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La expansión en América Latina29
Como hemos puesto de manifiesto, consideramos a América Latina como una gran región del mundo, no sólo por su extensión geográfica y su población, sino principalmente por el papel que juega, particularmente relevante en los últimos tiempos. Nadie en España puede sentirse indiferente ante este continente no sólo físico y económico, sino también cultural.
Para justificar la expansión de la banca española en el continente latinoamericano, consideramos, fundamentalmente, los siguientes puntos:
Por idioma y cultura, que es un factor limitativo en otros escena-rios, y que aquí propicia la transferencia no sólo de capital y gestión, sino de capacidades básicas de gestión y organización.
Por la estructura de mercado, la baja dimensión actual y el poten-cial de crecimiento les hace especialmente idóneos.
Por oportunidad de los ciclos económicos y por el proceso de con-solidación y liberalización del sector financiero.
Por la poca competencia inversora, especialmente de la banca ame-ricana, lo que hizo a los precios, en términos generales, asumibles.
Por la importancia estratégica del área para la banca española decara al futuro, para establecer alianzas, acuerdos, compras o fusiones, con bancos europeos o americanos.
Por el grado de bancarización bajo de la economía. Este ratio nosupera como media el 30-35%, y la penetración de los servicios bancarios entre la población es aún muy limitada, según los países y la tipología de clientes, como podría ser en España hace diez, quince, veinte o treinta años.
Por la consabida debilidad del negocio tradicional y el estrechamien-to de márgenes, han llevado a buscar fuentes de beneficio en estos mercados latinoamericanos.
El principal argumento que ha conducido al sector bancario a realizar estas cuantiosas inversiones, ha sido, como hemos expuesto, el alto grado de maduración alcanzado por la banca española en nuestro país, en donde la gran bancarización de la población mayor de 18 años, el creciente poder negociador de los clientes, fruto de su mayor cultura financiera, nuevos hábitos de consumo y nuevas pautas socioculturales, hacen que la lucha comercial sea agresiva y constante. Esta situación, que no decrece, sino por el contrario aumenta notablemente, tanto directa como indirectamente, conlleva una disminución en los márgenes financieros obtenidos por las entidades que operan en el mercado español. Esta profunda transformación que ha sufrido la actividad bancaria durante las dos últimas décadas, unido a la entrada de nuestro país en la Unión Europea y la posterior adopción de la Unión Económica y Monetaria con la entrada en vigor del Euro, han propiciado un incremento extremo de la rivalidad en el sector, que junto a la liberalización del mismo, hicieron que su internacionalización fuese su principal arma para crecer y aumentar su negocio.
La situación inversa ocurría en los países latinoamericanos, donde el nivel de bancarización, por el contrario de lo que sucede en nuestro país, era muy bajo y el sistema financiero carecía de un alto grado de modernización y eficiencia. Además, la liberalización creciente de este sector, ofrecía amplias oportunidades de hacer negocios ya que los márgenes de intermediación eran altos y, por consiguiente, las rentabilidades a obtener eran muy superiores a las españolas.
A todo esto, como hemos indicado, habría que añadir la gran proximidad cultural, escasa «distancia» o «barrera psicológica» existente entre estos países y España, lo que ha allanado considerablemente el camino, unido a la importancia estratégica de esta zona geográfica de cara a establecer futuras alianzas y/o acuerdos con otros bancos europeos y americanos.
En cuanto a este despliegue de la banca española, una cuestión interesante de este proceso de expansión es la adopción de distintas estrategias de penetración, las cuales están condicionadas por las diferentes barreras de entrada, las legislaciones de los distintos países, así como las propias estrategias corporativas. Así pues, nos encontramos con las diferentes fórmulas con que los bancos han llevando a cabo estas operaciones. Fundamentalmente las entidades españolas están utilizando tres modelos30:
El basado en la adquisición mayoritaria (en algunos casos 100%)de las entidades latinoamericanas, con propiedad y gestión españolas que representa el modelo Santander.
El basado en la alianza continental a través de la constitución deun holding inversor, es el modelo elegido del BCH asociado al grupo chileno Lucsik.
El basado en acuerdos con socios locales, que supone el estableci-miento de paquetes de control mayoritarios, con gestión 100% de la entidad española; es el modelo adoptado por BBV.
Cada uno de estos modelos presenta ventajas e inconvenientes. Obviamente cada entidad apostará por el suyo, pero, en cualquier caso, los tres demuestran la vitalidad de las entidades financieras españolas (que es lo verdaderamente importante)31.
Evidentemente, el continente latinoamericano tiene riesgos, algunos derivados del propio interés que el área despierta entre los inversores extranjeros, otros provenientes de una estructura sociopolítica no definitivamente consolidada y otros ligados a la propia estructura económica de esos países.
Por estos motivos y otros, Latinoamérica es y seguirá siendo el punto de referencia central para la banca española. En términos generales, y pese a que el atractivo de los distintos países es muy diverso, todo el continente presenta un gran potencial de negocio desde el punto de vista financiero. Si en España el 98% de las personas mayores de dieciocho años tiene relaciones bancarias, en Latinoamérica este ratio no supera el 30%-35% de media. Es decir, que en el negocio de banca al por menor, o minorista, todavía hay un extenso terreno por recorrer en aquel continente.
Lo mismo puede decirse de la gestión de fondos de pensiones privados (así como para los fondos de inversión). Ahora estos productos en clara ascendencia mueven en la zona unos 20 mil millones de dólares, esperando que se multiplique por seis en los próximos quince años. Es este contexto hay que encuadrar las políticas expansivas de las diferentes entidades, eso sí, asociada a los consabidos «riesgos» económicos y financieros que presenta la región.TABLA XXI. COSTE APROXIMADO DE 1 PUNTO PORCENTUAL DE CUOTA DE MERCADO BANCARIO EN 2000
Fuente: Merril Lynch. Madrid 2001.
País Millones de Euros Reino Unido 2.000-2500 Francia 1.400 España 1.000 Brasil 400 México 250 Chile 100 Argentina 65
29 Para más detalle véase obra citada La Banca y los Mercados Financieros. Punto 5.4.1. Justificación de la expansión en América Latina.
volver30 Se incluyen los modelos iniciales antes de las fusiones que darían lugar al SCH y BBVA.
volver31 Para más detalle véase obra citada. La Banca y los Mercados Financieros. Punto 5.4.3. La dinámica inversora.
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