A - B - C - D - E- F - G - H - I-J-K - L - M - N-O - P - Q - R - S - T-U - V-W - X-Y-Z
Nació en Tucumán, Argentina. Estudió en la universidad de su
ciudad natal, y en la de Chicago, sobresaliendo en ambas. "Para Rubén el día de
24 horas era un continuo, estudiaba hasta que se cansaba y quedaba dormido (en
la biblioteca, en su casa, en un auto), y al despertar seguía estudiando"
(Elías, 2002).
"Cuando luego de pasar por Chicago, en 1965 me reincorporé a la Facultad de
Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Tucumán, empecé a escuchar
comentarios sobre Rubén. Cuando lo tuve como alumno supe por qué. Era muy
inquieto, formulaba preguntas muy profundas. Como si ya supiera todo lo que uno
quería enseñar, siempre poniendo en apuros al profesor. Se perfilaba como
brillante y con gran futuro académico… Como su evolución académica era muy
rápida, mucho antes de licenciarse participó en el Programa Cuyo, donde se
suponía que iba a estar 2 años, antes de cursar estudios de doctorado en
Chicago. Luego de 3 o 4 meses se fue a Chicago" (Elías, 2002). Donde "tuvo una
performance brillante" (Elías, 2002). "Durante el primer o el segundo trimestre
en Chicago, uno de sus profesores anunció a sus colegas: `hay un genio en mi
clase – un argentino llamado Rubén Almonacid’" (Harberger y Sjaastad, 2003).
"Milton Friedman y Arnold C. Harberger se interesaron mucho en su trabajo,
convirtiéndose luego en los directores de su tesis" (Elías, 2002). "Harberger lo
recuerda claramente como el más obstinado, pero al mismo tiempo uno de los más
estimulantes y gratificantes entre el centenar de alumnos cuyas tesis doctorales
supervisó. `Ningún otro peleó tanto cada palabra, cada oración, de su tesis.
Rubén ganó la mayor parte de las discusiones. De ningún otro estudiante aprendí
tanto durante la preparación de su tesis doctoral’… Cuando la terminó, fue
invitado por el Consejo de Asesores Económicos de Estados Unidos, para que a la
mañana presentara su trabajo, y a la tarde mantuviera discusiones individuales
con Mc Cracken, Houthakker y Stein" (Harberger y Sjaastad, 2003). "La tesis fue
premiada en 1971 como la mejor del año dentro del área de ciencias sociales de
Chicago, la primera vez que se entregó el premio" (Elías, 2002). Esta
descripción de su desempeño académico me hace acordar al de otro argentino,
Miguel Sidrauski.
Después de Chicago "fue invitado por James Tobin a trabajar en la Comisión
Cowles… Con posterioridad se incorporó al departamento de economía de la
Universidad Vanderbilt, como consecuencia de lo cual se conectó con la
Universidad de San Pablo" (Elías, 2002). "Para poder enseñar en San Pablo tenía
que tener un título local, para lo cual tuvo que escribir otra tesis (Almonacid,
1974)" (Harberger y Sjaastad, 2003).
"Tenía un gran deseo de aplicar sus conocimientos de manera inmediata. En las
clases de estadística preguntaba sobre temas probabilísticos conectados con
juegos, en su afán por hacer saltar la banca en el casino. Desde esa época se
veía que a él también le interesaba ser un empresario y ganar mucho dinero
rápidamente… En San Pablo emergió su espíritu empresario. La región estaba
experimentando el `milagro brasileño’. Invirtió en terrenos alejados de la
ciudad, cuyos precios subieron muchísimo como consecuencia de la expansión"
(Elías, 2002). "Con fondos obtenidos de la venta de un automóvil que pudo
importar, comenzó a especular en bienes raíces. En pocos años se convirtió en un
desarrollador de una porción de suburbano de San Pablo, y pocos años después se
había convertido en el principal terrateniente del área metropolitana de San
Roque" (Harberger y Sjaastad, 2003). Sobre cómo eligió los terrenos que compró,
me llegaron 2 versiones: una, que divisó la región desde un lugar alto; otra,
que hizo una regresión entre el precio de los terrenos y la distancia al centro
de la ciudad, encontrando el precio de los ubicados en San Roque, muy por debajo
de la recta de ajuste.
Poco, pero lo traté. Nunca me pareció simpático, por lo cual leí reconfortado lo
siguiente: "Rubén hacía enojar a su interlocutor para sacarle la mayor cantidad
de información posible, que le pudiera ser útil para su trabajo" (Elías, 2002).
Yo creía que era algo personal.
"Fue excelente ex alumno, gran profesor y colega, gran empresario y amigo… A
comienzos de 2001 me enteré de su enfermedad [cáncer] y que lo habían operado en
Brasil. A mitad de ese año tuve su última visita. Al verlo tenía la esperanza
que el susto hubiera pasado y que sólo serían problemas de control. A comienzos
de 2002 me enteré que estaba de nuevo muy enfermo. Su esposa me llamó el 1 de
abril, media hora después de su fallecimiento. Uno tiene respuestas y
alternativas a muchos problemas que nos plantea la vida, pero para esta noticia
no" (Elías, 2002).
¿Por qué los economistas nos acordamos de Almonacid? Como en los casos de Frank
Knight, Don Patinkin y el referido Sidrauski, primero y principal por su tesis
doctoral, un escrito corto (algo más de 100 páginas) que Rubén denomina paper
(artículo).
"Su tesis es más que distinguida. Se concentró en el rol de las expectativas, y
en el desequilibrio que genera el hecho de que no siempre coinciden con la
realidad. El núcleo fue el concepto de que el equilibrio pleno es aquel en el
cual todas las expectativas coinciden con la realidad" (Harberger y Sjaastad,
2003). La volví a leer, a propósito de la elaboración de estas líneas. Desde el
punto de vista formal es de una nitidez increíble, parecida a la de Patinkin;
desde el punto de vista del contenido también es importante. Desde el punto de
vista formal, resultó revolucionario, y lamentablemente no "prendió" dentro de
la profesion, mostrar el equilibrio macroeconómico de los diferentes mercados,
en términos de un gráfico donde, como es usual, el eje horizontal mide el nivel
de actividad económica, pero donde en el eje vertical, en vez de medir la tasa
de interés, mide el nivel de precios. Con lo cual "oferta y demanda agregadas"
adquieren el significado obvio de curvas que relacionan precio y cantidad.
También revolucionario que el análisis comenzara –insisto, en esa época- con la
derivación de la curva de oferta agregada.
Ubiquémonos en el tiempo. Friedman (1968) explicó que en el corto plazo una
emisión monetaria puede aumentar el nivel de actividad económica, pero no en el
largo plazo. La diferencia surge del hecho de que en el corto plazo tanto
empresarios como asalariados, al no advertir que el aumento de su demanda surge
de la mayor cantidad de dinero, aumentan las cantidades ofrecidas de bienes y
servicios laborales respectivamente; pero al advertirlo, simplemente aumentan
los precios y los salarios en la misma proporción que el aumento de la cantidad
de dinero, y los efectos reales desaparecen. En otros términos, el efecto
expansivo inicial de un aumento en la cantidad de dinero se debe a la denominada
ilusión monetaria.
El aporte de Almonacid (1971, pero preparada antes) consistió en explicar que
los hechos mencionados no derivan de ilusión monetaria, sino de que conseguir
información referida a qué es lo que está ocurriendo, es un proceso costoso, y
por consiguiente los agentes económicos destinan ciertos recursos a obtenerla.
De ahí que, durante un cierto tiempo, la discrepancia entre los precios
verificados, los percibidos y los futuros, haga que un aumento de la cantidad de
dinero genere efectos reales, pero cuando todos los precios vuelven a coincidir
se restablece la neutralidad de la emisión monetaria. Almonacid (2003) presenta
una versión actualizada, pero esencialmente no modificada, de esta teoría.
Esto ¡a comienzos de la década de 1970!, es decir, cuando el trabajo pionero de
Muth, sobre expectativas racionales, había sido publicado, pero su uso en
macroeconomía, por parte de Robert Lucas, todavía no había comenzado. "El aporte
de Rubén en el nuevo enfoque fue reconocido, hace muchos años, por Harry Johnson"
(Elías, 2002). ¿Qué relación hay con Phelps (1970)? Bastante, pero como aclara
Almonacid en el prólogo de su tesis, supo de este último trabajo cuando el suyo
estaba concluido. Así que se trata de algo así como descubrimientos
independientes.
Como en el caso de Sidrauski, Almonacid no publicó con posterioridad trabajos de
parecida relevancia al de su tesis doctoral. En el caso de Sidrauski, porque
falleció; en el de Almonacid, porque se dedicó a actividades empresarias,
retornando a sus intereses académicos en los últimos años de su vida.
"Fue un economista de amplitud de intereses y profundidad inusuales. Brillante,
original, perspicaz e independiente. Quizás porque no pertenecía a ninguna
escuela, no portaba ningún rótulo, sus capacidades sólo fueron reconocidas por
aquellos economistas que lo trataron directamente" (Harberger y Sjaastad, 2003).
Almonacid, R. D. (1971): "Nominal income, output, and prices in the short run",
tesis doctoral no publicada, Universidad de Chicago, junio.
Almonacid, R. D. (1974): "Rumo a teoria da dinamica economica", tesis doctoral
no publicada, Universidad de San Pablo.
Almonacid, R. D. (2003): "The determinants of nominal income, output, and the
price level. A synthesis of the Keynesian and neo-classical views", Journal of
international money and finance, 22.
Elías, V. J. (2002): "Rubén Darío Almonacid, 1943-2002. Un pequeño paseo
biográfico", Kipukamayo (revista del Colegio Profesional de Ciencias Económicas
de Tucumán).
Friedman, M. (1968): "The role of monetary policy", American economic review,
58, 1, marzo.
Harberger, A. C. y Sjaastad, L. A. (2003): "Rubén Almonacid: an appreciation",
Journal of international money and finance, 22.
Phelps, E. S.(1970): Microeconomic foundations of employment and inflation
theory, W. W. Norton.
(Artículo enviado por Juan Carlos de Pablo, publicado
originalmente en CONTEXTO, 752; Enero 6, 2004)