En Jos� Larraz confluyen varias facetas: la de jurista, la de economista, la de soci�logo, la de fil�sofo de la Historia, la de intelectual cristiano, todas ellas profundamente entrelazadas. Durante una etapa de su vida dedicada a la Administraci�n del Estado, tuvo la oportunidad de hacer que sus propias ideas se concretaran en normas legales o reglamentarias, muchas de ellas salidas de su propia mano "de la cruz a la fecha", como el mismo precisaba refiri�ndose en una ocasi�n a la Ley de Reforma Tributaria de 1940, y como Jos� Cast�n Tobe�as destacaba en su discurso de contestaci�n a Larraz con ocasi�n del ingreso de �ste en la Real Academia de Jurisprudencia y Legislaci�n. Despu�s, cuando percibi� que su obra pol�tica no pod�a continuar desarroll�ndose seg�n su estricta concepci�n personal, decidi� alejarse voluntariamente de la esfera p�blica, a la que ya s�lo regresar�a de manera puntual para pronunciar conferencias o publicar libros. En la esfera privada simultane� el ejercicio de la abogac�a, que practicaba de una manera casi "artesanal", con el estudio y la creaci�n intelectual, siempre en torno a la idea del Bien Com�n.
Jos� Larraz L�pez naci� en Zaragoza el 27.IV.1904. Curs� sus primeros estudios en el Colegio de los Hermanos Maristas de Zaragoza. En 1914 la familia se traslada a Madrid, donde termina los estudios en el Instituto Cardenal Cisneros, obteniendo el Premio Extraordinario de Bachillerato (1920). Estudi� por libre la carrera de Derecho en la Universidad Central de Madrid y en marzo de 1926, a los veinti�n a�os, ingres� con el n�mero 1 de su promoci�n en el Cuerpo de Abogados del Estado. Prest� sus servicios en las Delegaciones de Hacienda de Barcelona y Madrid. Pensionado por la Junta de Ampliaci�n de Estudios, realiza en Bruselas investigaciones sobre la econom�a belga que luego plasmar�a en su libro La evoluci�n econ�mica de B�lgica (1930). En 1929 es trasladado a la Secretar�a T�cnica de la Presidencia del Gobierno, con el General Primo de Rivera. En 1930 es nombrado Subdirector del Servicio de Estudios del Banco de Espa�a. En 1934 reorganiza el Consejo de Econom�a Nacional y es nombrado vicepresidente del mismo. Un a�o despu�s crea la Comisar�a Nacional del Trigo, de la cual fue su primer Comisario General y donde tiene la oportunidad de poner en pr�ctica las ideas ya expuestas en su trabajo El ordenamiento del mercado triguero en Espa�a (1935). Es autor de las Bases del Patrimonio Forestal Espa�ol, cuya ley fue aprobada el 9.X.1935. En enero de 1936 fue designado Presidente del Consejo de Administraci�n de la Editorial Cat�lica y Consejero Delegado de la misma. Desde 1929 hab�a venido colaborando en el diario El Debate con la publicaci�n de m�s de trescientos art�culos, fundamentalmente de contenido jur�dico y econ�mico. A los pocos d�as de estallar la guerra civil fue separado del Cuerpo de Abogados del Estado. En octubre de 1937 pas� a Francia, desde donde lleg� a Burgos. En 1937 ejerci� la direcci�n del Servicio de Estudios del Banco de Espa�a y en 1938 fue nombrado Director General de Banca, Moneda y Cambio, al frente de cuya direcci�n consigui� la repatriaci�n del oro f�sico espa�ol depositado en el Banco de Francia. El 9.VIII.1939 era nombrado Ministro de Hacienda, cartera que ocup� hasta el 19.V.1941 cuando ces� por voluntad propia. En este periodo llev� a cabo una ingente tarea: restauraci�n del Cr�dito P�blico, reapertura de las Bolsas de Comercio, restablecimiento del principio de "caja �nica" mediante la ley de Cajas Especiales, atajando as� el problema creado por la existencia de diversas fuentes de recaudaci�n no sometidas al Tesoro P�blico, reordenaci�n del sector del Seguro, etc. Pero sobre todo, su figura de gran jurista al servicio de la Hacienda se plasm� en la ley del Desbloqueo, puesta como ejemplo en obras espa�olas y extranjeras, y en la ley de Reforma Tributaria de 1940. Durante su mandato se vuelve, en 1940, a la formaci�n de los Presupuestos Generales del Estado.
Habiendo abandonado los asuntos p�blicos todav�a en plena juventud, se dedic� por entero a la abogac�a, donde dej� constancia de su gran talla como jurista en los campos del derecho civil, el administrativo, el tributario y el mercantil. En 1943 ingres� en la Real Academia de Ciencias Morales y Pol�ticas, con un discurso sobre La �poca del mercantilismo en Castilla (1500-1700). En 1952 lee su discurso de ingreso en la Real Academia de Jurisprudencia y Legislaci�n, que vers� sobre Metodolog�a aplicativa del derecho tributario, ya que el discurso que hab�a preparado en 1946 y que nunca pudo llegar a leer por el estado de reorganizaci�n en que se encontraba entonces esta Academia, denominado Comunom�a, hab�a sido ya publicado. A partir de 1946 se dedic� exclusivamente al estudio y a la investigaci�n y a participar activamente en las sesiones de las Reales Academias de las que era miembro. Su labor docente es importante: de 1933 a 1936 fue profesor de Econom�a en el Centro de Estudios Universitarios, y en 1947 y 1948 se hizo cargo del curso de Sociolog�a en la entonces reci�n creada Facultad de Ciencias Pol�ticas, Econ�micas y Comerciales de la Universidad de Madrid. Son numerosas sus conferencias en Espa�a y en el extranjero, as� como sus intervenciones en diferentes cursos. Pionero en Espa�a del movimiento europeista, cre� en 1950 la sociedad "Estudios Econ�micos Espa�oles y Europeos", organismo independiente que aglutinaba, bajo la direcci�n t�cnica de Larraz, la labor de un importante grupo de expertos. Fruto de este trabajo son nueve vol�menes publicados entre 1951 y 1961, en los que se analizaba la problem�tica econ�mica de los distintos sectores de la econom�a espa�ola en relaci�n con Europa. La idea de Larraz sobre el futuro de Europa trascend�a lo meramente econ�mico y constitu�a una propuesta de verdadera federaci�n pol�tica. El contenido de las diversas conferencias pronunciadas por Larraz en defensa de esta tesis se recoge en su libro Por los Estados Unidos de Europa (1965). Aparte de las ya mencionadas en esta rese�a biogr�fica, las principales obras de Larraz son La Hacienda P�blica y el Estatuto catal�n (1932), La meta de dos revoluciones (1946), �Don Quijancho Maestro! (1961), Sociolog�a y religi�n (1965), El poder pol�tico de la sociedad jer�rquica (1967), Esquema y teor�a de la Historia (1970), El Bien Com�n (1971) y su obra magna Human�stica (1972) (texto de Jos� Manuel Araluce Larraz).
Este art�culo forma parte del
Diccionario cr�tico de Juristas
espa�oles, portugueses y latinoamericanos
[de L. A. S�neca a 2005]
Editado por Manuel J. Pel�ez Albendea