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El siguiente libro es el resultado de una larga investigación emprendida hace tiempo. Tiene como antecedentes directos a tres escritos anteriores donde se vislumbran sus líneas generales. Me refiero a "Fundamentos filosóficos y epistemológicos de la praxeología" (tesis presentada y aprobada en la UCA en marzo de 1990; publicada en Libertas, Nro. 13, octubre de 1990); al libro Caminos abiertos: un análisis filosófico de la epistemología de la economía (escrito en 1990 para el Dpto. de Investigaciones de Eseade, inédito) y al ensayo "Machlup: un puente entre Mises y Lakatos", escrito en 1990 y publicado en Libertas, Nro. 15, actubre de 1991. Si bien tendré que referirme a menudo a esos textos, trataré de escribir este de manera autónoma, en la medida de lo posible.
Escribo este libro conciente de que parto con varias desventajas iniciales. En primer lugar, está escrito por un filósofo. Agradezco a quienes piensen que ello constituye, en sí mismo, una ventaja, pero los economistas profesionales difícilmente aceptan opiniones metodológicas que no provengan de un colega.
En segundo lugar, está escrito bajo la influencia filosófica del realismo de Santo Tomás, la perspectiva metodológica para las ciencias sociales de autores tales como Hayek, Popper, Lakatos y Gadamer, y la visión de la economía política de la escuela austríaca de economía, bajo autores tales como Mises, Hayek y Kirzner. Las tres perspectivas son actualmente muy minoritarias en los ambientes universitarios habituales, y muy combatidas por cierto neopositivismo todavía muy vigente como paradigma dominante.
Y, en tercer lugar, está escrito en español. Y lo poco que hoy se hace en epistemología de la economía se escribe en general en inglés y en los EEUU. Luego...
La única ventaja con la que podría contar sería la corrección de mis argumentos, que es lo único que, en última instancia, vale y permanece. Pero no seré yo quien juzgue tal cosa.
Escribo este libro, además, por dos motivos. En primer lugar, me estoy dedicando actualmente a temas de filosofía de las ciencias. Por lo tanto, este libro se encuentra dentro de mis preocupaciones filosóficas actuales. Desde un punto de vista del orden temático en sí mismo, la teoría general del conocimiento es previa a la filosofía de las ciencias; ésta, previa a la filosofía de las ciencias sociales, y ésta, previa a metodología de alguna ciencia social en particular. No debería, por ende, comenzar por lo primero, e ir bajando a lo más particular? No necesariamente, porque muchas veces el pensamiento humano va plasmando lentamente la sistematización de lo general a través del análisis más detenido de los casos particulares. Ese análisis tiene necesariamente implícita una concepción general y universal, concepción cuya maduración final puede quedar para después en cuanto a lo temporal.
Por otra parte, mis concepciones generales sobre gnoseología, epistemología general y epistemología de las ciencias sociales ya han sido más o menos establecidas, no sólo en los tres escritos anteriormente referidos, sino también en el ensayo "Epistemología contemporánea y filosofía cristiana" (monografía pre-doctoral presentada a la UCA en 1988; publicada en Sapientia en 1991, Vol. XLVI) y en el libro Popper: búsqueda con esperanza; escrito en 1991 (Ed. de Belgrano, Buenos Aires, 1993).
Y, en segundo lugar, me mueve un fin práctico. Los estudios de metodología de la economía ayudarán al desarrollo de la ciencia económica, y esto último ayudará a un planteo correcto de la política económica. Lo cual, a su vez, ayudará a que menos gente sufra las consecuencias de incorrectas políticas económicas, consecuencias que pueden ser dramáticas para la vida de cada persona en particular.
Por último, no quiero dejar de destacar el hecho de los numerosos colegas y alumnos que con sus preguntas, críticas y sugerencias me han ayudado enormemente a corregir y perfeccionar mis planteos. A todos ellos, mi más profundo agradecimiento.
Gabriel J. Zanotti.
Buenos Aires, 1993.
Nuestro libro "Caminos abiertos" estaba organizado según un método más histórico-descriptivo; en éste, en cambio, adoptaremos un método más sistemático. Esto es, plantearemos cómo se organiza, en nuestra opinión, un programa de investigación1 en economía política. Este planteo sistemático estará dividido en cinco etapas básicas. En la primera, diremos qué elementos tomamos de diversos autores. Allí no describiremos la posición de cada autor en su totalidad, sino sólo aquello que nos interesa a efectos de nuestra organización. Primero tomaremos elementos de dos epistemólogos: Popper y Lakatos. Segundo, tomaremos elementos de tres epistemólogos y economistas: Mises, Hayek y Machlup. En los cinco casos el lector notará que iremos "rodeando" a los aportes metodológocos de estos autores de un metasistema gnoseológico realista. Tercero, y en función de los aportes tomados, organizaremos sistemáticamente nuestro programa de investigación. Cuarto, expondremos sistemáticamente los tres métodos que en nuestra opinión se combinan armónicamente en la metodología de las ciencias sociales, de lo cual tenemos un ejemplo en la etapa anterior. (Como se observa, esta fase es más general). Quinto, y en función de lo anterior, trataremos de dar una posible solución al problema de la objetividad de la base empírica en ciencias sociales (problema cuya naturaleza será descripta en su momento). Las dos últimas fases son aclaratorias de aspectos filosóficos implícitos en las anteriores.
En cuanto al desarrollo de los contenidos concretos de teoría económica del programa de investigación que proponemos, digamos que dicha sistematización excede la competencia específica y fines de este trabajo. Los aportes específicamente económicos de Mises, Hayek y Kirzner son concretamente el ejemplo, tomando al tratado de economía de Mises como ejemplo tipo. Nosotros estamos proponiendo una reestructuración metodológica de esos contenidos, y no de los contenidos mismos. Con ello nos mantenemos estrictamente en nuestro campo sin invadir otros que no son los nuestros. Por otra parte, la sistematización lo más completa posible de dichos contenidos, actualizados según los últimos problemas de la economía política, es una tarea que urge dentro de la escuela austríaca de economía, la cual no puede quedarse al margen de la profesión, como un paradigma aislado necesariamente alternativo y sin la incorporación de los problemas actuales de la economía. Esperemos que ese desarrollo y esa actualización sea desarrollada por nuevas generaciones de economistas austríacos (un buen ejemplo de ello es el libro de Esteban Thomsen citado posteriormente). Si nuestra sistematización epistemológica colabora en esa dirección, un objetivo central de este trabajo se habrá alcanzado.