Pierre Joseph Proudhon, 1809-1865
Capitulo IV
La propiedad es imposible
¿Qué es el Gobierno? El Gobierno es la economía pública, la administración
suprema de la actividad y de la riqueza de toda la nación.
Pero la nación es como una gran sociedad de la que todos los ciudadanos son
accionistas. Cada uno tiene voz en la Asamblea, y si las acciones son iguales,
debe poseer un voto. Pero en el régimen de la propiedad, las participaciones de
los accionistas son desiguales. Hay quien tiene derecho a varios centenares de
votos, mientras otros sólo tienen uno. Si yo, por ejemplo, disfruto de un millón
de renta, es decir, si soy propietario de una fortuna de 30 ó 40 millones en
bienes inmuebles, y esta fortuna equivale a 1/30.000 del capital nacional, es
evidente que la superior administración de la fortuna equivale a 1/30.000 parte
del Gobierno, y si la nación cuenta 34 millones de habitantes, yo solo valgo
tanto como 1.133 poseedores de una sola acción.
Así, cuando M. Arago pide el sufragio para todos los guardias nacionales, se
ajusta a los buenos principios, porque a todo ciudadano corresponde, por lo
menos, una acción nacional, la cual le da derecho a un voto. Pero el ilustre
orador debería pedir, al mismo tiempo, que cada elector tuviera tantos sufragios
como acciones, de la misma manera que se practica, según todos sabemos, en las
sociedades mercantiles. Porque lo contrario sería pretender que la nación
tuviese derecho a disponer de los bienes de los particulares sin consultarlos, y
esto es contrario al derecho de propiedad. En un país donde impere la propiedad,
la igualdad de los derechos electorales es una violación de la propiedad.
Pero si la soberanía puede y debe atribuirse a cada ciudadano en razón de su
propiedad, los pequeños accionistas están a merced de los más fuertes, quienes
podrán, cuando quieran, hacer de aquéllos sus esclavos casarlos a su voluntad,
quitarles sus mujeres, castrar a sus hijos, prostituir sus hijas, tirar al mar a
los viejos, y a esto habrán de llegar forzosamente en la imposibilidad de
sostener a todos sus servidores.
La propiedad es incompatible con la igualdad política y civil, luego la propiedad es imposible.