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Trueque y Economía Solidaria
Susana Hintze (Editora)Comentarios
Daniel Ilari1
Nuestro nodo de Venado Tuerto tiene ahora 2400 participantes, tiene una moneda que se oxida; hay una educación importante de la gente antes de entrar, a la que se le enseña muy bien cómo tiene que manejarse para que no acumule, para que no ahorre.
El circulante está totalmente controlado, se trata de que no haya sobrecirculante. Le damos una cantidad de puntos a los participantes en la medida que demuestren lo que están produciendo, que nunca excede de 60 puntos por participante. Pero de todos modos, es menor porque es optativo que la gente lo retire. Y el hecho que se vaya reteniendo un porcentaje de la moneda, hace que no tengamos que emitir de más para pagar a los colaboradores, el alquiler del club y todo.
Escribí acá directamente, sobre lo que me mandó Heloísa, los comentarios que consideraba interesantes, así no me extiendo del tiempo. ¿Por qué la economía de trueque va a ser más eficiente que la del dinero? Eso tenemos que preguntarnos, porque estamos hablando de hacer un cambio por una economía más eficiente, en que se distribuya mejor.
Tenemos que tener en claro que uno de los objetivos es sacar del trono al dinero, o a la moneda, y meter en juego un medio de cambio que realmente sea eso; que lo tome la gente como un medio de cambio y que no lo tome como el medio de ahorro, el medio de riqueza. Por eso tenemos que tener cuidado, me parece, porque dinero y moneda uno lo remite también a riqueza. En este caso del trueque, estamos hablando exclusivamente de un medio de cambio, un medio de cambio que nos sirve nada más que para intercambiar y que, al contrario, justamente como decía Rubén, va perdiendo valor.
¿Ahora, por qué el medio de cambio del trueque va a ser más eficiente que el dinero? Y la otra pregunta más de fondo que me haría es: ¿por qué llamamos trueque a este estilo de sistema? Si realmente hay un medio de cambio que vale igual que el dinero, de pronto lo que ha hecho la gente es emitir un dinero, pero no es realmente un sistema de trueque.
Sabemos los efectos del dinero, fundamentalmente la mala distribución y la inequidad. Hay gente que no sabe qué hacer con la plata y gente que se muere de hambre. No es que estamos todos muertos de hambre, esa sería otra cuestión. Acá, realmente hay una muy mala distribución del dinero y hay desiertos monetarios. Yo me planteo dos problemas graves: uno, una mala distribución entre zonas productivas y otro, una mala distribución dentro de la misma zona. Hay gente que de pronto tiene más capacidad o más poder de captar justamente medios de cambio.
Entonces, para corregir esta distribución entre la zona y la interzonal hace falta, yo considero dos cuestiones: que el medio sea local o zonal, llamémosle así. No soy muy partidario de los medios de cambio que circulan en toda la Argentina y se distribuyen mal. Para mí, el medio tiene que ser zonal o local, pero que sí haya un control preciso de cuánto hay. Si no, no sabemos cuánto circulante hay, no sabemos cuánta gente produce. Tenemos que saber cuántos participantes tenemos y cuánto estamos produciendo.
En consecuencia, primer punto, que el medio sea zonal o local, y segundo, que la moneda se oxide, esas dos cosas las consideramos fundamentales para que el medio de cambio que se usa en el trueque, no tenga los mismos defectos del dinero. En Venado Tuerto, una cosa importante (que nos hace pensar un poco en la filosofía de lo que estamos hablando) es que estos nuevos sistemas, como el de trueque, están creados fundamentalmente para paliar la situación del más necesitado, del desempleado, o de la gente que queda excluida del sistema. Y entonces no pensemos la manera de acumular miles de puntos para hacer transacciones y comprarnos una casa en Mar del Plata, pensemos en un sistema que le sirva al más necesitado. Tenemos que ubicarnos, vamos a ubicarnos en una economía que es para el más necesitado, para que esta persona de alguna manera, poniendo su trabajo, pueda acceder a lo mínimo que necesita para vivir.
En Venado Tuerto, cada cuatro meses se vence el medio de cambio, que se llama punto, porque allá le llamamos juego de dar y recibir y justamente el entrenamiento consiste en decirle a la gente que tienen que equilibrar lo que dan con lo que reciben: no se excedan en lo que acumulan. Cada cuatro meses se vence el billetito y se le descuenta un 5%, así es en Venado. Ahora, si la persona se demora más de 15 días en hacer el cambio, se le descuenta el 20%, y si se demora más de un mes se le descuenta el 50%, y si demora más de dos meses, no se le aceptan más. Es castigado por no hacer circular el medio de cambio. Una vez comenté esto y me decían: “nosotros lo probamos en mi zona y la gente a veces se demoraba muchísimo”.
Digamos que de alguna manera nosotros los castigamos. La gente así equilibra lo que gana con lo que necesita, y no es problema si uno le aclara de entrada que ésas son las reglas del juego: tenés que decir cuánto es lo que vas a necesitar de todo el grupo, hasta ahí vendo y hasta ahí gano y lo uso. El hecho de tener el vencimiento cada cuatro meses es también es una manera de dar transparencia al sistema, porque, por ejemplo, si alguien aparece con 10.000 puntos en el cambio sería rápidamente detectado que ha falsificado el medio de cambio.
Lo que hay que tener en cuenta cuando se oxida la moneda es que el circulante empieza a circular a otra velocidad, nosotros consideramos que de dos a tres veces más rápido, porque si uno no tiene apuro en usar el circulante va a una velocidad, pero si uno le dice: mirá que a los cuatro meses vas a perder el 5%, la gente vende y lo usa y vende y lo usa.
En Venado Tuerto tenemos feria todos los días y tenemos cuatro proveedurías, a las que el único requisito que les ponemos es que estén a 15 cuadras de distancia una de la otra para que no haya competencia. Tanto en las ferias como en las proveedurías tiene que ser todo exclusivamente en puntos, nadie puede decir un peso y tantos puntos. El tema es que ahora hemos abierto (tal vez con las ideas de Silvio Gesell también) el sistema un poco a lo que es. La municipalidad ahora acepta el 30% del impuesto municipal, de la tasa municipal en puntos del Club de Trueque, que destina todo a asistencia social, o sea, que por ahí hay una coordinación del trueque con la parte de asistencia social.
La idea nuestra ahora, y justamente para fortalecer más el medio de cambio, es abrirlo a los comercios, que era algo que no lo teníamos permitido antes, pero ahora consideramos que sí, que vale la pena. Vamos a los comercios y les decimos: ¿querés adherirte? Sería como comercio adherido, aceptan un 30, 40 o 50% en puntos de lo que venden, la factura por supuesto tiene que emitirla por el total para que no haya problemas con la DGI. El hecho de que adhieran los comercios va a favorecer el comercio local, aunque en una primera instancia salió el Centro Comercial de Venado Tuerto –también en base a lo que leí en los diarios– a decir: esto debe desfavorecer el comercio local. Y nosotros más vale salimos a decir: no, si ustedes aceptan un porcentaje, la gente va a preferir comprar en esta ciudad y no venir a Buenos Aires o ir a Rosario a comprar las cosas, porque acá en Venado Tuerto puede usar los puntos del Club del Trueque.
La equivalencia que tenemos es uno a uno; de todos modos se acepta hasta un 20% de sobreprecio, digamos que puede haber hasta un 20% de sobreprecio. Pero sí está totalmente prohibido que alguien vaya a vender un producto, sea, azúcar, harina o aceite a más de un 50% del valor que tiene en el mercado. No se le permite entrar a la feria ni a la proveeduría a alguien que quiera vender algo fuera de precio, porque eso crea una imagen distorsionada de todo.
Miren cómo una cosa que es peor puede ser mejor. Yo les puedo dar un ejemplo, la etiquetita que viene a veces con los precios en los productos, si tiene un muy buen pegamento uno la saca y tiene que romper el producto (por ejemplo un cuaderno), entonces si fuera peor la goma sería mejor como indicador del precio. Y en este caso uno dice: éste es peor que la moneda, pero es mejor en sí, en la capacidad de distribuirse equitativamente.
Bueno, no me animo a opinar mucho con los problemas que han tenido, pienso en los problemas que han tenido con el PAR posiblemente, pero no conozco mucho el tema. De alguna manera Silvio Gesell dijo eso también, el dinero tiene que estar respaldado por lo que se produce sino es totalmente ficticio y posiblemente también haya habido una mala distribución entre zonas, zonas donde se fue mucho el circulante y otras zonas que se quedaron sin circulante, entonces hay zonas donde no saben qué hacer con el circulante y hubo una devaluación y otras zonas capaz que no tengan créditos, y el sistema se cayó porque realmente no hay circulante, o sea, empezó a tener los mismos defectos que el dinero. Gracias por haberme considerado e invitado para estos comentarios.
1. Nodo de Trueque de Venado Tuerto.
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