Camilo Herrera Mora
camiloherrera en universia.net.co
La comprensión del Capital Cultural y de la ciencia que lo estudia, la Economía Cultural, es desde el comienzo del CEC, nuestro objetivo primordial de investigación. La ausencia de herramientas metodológicas, estadísticas y estructurales para medir el Capital Cultural Intangible, y en muchos casos el tangible, desembocan en un vacío académico que ha limitado el avance hacía la comprensión de la interacción entre el desarrollo y la cultura.
La tangibilidad de un bien cultural como la oferta de bienes ó la administración eficiente de monumentos nacionales y atractivos turísticos, se ha visto limitada a los beneficios económicos directamente generados y al concepto de su función social. Esto se debe a la aparente separación entre la economía y la cultura, situación que se ha gestado por la continua obstinación de los economistas de no comprender la importancia de la cultura en el desarrollo, y en la sistemática negación de los sectores artístico y folklórico de ser considerados como parte esencial del libre mercado.
Toda expresión nace del hombre y de su interacción con su entorno, entonces, ¿dónde está la negativa de una ciencia social de insertar los resultados emocionales e intelectuales del ser humano en su acervo de capital?, y ¿en dónde encuentran fundamento los artistas para decir que sus creaciones van más allá de lo comercial?.
Los progresos industriales se han fundamentado en las necesidades de los individuos y en la capacidad de respuesta de la industria de reducirlas por medio de satisfacciones, y la dinámica de la creatividad artística, es el resultado de un profundo estudio de la situación humana, convirtiendo su trabajo final en un multiplicador de las solicitudes de las sociedades. La producción satisface necesidades, el arte las identifica y comunica. Partiendo de este concepto, la creación de metodología cualitativas y cuantitativas es fundamental para acercar a economistas y artistas. La finalidad de lograr medir las fuentes, los procesos y los resultados de los procesos culturales radica en la necesidad de mostrar al nuevo orden económico, la importancia de la cultura en el acervo de capital, y demostrarle al sector creativo el valor económico de su labor.