LA ECONOMÍA EN LAS FACULTADES DE DERECHO

Cuando, en el momento de preparar los exámenes finales, robando horas al sueño y a los amigos, el estudiante universitario trata de memorizar páginas y páginas de apuntes y libros, el cerebro se rebela. Para evitar la sobrecarga el subconsciente empieza a buscar excusas: "Esto es una asignatura estúpida, esto no sirve para nada, estoy perdiendo el tiempo" .

Para el estudiante de Derecho que se enfrenta a la Economía la venenosa pregunta surge inevitablemente: "¿De qué me sirve la Economía si yo lo que quiero es ser jurista?". En esos momentos el autocontrol es muy importante. Para evitar la derrota y el abandono es necesario realizar unos ejercicios de autoconvencimiento: "¡Qué asignatura tan bonita! ¡Qué textos más amenos!" si se repite muchas veces puede resultar efectivo; conviene también buscar buenas razones que justifiquen la necesidad del estudio. Quizá entonces encuentre útil el alumno repasar las ideas que siguen.

Entre las deficiencias del sistema educativo español una de las más llamativas es la ausencia de la enseñanza de la Economía en la EGB. Resulta sorprendente que la mayoría de los titulados universitarios, bien en ciencias experimentales o en ingenierías y carreras técnicas, sean incapaces de entender las páginas económicas de los periódicos o de analizar las propuestas de política económica presentadas por los partidos políticos en sus programas.

ESTAS FUERON SUS PALABRAS

"Confiesa, Señor, el Consejo que el repentino clamor de la Corte por la tasa del pan, por su mala calidad y subido precio, de tal suerte turbó a todos los ministros que (..) se ofuscaron sus entendimientos. (..) Al querer dar las más ejecutivas providencias, no han encarecido el pan los labradores sino los ministros, pues los ministros le dieron el precio en que no lo tenían los labradores. (..) El emplear los Consejos en estos cuidados es la causa de los mayores daños de la monarquía. Lo primero, porque estas materias son sumamente ajenas a la profesión del Consejo y de la inteligencia de los ministros (que las han de votar); porque éstos no han tenido nunca donde aprender Economía, ni sus estudios se han encaminado a este fin, que solo se sabe con la experiencia y la práctica, la cual jamás han tenido, criados en sus colegios con otras atenciones y cuidados, y en las chancillerías, empleados en sentencias y pleitos, y así hoy confiesan los ministros más celosos que no entienden estas materias de los abastos, como demuestran los errados temperamentos que han discurrido".

(Consulta del Consejo de Castilla a su Rey Felipe III, 1619)

Para el jurista, como su actuación incide directamente sobre la realidad social, conocer las consecuencias económicas y sociales de su actividad es una obligación ineludible. La Economía le proporciona las claves para entender los fenómenos sociales y el medio institucional en el que se desenvuelve. La Economía, en suma, le permite conocer y comprender los elementos reales que intervienen en la producción, interpretación y aplicación de la norma sustantiva.

A mediados del siglo pasado, la llamada Ley Moyano incluyó la Economía Política y Hacienda Pública como asignatura básica en las Facultades de Derecho. Entonces no existían estudios diferenciados para la profesión de economista y fueron por tanto los licenciados en Derecho los principales impulsores en España de la Economía como ciencia y como arte: los que escribieron los primeros manuales de Economía publicados en nuestro país y los que dirigieron las finanzas españolas desde los más altos puestos de las empresas y el gobierno.

Fue a partir de 1943 cuando de las Facultades de Derecho se desgajaron las especialidades de Ciencias Económicas y Empresariales. Aun entonces fueron licenciados en Derecho los que ocuparon las cátedras en las nuevas Facultades y los que se encargaron de formar las primeras promociones de economistas. Pero el que nuestro país cuente hoy con un gran número de licenciados en Ciencias Económicas no implica mengua alguna en la necesidad de que los juristas completen su formación con una buena base de Economía.

ESTAS FUERON SUS PALABRAS

"Una nación que cultiva, trabaja, comercia, navega, que reforma sus antiguas instituciones y levanta otras nuevas, una nación que se ilustra, que trata de mejorar su sistema político, necesita todos los días de nuevas leyes, y la ciencia de que se deben tomar sus principios y el arte de hacerlo (..) la Economía Civil o Política (..) debe formar el primer objeto de los estudios del Magistrado, para que, consultado por el gobierno, pueda ilustrarle, presentándole los medios de salvar la felicidad del estado".

(Jovellanos, G.M. de, Discurso sobre el estudio de la Economía Civil, Sevilla, 1796).

La Economía resulta una excelente base de apoyo cuando el estudiante de Derecho se enfrenta a las disciplinas jurídicas de los últimos cursos de la carrera.

Si ese apoyo resulta evidente para disciplinas tales como el Derecho del Trabajo, el Financiero o el Mercantil es también necesario para las restantes disciplinas si lo que se busca no es sólo la aprehensión sino la comprensión de la normativa.

Y cuando el ahora alumno acabe sus estudios e inicie su vida profesional detectará en seguida que la sociedad le exige amplios conocimientos de Economía sea cual sea su campo de actividad. Según datos publicados por el Ministerio de Educación y Ciencia, la mitad de los licenciados en Derecho trabajan como profesionales libres o en la Administración de Justicia, un 30% accede mediante oposiciones a alguno de los cuerpos de la administración pública y el 20% restante trabajará en la empresa privada por cuenta propia o ajena. Analicemos cada uno de esos grupos.

CUADRO I
ACTIVIDADES EJERCIDAS POR LOS ABOGADOS

Abogados que se consideran empresarios  4%

Empleados en empresas

 
  Con vinculación a su carrera 12%
Sin vinculación a su carrera 8%
Administración pública 30%
Enseñanza y ejercicio libre 46%

(Fuente: Mº de Trabajo, Empleo de los profesionales superiores, Madrid, 1977).



La mayoría de los que ejerzan libremente la profesión o se integren en la Administración de Justicia tendrán que intervenir en muchas ocasiones en particiones patrimoniales por divorcio o "mortis causa", tendrán que actuar en convenios colectivos o conflictos laborales, se les pedirá asesoramiento en temas financieros o fiscales. En cualquier caso les resultará muy conveniente conocer las formas que proponen los economistas de estimar la responsabilidad por daños, los modelos de la conducta del delincuente o los análisis tipo coste-beneficio sobre la conveniencia o no de pleitear.

El Ministerio de Educación y Ciencia realizó hace poco tiempo una encuesta entre grandes empresas españolas para conocer el tipo de profesionales que demandaban, para qué puestos y qué formación requerían. Resultó de ella que la licenciatura en Derecho era una de las titulaciones más demandadas para los puestos dirigentes de cualquier tipo de las empresas ya que esos puestos requieren una formación generalista más que especializada (las otras titulaciones requeridas "para dirigentes" eran Económicas e Ingeniería Industrial). Pero al preguntárseles si los licenciados llegaban bien formados, los encuestados respondieron unánimemente que entre los licenciados en Derecho se echaba en falta una mayor formación económica y entre los licenciados en Economía una mayor formación jurídica. El éxito profesional de titulaciones de tipo intermedio como las que ofrecen algunas instituciones privadas en España (ICADE, etc.) es otra prueba de esa necesidad.

Veamos finalmente qué requiere el Estado de los que van a trabajar en su administración. Según un trabajo de los profesores Juan Torres y Manuel Martín (El campo profesional del jurista y la enseñanza de la Economía, Rev. de la F. de Dcho. de la Univ. de Granada, 2, 1983) la mitad de las oposiciones de nivel superior a las que se pueden presentar licenciados en Derecho incluyen en su temario la Economía Política y la Hacienda Pública. En esas oposiciones resulta ser la disciplina de mayor peso con más del 25% de los temas. En general, considerando todas las oposiciones para licenciados en Derecho, sólo el Civil y el Administrativo superan en número de temas a nuestra disciplina.

CUADRO II
TEMAS EXIGIDOS EN OPOSICIONES
para licenciados en Derecho

Civil

2.516

Administrativo

2.462

Economía y Hac.

1.441

Mercantil

1.335

Procesal

1.248

Financiero

811

Penal

766

Trabajo

766

Político

686

Contabilidad

223

Internacional

217

Historia

195

Canónico

23

Otros

1.671

(Fuente: Manuel Martín y Juan Torres, obra citada)