Parte del producto social -creado por los trabajadores ocupados en la esfera de la producción material- necesaria para la subsistencia del propio trabajador y de su familia, para su preparación y adiestramiento. Bajo el capitalismo, el producto necesario, indispensable para la reproducción de la mercancía fuerza de trabajo (ver), se crea en el transcurso del tiempo de trabajo necesario. El capitalismo procura, en la medida de lo posible, disminuir el producto necesario y aumentar a costa del mismo el plusproducto y, por ende, la plusvalía (ver). Bajo el socialismo, el producto necesario es el que se requiere para mantener y desarrollar las múltiples facultades espirituales y físicos de cada productor. Al producto necesario pertenecen los artículos y servicios que satisfacen las necesidades personales del trabajador de la producción socialista y su familia. Algunos de tales artículos (vestidos, productos alimenticios) son de consumo individual: otros son de uso colectivo (servicios médicos y sanitarios, clubes, bibliotecas, etc.). El tiempo durante el cual se crea el plusproducto destinado a satisfacer las necesidades sociales constituye en la sociedad socialista una condición del crecimiento del consumo personal en el futuro, una condición del funcionamiento normal y del progreso de la sociedad. El establecimiento de la propiedad social sobre los medios de producción elimina el carácter explotador de la división del producto en necesario y plusproducto, inherente al capitalismo. Esta división, en el régimen socialista, se realiza sobre una nueva base, en la cual se expresan las relaciones socialistas reciprocas entre los trabajadores que trabajan para sí y para su sociedad.