La ciencia económica necesita una reforma fundamental, y ahora es el momento del cambio.
Este documento proviene de una reunión de 75 estudiantes, investigadores y profesores de 22 naciones reunidos a lo largo de una semana de discusión sobre la ciencia económica y la economía en la Universidad de Missoury en Kansas City (UMKC )en Junio del 2001. Esa discusión tuvo lugar en la 2ª bienal de la escuela de verano de la Asociación para la economía evolucionista (AFEE), con el respaldo de la UMKC, la AFEE, y " El centro para el pleno empleo y la estabilidad de los precios ".
Los participantes que firman este documento, comprometidos con la reforma de nuestra disciplina han redactado el escrito que se presenta a continuación. Este escrito sigue los pasos dados por otros grupos y colectivos con preocupaciones similares, y está de acuerdo con " el manifiesto del movimiento de Cambridge ", y con " el movimiento económico post autista ". Creemos que la teoría económica inhibida por su aproximación ahistórica y la metodología formalista y abstracta, proporciona únicamente una limitada comprensión de la notable complejidad del comportamiento económico. La estrecha aproximación metodológica de la ciencia económica impide o dificulta su capacidad para generar prescripciones políticas pragmáticas y realistas, así como también para comprometerse a un diálogo productivo con otras ciencias sociales.
Todos los departamentos de economía deberían reformar la docencia de la ciencia económica, e incluir una reflexión sobre los supuestos metodológicos que sostienen nuestra disciplina. Una ciencia económica efectiva y responsable es aquella que contempla el comportamiento económico en contextos más amplios, y que propicia el cuestionamiento filosófico y el debate. En concreto, el área del análisis económico debería de ser ampliada para abarcar los siguientes aspectos:
1º Una concepción más amplia del comportamiento humano. La definición del "hombre económico" como un ser autónomo racional y optimizador es demasiado estrecha, y no permite contemplar otros roles determinantes del individuo, como por ejemplo el instinto, la formación de los hábitos, el género, la clase, y otros factores sociales que moldean la sicología económica de los agentes sociales.
2º El reconocimiento de la cultura. Las actividades económicas, así como todos los fenómenos sociales, se encuentran necesariamente enraizados en la cultura, la cual integra todo un conjunto de instituciones y sistemas de valores sociales políticos y morales. Esos valores e instituciones moldean y guían el comportamiento humano imponiendo obligaciones permitiendo o impidiendo la realización de elecciones particulares, creando identidades comunitarias o sociales que pueden influir sobre el comportamiento humano.
3º La consideración de la historia. La realidad económica más que estática es dinámica, y como economistas deberíamos investigar cómo y porqué las cosas cambian a lo largo del tiempo y del espacio. Una economía más realista debería centrarse más en los procesos que simplemente en los fines.
4º Una nueva teoría del conocimiento. La dicotomía positiva versus normativa que ha sido utilizada tradicionalmente en las ciencias sociales es muy problemática. La distinción " valores-hechos " puede superarse al reconocer que los valores del propio investigador se encuentran "inexplicablemente" comprendidos, de manera consciente o no, en la investigación científica y en las afirmaciones científicas que se realizan. Este reconocimiento permite un juicio más sofisticado de las exigencias de conocimiento.
5º La medición empírica. Deberían de realizarse mayores esfuerzos para fundamentar los asertos teóricos en evidencias empíricas. La tendencia a privilegiar aspectos teóricos en la enseñanza de la economía sin referencia a observaciones empíricas, plantea importantes dudas sobre el realismo de las explicaciones.
6º Una ampliación de los métodos. Procedimientos tales como las observaciones de los participantes. Los estudios de casos, y el análisis discursivo deberían de ser reconocidos como medios para adquirir y analizar informaciones, junto con los modelos formales y econométricos. La observación de fenómenos desde diferentes perspectivas utilizando técnicas de asociación de las informaciones, pueden ofrecer nuevas percepciones de los fenómenos, y aumentar nuestra comprensión sobre ellos.
7º El diálogo interdisciplinar. Los economistas deberían de conocer los principales desarrollos de las diversas escuelas de pensamiento en la ciencia económica, así como los desarrollos en otras disciplinas, particularmente en las ciencias sociales.
La formación convencional de los economistas, aunque potente en el desarrollo de una cualificación fundamentada en el pensamiento analítico, sin embargo ha tendido a desalentar en los economistas el debate sobre la validez de esas dimensiones más amplias que han sido tratada en los párrafos anteriores. A diferencia de lo que ocurre en otras ciencias sociales, y en humanidades, hay muy poco espacio para el debate filosófico y metodológico en la profesión de economista en la época contemporánea. Los estudiantes de economía con cierta mentalidad crítica o inquieta, parecen enfrentarse a una infeliz elección entre abandonar sus intereses especulativos o su curiosidad intelectual para poder progresar profesionalmente, o abandonar la economía por disciplinas más hospitalarias para la reflexión y la innovación. Lo nuestro es un mundo de cambio en la economía global, de desigualdades entre y en las sociedades, de amenazas para la integridad del medio ambiente, de nuevos conceptos de propiedad, y de derechos, de evolución internacional de marcos legales, y de riesgos de inestabilidad en las finanzas internacionales. En un mundo en donde necesitamos una ciencia económica que responda a una concepción abierta, analíticamente efectiva, y moralmente responsable. Únicamente podrá emerger una ciencia económica a partir de una entusiasta disposición hacia una reflexión crítica rigurosa y permanente, revisando y ampliando el sentido de lo que hacemos y de lo que creemos como economistas.