José Arturo León Velázquez
Universidad Autónoma de Sinaloa
El proceso de globalización de los mercados y la acelerada innovación tecnológica no resultan ajenos a las empresas de la región del Noroeste de México, tal que el análisis de competitividad a nivel empresa y/o sectores se ha convertido en ineludible, y por medio de la competitividad que es motor de la dinámica empresarial, se logra consolidar el mercado local y trascender las fronteras y posicionarse en mercados externos.
El incrementar la competitividad del país, en términos territoriales y sectoriales, no es un capricho gubernamental, sino que es una condición sine qua non para no rezagarnos con relación a otros países competidores, para mejorar el nivel de bienestar de la población vía el incremento de la productividad y el escalamiento de la producción hacia niveles que representen mayor valor agregado.
Las empresas, crean ventajas competitivas y consolidan sus ventajas comparativas a través de la adaptación de estrategias empresariales, innovación y desarrollo tecnológico, transferencia de tecnología, capacitación de capital humano, entre otras estrategias.
La competitividad es un término relativo. Quién es competitivo el día de hoy, tal vez mañana ya no lo sea, y viceversa. La competitividad implica, mantenerse despierto y siempre activo.