ALGUNAS VENTAJAS DEL USO DE DERIVADOS FINANCIEROS
Hay un desconocimiento, en general, de las tareas y situaciones que se producen en el mercado de Derivados Financieros1 al trabajar con productos tales como Futuros y Opciones, principales representantes del mismo.
Las numerosas historias relatadas en prensa económica sobre derivados han servido muchas veces para considerar que comprar estos productos es una operación de "especulación", y sin embargo, una situación similar, como la compra de acciones, es considerada como una "inversión".
En este sentido, se ha constatado a veces que el tratamiento individualizado de los derivados puede estimular la restricción en el uso de los mismos, por cuanto se tiende a magnificar los resultados negativos y a minimizar los positivos. Lo lógico y racional, en términos financieros, sería compensarlos siempre con los resultados de la gestión de las acciones. Quizá por ello habría que señalar que el tratamiento consolidado de las posiciones de acciones con sus derivados es el resultado neto que únicamente refleja el patrimonio real de la cartera.
En el presente trabajo deseamos analizar algunas ventajas que ofrecen los productos derivados, con el objetivo de resaltar cómo, un uso adecuado de los mismos, no sólo puede ayudarnos a cumplir nuestros objetivos de rentabilidad, sino también a reducir claramente las posiciones de riesgo.
Cómo utilizar los Derivados Financieros para reducir pérdidas.
Gran parte de los inversores tienen carteras diseñadas para beneficiarse sólo en un Mercado alcista, aunque continuamente el Mercado nos recuerda que los precios de las acciones pueden caer y, de hecho, así lo hacen. Es por ello por lo que muchos inversores quieren proteger sus carteras. En tal caso, los gestores deberían considerar el tener al menos una posición de sentido opuesto al de su cartera. Así para una persona que se encuentre alcista o bajista, la cobertura le permite tener un elemento en su cartera que le dé beneficio durante caídas inesperadas del Mercado. Como ejemplo, se puede utilizar como cobertura la venta de opciones Call sobre acciones que ya posee en su cartera. La Prima recibida por la venta de la opción Call puede compensar parte de la caída del subyacente. Este es el lado positivo de vender opciones Call para cubrir parcialmente su posición en acciones. El riesgo es que le ejerciten la Opción y deba vender la acción que usted no tenía intención de vender.
Otra manera de cubrir una cartera es comprar una opción Put sobre IBEX-35. En esta situación el lado positivo es que si la cartera baja, los beneficios de la opción Put pueden compensar la disminución en el resto de la cartera. El único riesgo de comprar una opción Put es que es posible perder la cantidad completa pagada en concepto de prima. Si esto ocurre, no obstante el resto de su cartera puede aumentar de valor compensando en todo o en parte la prima pérdida.
Vender Acciones por encima de la cotización en el Mercado.
La decisión de vender es la más difícil, ya que cuando "tenemos las acciones adquirimos una implicación emocional"2. Después de tomar la decisión de comprar una acción puede suceder lo siguientes
Si la cotización de la acción sube, estaremos satisfechos de haber tomado una decisión correcta. Si la subida es espectacular nos sentiremos orgullosos con nuestra decisión, pero lo más frecuente es que no vendamos la acción porque pensemos que su cotización puede subir aún más. Queremos vender cuando más alto este el valor, pero no sabemos cuál va a ser ese momento en el que a partir del mismo la cotización de la acción va a descender.
Si por el contrario la cotización de la acción desciende nos sentiremos frustrados y nos podemos sentir impulsados a dar una orden de vender nuestras accione al precio más alto que haya habido. Si la cotización de la acción subiera de nuevo y se acercara a la orden que hemos dado "limitada", nuestra reacción sería la de permanecer estáticos puesto que la cotización de la acción se está recuperando.
Ante la anterior situación se puede llegar a la convicción de que vendiendo por ejemplo opciones Call puede ayudarle a vender sus acciones al "precio objetivo" que usted haya fijado. Esto lo vamos a desarrollar a través de un ejemplo numérico.
Ejemplo: el día 20 de mayo del año 2001, usted compra acciones de BBVA que cotizan a 15,20 €, y le gustaría vender sus acciones alrededor de 17,12 €. Para ilustrar esta situación proponemos vender una opción Call de BBVA con vencimiento Julio, y con Precio de Ejercicio de 16,82 €, y con una Prima de 0,28 €. En la mencionada situación se recibe el importe de la Prima al acordar vender su acción a 16,82 €. Si la opción fuese ejercida estaría obligado a vender sus acciones a 16,82 €, que junto con el importe de la prima suponen un ingresos de 17,11 €. La recompensa es que puede vender su acción al precio que desea, el inconveniente es que con esta operación no podrá vender las acciones de BBVA por encima de 17,11 €, ya que ha vendido la opción Call, lo cual le condiciona a que tiene que olvidarse de realizar cualquier ganancia de valor por encima de la mencionada cantidad de 17,11 €.
Cómo incrementar los ingresos con Derivados Financieros.
Para los inversores cuyo objetivo sea el obtener ingresos adicionales, la venta de opciones puede ayudarle a conseguirlo. Atendiendo a esta situación, hay varios caminos para lograrlo, uno puede ser el pensar y preguntarse por lo siguiente ¿Puedo doblar los dividendos?. Vamos a desarrollar un ejemplo con la intención de poder conocer o exponer una posible forma de actuar en este sentido.
Ejemplo: Pensemos que REPSOL cotiza a 23,68 €, con un rendimiento por dividendo del 1,92 %. Esto se traduce en un dividendo anual de 0,46 €, es decir, dos pagos anuales, uno primero por ejemplo en enero, ya realizado de 0,16 €, y otro segundo estimado en 0,29 € que se produzca en julio.
Nuestra estrategia debe de consistir en vender una opción Call con vencimiento junio, con precio de Ejercicio 26,44 € y con una Prima de 0,83 €. Si la opción vence sin valor ganaremos la Prima de 0,83 €, lo que supone casi el doble de los dividendos estimados. El riesgo es que se ejerza la opción. En este caso, se venderían las acciones al Precio de Ejercicio de la Opción. Agregar que todas las estrategias de ventas de opciones, requieren poner garantías que van entre el 8 % y el 22 % aproximádamente del valor de la acción. Dichas garantías, hoy por hoy, son dinero libremente remunerado3.
Abordamos de nuevo la situación si un inversor tiene una cartera de acciones y estima que el precio de éstas va a caer, puede vender un futuro para no incurrir en pérdidas sin tener que vender su cartera de acciones. Otra alternativa clásica para cubrir las posibles pérdidas o minusvalías de una cartera de acciones es efectuando una venta a futuro de parte de la misma. De este modo cualquier pérdida causada por una caída en el precio de la acción es compensada por beneficios obtenidos en la posición de futuros.
Ejemplo: Las acciones de BSCH cotizan a 20 €., y un inversor con 200 acciones cree que el precio va a caer y vende futuros sobre acciones de BSCH a 20,20 € . El contrato de futuros tiene 100 acciones, por tanto vende 2 futuros.
Si el inversor decide llevar ambas posiciones a vencimiento su beneficio será igual a la diferencia entre el precio de la acción y el precio del futuro que, como se ha dicho, corresponde a los intereses (menos dividendos en su caso) sobre el precio de la acción. Esto es así, porque el día de vencimiento el inversor que ha vendido los futuros debe entregar las acciones. En otras palabras, el inversor se asegura un beneficio cierto de 0,20 €, por tanto queda clara que la situación final la podemos sintetizar señalando que ha transformado una inversión en acciones en una inversión de renta fija a corto plazo.
Para determinar esta segunda ventaja, pasamos directamente a la exposición de una situación práctica que nos aclare esta idea.
Ejemplo: Al administrador de una cartera le notifican que dentro de 2 meses recibirá 100.000 €. Una vez recibido el dinero tiene que invertirlo en acciones de BBVA. El objetivo sería, pues, asegurar hoy el precio de compra futuro.
Como todavía no dispone del dinero para comprar las acciones, compra futuros sobre acciones de BBVA que cotizan a 16,90 € y cuyo futuro cotiza a 17 €. Teniendo en cuenta que la cartera a construir requiere 5.800 títulos de BBVA (5.800 x 17 € = 98.600 €) decide comprar 58 contratos de futuros.
El día que reciba los fondos puede optar por vender los futuros y comprar las acciones o por mantener los futuros e invertir los importes no depositados como garantías en otros activos financieros.
1 Los mercados financieros se componen de tres mercados fundamentales; los mercados de deuda, (que a su vez incluyen los mercados interbancarios, los de divisas, los monetarios y otros de renta fija), los mercados de acciones, y los mercados de derivados. Los valores que se negocian en los mercados de derivados se "derivan", bien de materias primas, o bien de valores de renta fija, de renta variable, o de índices compuestos por algunos de esos valores o materias primas. Por ello, los mercados de derivados se pueden separar en dos segmentos; "Mercados de Derivados No Financieros" y "Mercados de Derivados Financieros". En ambos se negocian dos tipos definidos de valores; contratos a futuro y contratos de opciones.
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2 MEFF RV(1995): Manual de Opciones y Futuros. Rvta. Inversión, Madrid.
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3 Agregar solamente que todavía no se pueden constituir garantías con las acciones que alguien tenga en cartera.
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