Capítulo EL CAPITALISMO Y EL MITO DEL FEUDALISMO EN LA AGRICULTURA BRASILEÑA
B. LA AGRICULTURA CAPITALISTA
Conclusiones teóricas y políticas
Este análisis requiere profundización y extensión futuras, para elaborar una teoría completa del desarrollo-subdesarrollo vistos de conjunto. Mi examen de la supuesta coexistencia del feudalismo y el capitalismo pone en tela de juicio la aceptada teoría dualista. Y como las implicaciones teóricas y políticas de este dualismo aparecen a menudo en problemas que están más allá de la presente discusión, es imperativo revisar nuestro juicio de los países subdesarrollados para identificar tales implicaciones dualistas y elaborar una teoría dialéctica unitaria del proceso evolutivo capitalista, y además, del socialista. El análisis del desarrollo brasileño histórico, siguiendo a Celso Furtado (1959) y Calo Prado (1962), bosquejado suscintamente aquí, debe ser fortalecido en lo teórico y proyectado hacia el presente y el futuro, para que, entre otras cosas, podamos precisar y apreciar más fácilmente lo que cuesta al hombre el continuo desarrollo-subdesarrollo capitalista.
El presente análisis de la situación brasileña pudiera ser aplicado también a otras partes de América latina y aun de Asia, quizás, y a algunas partes de África. Puede exigir cierta reformulación en cuanto a países como Perú y Bolivia, que tuvieron y conservan una numerosa población indígena anterior a la conquista y que no han sido tanto exportadores de productos agrícolas como de minerales (en los tiempos coloniales, Perú importaba comestibles, y continúa importándolos hoy); o en cuanto a países como Venezuela, que recientemente han abandonado la exportación agrícola por la mineral; o del mismo Brasil y México, fue pueden llegar a sustituir la exportación agrícola por la industrial. Pero la esencia del análisis, una teoría unitaria del desarrollo-subdesarrollo del capitalismo monopolista, debería servir de manera destacada para reinterpretar mucho de la realidad latinoamericana, tal como la ven los investigadores burgueses y marxistas por igual.
Es particularmente necesario un análisis económico más completo del financiamiento y el comercio de los bienes agrícolas y sus conexiones con la producción agrícola, de una parte, y el comercio y la industria en general, brasileños y extranjeros, de la otra. Tal análisis podría fortalecer nuestra comprensión de cómo la reforma agraria vigorizaría, y no debilitaría, el sector (o sectores) comercial-financiero monopolista y a la alta y pequeña burguesía que sustenta. De modo similar, el análisis de la conexión entre la situación agrícola y el imperialismo requiere ser extendido, más allá de la mera descripción de este o aquel interés agrícola extranjero, a la formulación teórica de su mutua relación entre sí y con toda la economía capitalista.
El análisis hecho aquí debería relacionarse, específicamente, con el de la estructura y la dinámica de las clases. El desarrollo y el subdesarrollo, por ejemplo, sugieren una clase y otra. Combinados, reflejan la relación entre ambas clases; su evolución, mutuamente influida, trae a la mente el desarrollo dialéctico de las relaciones clasistas; las relaciones de subordinación, monopolización y explotación entre el desarrollo y el subdesarrollo económicos se asemejan a las correspondientes relaciones entre las clases, etcétera.
Para terminar, nuestro análisis encierra implicaciones políticas trascendentales, tanto en cuanto a la agricultura como a la sociedad en su conjunto. Las bien conocidas líneas reformistas que encaran separadamente el sector agrícola —o incluso una parte de él— y el "sector" internacional imperialista, fallan evidentemente el blanco. El análisis hecho aquí pone en duda la base teórica no sólo de la ideología burguesa, sino también la de los partidos comunistas de Brasil y otras partes de América latina que formulan sus programas y sus alianzas con la burguesía sobre la premisa de que la revolución burguesa se está todavía por hacer. Son simplemente los intereses capitalistas de los grupos de terratenientes-mercaderes, financieros y comerciantes los que se ocultan bajo la estrategia y la táctica con que la burguesía pretende "reformar" el capitalismo. La estrategia y la táctica de los campesinos y sus aliados debe ser la de destruir y reemplazar el capitalismo.