Revista académica de economía
con
el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas ISSN
1696-8352
Luis C. Oliveros B.
Economista
luis_cesar_13@yahoo.com
El
economista argentino Raúl Prebish
(secretario general de la CEPAL desde 1948
hasta 1962) puso de moda a partir de la década del 50 su teoría neomarxista
de la dependencia, impulsando el proteccionismo industrial, la sustitución
de importaciones y el control de precios.
Esta
estrategia estaba basada en el cierre de la economía al comercio a través de
cualquier tipo de mecanismos existentes, entiéndase aranceles excesivos,
cuotas de importación u otras restricciones cuantitativas que prohibían las
importaciones. Además los bancos Centrales de los países latinoamericanos
debían ayudar esforzándose en sobrevalorar sus propias monedas para abaratar
sus importaciones de tecnología. Rápidamente la sustitución de importaciones
pasó a convertirse en el modelo de desarrollo de la gran parte de los países
latinoamericanos.
A pesar del crecimiento económico experimentado en los primeros años, con el
correr de los años, este modelo empezó a dar síntomas de agotamiento como
consecuencia de la marginalización del sector exportador a unos pocos
productos, el incremento en la vulnerabilidad a los impactos externos, el
aparato industrial, por crecer bajo el manto protector estatal, nunca logró
alcanzar niveles para enfrentar la competencia cuando al economía comience a
reabrirse, a lo que luego
Se le sumo la contracción de la demanda internacional y el aumento de los
tipos de interés, desembocando en la década de los ochenta en la crisis de
la deuda externa lo que exigió profundas modificaciones en la estrategia de
desarrollo.
Toda esta explicación era para presentarle amigo lector al nuevo modelo de
desarrollo de la República Bolivariana de Venezuela, de mano del Ministro de
Producción y Comercio Sr. Rosales (los invito a la página web del
Ministerio).
Es lamentable Sr. Ministro que haga la siguiente predicción, pero este tipo
de estrategias en un mundo globalizado como el actual están condenadas al
fracaso, estos modelos desestimulan la orientación exportadora de la
producción nacional (componente antiexportador), debido a las grandes
posibilidades de obtener márgenes de ganancias muy superiores en el mercado
nacional (donde está protegida de la competencia foránea) frente a los
mercados internacionales. Por otra parte el mantener un tipo de cambio
sobrevaluado, sin realizar los correspondientes ajustes, trae como
consecuencia que los ajustes en el momento de producirse (crisis cambiarias)
traigan efectos muy nocivos para la economía. Además incrementan la
volatilidad de la economía, etc
Sr. Rosales un país no se desarrolla con regulaciones, licencias y barreras
a la libre iniciativa y al comercio internacional. Se avanza fomentando la
propiedad privada, la economía de mercado, el estado de derecho y educando
al capital humano. Solo con estas herramientas se aumenta el nivel de vida
de su “amado soberano”.