Término de origen anglosajón, que traducido significa "flujo de caja".
Bajo una perspectiva financiera, el concepto de Cash Flow trata de dar respuesta a la pregunta sobre cuál es la capacidad que tiene una empresa (o un negocio) de generar liquidez a través de diversas fuentes y para hacer frente a diversos pagos. No existe un único concepto de Cash Flow sino varios. En una primera aproximación podemos definirlo como: "la acumulación neta de activos líquidos en un periodo determinado".
El estudio de los flujos de caja dentro de una empresa puede ser utilizado para determinar diversas cuestiones como: Problemas de liquidez; viabilidad de proyectos de inversión; o para medir la rentabilidad o crecimiento de un negocio cuando las normas contables no representan adecuadamente la realidad económica. Los flujos de liquidez se pueden clasificar en:
1. Flujos de caja operacionales: efectivo recibido o expendido como resultado de las actividades económicas de base de la compañía.
2. Flujos de caja de inversión: efectivo recibido o expendido considerando los gastos en inversión de capital que beneficiarán el negocio a futuro.
3. Flujos de caja de financiamiento: efectivo recibido o expendido como resultado de actividades financieras, tales como recepción o pago de préstamos, emisiones o recompra de acciones y/o pago de dividendos.