Fray Bartolomé de las Casas, debe ser considerado hoy como un jurista que tuvo notable influencia en las leyes que regularon el sistema económico de la América sometida al imperio español. Es reconocido como el principal defensor de los derechos humanos de los habitantes indígenas de América. Sus escritos no fueron solo de denuncia de la crueldad en el trato y del exterminio de las poblaciones indígenas sino también de propuestas de sistemas alternativos. Consiguió convencer a la Corona a que estableciera leyes protectoras que, con mayor o menor éxito, y siempre demasiado tarde, pusieron límites a la explotación y prohibieron la esclavitud.
Bartolomé de las Casas nació en Sevilla el año 1484 de familia descendiente de judíos conversos. Estudió leyes y se graduó en Salamanca. El 15 de abril de 1502, en la expedición de Ovando, llega a La Española acompañando a su padre, en busca de fortuna. Nombrado, por sus estudios, doctrinero, acompaña al gobernador Ovando en las luchas contra los indígenas. Es testigo durante ese tiempo de las brutalidades de los españoles y el inicio del genocidio de los tainos que denunciaría posteriormente.
Hace un viaje a Roma y a su vuelta el Virrey Diego Colón le concede tierras e indios en encomienda, dedicándose a la agricultura. En 1510 llegan a Santo Domingo los primeros dominicos que empezarán a denunciar el sistema de encomienda y el trato inhumano a los indios. Bartolomé de las Casas colabora con ellos como intérprete. Hacia 1512 es nombrado presbítero y en 1513 participa en la conquista de Cuba obteniendo nuevas encomiendas en esta isla.
En 1514 renunció públicamente a sus encomiendas y empezó a predicar contra todo aquel sistema. Viaja a Sevilla en 1516 para "amonestar al rey" de que la conquista y la esclavitud estaban acabando con los naturales, por lo que eran necesarias reformas profundas. Muerto el rey Fernando el Católico, es nombrado "Protector de los indios" por el Cardenal Cisneros.
En 1520 obtiene autorización para un proyecto de repoblar una zona de Tierra Firme, Cumaná, en la actual Venezuela, con labradores en lugar de soldados. La experiencia resultó un fracaso. Muchos de sus acompañantes españoles abandonaron y se produjo una rebelión de indios que destruyeron la misión y causaron varias muertes.
En 1522 ingresó a la Orden Dominicana en Santo Domingo. Durante unos años se dedica a estudiar teología y derecho. Al continuar denunciando la captura de esclavos es enviado a fundar un convento en Puerto Plata. Desde allí continúa escribiendo al Consejo de Indias, denunciando el maltrato a los indios. Su actividad influyó de forma notable en la ley de 1530 que prohíbe la esclavitud de los indios.
En 1931 viaja a Puerto Rico y México. En 1535 a Nicaragua, en 1536 a Guatemala. A fines de 1539 vuelve a España continuando sus pleitos en favor de los indígenas. En 1542 obtiene su mayor éxito al influir notablemente en la promulgación de las Leyes Nuevas de Indias, en las que se reafirma la prohibición de la esclavitud de los indios y se regula la desaparición progresiva del sistema de Encomienda.
En 1544 es nombrado obispo de Chiapas, a donde llega en 1545. En 1547 regresa a España, y no volverá más a América. En 1551 y 1552 se enfrenta a Juan Ginés de Sepúlveda, preceptor de Felipe II en una discusión abierta ante el Consejo Real y un grupo de teólogos y juristas. Aunque el debate no tuvo un claro vencedor, sirvió para que las tesis de Bartolomé de las Casas penetraran en la cultura jurídica de la época e influyeran notablemente en las futuras leyes y decisiones políticas.
En los siguientes años continuó en España su labor de reclutamiento y formación de misioneros. En julio de 1566, a los 92 años de edad, falleció en el convento de Atocha, en Madrid.