Concepto utilizado para definir la relación jurídica que trata de regular la técnica de gestión utilizada, consistente en la contratación de un proveedor externo para que realice un servicio que, en la mayoría de los casos, prestaba un departamento interno de la empresa, buscando con ello, mejorar la racionalización de los recursos humanos y técnicos y un mayor rendimiento de las inversiones.
En cuanto a su naturaleza jurídica, dado que se tara de la aplicación práctica de una técnica de gestión, no se puede subsumir en un tipo contractual concreto. Participa de elementos propios de otros contratos, fundamentalmente del arrendamiento de servicios civiles, pero también debe tenerse en cuenta figuras como la transferencia de activos, la cesión de trabajadores, el contrato de sociedad e incluso el depósito, como sucede en los outsourcing logísticos.