Ganancia que obtiene el capital comercial. Su fuente está en la plusvalía creada por el trabajo asalariada en el proceso de la producción. Cuando existe la libre competencia, la ganancia comercial equivale a la ganancia media. El capitalista industrial vende las mercancías a los capitalistas comerciales no por su valor, sino por algo menos, lo cual hace posible que los capitalistas comerciales obtengan la cuota media de ganancia. El capitalista comercial obtiene la ganancia en forma de diferencia entre el precio de compra y el precio de venta de las mercancías a costa de la plusvalía creada en el proceso de la producción. El capital comercial explota a los pequeños productores -como vendedores y como compradores- estableciendo las denominadas "tijeras de los precios". Es sobre todo característico de la época imperialista el aumentar los precios sobre los artículos de consumo industriales y el reducir los precios de las mercancías que se compran a los pequeños productores. Esto conduce a una redistribución de los ingresos de los trabajadores en favor de los capitalistas comerciales y al incremento de la ganancia comercial. Bajo el imperialismo, el capital comercial monopolista asegura una elevada ganancia monopolista. Bajo el socialismo, las empresas comerciales, como resultado de su actividad económica, obtienen una ganancia. La ganancia comercial de las empresas socialistas constituye una parte del valor del producto creado por los trabajadores para la sociedad. Los ingresos del comercio socialista se utilizan para seguir desarrollando la economía nacional, incluido el perfeccionamiento de las formas y de los métodos para servir a la población a través del sistema comercial.