CAPITULO UNO: PREMISAS EPISTEMOLÓGICAS BÁSICAS.

 

En este capítulo describiremos los aportes de Popper y Lakatos que en nuestra opinión son relevantes para el desarrollo de nuestro programa de investigación.

 

1. Popper.

 

De Popper vamos a tomar sobre todo su sistematización lógica del método hipotético-deductivo (MHD), el cual, como sabemos, es aplicado por él tanto a las ciencias naturales como a las sociales.

 

El hecho de que Popper considere que el MHD se aplica a ambos tipos de ciencias lo ubica en una posición monista metodológica, pero nosotros hemos aclarado2 que su posición es un monismo metodológtico amplio. Con esto queremos decir lo siguiente. En el paradigma neopositivista, el monismo metodológico es rígido: eso significa que la física, considerada como una ciencia que verifica inductivamente y con probabilidad sus hipótesis, es considerada como la más elaborada de las ciencias, y las demás serán ciencias en la medida de su acercamiento a ese modelo ideal de ciencia; luego, según esta concepción, las ciencias sociales serán ciencias en mayor o en menor grado en la medida de su acercamiento a ese ideal. Eso domina gran parte de la metodología de las ciencias sociales hoy en día. En Popper, en cambio, todo es diferente. En ninguna ciencia hay verificación, ni inducción ni probabilidad. Por lo tanto, tampoco en las ciencias sociales. Estas últimas, de igual modo que todas las demás ciencias, parten de conjeturas previas al testeo empírico (contexto de descubrimiento) que luego hay que tratar de falsar, esto es, de contradecir, de negar, por medio de un testeo empírico (contexto de justificación). Las conjeturas tratan de acercarse a la realidad, a la verdad3. Pero, en la medida que son conjeturas, nunca estamos seguros de estar en la verdad. Si la conjetura no es contradicha por el testeo empírico, decimos que está corroborada hasta el momento. Si es contradicha, tampoco la deshechamos totalmente, porque el proceso de falsación no es absoluto.

Desde un punto de vista lógico-metodológico, el MHD está compuesto de la siguiente manera. Tiene dos componentes básicos: un explanans y un explanandum4. El explanans es el intento de explicación que nuestra mente trata de efectuar de un determinado problema. Ese explanans tiene dos partes básicas, a su vez. La primera es la conjetura explicativa, que está expresada a nivel universal. Esa conjetura puede estar compuesta por muchos elementos; puede ser una conjunción de teorías diversas. La segunda es una serie de condiciones iniciales. Esto se refiere a las condiciones concretas y singulares de la experimentación donde se tratará de testear empíricamente la conjetura (esto es, donde se tratará de falsarla). De ambos elementos del explanans se infiere una predicción, que puede ser proyectiva (ad fututum) o retrospectiva (sobre algo que sucedió). Esa predicción es en sí misma el explanandum, esto es, el problema que había que explicar. Para dar el sencillo ejemplo popperiano, supongamos que un hilo se rompe. Tal sería el explanandum. Ahora elaboremos el explanans. Primero, una conjetura, expresada universalmente: "todo hilo sometido a una fuerza de tracción mayor que su resistencia, se rompe". Después, establecemos las condiciones iniciales, de tipo singular. Primera: tenemos este hilo cuya fuerza de resistencia es 50 kg. Segunda: le aplicamos un peso de 60 kg. Entonces efectuamos la predicción: este hilo se romperá. Antes de efectuar el testeo empírico sabemos que hay un juicio que puede contradecir al explanans: "este hilo no se rompre" (juicio falsador potencial). Si efectuado el testeo empírico, el hilo se rompe, nuestra conjetura está hasta el momento corroborada. Si el hilo no se rompe, nos enfrentamos con una falsación. Esa falsación no tiene certeza absoluta: las condiciones iniciales pueden haber estado mal colocadas y/o sólo alguna parte de la conjetura es la que está fallando -no sabemos cuál- en caso de que hubiera sido más compleja que la simple de nuestro ejemplo. (Que es precisamente lo habitual: téngase en cuenta que el ejemplo es ultrasencillo, pues las ciencias se manejan habitualmente con explanans de altísima complejidad5).

Para las ciencias sociales, también se aplica este proceso de conjeturas y refutaciones, aunque análogamente. En ciencias naturales podemos a veces controlar alguna  variable en algún experimento; en ciencias sociales, en principio, ninguna6. En segundo lugar, en ciencias sociales tenemos algunas ventajas en cuanto al contexto de descubrimiento, esto es, en cuanto al origen de la conjetura utilizada7. Esto se divide en dos aspectos. En primer lugar, podemos suponer que los sujetos interactuantes, en ciencias sociales, se comportan racionalmente. Esta racionalidad está ligada en Popper a la eficiencia y a un conocimiento óptimo. El es conciente de que la conduca real de las personas tiene otros componentes, pero eso le permite afirmar justamente que los modelos que se construyan bajo ese supuesto de racionalidad serán conjeturas de aproximación mayor o menor a la verdad. Veremos más adelante que la concepción de la racionalidad presente en los economistas austríacos tales como Mises, Hayek y Kirzner es distinta.

El otro aspecto es la incorporación a su método conjetural de una noción utilizada habitualmente para la epistemología de la historia, esto es, la noción de "comprensión". Popper reconoce que en las ciencias sociales podemos suponer cómo actuaría la persona en determinadas circunstancias, dado que, al tener el cientista social la misma naturaleza del sujeto obervado -el hombre- puede por ende "ponerse en su lugar". Pero insiste en dos cuestiones importantes: primero, la comprensión no proporciona certeza, sino que pertenece al contexto de descubrimiento de determinadas conjeturas de comportamiento; y, segundo, de ese modo, las conjeturas así elaboradas están expresadas a nivel universal, y pueden por tanto dar modelos generales de comportamiento. Cabe aclarar que tanto la metodología como la metafísica de Popper lo alejan de cualquier tipo de determinismo en ciencias sociales. Su metodología se lo impide dado que ninguna conjetura se afirma necesariamente, o de lo contrario no es conjetura. Pero este no es el argumento principal: podría haber una incertidumbre metodológica más la suposición metafísica del determinismo. Por eso, el eje central de esta cuestión son los argumentos metafísicos; y, en el caso de Popper, él ha afirmado explícitamente y con insistencia el indeterminismo para el ser humano8. O sea que las conjeturas y refutaciones en ciencias sociales no implican afirmar sólo la imprevisibilidad gnoseológica y epistemológica de la conducta humana -esto es, que "no sabemos" con certeza cómo el ser humano se comportará, aunque pudiera ser que su conducta estuviera determinada por factores desconocidos- sino también el indeterminismo ontológico de esa conducta -esto es,  la persona es libre en su comportamiento-.

En tercer lugar, el contexto de justificación es más complejo en ciencias sociales, si bien no imposible. Se puede "corroborar" una conjetura en ciencias sociales? Conviene distinguir. Si por "corroborar" se entiende verificar con certeza, y de modo inductivo, Popper afirma que eso es imposible tanto en ciencias naturales como en sociales. Si por corroborar se entiende una verificación probabilística de la hipótesis, Popper afirma que tal cosa también es imposible en ciencias naturales y sociales. Si por corroborar se entiende una falsación que tenga plena certeza, Popper también ha aclarado que ello es imposible. Si por corroborar se entiende una falsación que pueda evitar el problema de la base empírica9, Popper ha aclarado con insistencia que ese problema es inevitable. Ahora bien, habiendo despejado estas incorrecciones sobre lo que se pueda entender por "corroboración" podemos contestar que, en un contexto popperiano, la corroboración es algo muy humilde, de igual modo que la falsación. La falsación implica que todo el conjunto de elementos del explanans (la conjetura, ya compleja en sí misma, más el conjunto de condiciones iniciales) es contradicho por un juicio falsador potencial una vez realizado un testeo empírico. Eso no implica la negación definitiva del explanans, sino, en cambio (esta caracterización es nuestra) la afirmación "aquí-hay-un-problema", esto es, una especie de "luz roja" que se prende ante el camino de nuestra conjetura; una especie de advertencia. La corrobración, sencillamente, es el proceso contrario. Esto es, la luz roja no se prende. Hasta el momento, y sin que ello implique ningún juicio sobre el comportamiento futuro de la conjetura10, la conjetura no ha sido refutada. Esto es "por-ahora-no-hay-problemas", lo cual no descarta de ningún modo que en el minuto siguiente puede comenzar a haberlos.

Bien, una vez aclaradas nuevamente la noción de falsación y de corroboración en todas las ciencias, y por ende también en ciencias sociales, vamos a ver de qué modo enfoca Popper este último caso. Para eso establece la relación existente entre teoría e historia11. En ciencias sociales, la teoría juega el papel de conjetura explicativa que conecta la parte singular del explicans (las condiciones iniciales) con la signularidad del explananadum (la predicción prospectiva o retrospectiva). El historiador, dice Popper, está interesado en estos dos aspectos singulares, y usa, sabiéndolo o no, a una conjetura general como conexión entre ambos. La teoría general es en el caso de la historia el medio explicativo e interpretativo; incluso, en función de esa teoría se eligen las condiciones iniciales relevantes. En cambio, el cientista social está interesado en la teoría general en sí misma, y utiliza a los casos singulares como medios ejemplificadores de su tería general. El "testeo empírico" es algo, en este caso, sumamente elástico. Si la teoría general resulta inapropiada para el o los casos que intentamos explicar, es evidente que estamos frente a cierta falsación. En caso contrario estaremos frente a cierta corroboración.

No querríamos concluir estas breves indicaciones de los aportes popperianos sin antes realizar algunos comentarios, también breves, que ya hemos efectuado en otra oportunidad.

Primero, consideramos, junto con Popper, que la metafísica puede establecer proposiciones con sentido y, además, que puede ser fuente de conjeturas empíricamente testeables. Pero, además, consideramos que existe un nivel del discurso metafísico que no sólo se acerca a la verdad sino que puede probar deductivamente la verdad de ciertas proposiciones. Eso implica un nivel no-conjetural del conocimiento humano, con certeza, cuestión relevante cuando afirmemos, más adelante, otros niveles, no conjeturales, de las ciencias sociales, tales como el praxeológico y el fenomenológico.

Segundo, querríamos hacer algunas aclaraciones lógico-linguísticas con respecto a las dos fuentes de conjeturas en ciencias sociales, a saber, la comprensión y la suposición de racionalidad en la conducta humana. La primera tiene, en nuestra opinión, el siguiente esquema: "dado un conjunto de circunstancias X, las personas tenderán, en general, a comportarse del modo X1". Allí se da un condicional material de la forma "si p, entonces q", donde "p" es el conjunto de circunstancias y "q" es la conducta que en general las personas realizarán. Debe destacarse que la relación del antecedente al consecuente de la proposición es contingente, no sólo por una cuestión lógica (el condicional es material simple), gnoseológica (no sabemos con certeza cómo la gente se comportará en todos los casos) sino también ontológica: la conducta humana es libre y, por ende, el comportamiento ante la misma circunstancia puede ser distinto.

En la suposición de acción racional, en cambio, las cosas cambian en cierto modo. Esta suposición implica la lógica de la acción racional, donde, establecido cierto orden de preferencias, se siguen ciertas elecciones excepto que el orden de preferencias cambie. Por ejemplo, si decimos que un comprador no está dispuesto a comprar a más de 10$, y el vendendor no está dispuesto a vender a menos de 20$, entonces podemos deducir necesariamente que no habrá intercambio, lo cual no es sino un caso de una ley general que afirme que, si el precio máximo de compra de un comprador es igual o mayor que el precio mínimo de venta de un vendedor, entonces habrá intercambio. Allí, la relación entre "p" y "q" es necesaria en el sentido general de que "si las valoraciones son tales, la elección será tal". Lo que es contingente es que las valoraciones sean tales o cuales, porque esas valoraciones son libres. Lo cual implica que el libre albedrío se mantiene en estos casos intacto; sólo se infieren las consecuencias necesarias de valoraciones libremente establecidas.

Sintetizando: la relación de antecendente a consecuente es contingente en el caso de la comprensión y necesaria en el caso de la suposición de acción racional, y ambos antecedentes de ambos condicionales son contingentes. Cabe aclarar que, en caso de que el esquema de la lógica de la acción racional se exprese con un condicional material simple ("si tales valoraciones, entonces tales conductas") entonces la necesidad referida de antecedente a consecuente es "de re"12.

Por último, más adelante explicitaremos que, en ciencias sociales, la relación entre teoría e historia planteada por Popper puede generalizarse haciendo referencia a la aplicación de la conjetura general a una serie de condiciones iniciales dadas. La predicción efectuada será el eje central del testeo empírico referido. Cabe aclarar que la selección de las condiciones iniciales, así también como su interpretación, como también la observación de la predicción, son operaciones también cargadas de teoría. Hemos dicho que un intento de solución a ese problema -que es parte del de la base empírica- será efectuado más adelante.


2 Ver nuestro libro Popper, búsqueda con esperanza, Ed. De Belgrano, Buenos Aires, 1993; parte I, punto 6.

 

3 Sobre este punto, ver op. cit, parte I, punto 3, y parte II, punto 3.

4 Ver Popper, K., Conocimiento objetivo (CO) Tecnos, Madrid, 1974, apéndice.

5 Con esto queremos decir "con alto contenido empírico", esto es, conjeturas que explican muchos fenómenos y predicen mucho. Sobre esta cuestión, ver Popper, K., Conjeturas y refutaciones (CR); Paidós, Barcelona, 1983; caps. 10 y 11.

6 Esto hay que reafirmarlo diciendo que es un error suponer que en ciencias naturales hay "control de variables", como si ese control fuera pleno, total. No es así: solo hay un control de un número finito de variables conocidas. Por otra parte, en el caso de las ciencias sociales hemos dicho "en principio", pues podría haber algunos contraejemplos relevantes para nuestra afirmación. Empero, este es un punto que debemos seguir elaborando. Agradecemos a Guido Pincione la advertencia de esos contraejemplos.

7 Ver Popper, búsqueda con esperanza, op. cit.

8 Especialmente en sus libros El universo abierto (UA); Tecnos, Madrid, 1986, y CO, especialmente caps. 3 y 6.

9 Volveremos a esta cuestión más adelante, que es particularmente compleja en ciencias sociales.

10 Ver Popper, CO, cap. 1, punto 8.

11 Ver Popper, K., La miseria del historicismo (MH); Alianza Ed., Madrid, 1973; cap. IV, punto 30.

12 Sobre tal cuestión, ver Llano, A.: Metafísica y Lenguaje; Eunsa, Pamplona, 1984, cap. IV.