En general, una fianza es cualquier garantía que se presta para asegurar el cumplimiento de una obligación. Podemos diferenciar distintas clases de fianzas:
-Fianza administrativa: Garantía que se utiliza en la contratación pública para asegurar la capacidad y el cumplimiento del contrato. Hay garantías provisionales que se exigen como requisito previo para acudir a los procedimientos de selección y contratación convocados por la Administración y que serán devueltas a los interesados no seleccionados después de la adjudicación del contrato. Es en definitiva la garantía que se exige al adjudicatario de los contratos públicos, y que puede ser en metálico, bienes, aval bancario, o seguro de caución.
- Fianza arrendaticia: Garantía que debe prestar el arrendatario, en dinero, para asegurar el cumplimiento correcto de sus obligaciones. No se trata de fianza en sentido técnico sino más bien de una prenda irregular ya que su objeto es dinero, por lo que el arrendador al término del contrato, estará obligado a devolver la misma cantidad.
- Fianza judicial: Medida cautelar para el aseguramiento de futuras obligaciones de pago que pueden surgir de la responsabilidad civil y penal derivada de la comisión de un delito. La fianza puede ser entre otras, personal, hipotecaria o pignoraticia.
- Fianza mercantil: Todo afianzamiento que tenga por objeto asegurar el cumplimiento de un contrato mercantil, sea o no comerciante el fiador.