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Eficiencia, productividad, equidad
Un aspecto fundamental para conseguir alcanzar estas aspiraciones en el nuevo contexto económico internacional, pasa necesariamente por la coordinación de las políticas micro y macroeconómicas como pieza fundamental para conseguir los avances de eficiencia necesarios, con el fin de aumentar los niveles de competitividad de las economías regionales en el proceso de globalización económica donde se encuentran insertadas actualmente la economía mundial. La equidad como objetivo, medido principalmente a través de la distribución de la renta, no es, como se ha expuesto, parte integrante del Consenso de Washington. Lo es, por el contrario, la lucha contra la pobreza mediante el establecimiento de las prioridades de gasto público hacia sectores como educación, sanidad y otros de interés para las capas más pobres de la sociedad.
El hecho de que dicho Consenso estuviera pensado para América Latina y que en ésta, la lucha directa contra la pobreza sea ya una prioridad (claramente aceptada por el Banco Mundial y el BID), explicaría que la equidad, como movimiento más amplio a favor de una mejor distribución de la renta, no figure en el Consenso. Sin embargo, es razonable pensar que la lucha directa contra la pobreza y las políticas de fomento de una mejor distribución de la renta son dos frentes de una misma batalla y, por tanto, la omisión de uno de ellos .la equidad. en el mencionado Consenso no hace sino debilitarlo y generar ambigüedades interpretativas.
En este contexto de lucha contra la pobreza hay que resaltar el hecho de que España haya comprometido hasta el momento más de 1.000 millones de dólares en el programa de cancelación de la deuda de los países más pobres de esta región, facilitando con ello los programas de reducción de la pobreza y condonación de la deuda.