3. La contradicción de la continuidad en el cambio
Las dos contradicciones precedentes sugieren una tercera contradicción del desarrollo y el subdesarrollo económico capitalista: la continuidad y ubicuidad de sus elementos estructurales a lo largo de la expansión del sistema capitalista en todo tiempo y lugar. Como lo dijo Engels, "hay contradicción en que una cosa siga siendo la misma pese a cambiar constantemente". Aunque la estabilidad y continuidad estructural puede haber caracterizado o no al desarrollo capitalista "clásico" en la metrópoli europea, el sistema capitalista, a través de su expansión y desarrollo en escala mundial, mantuvo en conjunto su estructura esencial y engendró las mismas contradicciones fundamentales. Y esta continuidad de la estructura y las contradicciones del sistema capitalista mundial son los factores determinantes que tenemos que identificar y comprender si queremos analizar y combatir eficazmente el subdesarrollo de la mayor parte del mundo actual.
Por esta razón hago hincapié en la continuidad de la estructura capitalista y en su generación de subdesarrollo más que en los muchos cambios y transformaciones históricos, indudablemente importantes, por los cuales Chile ha pasado dentro de esta estructura. Mi propósito general es contribuir a la formulación de una teoría general más adecuada del desarrollo económico capitalista y, particularmente, del subdesarrollo, no acometer el estudio detallado de la realidad chilena pasada y presente.
Mi insistencia en la contradicción del cambio continuo implica que la misma no se ha resuelto en Chile. Lo que no quiera decir que no pueda resolverse. Mi revisión de la historia del desarrollo capitalista en Chile revela que en el transcurso del tiempo se han resuelto varias contradicciones imponentes. Aunque pueda haberse creído, en la época de la independencia, por ejemplo, que los acometimientos habían llevado o llevarían a la resolución de la contradicción fundamental que determina el curso de la historia chilena, no ha sido este el caso. Es importante, por ende, comprender las verdaderas contradicciones menores que se resuelven más fácilmente y a menor costo, pero que en última instancia no cambian nada esencial y a la larga hace más costosa y/o más distante lo resolución de las contradicciones fundamentales. Creo que varios caminos de acción contemporáneos para la "liberación" de los países subdesarroIlados y la eliminación del subdesarrollo, por bien intencionados que sean quienes los proponen, empeoran las cosas a la larga (y a menudo a la corta también). La comprensión de las realidades del capitalismo y el subdesarrollo no basta, desde luego, pero es sin duda esencial; no puede tener éxito ninguna revolución que carezca de una teoría revolucionaria adecuada. He ahí lo que me propongo.
Con la continuidad se relaciona también la discontinuidad. Mi análisis de la experiencia chilena sugiere qué puede haber habido oportunidades en que incluso ciertos cambios estructurales dentro de la estructura capitalista de Chile podían haber alterado materialmente el curso de la posterior historia del país. Cuando tales cambios no se efectuaron, o los esfuerzos por llevarlos a cabo no se realizaron como las circunstancias del momento requerían, esas oportunidades —como la inversión del excedente económico producido por las minas de salitre de Chile— se perdieron para siempre. La experiencia de Chile sugiere que la historia de la evolución del subdesarrollo en muchas partes del mundo fue —y todavía es— probablemente jalonada por desaprovechamientos semejantes de las oportunidades de eliminar o reducir los sufrimientos creados por el subdesarrollo.