INVERSIÓN, INFLACIÓN Y EMPLEO

La expansión de la inversión bruta total en el año 2000 no se ha podido repetir en el 2001. La importante bajada de las corrientes de capital hacia varios países de la región, a raíz de las expectativas poco favorables de los inversionistas internacionales, han impedido alcanzar los niveles de inversión precedentes. Uno de los países más sensibles a esta disminución ha sido México, que en el año 2000 registró un incremento del 9% y que finalmente ha sufrido un retroceso del 16%. Chile y Brasil mostraron en el primer trimestre un aumento importante de la inversión aunque esta situación se revirtió a partir del segundo, mientras Argentina, Perú y Uruguay continuaron registrando caídas en los niveles de inversión al igual que en años anteriores. Por último, Colombia y Venezuela han mostrado favorables perspectivas, y se espera una mejora de la inversión en ambos países.

En cuanto a la inflación se refiere, en la primera mitad de 2001 el ritmo inflacionario de la zona en su conjunto volvió a tener un leve descenso, ubicándose la tasa por debajo del 8% para el conjunto de la región. Esta moderada cifra se explica por la estabilidad del tipo de cambio en la mayoría de países y el fin de la escalada en el precio del petróleo, junto a políticas monetarias prudentes y situaciones recesivas de algunos países. En el segundo semestre las previsiones se han presentado más desfavorables en vista del alza en el tipo de cambio que se ha registrado en algunos países.

Entre los países con buenas cifras se encuentran Ecuador, cuya inflación ha disminuido notablemente en el primer semestre, México, Nicaragua y Paraguay. Argentina muestra signos de deflación debido a su especial coyuntura económica y Brasil es la nación en la que se ha producido un elevado incremento en este primer semestre.

Por lo que respecta al empleo, la mejoría de la situación laboral a nivel regional, observado el año 2000 en lo que a generación de empleo se refiere, tiende a frenarse y a revertirse, debido a la desaceleración de la actividad económica en el 2001. La tasa de ocupación bajó al 52,6% durante el primer semestre en ocho países, comparado con el 52,9% del mismo período en el año anterior. A ello contribuyó la caída de este indicador en las economías más grandes de la región, Brasil y México, disminuyendo también en Chile, y manteniéndose constante en Argentina, Colombia y Venezuela.

Cabe esperar que en el año en su conjunto, la caída en la tasa de ocupación sea aún más marcada. De esta manera, las proyecciones regionales apuntan a un mantenimiento de la tasa anual de desempleo en el 8,5%.