La evolución acontecida

Históricamente, una característica relevante del desarrollo económico latinoamericano4 ha sido la interacción entre las estructuras internas y externas, intensificándose notablemente durante el auge del comercio internacional de finales del siglo XIX, cuando se consolidó la estructura de la producción basada en materias primas para la exportación y la importación de manufacturas. A su vez, esta relación reforzó considerablemente los vínculos entre las economías latinoamericanas y los mercados mundiales.

La demanda de exportaciones y las entradas de capital tuvieron un impacto profundo en las diversas estructuras económicas, sociales y políticas de América Latina durante este periodo. Influyeron asimismo tanto la «lotería de los productos básicos»5 como el tamaño, por lo que se entiende la dimensión económica efectiva de un país en función de la población, el ingreso y la extensión territorial. La geografía, el legado político y las características sociopolíticas subyacentes fueron otros aspectos importantes.

Respecto a las naciones europeas, la rápida expansión del comercio mundial también resultó una de las características de la aceleración del crecimiento económico de estos países, cuya industrialización fue intensa durante el siglo XIX. El proceso continuó durante los primeros años del siglo XX, pero sufrió una disminución notable en 1914 con el estallido de la Primera Guerra Mundial. Utilizando precios de 1990, la exportación mundial pasó de 7.300 millones de dólares en 1820, a los 56.200 millones en 1913, incrementándose notablemente hasta los 334.400 millones durante 1929. En este centro industrial europeo6, y su prolongación hacia América del Norte y Oceanía, el comercio internacional creció más rápido que el PIB hasta 1913, cuando el comercio registró una gran desaceleración.

Uno de los rasgos más destacables durante todo este período, es la alta proporción de materias primas, como una de las constantes del comercio mundial. Hasta la Primera Guerra Mundial, otra característica notable fue el predominio de Europa Occidental, sobre todo de Gran Bretaña, aunque el equilibrio se fue desplazando gradualmente hacia Estados Unidos.

En los inicios del siglo XX el comercio internacional discurría todavía de manera esencial por canales bilaterales. Estimulado por la creciente especialización y los nuevos recursos y necesidades, el comercio se hizo cada vez más multilateral, apoyado en la disponibilidad de la libra esterlina como moneda de reserva, y la estabilidad del sistema internacional. También contribuyó a ello la estabilidad política, dada la relativa ausencia de conflictos armados y disturbios entre 1870 y 1914 que perturbasen la emergente economía internacional, siendo importante resaltar, considerando estudios recientes, que el «libre comercio» sólo recibía un apoyo entusiasta por parte de Gran Bretaña.

En el resto de Europa, y en la otra orilla del Atlántico, especialmente en Estados Unidos, las medidas de política eran proteccionistas. Con sin protección, tanto el gobierno británico como el estadounidense, «tendieron a respaldar la expansión económica de su sector privado»7.

También, para América Latina, durante este período (1870-1914), la transformación económica fue de gran profundidad, pero sus efectos variaron. La experiencia de cada país dependía en gran medida de su geografía y dotación de recursos naturales (materias primas). El caso de Argentina es radicalmente distinto al de, por ejemplo, Ecuador o Haití. Los países que crecieron más rápidamente en estos años fueron en general los de mayor población: Argentina, México (hasta la revolución de 1910) y Chile. En la tabla I, se presentan las tasas de crecimiento del PIB para los países de los que se dispone de datos. Es posible que la inestabilidad política de Colombia en el siglo XIX explique un arranque económico más tardío, aunque luego registró un crecimiento rápido. El caso de Brasil es una excepción parcial y compleja que escapa a los propósitos de este libro.

De los países pequeños, tanto Uruguay, que se benefició de la inversión extranjera al mismo tiempo que Argentina, aunque no en igual medida, como los países abiertos a la inversión de Estados Unidos en la actividad azucarera, a saber, Cuba, Puerto Rico y República Dominicana, son las excepciones a la regla. En otras palabras, el tamaño de por sí no determinó el interés del inversionista. La geografía, las relaciones y la estabilidad política también influyeron; los países que acababan de salir de las turbulencias del siglo XIX quedaron al final de la lista.

TABLA I. EXPORTACIONES Y TASA DE CRECIMIENTO DEL PIB: 1900-1929
(Promedios Anuales, en Porcentajes)
PaísExportacionesPIB
Argentina6.43.8
Brasil3.24.2
Chile0.95.4
Colombia9.64.5
Cuba7.34.1
México6.63.4
Perú8.24.5
Venezuela7.25.0

Nota:
Exportaciones: Las cifras se expresan en millones de dólares de Estados Unidos, a los precios de 1970.
PIB: Las cifras se expresan en millones de dólares constantes de Estados Unidos, a los precios de 1970.
Fuente: Progreso, Pobreza y Exclusión. BID. 1998.

4 Para un análisis histórico global puede consultarse: Rosemary Thorp, «Progreso, Pobreza y Exclusión. Una Historia Económica de América Latina en el siglo XX». Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Washington, 1998.
Consideramos que, por los importantes acontecimientos producidos después de esta edición, tanto en América Latina como a nivel mundial, sería muy deseable que se piense en preparar una nueva edición que abarque hasta el año 2001, comienzo real de nuevo siglo XXI.
volver

5 Lo que la periferia bendijo o maldijo, más lo que permitió que el hombre introdujese: café, ganado y cereales, todo ello aportado expresamente.
volver

6 El calificativo de «centro» procede de los escritos de Raúl Prebisch (Recuadro I) que significa el mundo desarrollado. Prebisch llama al resto la «periferia». Sobre sus «puntos definitivos» para comprender sus ideas relativas al Desarrollo Económico en América Latina, véase su último libro, que aglutina y depura toda su experiencia como economista y hombre público: Capitalismo Periférico: Crisis y Transformación. Ed. FCE, México, 1981.
volver

7 Vease Rosemary Thorp. «Progreso, Pobreza y Exclusión. Una Historia Económica de América Latina en el siglo XX». Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Washington D. F, 1998.
volver