Política de aislamiento económico de un país respecto a la economía de los demás países, tendencia a crear un circuito económico cerrado. Bajo el imperialismo, la autarquía se expresa, prácticamente, en la tendencia a limitar la importación de mercancías procedentes de otros países y, al mismo tiempo, a ampliar por todos los medios la exportación de mercancías y de capital a otros países, especialmente a los atrasados, con el fin de reforzar en ellos el propio dominio político y económico y asegurar elevados beneficios al capital monopolista. Mantienen una política autárquica, por ejemplo, los países del Mercado Común: Alemania Occidental, Francia, Italia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo. Han establecido altas tarifas arancelarias, restrictivas, para los artículos de importación. La política de aislamiento económico se halla en abierto conflicto con el movimiento objetivo de los países hacia la aproximación económica sobre la base de una división internacional del trabajo, cada ves más acentuada; dicha política agrava el problema de los mercados, provoca el aumento de los precios, eleva los beneficios de los grandes capitalistas y terratenientes, disminuye el salario real de los trabajadores y empeora la situación de los mismos.