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Conclusión
Es evidente que la especulación tiene efectos positivos sobre la economía, así como que se puede prestar a abusos. Será bueno que los poderes públicos frenen esos abusos, para que quede sólo el efecto positivo; pero todo no puede ser regulado, por lo que será fundamental que los individuos hagan una valoración ética de sus conductas. Un tema que se puede plantear desde la Administración es el socializar una parte de las ganancias de los especuladores (con impuestos especiales u otros procedimientos). En el caso de la Bolsa supongo que un trato discriminatorio sería perjudicial, pero esto podría ser objeto de otro trabajo. En todo caso me parece claro que un individuo puede verse impulsado a devolver sus ganancias a la sociedad por su ideal ético.
Si el mercado está regulado correctamente, los individuos podrán especular en igualdad de oportunidades, y en general su actividad será correcta desde un punto de vista ético, aunque la casuística es muy amplia. De todas formas coincido con Argandoña (1995, pág. 44) cuando dice que "no existen guías éticas claras..., porque las acciones humanas son complejas"; y añade (pág. 45) que el que trata de acertar, aunque se equivoque, estará obrando moralmente bien, se perfeccionará como persona. Sin embargo me parece simplificadora la opinión de un experto en banca como Manuel Martín (1995, pág. 63) cuando entiende que la ética empresarial se reduce en la práctica a cumplir las "reglas del juego".
Terminaré con unas ideas del profesor Xavier Vives (1995, pág. 56): "La economía y la sociedad pueden estabilizarse... con niveles distintos de honestidad (o fraude y corrupción).
Soy de la opinión de que las situaciones con niveles bajos de corrupción y fraude, sustentadas por los correspondientes valores éticos, generan un mayor nivel de bienestar social, incluyendo mayores niveles de bienestar económico". Luego afirma que aunque a nivel individual existen incentivos para desviarse, a nivel social es bueno que el conjunto sea ético; mucho se arreglaría aumentando la competencia, pero sobre todo hay que potenciar los valores éticos.