratorio como parte de la re
estructuraci�n productiva y la flexibilizaci�n de los procesos que se centran en
el primer mundo, y la integraci�n econ�mica de econom�as perif�ricas al
capitalismo central. As� como las expresiones y repercusiones sociales,
culturales, laborales y de derechos humanos en un mundo que transita de una
forma de explotaci�n r�gida a otro flexible: la post modernidad.
La UNESCO ahora adquiere las veces de un organismo "staff" en el dise�o de
pol�ticas nacionales donde de cabida al fen�meno migratorio. La entidad
individual del migrante es sustituida por el concepto de redes. Los estudios
ahora observan el comportamiento de las redes de migraci�n, no tanto en la
persona del migrante. Puesto que las redes se consideran como centro de
conocimiento que expliquen los causales del fen�meno, sus expresiones y se
vislumbran las potenciales soluciones.
Surge la Red de estudios relativos a las migraciones en Am�rica Latina y el
Caribe (REMIALC) a ra�z de un seminario regional celebrado por la UNESCO en
Santiago de Chile en octubre de 1988. "Esta red se ocupa de las repercusiones de
la mundializaci�n en las tendencias de la migraci�n recientes y de los efectos
de las iniciativas de integraci�n econ�mica, tales como el TLC y el MERCOSUR, en
especial en lo concerniente a la naturaleza cambiante del mercado de trabajo, a
la mayor flexibilidad de este mercado y a los nuevos tipos de migraci�n." (�imar,
op. cit.; 13).
Otra de las principales l�neas de investigaci�n en esta nueva agenda son los
derechos humanos de los migrantes, en enfoque de g�nero del fen�meno migratorio,
la dimensi�n �tica de la migraci�n sobre todo en el manejo de la migraci�n
clandestina, refugiados o asilados, el marco institucional de las relaciones
laborales, la formulaci�n de instituciones supranacionales, a raz�n del marco de
referencia que el grado de consolidaci�n de la Comunidad Econ�mica Europea,
donde destacan los acuerdos multinacionales en el manejo de la cuesti�n laboral
de los migrantes de la regi�n y fuera de la regi�n.
Otra l�nea es la migraci�n y el desarrollo sostenido, los v�nculos entre el
conocimiento y las pol�ticas p�blicas, principalmente. Este enfoque es muy
importante puesto que establece la necesidad de vincular el quehacer p�blico
respecto al problema desde una comprensi�n cient�fica.
Con lo anterior, se deja sentado las bases de las que parte el enfoque del
estudio como sus principales antecedentes para pasar a revisar las principales
posturas de la migraci�n.
Se tienen enfoques que parten de un nivel de comprensi�n a nivel micro tales
como es el punto de vista neocl�sico que basa su enfoque en la racionalidad del
individuo, o la de la nueva econom�a sobre la migraci�n que se enfoca a la
racionalidad que toma a la familia o el hogar como punto de referencia de la
toma de decisiones. Las teor�as del mercado dual y del sistema mundial son un
acercamiento a nivel macro del problema. Conciben su enfoque en un nivel
sist�mico, con nexo ya sea al r�gimen de regulaci�n o al de acumulaci�n, o a
ambos.
AHORRO, INVERSI�N Y CRECIMIENTO
El monto en s� no dice mucho, lo interesante esta en el servicio de la deuda el
cual fue de 24.6 MMD al a�o. Cantidad que ha llegado a ser en 34.6 en 1997, a�o
en que la naci�n se sumerge en una crisis muy profunda. En el a�o 2000 el
servicio fue de 34.7 MMD. Se espera que para el 2006 este monto sea de 24.8 MMD.
Por qu� es interesante? Por que el servicio de deuda comprende intereses,
amortizaciones y otros gastos. Solo por intereses es este a�o saldr�n del pa�s
alrededor de 14 MMD, superior a la remesas de los trabajadores que se espera
ingresen este a�o de aproximadamente 10.5 MMD. Reservas que 15 millones de
mexicanos residentes en los Estados Unidos de Am�rica mandan a sus familiares
a�o con a�o (v�ase el siguiente cuadro 4).
La naci�n requiere a�o con a�o generar 1 mill�n 200 mil empleos aproximadamente,
si se considera que la poblaci�n econ�micamente activa en M�xico se considera de
12 o m�s a�os, por lo que el rango de poblaci�n que hoy tiene 11 a�os es de
aproximadamente 1 mill�n 200 mil j�venes, los cuales en un a�o se agregar�n a la
oferta de trabajo.
Cuadro 4
Generar 1 mill�n 200 mil empleos requiere al menos de un crecimiento del 6%
(seg�n estudios del Colegio de M�xico). La inversi�n anual requerida para lograr
dicho crecimiento debe ser 12 MMD. Si M�xico no pagara los intereses del
servicio de endeudamiento externo se puede afirmar que la naci�n podr�a crecer
en 7.5% PIB anual, creando no solo empleo para absorber a la poblaci�n de 12
a�os que se adiciona a la oferta de trabajo, sino empleo para ir absorbiendo el
rezago del desempleo acumulado de a�os pasados. El empleo creado en cada a�o de
la presente administraci�n puede verse en la gr�fica 2, a nivel urbano la misma
que aunque cada a�o viene en aumento a�n es insuficiente.
Gr�fica 2
Propiamente, el problema de la emigraci�n de trabajadores mexicanos a la Uni�n
Americana es efecto de la insuficiencia en la creaci�n de empleos no solo por la
el bajo nivel de ahorro sino por los excesivos compromisos financieros que la
naci�n tiene con el exterior.
En el cuadro 5 se tiene la relaci�n entre la formaci�n bruta de capital, el
ahorro y la inversi�n. Variables econ�micas que son el principal sustento del
crecimiento econ�mico. Puede verse como el ahorro interno, a�n conjuntamente con
el ahorro externo observan una brecha respecto a la demanda de inversi�n
(financiamiento de la formaci�n bruta del capital). Dicha brecha es la causa de
la demanda de la banca privada al banco central de creaci�n de nuevo dinero.
Nuevo dinero que es el av�o del crecimiento pero que paralelamente general
inflaci�n de no haber reservas internacionales libres, no comprometidas, para
sostener la paridad cambiaria.
Cuadro 5:
Se estima que el 80% del endeudamiento externo del pa�s se le debe a los EEUU.
Ir�nicamente la expoliaci�n financiera que el vecino del norte impone a la
econom�a mexicana, tambi�n causa que existe una enorme migraci�n a dicha naci�n.
Lograr un crecimiento anual del PIB de al menos 6% es un objetivo a mediano
plazo de la econom�a actual. No obstante la evoluci�n en la tasa de crecimiento
no observa el valor deseado, como puede verse en la gr�fica 3.
Gr�fica 3
Las tasas del panel de la derecha indican que se est� muy lejos de lograr un
crecimiento como el anhelado. La estrategia actual de M�xico es lograr la
captaci�n de divisas v�a inversi�n extranjera directa, exportaciones netas,
turismo, y ventas de petr�leo que contribuyan a elevar los montos de dinero en
disposici�n del cr�dito.
En el cuadro 6 se tiene el deslizamiento del tipo de cambio del peso respecto al
d�lar donde queda de manifiesto que la captaci�n de M�xico a�n resulta
insuficiente para sostener la formaci�n bruta de capital.
Cuadro 6
Fuente: Informe Anual del Banco de M�xico, 2005. M�xico
En el cuadro 5 la brecha entre el ahorro y la inversi�n se representa
precisamente por la participaci�n del ahorro externo que no es m�s que la
captaci�n de nueva deuda para poder sanar el d�ficit de ahorro.
En el fen�meno globalizador, los flujos de capital privado a los pa�ses
emergentes, tales como M�xico, as� como de inversi�n privada directa son
sustanciales. M�xico con Brasil son las naciones que m�s captan IED del
extranjero (v�ase gr�fica 4). La IED para el 2005 fue de cerca de los 118 mil
millones de pesos, que en t�rminos de d�lares equivale a un monto similar al
obtenido por el turismo, por las ventas de petr�leo o por las remesas
familiares.
Gr�fica 4
No se debe subestimas las entradas de divisas por efecto de la econom�a
informal, como es el narcotr�fico. Las remesas familiares para la naci�n
contribuyen tanto como el turismo externo a las reservas internacionales.
Consid�rese que M�xico es la naci�n n�mero 7 que m�s capta turismo extranjero.
Para comprender la significancia del sector externo en la captaci�n de divisas
se tiene el siguiente apartado.
Antes del tratado de libre comercio con Am�rica del Norte las remesas familiares
se trataban en la contabilidad nacional estadounidense como transferencias
unilaterales, y se presentaban, tramposamente, como ayuda de esta naci�n a los
Estados Unidos de Am�rica. Con esto tambi�n el Sistema Generalizado de
Preferencia (SGP), que en materia de comercio exterior daba esta naci�n al pa�s
nunca lleg� a ser significativo como un apoyo real a la econom�a mexicana.
SECTOR EXTERNO Y DESARROLLO
Para analizar el sector externo deben verse los balances internos de la econom�a
mexicana. En la gr�fica 5 se observa del 2000 al 2005 la conducta del consumo
interno, la formaci�n bruta del capital y el crecimiento del producto interno
bruto. Mientras la formaci�n bruta del capital observa una dr�stica ca�da en el
2001 y 2002 a efecto de las pol�ticas federales de austeridad de gasto, no
obstante el consumo interno se sostiene y observa incentivos modestos. La
restricci�n del mercado nacional conjuntamente con la formaci�n bruta de capital
fija genera un crecimiento sostenido pero leve que no supera el 4% anual,
insuficiente para la generaci�n de empleo.
Gr�fica 5
El crecimiento depende de la inversi�n privada por lo que es un crecimiento
aut�nomo. La inversi�n p�blica participa muy poco en el crecimiento en la
b�squeda de contener la inflaci�n pues dada la integraci�n y apertura comercial,
se pretende que �sta sea lo m�s cercana a la inflaci�n que observa el principal
socio comercial de M�xico: los Estados Unidos de Norteam�rica.
En los �ltimos 21 a�os el ingreso per c�pita en M�xico crece a una tasa promedio
anual de 0.3% (Calva, 15/10/2004 El Universal). En el 2003 el Producto Interno
Bruto per c�pita resulta 7.3% superior al de 1982. La inversi�n fija bruta por
habitante es 4.1% inferior a la de ese mismo a�o, que expresa un decrecimiento
0.2% promedio anual. En el lapso el salario m�nimo pierde el 69.6% de su poder
adquisitivo (Calva, Idem). Considerando que a mayo de 2006 la situaci�n sigue el
mismo patr�n, se puede hablar de un cuarto de siglo perdido en t�rminos de
desarrollo como medio siglo de regresi�n en materia de salario real.
Uno de los grandes problemas de la pol�tica econ�mica en M�xico es que se deben
abandonar las pol�ticas de estabilizaci�n a favor de uno nuevo de desarrollo,
generaci�n de empleo y crecimiento (Calva, Idem). En ese exceso de
instrumentalismo econ�mico de tipo tecnocr�tico los medios o instrumentos de
pol�tica econ�mica toman m�s relevancia que los fines del desarrollo. Este es
efecto de la contaminaci�n del instrumentalismo neopositivista de los
econometristas en la actual pol�tica econ�mica.
En el siguiente cuadro 7 se comparan los indicadores entre las tasas promedio
anuales del crecimiento econ�mico, la inversi�n bruta fija de capital per
c�pita, el PIB per c�pita y el incremento real del salario entre el modelo
endogenista (1932 � 1982) y el siguiente modelo exogenista (1982 a 2006):
En el transcurso de la presente administraci�n, de 2000 a 2006, el monto de la
migraci�n a los Estados Unidos de Am�rica asciende a m�s de 5 millones de
trabajadores. M�s de 20 millones de mexicanos pasaron a engrosar la pobreza y la
indigencia en el pa�s (Calva, 05/11/2004).
Evidentemente el gran costo del desempleo que la presente administraci�n observa
como resultado de sus pol�ticas estabilizadoras, viene en contradicho de las
promesas de gobierno del crecimiento del 7% de PIB y de 1 mill�n 200 mil
empleos. Necesariamente incompatible son las pol�ticas de congelamiento del
gasto federal y restrictivas de la pol�tica monetaria con la generaci�n de
empleo. "La estrategia econ�mica de mediano plazo est� dise�ada para facilitar a
la autoridad monetaria el cumplimiento de su meta desinflacionaria. El gobierno
considera que la forma m�s adecuada de apoyar al banco central en su objetivo
desinflacionario consiste en mantener finanzas p�blicas que contribuyan a
disminuir las presiones que ejerce la deuda p�blica sobre los mercados
financieros" (Cita de Calva, 12/11/2004). La meta es lograr una inflaci�n de 3%
anual a partir de 2003, misma que se ha perdido recientemente ante el
deslizamiento del tipo cambiario que para mayo de 2006 rebasa los $11 por d�lar.
La promesa de la generaci�n de empleo fue dejada de lado por la de la
estabilizaci�n de los mercados financieros. Afirma Jos� Luis Calva (Idem) que "�
la estrategia macroecon�mica sacrific� la econom�a real de las personas en aras
de la solidez de los signos de valor �"
En materia salarial v�ase el siguiente cuadro 8 donde se ven por zona del pa�s
los aumentos del salario nominal durante la actual administraci�n de Vicente Fox
Quezada. Lo principal es que la indizaci�n de los incrementos anuales al salario
m�nimo respecto al �ndice inflacionario son causa del congelamiento del salario
real. Sabiendo que el �ndice inflacionario para otorgar los incrementos al
salario m�nimo van con respecto al Indice Nacional de Precios al Consumidor, que
a su vez son tramposamente calculados puesto que los productos que integran
ahora la canasta b�sica han disminuido a solo 1000, no es una canasta realmente
representativa de la inflaci�n, por lo que en t�rminos reales el salario real
observa una ca�da, similar a la que viene d�ndose desde 1976.
Cuadro 8
Relativo a la presente administraci�n (2000 � 2006) la promesa de un crecimiento
anual del PIB de 7.5% y de una generaci�n de 1 mill�n 300 mil empleos por a�o se
contradice ante la realidad de la naci�n donde la tasa promedio de crecimiento
anual es de 0.7% y hay una p�rdida de 227 mil 146 empleos formales (registrados
en el IMSS (al primer trienio del sexenio). Se estima que para septiembre de
2006 esta cantidad sea aproximadamente del 450 mil (v�ase gr�fica 6). En esta
administraci�n el crecimiento del PIB per c�pita apenas fue de 0.6%, mayor que
las de las d�cadas de los 80 y 90, con un crecimiento del 0.14% anual. La
inversi�n fija bruta por habitante es de 7.4% inferior a la observada en el
2000, con un decrecimiento promedio anual de 1.9% (Calva, 29/10/2004).
Gr�fica 6
Ya en el a�o 2000 (Banamex, junio 2000 y Mar�a de las Heras) dos encuestas de
opini�n p�blica se�alaban la necesidad de cambiar de modelo distinto al de la
administraci�n de Ernesto Zadillo Ponce de Le�n (Calva, idem).
La pol�tica econ�mica del pa�s durante la actual administraci�n p�blica federal
privilegia las medidas de la estabilizaci�n de precios, para coadyuvar a las
autoridades monetarias en contrarrestar la inflaci�n y con ello lograr
incentivar el crecimiento aut�nomo.
El �ndice Nacional de Precios al consumidor, subyacente y no subyacente afirma
lo anteriormente dicho (v�ase gr�fica 7):
Gr�fica 7
Interesante es mostrar una comparaci�n de los �ndices de precios en los
alimentos en un mismo periodo entre la econom�a mexicana y la de los Estados
Unidos de Norteam�rica, principal socio comercial del pa�s. En la gr�fica 8 se
observa que los incrementos son mayores en M�xico que en la naci�n referida, por
lo que la vida se encarece m�s en el primero ante su principal socio comercial.
En la gr�fica 9 se observa que las prote�nas son las m�s encarecidas en esta
administraci�n pues son precisamente los c�rnicos los que expresan la mayor tasa
inflacionaria.
En la gr�fica 10 se ven los patrones comparados entre los precios internos y
externos del gas natural, el gas licuado y las gasolinas. A�n altos van al
parejo y se frenan respecto a las cotizaciones de �stos en el exterior. La
pol�tica en el pa�s en materia de energ�a es homologarla en lo posible al
exterior y en solo 6 a�os esto se ha realizado con �xito, a costa del r�pido
encarecimiento de estos productos al partir de cotizaciones inferiores a las
for�neas.
Gr�fica 8
Gr�fica 9
Gr�fica 10
En la gr�fica 11 se compara la conducta en el lapso de 1985 a 2005 tanto del
consumo privado como de la inversi�n privada. Existe una correlaci�n lineal
entre ambas variables pero la ca�da en el 2003 obedece a la b�squeda de
formaci�n bruta de capital dados los incentivos de pol�tica monetaria a nivel
federal que otorgan confianza y estabilidad a la iniciativa privada. La crisis
del 94 observa una fuerte ca�da del consumo interno, respuesta para tratar de
salvar los negocios que observan una ca�da menos dr�stica gracias al sacrificio
en el consumo.
Gr�fica 11
Del 2000 al 2005 tanto el consumo privado como la inversi�n privada observan
importantes aumentos, lo que habla del logro de la pol�tica federal de
estabilizar la econom�a e incentivar el crecimiento aut�nomo, que a�n siendo
insuficiente y los primeros a�os de la administraci�n foxista tuvo un alto costo
social en materia del enorme desempleo que se tuvo en el periodo mencionado.
Cada a�o menor pero a�n as� significativo y en lo acumulado, base y raz�n de la
gran migraci�n de trabajadores mexicanos a la Uni�n Americana.
Ahora bien, en el mundo empresarial, cu�les son los efectos de la pol�tica
monetaria, salarial y fiscal en incentivar el crecimiento empresarial? En la
gr�fica 12 el porcentaje de empresas manufactureras que han ampliado su
capacidad de planta entre empresas manufactureras, exportadoras y no
exportadoras se tiene siempre aquellas con mayor nexo con el comercio exterior,
especialmente las manufactureras exportadoras que en su mayor�a son
maquiladoras, son las que presentan mayor incremento de su capacidad.
Gr�fica 12
La inversi�n extranjera directa que ingresa al pa�s, en un 95% se destina a
factor�as manufactureras, y a su vez, estas en un 95% son de tipo maquilador. La
industria maquiladora en M�xico ha incrementado sustancialmente sus
reclutamiento que de enero de 2003 a diciembre de 2005 significaron 134 mil 378
nuevos empleos. No obstante, esta industria apenas aporta el 3.7% del empleo
necesario en los 3 a�os que abarca pues si por a�o se deben generar 1 mill�n 200
mil empleos, en los 3 a�os los empleos requeridos ascienden a 3 millones 600 mil
(v�ase gr�fica 13).
Gr�fica 13
No obstante la escasez de mano de obra en el sector manufacturero cada vez mayor
pues hay una mayor competencia entre las empresas en al contrataci�n de personal
calificado, as� como las oportunidades laborales son mayores pues la movilidad
del personal de una a otra firma es cada vez mayor (v�ase la gr�fica 14). Este
indicador no es efecto al aumento sustantivo de la demanda de trabajo en el
sector manufacturero, sino por efecto de la migraci�n que hace escasa la mano de
obra.
Gr�fica 14
En los a�os 2004 y 2005 la industria manufacturera no maquiladora observa una
ciclicidad en cuanto el personal ocupado, producci�n, productividad,
remuneraciones promedio reales y el costo unitario de la mano de obra (CUMO).
Mientras el personal contratado viene en ascenso su productividad observa
rendimientos marginales decrecientes negativos as� como la propia producci�n.
Esto es a raz�n de la absorci�n de la capacidad ociosa de las empresas en la
segunda fase de la producci�n donde el producto marginal es menor al promedio,
de ah� la ca�da marginal en la producci�n (v�ase gr�fica 15).
Las remuneraciones medias reales obedecen al patr�n marcado por la propia
productividad, la ca�da de la productividad observa por lo mismo una simetr�a
con el aumento del CUMO pues es efecto a su participaci�n al�cuota del valor
producido por cada nuevo empleado adicionado a la organizaci�n productiva.
Recientemente se ve que a fines del 2005 y aunque la gr�fica no lo contempla, a
inicios del 2006 la recuperaci�n de la productividad viene en ascenso. Las
remuneraciones medias reales se mantienen en una constancia por su indizaci�n a
la inflaci�n no obstante las variaciones en la productividad marginal del
trabajo. Este congelamiento del salario real es en si sustento de la
recuperaci�n en la producci�n al causar que el CUMO observe de nuevo una ca�da
asim�trica al incremento en la productividad.
Evidentemente el aumento de la producci�n observa incrementos mayores a los
observados en la contrataci�n de nuevo empleo. Nuevo empleo que se da gracias a
precisamente el congelamiento del salario real que cada vez dista de la
productividad marginal del trabajo y a la productividad en si en las factor�as
manufactureras nacionales.
Gr�fica 15
Las mismas variables son observadas para el mismo periodo en la industria
maquiladora y su comportamiento es at�pico a las empresas mexicanas
manufactureras. En la gr�fica 16 el personal ocupado, la producci�n, la
productividad, las remuneraciones medias reales y el CUMO observan una
ciclicidad m�s acentuada que las de las factor�as nacionales. Eso habla de una
vulnerabilidad m�s sensible y de un sector m�s d�bil que el del aparato
productivo nacional.
Gr�fica 16
Recientemente la ca�da del reclutamiento es un patr�n t�pico de este sector
empresarial, su productividad observa despu�s de una abrupta ca�da una leve
recuperaci�n, no obstante la producci�n cae sustancialmente y su recuperaci�n es
leve y correlativa a la recuperaci�n de su productividad. Obviamente el CUMO
viene en aumento ante la ca�da de la productividad marginal del trabajo. La
capacidad ociosa de este sector aumento durante el 2004 y el 2005 abre
posibilidades m�s cre�bles y estables de la vida pol�tica del pa�s. Las
remuneraciones medias son m�s correlativa a la productividad marginal del
trabajo, distinto a las factor�as de las empresas mexicanas de manufacturas.
Mientras en las factor�as mexicanas la base de la recuperaci�n de la producci�n
se basa en el congelamiento del salario real a favor de la creaci�n de nuevos
empleos, las maquiladoras obedecen a sus expectativas de crecimiento, propio m�s
de mercados for�neos que de los nacionales.
Por otra parte, es posible que este sector experimente en el 2004 un
retraimiento a raz�n del clima de inestabilidad pol�tica que desat� el abierto y
aguerrido combate del Ejecutivo Nacional ante la administraci�n de l Gobierno
del Distrito Federal ante el desafuero de Andr�s Manuel L�pez Obrador. No se
olvide que en el Distrito Federal se alberga m�s del 60% de la Inversi�n
Extranjera Directa que en un 95% se materializa en empresas maquiladoras.
Asimismo la volatilidad en materia laboral y empleo del sector maquilador
obedece al tipo de contratos laborales m�s flexibles, y los esquemas de
producci�n flexible que dominan la organizaci�n del trabajo y la producci�n en
estas empresas. Contrario, las empresas manufactureras observan contratas a
plazo, obedientes a la ley federal del trabajo y al IMSS, relativos a sus
esquemas a�n basados en la producci�n r�gida.
Loa generaci�n de nuevos empleos es m�s sostenible en mediano plazo por las
factor�as nacionales que por las extranjeras. La volatilidad del sector
maquilador en materia tanto productiva como laboral hace que la rotaci�n de
personal, como la movilidad laboral de este sector sea mayor. No es propiamente
un sector que retenga mano de obra, incluso puede ser tan empleador como
desempleador seg�n las coyunturas de las mercados nacionales como extranjeros
como del clima pol�tico del pa�s.
En la gr�fica 17 se observa el sector del comercio al menudeo con las mismas
variables y en el mismo periodo que se ven en las empresas nacionales
manufactureras como de las empresas maquiladoras.
El personal ocupado es la variable m�s estable, sus remuneraciones sin embargo
observan mayores cambios. Se ve abiertamente que las ventas vienen en declive a
raz�n de la ca�da del poder adquisitivo, el consumo interno y el desempleo
creciente. En el 2005 productividad observa la misma tendencia de las ventas, y
como es de esperar ante la ca�da de las ventas el CUMO viene en aumento
conjuntamente con el rendimiento marginal de la mano de obra ocupada.
Gr�fica 17
El comercio al menudeo, se compone de unidades peque�as normalmente de propiedad
familiar, es por ello que el personal ocupado no es en s� el sacrificado, sino
las remuneraciones las cuales son abiertamente flexibles y no r�gidas como es el
caso de la mano de obra bajo contrato industrial.
A�n el sector de comercio menudista retenga empleo, los negocios peque�os de
este tipo de establecimientos se ven empobrecidos al grado del cierre, lo que
viene a liberal la mano de obra ocupada.
En el cuadro 9 se ve el patr�n de desempleo del pa�s de 2000 a 2005. En general
el desempleo en cualquiera de sus rubros es alto y cada vez m�s cr�tico.
Cuadro 9
Con lo anterior nos queda claro que el aparato productivo nacional sigue siendo,
a�n insuficiente, el principal sustento del empleo del pa�s. Las contrataciones
en las maquiladoras son muy volubles y flexibles lo que bien libera o capta mano
de obra y es causante de que d�a a d�a en el pa�s venga en aumento no solo el
desempleo voluntario, sino el friccional. La ca�da del poder adquisitivo del
salario causa que a su vez aumente el desempleo voluntario.
En el cuadro 10 se presentan desde 1997 la evoluci�n nominal y real de las
remuneraciones por trabajador por sector econ�mico. Si se observan las variables
reales se ve la p�rdida gradual del poder adquisitivo en general de cada sector
econ�mico.
Cuadro 10
En el cuadro 11 se complementa esta informaci�n con la evoluci�n del salario
m�nimo en el pa�s de enero de 1988 a enero de 2006, como promedio nacional y por
zona geogr�fica. Igualmente n�tese que son bastante modestos los incrementos al
salario, indizados a la inflaci�n. Una inflaci�n basada en el �ndice Nacional de
Precios al Consumidor, tramposamente calculado.
Cuadro 11
Dado el inminente desempleo que causa el actual esquema econ�mico de
estabilizaci�n, necesariamente el fen�meno migratorio de mano de obra viene en
aumento. Este es un grave causal que explica los recientes 5 millones de
mexicanos ingresados a la Uni�n Americana.
Ahora deben verse como se refuerza la estabilidad econ�mica con el ingreso de
divisas v�a ventas netas al exterior. Por ello v�ase la gr�fica 18 donde se
presenta el patr�n de conducta de las exportaciones y las importaciones de 1995
a 2005.
Lo primero a destacar el crecimiento absoluto y sostenido de ambos rubros. Se ve
una simetr�a con alta correlaci�n lineal en los aumentos de las exportaciones y
las importaciones.
Gr�fica 18
El coeficiente de apertura econ�mica aumenta sustancialmente desde la
celebraci�n del TLCAN y la apertura econ�mica a la Inversi�n Extranjera Directa.
En el cuadro 12 se presentan de 1999 a 2005 los principales indicadores del
sector externo. Observe la Inversi�n Extranjera Directa y la evoluci�n creciente
de las reservas internacionales, que contrasta con el d�ficit persistente de la
cuenta corriente.
Cuadro 12
La inclusi�n del ahorro for�neo al aparato productivo del pa�s, las nuevas
factor�as maquiladoras principalmente explican el aumento de importaciones,
especialmente temporales para al exportaci�n. Por ello, para expandir la planta
productiva del pa�s implica mayores compras al exterior. Paralelamente las
empresas maquiladoras, normalmente ensambladoras importan aquello que despu�s
destinan a la exportaci�n, con el valor agregado del costo de la mano de obra,
como otros gastos indirectos y de insumos nacionales.
Este volumen de comercio expresa un saldo deficitario en la cuenta corriente de
la balanza de pagos (v�ase la gr�fica 19). El d�ficit per se no es malo pues es
un d�ficit desarrollista al componerse principalmente de importaciones de bienes
de capital e insumos industriales intermedios. La tendencia del d�ficit es a
disminuir a�os con a�o, no obstante es persistente. Por ello el sost�n de la
estabilidad cambiaria no lo es propiamente el comercio exterior, la naci�n ha
recurrido al endeudamiento externo el cual es menor gracias a la participaci�n
significativa tanto de la inversi�n extranjera directa como de otros ingresos
donde destacan las llamadas remesas familiares.
Gr�fica 19
En la gr�fica 20 se observa la conducta de las reservas internacionales de 1997
a 2005. A�o con a�o los incrementos absolutos son importantes, especialmente en
la presente administraci�n. Lo que explica estos aumentos que conviven con el
d�ficit perentorio de la cuenta corriente en la balanza de pagos son
principalmente la IED y las remesas familiares.
Gr�fica 20
En el cuadro 13 y en la gr�fica 21 se observa de 1999 a 2005 la evoluci�n de la
IED en M�xico. Hay un gran salto en el 2001 a efecto del primer a�o de
administraci�n ultraderechista en M�xico, administraci�n que concede especiales
canonj�as a la inversi�n estadounidense, as� como otorga mucha seguridad. La
tendencia es al alza, de hecho M�xico ha desplazado a Brasil que
tradicionalmente ocup� el primer lugar mundial en captar IED.
Gr�fica 13
Las nuevas inversiones como las cunetas entre compa��as son los elementos que
m�s aportan. La inversi�n de cartera, neutra, o bien en compra y venta de
valores de empresas extranjeras no es significativa hasta el 2004 y 2005, de
hecho el aumento de la inversi�n extranjera en M�xico de estos a�os se explica
por efecto de los movimientos de documentos burs�tiles y de nuevas inversiones.
La participaci�n en la cuenta corriente del 95 al 2005 observa una ca�da
dr�stica por efecto de la crisis del 94 y su secuela posterior, la recuperaci�n
inicia en el 99, el cambio de administraci�n es tan alentadora a la inversi�n
extranjera en el pa�s, especialmente la estadounidense que en el 2001 se ve una
abierta recuperaci�n. Los siguientes a�os observa c�mo la IED contribuye cada
vez m�s en esta cuenta de la balanza de pagos.
Gr�fica 21
En el cuadro 14 la IED observa su distribuci�n territorial seg�n entidad
federativa de 1999 a 2005. Los siguientes mapas 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12 y 13
observan cu�les entidades son a�o con a�o la densidad en que se localiza dicha
inversi�n.
Cuadro 14
Inversi�n extranjera directa por entidad federativa
En el cuadro 15 se tiene la evoluci�n de 1990 a 2000 de la marginaci�n en
M�xico. A nivel de entidad federativa no es muy notoria la evoluci�n de las
regiones cuya situaci�n no ha mejorado. Lo interesante es que la marginaci�n en
M�xico observa que en los 10 a�os que comprende el lapso la marginaci�n persiste
en la misma geograf�a y en las �reas de m�s lata marginaci�n, esta es la m�s
permanente. Asimismo existen entidades donde abiertamente se ve que la
marginaci�n viene en aumento, por caso Veracruz y Guanajuato. El desarrollo se
contrasta en la econom�a nacional pues conviven en un mismo territorio �reas de
r�pido crecimiento, con otras de abierta y cada vez m�s grave marginaci�n.
Los mapas 14, 15, 16, 17 y 18 presentan la geograf�a de la marginaci�n en M�xico
en el 2000. El mapa 14 presenta las entidades seg�n grado de marginaci�n en el
a�o referido. El sur con la m�s alta marginaci�n y el norte y centro y centro
occidente con la menor. Evidentemente las entidades con mayor nexo a los
mercados nacionales como for�neos son aquellas cuyo grado de desarrollo es mayor
respecto a las regiones que est�n al margen de los mercados.
El re estructuraci�n econ�mica y reconversi�n industrial iniciada en los 80
propio de un esquema de apertura econ�mica genera una relocalizaci�n industrial
y reacomodo de la poblaci�n en una geograf�a econ�mica donde el desarrollo
urbano e industrial responde a su v�nculo con los mercados nacionales como del
extranjero.
Un mejor espectro de atenci�n de la marginaci�n en M�xico es verla a un nivel
municipal, los siguientes mapas 15, 16, 17 y 18 la presentan a nivel municipal.
Son de especial inter�s los mapas donde se ven las �reas de mayor marginaci�n,
mismas que resultan ser aquellas de mayor expulsi�n poblacional.
Cuadro 15: Distancias de los �ndices de marginaci�n con respecto al Distrito
Federal por entidad federativa, 1990 y 2000. (CONAPO)
Fuente: CONAPO
Es interesante comparar los mapas 13, 14 y 19, donde vemos que las entidades de
mayor recepci�n de IED son precisamente las de menor grado de marginaci�n.
Contrario, las entidades de menor recepci�n de este tipo de inversi�n presentan
el m�s alto grado de marginaci�n. El mapa 20 en comparaci�n del mapa 13 y 14
muestra la relaci�n existente entre la marginaci�n y la migraci�n, donde se ve
que hay una alta correlaci�n entre ambas.
El cuadro 16 indica el �ndice y grado de intensidad migratoria por entidad
federativa en M�xico en el 2000. Cuadro bajado de:
http://www.conapo.gob.mx/publicaciones/intensidadmig/CUA_AA_IIM2000.XLS
Cuadro 16: Indicadores sobre migraci�n a Estados Unidos, �ndice y grado de
intensidad migratoria por entidad federativa, 2000
Fuente: estimaciones de CONAPO con base en la muestra del diez por ciento del
XII Censo General de Poblaci�n y Vivienda 2000.
La comparaci�n entre la geograf�a de la marginaci�n, la de la IED y la de la
intensidad migratoria nos altamente reveladoras respecto al indicio de que son
precisamente las regiones de m�s alta marginaci�n las que expulsan poblaci�n, y
son precisamente estas regiones las menos receptoras de IED. Son �reas
propiamente al margen del esquema de desarrollo exogenista, que de 1990 a 2000
muestran un recrudecimiento de la marginaci�n.
En el siguiente v�nculo se presenta la relaci�n de los principales pa�ses que
reciben y env�an remesas familiares:
http://www.conapo.gob.mx/mig_int/series/g03.ppt
De este v�nculo se obtiene la gr�fica 22 muestra que M�xico ocupa el segundo
lugar mundial, despu�s de la India en recibir remesas familiares. Estados Unidos
por su parte, presenta el primer lugar en enviar remesas. Vu�lvase a ver el mapa
4 y comp�rense con la gr�fica 22 y 23. M�xico es una naci�n donde las remesas
familiares son bastante relevantes en materia de desarrollo regional.
En EE.UU. el 12.5% de su poblaci�n es inmigrante, de los cuales el 28.4% son
mexicanos. La gr�fica 23 indica qu� tan importante es la poblaci�n mexicana en
la Uni�n Americana. Los latinos (52.3%) ya son la primera minor�a en los Estados
Unidos, y de ellos 23.9% son latinoamericanos (excluyendo a los mexicanos). El
resto 57.7% son de otras regiones del mundo.
La p�rdida neta anual de poblaci�n que migra a los Estados Unidos por periodo
viene en aumento desde 1960 a la actualidad (gr�fica 24). La cuesti�n es que
esta se nutre principalmente de trabajadores indocumentados. La presencia de
latinos, especialmente de mexicanos va ganando espacios en la Uni�n Americana
(mapa 21). No solo por quienes migran sino por sus descendientes (gr�fica 25).
La geograf�a de la recepci�n y localizaci�n de los migrantes mexicanos en EEUU
(mapa 22) indica que el suroeste y los estados fronterizos son los mayores
receptores de la migraci�n mexica.
La gr�fica 26 indica de 1993 a 2003 los flujos de migrantes temporales que van y
vienen de la Uni�n Americana. N�tese c�mo a partir de 2000 el fen�menos
migratorio viene en aumento, sobre todo migrantes que van a los EE.UU.
La migraci�n de trabajadores mexicanos a la Uni�n Americana es un fen�meno
bastante relevante para el pa�s, no solo por su dimensi�n que a nivel
internacional no tiene parang�n, sino por las remesas que causa. Lamentablemente
en el neoliberalismo, el inter�s respecto a los migrantes se deja a lado por el
tema de los montos de remesas.
La presente administraci�n hace especial hincapi� en su atenci�n respecto al
enorme volumen de divisas que causan las remesas familiares, dejando en un
segundo plano el tema de la migraci�n, los derechos humanos de los migrantes y
su situaci�n indocumentada en los Estados Unidos de Am�rica.
La atenci�n a las remesas familiares de los migrantes han restado atenci�n al
tema de la situaci�n y calidad migratoria, as� como de los derechos humanos, por
el vislumbramiento del dinero que representan las remesas.
La presente administraci�n hace m�s por la captaci�n y uso de las remesas que
por las personas que las mandan como las reciben. El inter�s pol�tico de esta
administraci�n ultraderechista es que las remesas familiares compiten en monto
con el petr�leo, el turismo y las exportaciones agropecuarias (gr�fica 28). Son
la segunda fuente de divisas del pa�s despu�s del petr�leo, mismas que por otra
parte vienen en aumento a�o con a�o (gr�fica 27)
Gr�fica 27
Fuente: CONAPO
Gr�fica 28
Las remesas familiares llegan a casi el 6% de los hogares del pa�s (gr�fica 29),
de hecho a los hogares m�s pobres, propios de las regiones marginales de M�xico.
Son el aut�ntico monto de inversi�n al desarrollo de las regiones con m�s
marginaci�n de la naci�n, y favorecen como sostienen el desarrollo de las
unidades familiares m�s pobres, ind�genas y campesinas, con alta marginaci�n.
Gr�fica 29
Fuente: CONAPO
El mapa 23 puede compararse con el mapa 15 y puede fundamentarse lo
anteriormente dicho respecto al destino geogr�fico regional al que llegan las
remesas en la geograf�a del desarrollo y marginaci�n de M�xico.
Mapa 23
Fuente: CONAPO
En el cuadro 17 se puede ver c�mo M�xico va a la cabeza de las naciones
latinoamericanas en cuanto recepci�n de divisas en los recientes 3 a�os.
Cuadro 17: Montos de las remesas a los pa�ses latinoamericanos, 2003-2005
(Banco Interamericano de Desarrollo, millones de d�lares)
El destino en el pa�s a donde llegan las remesas familiares por entidad
federativa se presentan en la gr�fica 30. Michoac�n, Zacatecas, Oaxaca e Hidalgo
son las entidades que a nivel per c�pita m�s reciben este recurso. Donde
Michoac�n es la entidad con mayor relevancia en este aspecto.
Jalisco, Michoac�n, Zacatecas y Guanajuato son las entidades que m�s poblaci�n
expulsan a la Uni�n Americana. Para el 2005 y 2006 el primer lugar lo ocupa
Guanajuato, entidad con el menor �ndice de masculinidad (90.6). Aparece como uno
de los m�s relevantes en materia de la recepci�n de remesas familiares (Cuadro
19).
Es importante se�alar que no obstante se sea una entidad o un municipio con alto
�ndice de emigraci�n, no necesariamente es a su vez una entidad con el mismo
grado o �ndice en la recepci�n de remesas. Esto se explica por el car�cter de su
migraci�n pues de tratarse de una entidad m�s urbana que otra, la migraci�n
temporal es proporcionalmente menor que la de car�cter definitivo. Por otra
parte se trata de una migraci�n dominantemente de solteros y la participaci�n de
las mujeres es bastante alta. Por decir, en Guanajuato de cada 6 migrantes 5 son
varones y una es mujer. En Oaxaca la proporci�n es de 19 varones por cada mujer
migrante. Asimismo, la relaci�n de solteros es mayor y se trata de una poblaci�n
proporcionalmente m�s joven. Los migrantes guanajuateses provienen de medios
urbanos y los de Oaxaca del medio rural. Estas diferencias cualitativas explican
el hecho de las diferencias de patrones regionales en la migraci�n y su
expresi�n en el fen�menos migratorio y de remesas familiares.
Gr�fica 30
El cuadro 18 indica los medios de env�o de las remesas en M�xico de 2001 a 2005,
donde los medios electr�nicos son cada vez los de mayor preferencia. Los montos
promedio no var�an, lo que indica que lo que viene en aumento es el n�mero de
env�os, efecto del aumento absoluto en la migraci�n.
Cuadro 18
Cuadro 19
CONCLUSIONES:
Con todos los cuadros, gr�ficas y mapas vistos anteriormente se deja en claro la
relevancia para el desarrollo regional de la migraci�n como de las remesas
familiares.
Las actuales administraciones ultraderechistas no han logrado un acuerdo
binacional migratorio, y es un apartado pendiente en las agendas de ambas
naciones (M�xico y los Estados Unidos de Am�rica), el tema de la colaboraci�n
laboral y la calidad migratoria tanto de los mexicanos actualmente residentes en
la Uni�n Americana, como de los que desean ingresar a trabajar de una naci�n a
otra.
En M�xico, la Ley de Poblaci�n como la propia constituci�n de los Estados Unidos
Mexicanos tratan de forma muy hospitalaria a los extranjeros que desean trabajar
en el pa�s. Sin embargo, Estados Unidos muestra abierta reticencia a permitir el
ingreso de ciertos migrantes, especialmente aquellos de origen latinoamericano,
sin excepci�n de M�xico, su principal socio comercial.
La importancia de los trabajadores mexicanos en la Uni�n Americana es bastante
relevante. Un d�a sin mexicanos, un d�a sin compras de productos estadounidenses
por la comunidad latina demuestra lo importante que es esta poblaci�n nada m�s
en consumo interno de dicho pa�s.
Del otro lado, un d�a sin remesas puede significar una devaluaci�n de
aproximadamente 20% del tipo cambiario. De hecho la recepci�n diaria de divisas
por remesas sostienen el tipo cambiaria con la misma importancia que lo hacen el
turismo y las exportaciones agropecuarias conjuntamente.
De no contar con las remesas no solo la paridad estar�a $2 pesos por encima de
la actual, la inflaci�n no ser�a menor a 2% de la actual por a�o y el
endeudamiento externo ser�a mayor en un monto similar al de la recepci�n de las
mismas, solo que por a�o. Sin remesas desde 1990, al 2006 la deuda externa en
M�xico ser�a superior a la actual en aproximadamente 90 mil millones de d�lares
(el pa�s debe aproximadamente 160 mil millones de d�lares).
Las remesas sostienen a los hogares m�s vulnerables de la sociedad mexicana,
aminoran la pobreza y coadyuvan en disminuir el grado de marginaci�n de las
regiones del pa�s.
Son fuente de capitalizaci�n local y de av�o financiero, por dar una idea, en el
municipio de Dolores Hidalgo las remesas aportan el 65% de los recursos de la
banca para el cr�dito particular local.
Los migrantes aportan recursos financieros para el desarrollo local de las �reas
de donde provienen al enviar remesas a sus familias, que muchas veces av�an un
negocio familiar total o parcialmente.
Las asociaciones de migrantes y clubes integrados desde la Uni�n Americana de
migrantes son organizaciones que promueven el desarrollo local con fondos para
apoyo a labores comunitarias o negocios. Por dar una idea, San Miguel Allende es
un municipio donde varias asociaciones de migrantes, conjuntamente a la
comunidad norteamericana residente en el municipio colaboran conjuntamente para
el financiamiento de proyectos de desarrollo comunitario o de empresas de
distinta �ndole.
FUENTES:
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(29/10/2004) "Macroeconom�a real". Peri�dico de circulaci�n nacional El
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DOM�NGUEZ �vila, Carlos Federico (2006) Pueblos en movimiento: Migraciones
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por comunicaci�n interna. Pr�xima publicaci�n en Entelequia. Espa�a.
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OCAMPO Jos� Antonio (2002) "Retomar la agenda del desarrollo" en F. Solana
(coord.) Am�rica Latina XXI: Avanza o retrocede la pobreza. FCE. M�xico.
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SECRETAR�A DE ECONOM�A. Direcci�n General de Inversi�n Extranjera. Poder
Ejecutivo (2005) M�xico http://www.economia.gob.mx/
SECRETAR�A DE HACIENDA Y CR�DITO P�BLICO. Se obtuvo informaci�n para la
formaci�n del cuadro 1, conjuntamente por con informaci�n del Banco de M�xico.
Elaboraci�n del Banco de M�xico (Informe Anual 2006).
STIGLITZ, Joseph (2002) El malestar en la globalizaci�n. Taurus. Madrid.
WILLIANSON, John (1990) The progress of policy reform in Latin America.
Institute for International Economics. Washington, D.C.
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